domingo, 29 de mayo de 2011


RESUCITAR A UN MUERTO

Esta semana entre los numerosos correos que diariamente amigos, enemigos y hasta desconocidos con pseudónimos me envían, recibí el de una persona que me reservo su nombre para evitarle problemas, pero que el tema que me señala me despertó el interés de tratarlo por ser toral de los campechanos. Veamos.

“Ojalá que en el espacio de tu más que interesante –didáctica- columna semanal haya hospedaje para mi comentario respecto a la óptima noticia, de la recuperación de la olvidada Central de Abasto –en el desvío carretero-, que visionariamente construyera el Ing. Jorge Salomón Azar García y que la mezquindad de posteriores gobiernos “de la grandeza” (económica a familiares y favorecidos), así como la de “Hechos”, que nos dejara hechos unos pendejos con sus manejos constructores con el Grupo Mall y que les dejara inimaginable cantidad no monetaria, entre ellas los 120 mil pesos que me “tranzó” “Crispín”, en el predio de Los Portales de San Francisco, y que gandalla como es, intentó pagarlo con desvencijado vehículo.

Serán varias las magníficas ventajas que hacia Campeche traerá la recuperación de esa Central de Abasto, la principal, creación de numerosos empleos y mejoras en fuente de ingresos a quienes ya cuentan con sus propios trabajos”. Hasta ahí el imail.

En esa tesitura me di a la tarea de investigar todo sobre esta obra y en trabajo de campo y archivos logré lo que a continuación les señalo a mis lectores semanales.
Desde los lejanos tiempos del mercado Siete de Agosto, cuando toda la ciudad capital de Campeche se manejaba en pequeñas proporciones, un estudio del electo gobernador del Estado, José Ortiz Avila, arrojó la necesidad de acabar con la insalubridad, mejorar esa parte tan céntrica de la ciudad y de paso comenzar a cambiar la imagen de un nuevo gobierno que tenía como lema “Todo lo puede el esfuerzo de un pueblo”.  Para quienes nacieron en la década de los setentas no podrán recordar que ese sitio y su anexo llamado “Juan Carbó”, se ubicaba en donde actualmente se encuentra el auditorio del PRI y Telmex, así como la plaza en general estaba propiamente en la calle 8 frente a comercios como “Casa Abud”, “Lonchería Puga”, el comercio de los hermanos González Francis y otro negocio que el pueblo bautizó como “El Basurero” de un sirio libanés.

Se dijo entonces que un nuevo mercado cambiaría la imagen y mejoraría el manejo de los abastos de la capital, apoyándose en los mercados de San Francisco y San Román, pero en una segunda etapa debería de construirse una central de abasto para evitar que el nuevo mercado se saturara en dos décadas.

Desgraciadamente, la falta de visión en los gobiernos que siguieron olvidaron pronto ese problema. Luego de tres décadas, el mercado Pedro Sáinz de Baranda, frente a la Alameda (sitio paradójico porque carece de álamos), tiene el mismo fin que el Siete de Agosto, es decir “un insalubre lugar de venta” peor que el mercado que un día suplió. Un auténtico cuello de botella en vialidad, servicios e imagen de la ciudad al ser prácticamente obsoleto y sin posibilidad de ampliarse y daña gravemente al Recinto Histórico contaminándolo completamente ya que los turistas nacionales e internacionales que nos visitan llegan hasta ese lugar y se percatan del desorden, suciedad, hedores y desorganizacón.

Ayuntamientos sucedáneos como fueron los de José Medina Maldonado. Jorge Luis González Curi,  Gabriel Escalante Castillo, José Antonio González Curi, Víctor Manuel Méndez Lanz, Jorge Carlos Hurtado Valdez, Fernando Eutimio Ortega Bernés y Oznerol Pacheco Castro, en vez de enfrentar el problema fueron complicando la situación, al verse copados por abastecedores, sindicatos de diversa índole, productores rurales, transportistas, taxistas y mayoristas de la central de abasto del Distrito Federal, que sentaron su total dominio y no permitieron que ese mercado desapareciera fraccionándose en sitios adecuados en zonas de crecimiento en la ciudad.

Administraciones municipales como las de Hurtado Valdez y Ortega Bernés reconstruyeron parte del edificio con la idea de modernizarlo. Se dijo que sería en tres o cuatro etapas, pero no avanzó más allá de la segunda, en vista de que Pacheco Castro, en lo que menos pensaba fue en mejorar ese monstruo insalubre y moribundo.

Incluso se realizaron en algunas administraciones como la de Medina Maldonado, ampliaciones y para ello se segaron calles y construyeron nuevos puestos que pronto resultaron insuficientes. El problema era ya de dimensiones mayores y ningún político quiso meterle mano, primero porque no luce políticamente, por la falta de recursos para construir un nuevo mercado y luego pensando siempre en los siguientes procesos electorales, porque la resistencia a cambiar de sitio era de vida o muerte para los locatarios.

Un estudio de factibilidad realizado en junio de 1987 dio a conocer lo que ya se sabía:  Campeche requería de una verdadera Central de Abasto, donde convergieran todos aquellos que hoy saturan el mercado grande de la ciudad, como es conocido por las amas de casa en esta capital.

Fue así que dio inicio una promoción donde 37 empresarios campechanos, entre los que se encontraban Augusto Gordillo Díaz, Ramón Espínola Toraya, José López Osuna, Carlos Ramírez, etc., formaron la empresa “Central de Abasto de Campeche, S.A. de C.V.”, quedando constituida el 1 de septiembre de 1992.

El proyecto original comprendía  dos módulos de 10 bodegas cada uno; dos módulos de 15 locales comerciales cada uno, con un total de 80 bodegas y 30 locales comerciales. Todo ello desarrollado en un área de 10 mil metros cuadrados de terreno ubicado en el cruzamiento de la carretera Campeche-Chiná y el libramiento Campeche-Mérida.

