sábado, 8 de junio de 2013


“Con un abrazo solidario a mi hijo Ricardo Alfonso Calderón Quijano, por haber obtenido el premio a la mejor caricatura en el año que nos antecede. Honor a quien honor merece”.


EL ANCESTRAL ABANDONO

Siendo presidente de la República Pascual Ortiz Rubio y al observarse que iba a quedar suprimido el territorio de Quintana Roo, se puso gran empeño en que la parte sur o sea la de Chetumal, que era la mejor, le fuera asignada a Campeche, como así sucedió por reforma constitucional del 19 de diciembre de 1931, con ello se buscaba remediar la defectuosa vida del Estado.

Desgraciadamente el gobierno de Campeche mandó de presidente municipal a Payo Obispo (Chetumal) a uno de sus adictos con la consigna: “manda cuanto dinero puedas”. Y Eduardo Mena Córdova cumplió al pie de la letra las instrucciones. Se asoció con un familiar suyo que había desfalcado en Campeche como administrador del Casino y que había sufrido por ello seis años de cárcel por haber falsificado la firma de su hermano, un laborioso industrial.

Cuando el general Lázaro Cárdenas del Río llegó a Chetumal en gira electoral, el pueblo en masa pidió volver a ser territorio federal, y un líder preguntó: ¿es cierto que es de nosotros el aljibe? ¡sí! contestó la multitud. Y ¿a cómo nos cobra la lata de agua nuestro alcalde? Gritaron de nuevo. “A peso la lata” contestó la muchedumbre de chetumaleños, víctimas del latrocinio de nuestro paisano Mena Córdova.

Ni tardo ni perezoso “La esfinge de Jiquilpan” ordenó reformar de nuevo la Constitución General de la República el 16 de enero de 1935, quedando reconstruido formalmente el Territorio Federal de Quintana Roo y volviendo el estado de Campeche a su vida menesterosa.

Años después, aquel alcalde denostado como sinvergüenza llegó a ser gobernador de Campeche, y contra la recomendación del muerto y venciendo la resistencia del mismo, consiguió llevar a Campeche los restos de Pablo García Montilla, que de esa forma fue elevado como prócer de nuestra entidad. El mismo “Maestro de América” se refirió muy claramente sobre estos sucesos que nos llenaron de oprobio. Pero la historia la escriben los vencedores.

Los problemas del lío limítrofe entre Campeche y Quintana Roo son ancestrales. Ya desde el decreto del 15 de mayo de 1940, se reintegró a nuestra entidad una buena parte de su territorio que había sido invadida por los gobiernos sucesivos de Quintana Roo.

La invasión progresiva del solar campechano llegó a adquirir proporciones alarmantes, tanto porque implicaba para la lejana entidad peninsular la pérdida de una extensa y rica porción de su suelo, cuanto porque privado de los impuestos que por concepto de explotación maderera percibía el Territorio, lo cual afectó seriamente su economía.

Los invasores ayer, como hoy, han pretendido justificar su intromisión en tierras campechanas al amparo de un decreto del 24 de noviembre de 1902, que al erigir esa entidad territorial manoseó el famoso vértice de Put. No fue sino hasta que un plano levantado en 1936 por la Secretaría de Agricultura cuando apareció trazada por vez primera la línea divisoria que cercenó a Campeche toda la región llamada de “Indios Pacíficos”, la más rica en resina de chicozapote (chicle) y maderas preciosas.

Con ese apoyo en los planos oficiales el Territorio acrecentó sus dominios y enriqueció sus ingresos. Un día se anexaban una montería y al siguiente un pueblo arruinado. Era inútil que los gobernantes de Campeche clamaran contra esas invasiones. El gobierno federal pedía prudencia para evitar derramamiento de sangre. La propia Secretaría de Gobernación no quería sentar el precedente de aparecer modificando los límites de las entidades federativas, lo cual por supuesto convenía a Quintana Roo.

Estimado lector, si usted analiza esos antecedentes encuentra premisas que han sido causa y efecto de la lucha de Campeche para evitar ser despojado de su territorio: la corrupción de un alcalde campechano que motivaron la intervención de Lázaro Cárdenas; la lejanía y abandono ancestral de esa zona rica en maderas preciosas; un trazo infame de la Secretaría de Agricultura y la indiferencia de la Secretaría de Gobernación federal para poner las cosas en su lugar.