En el proyecto se invirtieron 217 mil 638 pesos, los cuales fueron aportados por Nacional Financiera (Nafin) con cuatro millones 300 mil pesos; un crédito directo Unicrecoser por 254 mil 300 pesos y nueve millones 607 mil 338 pesos que aportaron los 37 socios campechanos, haciendo un subtotal de 11 millones 361 mil 638 pesos. Es decir, la obra no fue con recursos de ningún nivel de gobierno, sino de la iniciativa privada.

Además hubo una aportación no física sino en especie, es decir, el Gobierno del Estado, a cargo de Jorge Salomón Azar García, realizó las obras de infraestructura con un monto de un millón 886 mil pesos, correspondiendo ésta a vialidades interiores y exteriores de la central de abasto, así como la línea de conducción de agua potable.

En este monto no fueron contemplados los intereses derivados de los créditos otorgados por Nafin y Unicrecoser, los que finalmente fueron la espada de Damocles que terminó por quedarse y subastar lo que quedó de esa magnífica (para su tiempo) central de abasto luego del latrocinio de que fue objeto por delincuentes, ladrones y compradores de chueco de cobre y piezas completas de muebles de baño, rejas, instalaciones eléctricas y todo lo utilizable imaginado en esa obra terminada.

Pese a ser el autor del proyecto y de coadyuvar a su construcción, el entonces gobierno de “La nueva manera”, no pudo meterle mano a los propietarios de numerosas bodegas que pueblan la ciudad, señalando a los socios de la central de abasto que fueran ellos los que promocionaran mejor esta obra, sin considerar que la decisión de tal medida correspondía por su peso político a la autoridad estatal, anteponiendo los intereses de las mayorías ya que el mercado Sáinz de Baranda era –y sigue siendo- un problema latente en la ciudad; sin embargo ya eran los últimos meses de ese gobierno y el Califato con toda su corrupción empezaba a asomar la cola, bloqueando cualquier iniciativa tendiente a que la central de abasto pudiera iniciar funciones.

La respuesta del ex Ejecutivo estatal hacia esta obra casi terminada fue mal interpretada por los empresarios campechanos que habían arriesgado en vano su capital y se encontraban en un callejón financiero sin salida, porque las instituciones de crédito no se caracterizan por ser casas de beneficencia pública y, pronto, exigieron los pagos de intereses.

Algunos socios consultados por Jaque Mate señalan que no fue una falta de decisión política, sino que eran un plan con toda la maña y perversidad de los hermanos González Curi, quienes por sus intereses de por medio, dejaron que avanzara el tiempo, ya que no se explica el porqué nunca se tomó un acuerdo conjunto con el ayuntamiento para desalojar a los grandes proveedores que, en su gran mayoría, eran y siguen siendo, de otras entidades y usan el Sáinz de Baranda como bodega, así como diversos predios en toda la ciudad para almacenar sus productos.

Luego de 15 años de haberse concluido la central de abasto la triste realidad es que el resultado del problema económico que se suscitó en el país en 1991, y que disparó las tasas de interés, se hizo materialmente imposible el acceso a créditos para los comerciantes que pretendían trasladarse hacia ese nuevo y funcional local.

La moratoria obligó entonces a los empresarios campechanos a entregar la obra a Nafin en dación de pago, aceptando en principio la institución e iniciando las gestiones para la elaboración y pormenores financieros.

Este pago en forma de finiquito por los adeudos correspondientes a los créditos otorgados para la construcción en general y los individualizados a los que adquirieron bodegas y locales comerciales, quienes también dejaron de pagar debido a la complicación del problema.

Nafin estableció contacto con las personas propietarias de los bienes, pero éstos fueron los que cubrieron el costo de los avalúos para el proceso de recepción de cada uno de los locales. Dentro de los problemas derivados estaba la aclaración de la situación jurídica en que se encontraba el embargo por parte del IMSS, sobre algunas bodegas y locales, no obstante que dichos bienes estaban amparados por el mismo testimonio, según observó el área jurídica de Nafin.

A principios del 2000 Nafin tenía a la venta la central de abasto por un monto de 20 millones de pesos, pero nadie, en esta ciudad invirtió un peso a sabiendas de que no se contaba con el visto bueno del gobernador del Estado y su hermano al que siempre llevó héendz-méek para la resolución de cualquier problema, costumbre atávica pese a ser medio sirio libaneses. En fin que en forma de sinécdoque arreglaron los asuntos que no convenían a sus intereses.

Esta columna se dio a la tarea de investigar lo antes asentado y se encontró que hay una promesa de campaña del alcalde panista de Campeche para reactivar esta central de abasto que por muchos años ha sido “un elefante blanco”, a fin de generar fuentes de empleo para camioneteros, taxistas y muchos ciudadanos en general, además de darle un giro a ese monstruo sucio y maloliente del actual mercado Sáinz de Baranda. Lo único malo es que el tiempo que le queda a esta administración municipal es demasiado corto para echar a andar ese proyecto que podría ser la solución parcial de ese viejo y anacrónico mercado enclavado en el corazón de la ciudad.

De facto los empresarios involucrados en la obra pasados los meses perdieron las esperanzas de recuperar su inversión y solo negociaron el monto de la deuda contraída que, según algunos, fue superior a los 20 millones de pesos.

Un socio consideró que el gobierno estatal “de la grandeza” debió intervenir más enérgicamente y, buscar que la inversión no se perdiera, sobre todo porque era –y sigue siendo-, una necesidad urgente de la ciudad, aún cuando se construyera un nuevo mercado en el área de la Ría de San Francisco con Avenida Gobernadores que, pasados los primeros meses de ese sexenio  se desechó por la brillante idea seguramente del hermano incómodo que metió su cuchara en toda obra que se hizo en los 12 años del Califato, opinó que era mejor reconstruir el viejo mercado Sáinz de Baranda.