Llegamos entonces a el año 2013 y que luego del Sesquicentenario de ser decretado como Estado Libre y Soberano nos percatamos de que hemos tenido una suerte pésima. Solo dos gobernantes eran amigos de presidentes de la República, Héctor Pérez Martínez con Miguel Alemán Valdez y Carlos Sansores Pérez con Luis Echeverría Alvarez. Ni uno ni otro hicieron nada para inclinar la balanza política y acabar el problema del latrocinio de los quintanarroenses, que llegaron a poblar esa entidad como los tahúres, gambusinos, delincuentes y asesinos lo hicieron con el viejo oeste de los Estados Unidos de Norteamque nos llevan a nada porque quien sigue avanzando  de horas de grabaciones en radio y televisiidad como los tahures," Campeche érica.

Pero nos queda claro que una de las principales causas de ese lío limítrofe que ya ha consumido toneladas de tinta, miles de horas de grabaciones en radio y televisión ha sido el abandono. Comentarios que nos llevan a nada porque quien sigue avanzando en su afán de despojo son los quintanarroenses.

Mucha de esta culpa la tiene el gobierno federal porque esos terrenos han sido mal otorgados. Son terrenos nacionales no agrícolas. Son forestales y no hay agua. La vocación de esa zona sigue siendo maderable y está protegida por un nombramiento de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Los descubrimientos por ejemplo de Uxul, antigua ciudad maya dan la razón de que nada debe de erigirse en ese lugar que no corresponda a la rica zona arqueológica, estúpidamente saqueada desde décadas atrás y la promoción hacia un turismo interesado, que muchos señalan como el europeo. La Reserva de la Biosfera es y debe ser intocable.

Los explotadores de madera que asolaron esa rica zona forestal llevaron a habitar en campamentos y luego asentarse en sus inmediaciones, aunque el agua se encuentra a 120 metros de profundidad y su característica es turbia y llena de caliza. No apta para el consumo humano. Los actuales habitantes no nacieron en ese sitio. Migraron a la espesura desde estados del Sureste de México por acontecimientos diversos. No piensan como campechanos. No reconocen a Campeche como su gobierno. No esperemos entonces que el día de mañana en caso de un censo vayan a votar a favor de Campeche.

Reconocen más al gobierno de Quintana Roo que al de Campeche en especial los habitantes de esa zona de los municipios de Hopelchén y Calakmul. A lo largo de la Línea Dupré se han creado más de 100 ejidos siendo la mayor parte de Campeche, pero curiosamente las escuelas fueron construidas por Quintana Roo y en los homenajes mensuales se canta el himno de esa entidad y no el de Campeche.

Ese abandono ancestral fue una de las causas del gobierno de Jorge Salomón Azar García para crear ese municipio. Los leguleyos que están a cargo de la defensa de Campeche no deben olvidar que las últimas resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se han dado en el principio de pertenencia y esa es la táctica de Quintana Roo, al crear conciencia en los habitantes de que repitan incesantemente su carácter de quintanarroenses. Esto es un programa muy bien trazado desde sexenios atrás lo que sin duda ha costado una fuerte inversión y no nos queda duda de que billete mata corazón.

Lo que ha venido haciendo por ejemplo Carlos Joaquín Reyes Alpuche es positivo porque al meter nacionalismo y campechanizar esa zona puede dar beneficios a largo plazo, aunque no hay que perder de vista que esa gente asentada en la zona en litigio se ha mal acostumbrado a recibir dádivas y apoyos en forma consuetudinaria.

Pelear contra el IFE como lo pretende el Instituto Electoral del Estado de Campeche es una pérdida de tiempo. El IFE en general, llámese Yucatán, Campeche y Quintana Roo son valores entendidos. A ese instituto federal todo lo que les preocupa son los procesos electorales y en esa tesitura Campeche por su bajo porcentaje de electores está abajo de Quintana Roo.

En los municipios de Hopelchén y Calakmul hay perfectamente localizados mil 111 habitantes con credencial del IFE de Quintana Roo y que sufragarán en el proceso electoral del próximo mes de julio.

Asimismo y pese a las denuncias de senadores de la República y de hacer un llamado a Enrique Peña Nieto, presidente de la República para que meta en cintura y le “jale las orejas” a Roberto Borge Angulo para que deje de meter las manos en el próximo proceso electoral del 7 de julio, nada se ha movido para corregir esas anomalías y violaciones a la ley.