Nafin dio en esas fechas a conocer que si existiera un pago inmediato de 10 millones de pesos otorgaría la Central de Abasto, pero ningún socio quiso arriesgar uno solo quinto. Habían dos socios como Augusto Gordillo Díaz y Ramón Espínola Toraya, que analizaron y llegaron a la conclusión que con esos recursos invertirían mejor en obras públicas y recuperarían su capital en poco tiempo, además de que al no contar con el apoyo del gobierno del Estado, los trámites y los riesgos de capital aumentarían.

Otro socio opinó que si el gobierno de González Curi dejó que la obra se perdiera fue porque así convenía a sus intereses, en primer lugar para no darle crédito al gobierno que la había construido y segundo porque no quería echarse de enemigos a todos los viejos y enquistados líderes sindicales del antihigiénico mercado.

Hay otra versión que corre en boca de algunos de esos empresarios, y es la de que adrede se buscó comprar un terreno por la Ría de San Francisco, pero que pasado un tiempo se optó por negociarlo con Autobuses de Oriente. Finalmente en una jugada de ajedrez, el arquitecto operó como es su sistema y ofreció al primo de su alfil Jorge Carlos Hurtado Valdez, (que a la postre sería el siguiente gobernador), gestionara la compra de un amplio terreno de su propiedad frente a la Casa de Justicia, hoy terminal de esa línea camionera. Esos eran los asuntos que a los hermanitos convenían no los de la gente, -porque la palabra  pueblo ya resulta demagógica- y sus necesidades.

El latrocinio, vandalismo fueron increíbles porque sin vigilancia desaparecieron en poco tiempo en la central de abasto 120 lavabos, igual número de inodoros y hasta las láminas del techo de las dos bodegas principales, al igual que todos los domos que fueron destruidos por los huracanes en 1995.

La falta de unión entre locatarios impide que funcione una central de abasto, además de que no existe por parte de la Comuna un plan en el que cada locatario deje de velar por sus propios intereses y se ponga de acuerdo para apoyar y poner en marcha estrategias que incluso mejorarían las ventas en los mercados existentes, toda vez que la competencia de los grandes supermercados está acabándolos paulatinamente.

No hay duda de que falta visión y liderazgo en ese mercado grande porque de existir esa central de abasto podrían acudir a ella los propios supermercados existentes en la ciudad y bajar sus costos en beneficio de los campechanos. Los temporadistas de mango de Palizada, los de aguacates en terrenos y quintas, los productores de limones, naranjas y sandías y hasta los mismos horticultores existentes podrían agruparse y rentar locales que funcionarían en forma tal que las bodegas fueran usadas en determinadas fechas.

Mientras tanto, la central de abasto presenta una imagen de ruina y con pocas esperanzas de ser resucitada para darle el uso para el que fue construida a finales de un sexenio. Esto demuestra que tanto en Campeche como en cualquier lugar del país, la iniciativa privada no puede hacer obras sin el concurso de las esferas de Gobierno so pena de que ocurra lo que les acabo de relatar. Los negocios siempre son half  & half , micha y micha entre gobierno y particulares o no se hacen.

Mientras tanto el primer edil está buscando en autoridades financieras la posibilidad de que ese inmueble sea rehabilitado, si lo logra o no es cosa de poco tiempo porque se encuentra  a cuatro meses de rendir su segundo informe de gobierno y luego de eso los días se sucederán en forma vertiginosa por su propio proyecto político. ¿Se logrará volver a poner en condiciones esa central de abasto o de nuevo el par de hermanitos seguirán haciendo de las suyas?


ESTANCAMIENTO DE DECADAS

Los panegiristas de los grupos en el poder y los arribistas de siempre han sido causa y efecto de situaciones como la de la central de abasto arriba comentada. Los políticos jamás han modificado sus percepciones para con obreros y campesinos. Ha sido esta tierra  víctima de una oligarquía privilegiada que de cuando en cuando ha dado sustos como el caso de Abelardo Carrillo Zavala y Fernando Ortega Bernés, que no han formado parte de esa casta divina campechana, a la cual los historiadores achacan todos los males habidos y por haber y por sobre todo la falta de un desarrollo sostenido.

Los políticos desde antes de la mitad del siglo pasado y pertenecientes a familias de cierta posición social y económica, luego de llegar al poder se hicieron escandalosamente ricos, debido al saqueo de las arcas públicas que es norma en todo el país.

En Campeche este fenómeno se ha reproducido puntualmente, pero es a partir de lo que he denominado el Califato (seis de González Curi y seis de Hurtado Valdez), que se observó un proceso de sucesión dinástica con enriquecimiento y empoderamiento en las filas del partido gobernante, generando una nueva oligarquía, una nueva aristocracia política levantada a costillas de la gente y con cierta orientación populista en el discurso que en muchos casos eran dobles discursos.

El Califato, no nos engañemos, llegó para quedarse por la forma como ha permeado en el gobierno Justo y Solidario, donde Ortega Bernés, tiene a no más de tres personas de su entera confianza. Los y las demás, vienen medrando desde hace más de 12 años y han adquirido condición de inamovibles.

Esta oligarquía que inició desde la llegada “del que se preparó 20 años para ser gobernador”, ha manejado el patrimonio estatal como si fuera de su propio peculio, y se encarga incluso de vetar, negar, bloquear a nuevos integrantes por jóvenes y preparados que estén, debido a que no pertenecen a esa cofradía y se ocupan de promover las actitudes demagógicas y la segura subordinación de decenas de empleados a sus designios, manteniéndolos quietos mediante los cargos otorgados, para garantizar su docilidad.

Este es motivo y causa del evidente retraso de Campeche. Por eso seguiremos siendo una entidad improductiva y subsidiada, porque a los miembros de estas familias de la élite política o mafia aristocrática, es el lucro lo que les interesa y no el avance social ni menos aún el progreso económico.

En el caso de Ortega Bernés, el imaginario colectivo lo ve como la aventura más importante de su vida, pero el sabe que no podrá realizar todo lo que soñó en su camino al poder. Serán los ciudadanos quienes tendrán que definir si aceptan este destino trazado doce años atrás, o seguirán siendo víctimas del derroche, el saqueo, la impunidad en una visión patrimonialista del Estado o si se deciden a cambiar el orden de las cosas. Campeche no es propiedad de unos cuantos y su futuro lo estamos haciendo diariamente todos, unos con indiferencia y otros con ánimos de que las cosas cambien para bien.

domingo, 22 de mayo de 2011

 UN PARTIDO DIVIDIDO

En el registro puntual de opiniones, entre los principales protagonistas políticos del presente que miran hacia el futuro, los vasos comunicantes entre éstos  exhiben los rastros obscuros. Esto es: si propusiéramos los perfiles de cada uno de los miembros de Acción Nacional en Campeche, a partir de lo que de ellos dicen sus adversarios, sencillamente ninguno sería confiable ni, para colmo, capaz de conducir al Estado a partir del próximo proceso electoral de 2012. Lo mismo que a lo largo de la compleja campaña de 2009, el favorecido, si acaso, merecería el calificativo de “menos malo”, porque hace tiempo los “mejores hombres” y mujeres, por supuesto no están en los planes de las altas esferas del panismo, por sus acciones o porque por sus actos los conocereis.

Sin embargo, para nadie es ajena la fortaleza que logró, sin duda, el Partido Acción Nacional como fuerza política local en Campeche en el año 2000. En esta entidad gana por primera vez el municipio de El Carmen, en donde la participación de Manuel Carlos Mouriño Atanes, como coordinador en el Sureste de la campaña de Vicente Fox Quezada, lo presiona y lo convierte en un líder natural en la entidad, capacidad y voluntad que pronto asume su hijo Juan Camilo Mouriño Terrazo.

En las elecciones de 2003, la diferencia de votos para alcanzar la gubernatura entre el PRI y el PAN no sobrepasa los cuatro mil votos. Además, logra el PAN seis presidencias municipales (hecho que no volvió a darse) y 14 diputaciones locales. En esta entidad se sentía un partido fuerte que subió como la espuma, al quedar Juan Camilo como el hombre de todas las confianzas del presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa.

El liderazgo de Mouriño Terrazo, mantuvo al PAN unido y con proyectos en el Estado que no se podían ocultar. Se sabía que incluso Jorge Carlos Hurtado Valdez, acudía y hablaba con el por teléfono con frecuencia para acelerar y acorrientar situaciones que en muchos casos se solucionaron. Para nadie es un secreto que incluso el hombre de confianza del Presidente gestionó el acelerador lineal que peleaban varios estados y que finalmente fue para Campeche. Como este asunto se dieron muchos más y todos con la venia del PRI y del Ejecutivo local. Pero su repentina desaparición generó inestabilidad, ambiciones de poder, conformación de grupos y enfrentamientos, algunos azuzados por el PRI-Gobierno y otros auspiciados por los mismos panistas ya sin freno ni orden.

Los primeros rompimientos vinieron del Distrito Federal, en la persona que había salido del PRI cuando vislumbró el despertar del panismo local, me refiero a la “Justa” (Villarino Arnabar dixit), Yolanda Guadalupe Valladares Valle, quien no pudo o no quiso entender que estaba ahí por el apoyo de Juan Camilo, pero que ahora sin esa presencia  intentó ponerse al frente del panismo campechano, sin la capacidad ni los recursos, además de las relaciones del desaparecido. Lo peor, atizó fuertes críticas verbales y escritas (Jaque Mate la transcribió de pe a pa en meses pasados),  contra la familia Mouriño Terrazo, con lo que evidenció su deslealtad y malagradecimiento, mordiendo la mano de quien le ayudó a escalar posiciones políticas y administrativas que la sacaron de una obscura dirección universitaria en que medraba.

Pero no lo echó en saco roto porque lo movimientos en contra la dejaron fuera del Gobierno Federal, yéndose a acurrucar bajo la égida del actual gobierno del Estado. Se afirma (con pruebas) que su traición comenzó desde el proceso electoral de 2009 y que junto con Nelly del Carmen Márquez Zapata (Solidaria, Villadino dixit), hundieron a su partido en el municipio de Calkiní, donde las pescaron con las manos en la masa comprando votos a favor del PRI. La venganza de ambas féminas ha continuado estructurándose y han  hecho creer  a panistas incautos que los pueden colocar en posiciones importantes en la estructura azul, para eso pretenden que actúen como ellas para sentirse acompañadas. La realidad es que las dos están afuera y su regreso sería al priismo al que están haciéndole un trabajo pero sin reconocimiento porque a ambas ya las conocen.

El grupo Carmen, que fuera el más poderoso y representativo del PAN en el Estado, también sufrió desgajamientos, porque los enfrentamientos entre los grupos de Juan Carlos del Río – José Seara Sierra, en contra de Jorge Rosiñol Abreu – Enrique Iván González López, rompieron al asignarle la candidatura a la alcaldía de El Carmen a José del Carmen Rodríguez Vera, cuando existía el compromiso a favor de “Satanás”. Este hecho terminó con la salida de González López de las filas del PAN, previo acuerdo con el actual gobernador del estado, Fernando Ortega Bernés, con quien se convino manejar con toda la parafernalia su salida del PAN y su llegada al PRI, donde fue premiado con una de las secretarías con mayor presupuesto del gabinete estatal, como es Salud.

Pero no son todas las féminas que han pateado el pesebre. Es el caso también de María Asunción Caballero May, a quien Juan Camilo, con mucha visión había visto en ella más calidad de diálogo que en Márquez Zapata. Pero todo cambia y luego de desaparecido el campechano-español, fue fortaleciéndose con una ambición desmedida su posición en el consejo local y en la conformación de la representación panista en el Congreso donde había salido al revelarse la cartita a Santa Claus, que finalmente el señor del trineo del cuarto piso le hizo válido el milagrito para que pasara una feliz navidad. Su abrupta salida se debió a que le comprobaron traiciones y quedó fuera como jefa de la bancada azul en el Congreso, pero a raíz de los tsunamis que por poco ahogan a Erick Chong González, volvió a ese cargo donde no ha podido hacer un papel más decoroso pese al numeroso grupo de diputados azules.