Ochenta y ocho funcionarios yucatecos del ayuntamiento de Valladolid, Yuc., cambiaron su domicilio a Quintana Roo con documentación falsa. Esta “trata de votantes” no se ha percatado la SEGOB que puede incluso tambalear el Pacto por México que actualmente se encuentra sujeto con alfileres, ya que lo sucesos de Veracruz lo dejaron maltrecho.

Todos estos delitos electorales no son nuevos la señora Ivonne Ortega Pacheco, fue en su momento promotora de esta anomalía cuando votantes quintanarroenses viajaron a las urnas yucatecas para hacer lo mismo, ante la pasividad de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, olvidando que esas violaciones a la ley se persiguen  de oficio hacia los delincuentes electorales que seguramente se saldrán con la suya. El PRI con viejas mañas y nuevos procedimientos nos creará problemas en el viejo litigio limítrofe por razones obvias.

En 1996 se filtró en Quintana Roo que Campeche crearía el décimo municipio del Estado. Los vecinos entonces elaboraron una estrategia y fue Mario Villanueva Madrid “El chueco”, hoy preso en una cárcel de Nueva York por narcotráfico, quien formó a su vez un grupo que llamó “Forjadores de Quintana Roo”, creando dos alcaldías dentro del territorio campechano, donde los habitantes eligieron a sus representantes.

Desde hace más de 17 años Calakmul tiene tres autoridades: uno es el presidente municipal y dos alcaldes que obedecen las órdenes de Chetumal y que despachan desde  Dos Aguadas y Cerro de las Flores. Samuel Canepa es uno de ellos. Originario de Veracruz, vive en la comunidad de 21 de mayo y recorre su jurisdicción en vehículo con placas de Quintana Roo, aunque despacha en Dos Aguadas.

Los habitantes de Calakmul no dan paso sin huarache y aunque se les incentive la campechanía, ésta nunca la entenderán porque su naturaleza es de fuera. Lo que si los hace reaccionar es el populismo que practica Quintana Roo y obtienen por ello dádivas y otras promesas. Por ejemplo los habitantes de la región de La Montaña como son Chunchintoc, Pach Huitz, Chanchén, Xkanhá, Xmabén, Xmejía, Xbanqueta, Chun Ek, etc., son tentados todas las semanas por quintanarroenses que les han ofrecido construirles caminos para llegar más rápido a Chetumal, donde obtendrán ayuda para cultivar maíz, miel y otros productos de ese lugar. Les han ofrecido incluso ocho mil hectáreas adicionales a cada ejido; unas 40 hectáreas de tierra fértil por ejidatario.

Los campesinos de esos sitios están reunidos semanalmente en asambleas para evaluar que les puede ofrecer Campeche y si persiste el abandono todo está dicho. Han despotricado contra el ex director del Fondo Campeche en el gobierno de Jorge Carlos Hurtado Valdez, Alonso Pacheco Ucán quien desde que llegó a la presidencia municipal de Hopelchén no volvió a aparecerse por estos lugares.

Así nunca podrán contar con estos campesinos interesados y menos aún con su venia para que llegado el momento de un referéndum o censo del INEGI se inclinen por el estado en que viven, y que ellos piensan podrán pasar a ser de Quintana Roo. El amor y el interés…

No se necesita mucho sentido común para darse cuenta que esta clase política que gobierna en Quintana Roo forma parte de gente que ve el patrimonio público como botín personal.

Manuel Clouthier del Rincón, el panista con mayor ideología antes de ser sacrificado decía, que el riesgo de enfrentar al PRI con una oposición dividida si no iban con los del PAN al cien por ciento estaban condenados a ser vencidos. Y esto lo podemos aplicar a los priistas de Campeche donde cada uno lleva su propia bandera y ponerse de acuerdo está más difícil que regresar los linderos entre Campeche y Quintana Roo hasta antes de las primeras invasiones a principios del siglo pasado.


LA VERDAD NO PECA…

El pecado es el orgullo y el mensajero la venganza. Hace unos días platicando con un amigo en relación a las filtraciones que con frecuencia se están dando en el seno del gabinete de la actual administración, me soltó a boca de jarro ---aunque supongo que matizada--- un exabrupto de un secretario que suplió a Augusto Trejo Castro en la “productiva” dependencia en la que despacha.