Un nuevo grupo se incorporó al ya dividido PAN en Campeche y es el de Carlos Ernesto Rosado Ruelas Mario Pacheco Ceballos, que con el triunfo inobjetable del primero a la presidencia municipal de Campeche, se convierte de facto en uno de los activos más representativos; sin embargo, su actuación en el municipio aún no se consolida, sus compromisos de transparencia siguen pendientes, no presenta todavía la lista de los 150 aviadores que tenían pista de aterrizaje en la comuna en épocas del peor alcalde campechano el gonzalezcurista” Solrac Lorenzo Pacheco Castro, además de que en un mal manejo administrativo ha visto crecer su deuda a la par del pago de imagen en determinados medios de comunicación. Sus posibilidades de manejar su sucesión con Pacheco Ceballos puede complicársele por la falta de acuerdos internos con los otros poderes fácticos panistas.

Por su parte el grupo Mouriñista, en su origen encabezado por Juan Camilo, se fue integrando en el municipio de Campeche por jóvenes, muchos de ellos hijos, hermanos o nietos de figuras priistas como son algunos casos. Arcadio Echeverría Lanz (+ hijo del ex gobernador Eugenio Echeverría Castellot), Pablo Escalante Castillo (hermano de Marigely, Ana Martha y Gabriel, la primera esposa y viuda de Juan Camilo), Benjamín Azar García (hermano del ex gobernador Jorge Salomón), Jorge Lavalle Maury (hijo de Jorge Luis Lavalle Azar, José Luis Llovera Abreu, Mauricio Arceo Piña (hijo del consultor jurídico Alvaro Arceo Corcuera), Karim Elías Bobadilla y su esposa Karla Pérez Marrufo (nieta del ex gobernador Carlos Pérez Cámara), Ileana Herrera Pérez (sobrina de Víctor Pérez Aguilar), Alejandra Escalante Arceo (hermana de Enrique Ariel Escalante Arceo), Joaquín Sánchez Gómez (sobrino del ex alcalde  Leovigildo Gómez Hernández) Carlos Patrón Laviada (yucateco, hermano del ex gobernador de Yucatán Patricio), José Lomelí, Francisco Portela Chaparro y muchos más que aparecieron en publicaciones de medios locales.

Este grupo afectado ya por algunas bajas que reconsideraron su conveniencia política, apoyaron al ex candidato Mario Avila Lizarraga para la gubernatura de Campeche, pero no fue aceptado por todas las corrientes panistas, la más renuente la del grupo “Justa y Solidaria” (léase Yolanda y Nelly), la primera asesorada por su hermano Carlos, que goza de concesiones de venta de alcohol en horarios prohibidos, y quien llevó su inconformidad al extremo de jugar y negociar a favor del PRI.

A estas fechas los enfrentamientos en el PAN siguen vigentes, el nuevo líder del partido Chong González, de origen carmelita, respaldado por Avila Lizarraga, Jorge Lavalle Maury, Carlos Rosado Ruelas, Juan Carlos del Río González y sus adláteres no han logrado sentarse tranquilos en su silla para esbozar las estrategias locales del panismo. Sus enfrentamientos con la ex presidenta Caballero May y la forma como ésta fue corrida como lideresa de la bancada en el Congreso y luego reinstalada dejó resquemores en ambos bandos.

Los delegados federales que también tomaron partido se encuentran divididos entre los grupos de poder o alejados de ellos pero cuidando sus cabezas. Las estructuras municipales, si subsisten, ni se ven ni se oyen, y cuerpo que no se mueve se atrofia.

Ante este panorama del PAN campechano, la contienda del 2012 se espera sumamente complicada y sin verdaderas figuras políticas.


CONTUMACIA

La Pirámide de Kelsen establece la prelación de las normas jurídicas, poniendo unas por encima de otras a la hora de su aplicación. Digamos que una norma que está por debajo de la pirámide no puede contradecirse con la que está arriba, y si fuera el caso, no tendría efectos jurídicos, o no debería tenerlos. En esa pirámide se encuentra en lo más alto la Constitución General de la República, inmediatamente las Leyes Orgánicas y Leyes Especiales, luego las Leyes Ordinarias, los Decretos Leyes y finalmente los Reglamentos.

Bajo esa tesitura hay que analizar que se puede tener razón para ordenar un acto jurídico, pero nunca violando el espíritu de nuestra Carta Magna. ¿a qué me refiero con esto? A un impuesto injusto creado en la época de esplendor del Partido Revolucionario Institucional, tiempo en que nadie podía cuestionar las órdenes de un Presidente de la República con poderes metaconstitucionales, que obligaron al pueblo a aportar recursos para la realización de los Juegos Olímpicos de 1968. El impuesto nació propiamente en 1962 (hace casi 50 años) para justificar primero la candidatura y luego la realización de esos juegos.

Fue así como el impuesto por tener un vehículo se convirtió en una de las formas más efectivas de recaudación fiscal durante todos estas casi cinco décadas, y más aún conforme el parque vehicular se multiplicó en forma geométrica dichos recursos ya no los soltó el gobierno federal.

México es el único país del planeta, que año tras año, el gobierno le hace pagar a los mexicanos por un bien que ya pagó impuesto cuando fue adquirido. El dinero que se recauda por la tenencia vehicular es originalmente para que nuestros vehículos circulen por unas buenas carreteras, pistas aeroportuarias y puertos marítimos con las máximas condiciones de seguridad porque este impuesto también lo pagan lanchas, botes y yates, así como motocicletas, etc.. Pero es el caso que caminos, calles, carreteras, avenidas, etc., se encuentran en pésimas condiciones y sólo algunas autopistas son aceptables.

Este injusto impuesto se compara con la larga lista de gravámenes que impuso Antonio López de Santa Ana, que cobraba por puertas y ventanas. A este impuesto se le aparejaron otros más como son verificaciones, cambios de placa cada tres años, alta y baja de propietarios, supuestas multas que nadie sabe de donde vienen, pero que si saben a donde van: una parte al bolsillo de los recaudadores y otra a la benemérita Cruz Roja.

En Campeche con la llegada de un gobierno Justo y Solidario y con la aprobación de un Congreso del Estado que no mira a favor del pueblo, se tomó “la sabia decisión” de que el impuesto a la tenencia continuara en el 2012, siendo aprobado.

Sobre el particular el mismo Ejecutivo estatal afirmó que, “Tomar una decisión apresurada es atentar contra programas sociales de gran trascendencia”, por lo que descartó la posibilidad de sumarse a las medidas tomadas por 18 entidades federativas entre ellas nuestros vecinos de Tabasco y Yucatán.

El gobernador llegó a afirmar que “el tema de la tenencia tiene una prefiguración jurídica muy clara en la legislación federal y en la legislación estatal (sic), y el plazo para que cada entidad tome sus decisiones es diciembre de 2011.

Campechanamente como acostumbra Tirso de la Gala Gómez, dio a conocer que para evitar la desbandada de propietarios campechanos de vehículos para emplacar  sus automóviles en Yucatán se establecieron candados que tiene el decreto que exenta el gravamen (no se esperaba menos de un gobierno Justo y Solidario).

Y para rematar el presidente de la bancada priista en el Congreso del Estado, Víctor Manuel Méndez Lanz,  dio a conocer “lo irresponsable de la eliminación de la tenencia en Yucatán. Es un impuesto que no le gusta a la gente y al que le digan que no va a pagar quedaría muy contento”, externó capulinamente.

Pese a que la bancada panista pretendía que se dejara de cobrar la tenencia en Campeche, legisladores del PRI, Nueva Alianza y del PVEM, votaron para que se siga cobrando este impuesto. La crítica de los azules estuvo basada en conceptos como, “no han tenido (el gobierno estatal) la capacidad suficiente para fomentar la industria, les ha faltado capacidad para ampliar la base tributaria y no se han diseñado hasta el día, las estrategias efectivas para la atracción de verdaderas inversiones”.

El Decreto por el que se reforman, adicionan, derogan y abrogan diversas disposiciones de la Ley de Coordinación Fiscal, de la Ley del Impuesto sobre tenencia o Uso de Vehículos y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 21 de diciembre de 2007, es muy claro en sus artículos tercero y cuarto. Este último señala: “El artículo tercero de este decreto entrará en vigor el 1o. de enero de 2012. En caso de que, en términos de lo dispuesto por el artículo 16 de la Ley del Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos vigente hasta el 31 de diciembre de 2011, antes de la fecha señalada en el párrafo anterior las entidades federativas establezcan impuestos locales sobre tenencia o uso de vehículos por los que se deba cubrir el impuesto federal contemplado en la ley que se abroga, se suspenderá el cobro del impuesto federal correspondiente en la entidad federativa de que se trate”.

La Ley Suprema, Carta Magna o Constitución General de la República es muy clara en su Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho.

Al parecer esta es letra muerta, porque a Tirso Agustín, se le hizo fácil repetir lo que con anterioridad  los dos últimos gobernadores habían realizado “para llevar a las arcas públicas los frescos recursos de la injusta tenencia”. Y acto seguido, como en cualquier acto de la Santa Inquisición, en la Secretaría de Seguridad Pública y Protección a la Comunidad, como perros guardianes se dieron a la tarea de iniciar una cacería contra los 44 mil campechanos que no por morosidad, sino por carecer de recursos (porque la prioridad de cualquier familia es comer), no han cubierto hasta la fecha esta exacción tributaria. ¿Esta medida es justa y responde a la solidaridad de un gobierno que el pueblo llevó al poder? Y lo peor del caso es que hasta se hacen “filtros” para cazar a propietarios y quitarles sus bienes (vehículos) y llevarlos al corralón, pero todavía los medios de comunicación sin el mínimo análisis y desconociendo o cumpliendo sus “compromisos” con el gobierno hacen apología de estas arbitrarias detenciones vehiculares, que para hacerlas válidas tienen antes que determinar el crédito fiscal correspondiente e iniciar con los citatorios individuales como parte del procedimiento administrativo de ejecución, para cada uno de esos 44 mil campechanos o no, pero si mexicanos asentados en esta entidad. Cumplido que sea este juicio proceder como lo determina la ley y, si pasado y emitida una sentencia de un juez, entonces si detener o embargar, pero nunca en la forma arbitraria con la que lo están haciendo actualmente.

En la Secretaría de Finanzas hay un auténtico verdugo que tras bambalinas ha hecho del impuesto de la tenencia vehicular su razón de vida, es un claro emisario del pasado que pese a su jubilación, hace ya muchos años del IMSS, se enquistó en el gobierno estatal donde ha manejado a su arbitrio e hígado la subsecretaría de ingresos. La derogación de este impuesto lo dejaría sin el placer sicológico que tienen los verdugos de ver sufrir a un semejante.

Y es que Finanzas, deben ser perfectos ignorantes de que la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Campeche en su artículo 27, incisos VI, VII y VIII, porque habla sobre recaudar, administrar y practicar auditorías, revisiones, inspecciones, actos de vigilancia, verificaciones, requerimientos y numerosos ordenamientos tendientes a obligar a los contribuyentes a pagar.

Pero ni ésta dependencia ni Jackson Villacís Rosado, que tiene en el “cumplimiento” del Artículo 38, párrafo VIII, que a la letra dice: Vigilar el debido cumplimiento de las leyes y reglamentos en materia de seguridad pública, vialidad y tránsito en todo el territorio del Estado, conforme a la competencia que le sea otorgada. Y efectivamente, Finanzas ordenó la detención y estos se dieron a la tarea de perseguir a indefensos ciudadanos, olvidándose por ejemplo de vigilar la venta clandestina de licor y evitar que la juventud consuma bebidas embriagantes hasta las cinco de la mañana, con las funestas consecuencias en accidentes de tránsito.