Me señalaba que efectivamente a través de una persona ha golpeado a sus competidores de empresas encargadas de la construcción y que por esa razón divulgó la mayor parte de las licitaciones que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), en especial a quienes han logrado millonarios contratos en licitaciones algo extrañas.

Le confió a su interlocutor que mi hijo Ricardo Alfonso Calderón Quijano es mejor como caricaturista que su padre como columnista. Si el pensaba que eso me hería se equivocó, porque jamás he puesto en tela de duda la capacidad de mi hijo en su trabajo como cartonista de esta columna. Yo como padre siempre he pensado que los hijos nos deben superar y cuando esto no sucede es que algo está pasando. ¿Será que esta persona ha aplicado este resultado en su caso?

Las políticas de obra pública nacional actuales no muestran muchas diferencias con el cambio de régimen presidencial, con el retorno del PRI al poder federal tras una alternancia de 12 años.

Veamos por qué. En el específico caso de Campeche, las constructoras más beneficiadas con la obra federal a través de la SCT en su ramo carretero, siguen siendo tres: Constructores Unidos de Campeche (CUCSA), Constructora Escalante y Constructora Gordillo. Exactamente como un acertado artículo de hace tres años del periodista Luis Ferrer Novelo, quien decía que a cada uno de ellos les correspondía siempre el 33.33 por ciento de las licitaciones.

Y ahora, hablando de las más importantes obras federales, sube al plano la Constructora Patterson. Según parece, nombre tomado del presunto cónyugue de la alcaldesa, que está construyendo la carretera Dzibalchén-Xpujil por 16 millones de pesos.

Por otra parte es innegable que desde hace tres años, no hay prácticamente inversión federal en materia de vivienda. Hay residuos de obras que ya debieron haber concluido, sí, pero no nuevas, como es el caso de la Unidad Habitacional Siglo XXIII, obra estatal con mezcla de recursos federales, donde EPN vino recientemente a entregar viviendas a policías ---aunque demasiado caras por cierto---, pero que de ningún modo son parte de inversiones recientes.

EL Infonavit, con su actual delegado Gabriel Escalante Castillo heredó de su predecesor, Mauricio Arceo Piña, los procedimientos tediosos para despojar de sus viviendas ya asignadas por el Infonavit a familias que se vieron en la imposibilidad de pagar su mensualidad. Se anunció que en materia de vivienda no hay nada en concreto para Campeche.

Por otro lado, y aquí esta el meollo del asunto. El Infonavit sigue siendo víctima de sus propios errores, pues aun continúa como rehén de un grupo de vivales del Fraccionamiento Presidentes de México, que en cada temporada de lluvias, le extraen de sus arcas jugosas cantidades de dinero, como compensaciones por haber edificado sus viviendas en una zona altamente inundable.

Y a pesar de que las inundaciones han bajado sensiblemente con la contrucción del mega drenaje de Presidentes de México, aún hay un grupo de residentes de este fraccionamiento ---la mayoría mujeres---, que ya le tomaron la medida al Infonavit y le siguen exigiendo sumas económicas que les permitan vivir sin trabajar, porque el Infonavit les otorga cheques. Denotando que esta situación se ha vuelto un gran negocio vicioso tanto para habitantes de Presidentes de México, como de autoridades de ese instituto del Centro y delegacionales.

El responsable o los responsables de esta permanente extorsión al Infonavit en Campeche, de parte de habitantes de Presidentes de México, están encabezados por una mujer que ha hecho plantones en el Ayuntamiento por ese tema. Fue corrida por el ex alcalde Oznerol Pacheco Castro por no acudir a labora y sí cobrar. Es dada a denunciar falsedades como acoso sexual para sacarle a comerciantes y dirigentes sindicales dotes de viviendas y en efectivo. En resumen, es su modus operandi. Actualmente esta persona está tratando de despojar de su vivienda a una señora del barrio de Montecristo.

Lo anterior lo señalo porque se trata de una persona que durante el trienio municipal de Jorge Luis González Curi, éste la hizo millonaria al igual que a otras lideresas.