Y con todas las facultades que le confiere a Finanzas y a Seguridad Pública, en leyes menores, se olvidan de la Pirámide de Kelsen y la falta de efectos jurídicos al oponerse a la Constitución General de la República.

Estamos de acuerdo con el gobernador del Estado en su lucha por aumentar los ingresos, las participaciones federales y cambiar la injusta Ley de Coordinación Fiscal, pero nunca debe de buscarse dañar a la economía familiar. Incluso, el Estado de México derogó recientemente este impuesto y sacrificó ingresos por más de mil 600 millones de pesos que recibía por el pago de esa tenencia.

Si usted me dice que porque el Estado de México tendrá elecciones para cambiar gobierno, congreso y diputaciones locales, así como ayuntamientos, les aceptaría esa razón, pero que recuerden, sobre todo el actual presidente del CDE del PRI en Campeche, Miguel Angel Sulub Caamal, que esto puede y va a tener consecuencias el año próximo porque 44 mil propietarios y poniéndole a cuatro miembros por familia serían cerca de 180 mil votos que serían muy valorados a la hora de emitirse en una casilla a favor del PRI. Porque aquello que atenta contra la economía familiar, atenta contra los legítimos intereses de cada uno de esos campechanos.

Hay muchas opciones para resarcir esos recursos. Por ejemplo la desaparición o fusión de secretarías que duplican funciones y gastan en promedio muchos millones de pesos, que es lo que se calcula la recaudación de la tenencia vehicular.

Desde hace más de dos años se dijo que el Poder legislativo promovería la eliminación de la tenencia como impuesto federal, y es el caso que solo dos estados como Campeche y Oaxaca en los Congresos locales lo convirtieron ipso facto en estatales con la complicidad de los diputados no solo del PRI sino también del PAN, PRD, Panal y Verde Ecologista, pese a que se hizo hincapié de que esos recursos debían ser eliminados y sustituidos por otros, lo que obligaba a ser más eficientes en el cobro del predial, del agua potable, de la basura, de la venta de bebidas alcohólicas.

Los pocos gobernadores que no han accedido a eliminar ese impuesto no quieren que desaparezca porque es ya un ingreso de ellos, es un impuesto muy importante que ahora utilizan y disponen a su arbitrio, pero que no les cuesta. El diseño es muy perverso pues al ser un impuesto cien por ciento participable, es un dulcezote para cada gobernador.

Recapitulando, ¿a qué viene todo esto? ¿con que fines se está machacando con bombo uy platillo la eliminación del cobro de la tenencia, que no se hizo en su momento? Está bien que se haya acabado con este robo instaurado desde la época del “hocicón” Gustavo Díaz Ordaz. Lo que no se vale es la manipulación de los gobiernos federal y estatales en lucha sorda, que pretenden bajo la coyuntura que se vivirá el próximo año en materia electoral.

domingo, 15 de mayo de 2011


TAN VIEJO COMO SU PROPIA HISTORIA

Al frente del Comité Directivo Nacional, Humberto Moreira Valdez reeditó el viejo esquema de las llamadas candidaturas de unidad que quedan a varias cuadras de distancia de la democracia interna y hasta de la democracia transparente que repitió cuando tuvo ese cargo el desaparecido Carlos “El negro” Sansores Pérez. La actual, propone sus documentos básicos bajo el principio de que no se puede hablar de democracia hacia fuera si antes no se practica hacia adentro.

Se dice que es la única forma de consolidar la unidad del partido y así evitar los consabidos pleitos que al final del día acaban siendo de suma cero. El que gana, gana todo y el que pierde es aplastado.

A Moreira Valdez nadie lo eligió pero todos lo aplaudieron. Lo impuso eso que el innombrable (hoy ya tiene nombre de nuevo) Carlos Salinas de Gortari,  llama “la nomenklatura”, que ahora tiene su sede principal en el Estado de México.

Se dijo que era el hombre idóneo para conducir al PRI en tiempos electorales y recuperar la presidencia de la República en el 2012. Su misión es cuidarle la espalda al hombre de los spots Enrique Peña Nieto y responder a la violencia verbal de los panistas que ya ven en el gobernador mexiquense a un contendiente imposible de vencer.

Moreira Valdez no hace acuerdos sino devuelve golpes con un lenguaje pendenciero y coloquial que parece ser el único que entienden los panistas de Maderito y sus siete enanos.

Con un esquema parecido a la designación del ex gobernador de Coahuila se dieron las cosas en Campeche a la hora de sustituir la dirigencia virtual del Senador –también virtual- Alejandro Moreno Cárdenas.

Conocedores los priistas de los orígenes y la fuerza política que ha sostenido a Miguel Angel Sulub Caamal, ninguno se atrevió a registrarse en el proceso interno que conduciría la trabajada Margarita Rosa Alfaro Waring, quien se limitó a un acto puramente protocolario del registro de un solo aspirante. Para que haya pleito y por supuesto democracia, se necesitan dos. Los tiempos cambian y las circunstancias también.

Beatriz Paredes Rangel llegó a la dirigencia nacional, en un segundo intento (en el primero la arrolló Roberto Madrazo Pintado), legitimada con los votos de los priistas y luego de una agitada campaña interna.

Los mismo le sucedió a Raúl Pozos Lanz que en su tiempo tuvo que competir, hacer campaña interna y ganarle a un contendiente, si bien débil al fin contendiente -para darle visos de democracia- que fue Jorge Lazo Pech. Así pudo el hoy titular de Sedesore construir un liderazgo y ostentar una legitimidad como muy pocos dirigentes locales han tenido, hasta que las presiones del Califato lo corrieron porque lo acusaron de ser parcial a favor de Fernando Ortega.

Pero parece que ya no son tiempos para andar jugando a la democracia, porque sin duda el PRI sigue siendo “la fuerza de Campeche”. Y para que tantos brincos estando el suelo tan parejo.