Lo anterior es para subrayar que el responsable de ese desfalco perenne al Infonavit, ha sido la Constructora Delmar, S.A. de C.V., cuyos socios son precisamente el arquitecto Jorge Luis González Curi, el ex gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez y Carlos Lavalle Azar, que son los principales, según su protocolo constitutivo pasado por la Notaría Pública número 24 de Carlos Felipe Ortega Pérez.

En su momento fue señalado públicamente que cuando se entregaron las viviendas de Presidentes de México, los contratos de compra-venta y de financiamiento se hicieron la mayoría en el despacho tanto de Ortega Pérez como de José Antonio Rodríguez Rodríguez, hecho por esos favores luego, diputado local por el II Distrito electoral y hoy presidente del Instituto Estatal del Transporte (IET), en dónde, por cierto, se ha distinguido por una tolerancia y permisión criminal a favor de los concesionarios del servicio de transporte urbano, cuya impreparación cada día mata y lastima a más ciudadanos campechanos usuarios de este pésimo servicio propiedad de políticos disfrazados con prestanombres.

Por lo tanto, las denuncias por las deficiencias; tanto algunas que tenían casas como la falta de castillos y pisos por donde se filtraban las aguas cenagosas y terrenos en zona de acalché sobre los que fueron construidas esas viviendas, fueron en contra de la Constructora Delmar S.A. de C.V. y de sus socios propietarios.

Sin embargo estos constructores políticos y divulgadores de resultados licitatorios, tal como se esperaba de ellos por su naturaleza, actividades y nexos políticos, se lavaron las manos por sus errores y deficiencias en su faceta de constructores, dejando que sea el Infonavit el que pague los daños que, hoy por hoy, siguen sangrando las arcas del presupuesto que hace falta para edificar nuevas viviendas y en mucho mayor número para abatir el déficit habitacional en el Estado.

Obviamente por estos hechos, que no palabras, la empresa constructora del arquitecto Jorge Luis González Curi, dejó de ser confiable para el Infonavit y obligó a establecer distancia entre instituto y constructora. Esa sería la razón de que en los últimos años, la Constructora Delmar ha dejado de ser la preferida en la construcción de viviendas. Más bien y de hecho ha dejado de tener influencia en la obra pública local del sector vivienda.

En tanto en las obras carreteras, el negocio del ex secretario de Turismo, no ha estado boyante, ocupado como está el arquitecto con su futuro político que alguien ya le dijo tiene todavía posibilidades. Por ello en su calidad de Secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas está pepenando, aprovechando su influencia para obtener obras y llegar a acuerdos bajo el agua como ha sido sus costumbre.

Se sabe que está inconforme con las pocas obras que le pueden beneficiar y en los últimos días, por lo consiguiente se le ha visto empeñado en presionar para que de nuevo se le tome en cuenta en las obras de grandes dimensiones.

Una de esa maniobras del arquitecto, en lo obscuro, como siempre ha actuado, ha sido la de filtrar y divulgar a través de terceras personas las licitaciones federales recientes, sobre todo con un comunicador de filiación azul ---partido al que se vaticina se pasaría, como lo hicieron sus socios los Lavalle---. En este caso influyendo en la SCT busca con una nueva constructora integrada con hijos de ese mismo grupo, ser favorecidos en las próximas licitaciones para terminar de construir lo que faltó a la carretera federal Campeche-Mérida y que favorecieron a las empresas Cucsa, Escalante y Gordillo.

Evidentemente el arquitecto pretende con esa divulgación de la que él es el más interesado, sembrar cizaña y discordia para que él sea incluido en las grandes obras que se están programando en la carretera internacional Mérida-Campeche-México. Algo de lo que no tuvo ninguna necesidad en el pasado, como cuando mal construyó Presidentes de México.

Mención aparte merece que, esos “faltantes” que hoy se licitaron y beneficiaron a esas constructoras, como son entronques, pasos subterráneos y demás complementos de la carretera Campeche-Mérida, obra que fue sin lugar a dudas un monumental fraude a los mexicanos, porque debieron haberse construido integralmente junto con la carretera, que Felipe Calderón Hinojosa con desvergüenza y cinismo inauguró disfrazado de ciclista en los días finales de su sexenio sin que dicha obra estuviera terminada.

Colofón.- Hay dislates que nos ocurre a todos los que estamos en el negocio de informar. Políticos y periodistas, buenos y malos (ja ja ja ja).

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