Sulub Caamal, llega a la dirigencia estatal con fuertes apoyos políticos pero con escasa legitimidad y un liderazgo que tendrá que construir con su desempeño, si es que quiere quitarse la etiqueta de empleado del Ejecutivo estatal, sin luz propia ni capacidad para decidir, pese a que muchos le han endilgado ser el “muchacho de los dieses”.

Integró su Comité Directivo Estatal con pocas caras nuevas, pero carece de operadores políticos con experiencia que lo ayuden a preparar los escenarios electorales del 2012. Formado en la administración pública, sigue creyendo que para ser eficaces basta con tener empleados capaces de seguirle el ritmo, pero incapaces de pensar y actuar por si mismos.

El discurso del Presidente del “nuevo PRI” es el mismo que pudieron haber dicho hace más de medio siglo Fernando “El juech” Turriza Peña o Nicolás “El chuy” Canto Carrillo. Le falta la frescura que se esperaba de un dirigente joven, actualidad y, sobre todo, congruencia entre lo que se dice y se hace.

Y para muestra dos botones: El ex contralor del Estado dijo en su discurso de toma de posesión que “Los sectores del PRI deben ser fortalecidos y modernizados con lo mejor de siempre y lo mejor de hoy, porque sectores más fuertes se traducen en un PRI más competitivo”.

Muy bien, aplausos de la selecta concurrencia, a la que por supuesto jamás recibí invitación.

Pero en los hechos las cosas se hicieron muy distintas. Los sectores campesino y popular quedaron en manos de dos damas de antier, que ya no representan nada ni a nadie. Mujeres mediáticas, obsesionadas con el lucimiento personal, primero la foto, la pose, la declaración estridente y vacía, luego lo demás. Su desempeño anterior como alcaldesas fue patético y bastante cuestionado, tanto en Calkiní, como en Campeche. Sonia Jacqueline Cuevas Kantún y María Rafaela Santamaría Blum (“María desamparada”), con mucho paralelismo y edad, pero listas para lo que venga y declarar hasta de la muerte del líder de Al Qaeda. De ese tamaño el protagonismo. Aunque ambas son totalmente Palacio.

Con el sector obrero ni meterse porque obedece a otros intereses, y su ya viejo líder puede seguir vegetando, hasta que Dios lo llame a cuentas o en el caso de Campeche el millonario yucateco Ponce, dueño de la industria refresquera venda a otro empresario que quiera hacer de nuevo el agua negra como industria en nuestra ciudad. Porque tontos no son los hermanitos Carrillo Zavala y por algo se alejaron de ella discretamente, saben que obreros, lo que se llama obreros ya no hay, los que no están en las praderas de Manitou escuchando los cuentos colorados de Pancho Puga y “Chanquilón”, están sentados en sus casas comiendo papillas y abrigados para evitar resfríos.

El llamado movimiento territorial sigue formalmente en manos de la inefable Guadalupe de la Candelaria Beltrán, cuya salud ya no le permite ni asomarse a la puerta de su casa. Por su parte la Fundación Colosio prácticamente no existe en Campeche, aunque (el pueblo hable) su presidente mejor conocido como “el jardinero de la avenida Universidad”, sigue siendo uno de los funcionarios más corruptos del Califato (apenas el viernes el Ejecutivo estatal externó algo sobre ello), que lleva más de 10 años sin hacer absolutamente nada en ese organismo del PRI.

En iguales condiciones está la Organización de Mujeres, y se salva el Frente Juvenil con una dirigencia muy combativa que por cierto enfrentó los embates de Alito y llegó a causarle fuertes dolores de cabeza.

Por otra parte, ya vienen los cambios de las dirigencias municipales donde también se pretende seguir el modelo de candidaturas de unidad a pesar de que en cada municipio hay por lo menos cinco aspirantes.

Y la pregunta que se hacen los priistas es ¿con esa estructura y con esas gentes marchará a la guerra “el joven de los dieses”, para conducir el proceso electoral de 2012?

A su tiempo, el PRI tendrá que llamar a sus fieras que por lo pronto se encuentran más enjauladas que las del Circo Atayde.


¿QUIEN MIENTE?     

En forma recurrente, se ha venido publicando en los medios de comunicación local, declaraciones de actores políticos donde  han señalado que al Estado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público le ha quitado participaciones, que Campeche  ha perdido considerables cantidades; que hay que reformar el sistema de participaciones; que los diputados y el pueblo deben formar un frente común en apoyo al gobierno para modificar la Ley de Coordinación Fiscal; que los campechanos debemos unirnos es esta lucha,  etc., etc.  Lo anterior de ninguna manera estaría mal, la unidad es piedra angular de cualquier gobierno.

Pero hay que recordar que dicha Ley hace pocos años fue reformada, para favorecer supuestamente al Estado, lo que las gentes comunes y el pueblo no sabemos es si se nos favoreció o se nos perjudicó. Lo que pocos saben es que se desapareció de un plumazo en 2008,  el convenio petrolero firmado por el gobierno del estado y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en época de Carlos Salinas de Gortari, signado por Abelardo Carrillo Zavala y que hoy representaría cerca de 800 millones de pesos anuales y que a fines de ese año el gobierno de las piedras demandó mediante una Controversia Constitucional al gobierno Federal por cerca de cuatro mil 600 millones de pesos, que por un mal manejo de los tiempos y lo obsequioso de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para con el gobierno Federal se perdió.

Algunos comentaristas de la pluma, han señalado por la insistencia que el gobierno de Fernando Ortega Bernés se ha vuelto puro llanto, queriendo justificar la escasa actividad en inversiones de su administración y la poca capacidad de sus funcionarios para el manejo de los recursos, ya que al menos se deben justificar lo recursos recibidos, que no son pocos; qué no hay una obra importante en la entidad, salvo la inversión federal en carreteras que se están ampliando en el Estado y que esperamos que no se esfumen en el último cuatrimestre de este año, como suele suceder por los subejercicios y los cambios de última hora debido a desastres naturales en otras entidades federativas.

Entendemos que la Secretaría de Hacienda, no le puede quitar por quitar a ningún Estado recursos, que se asignan como participaciones federales por la Ley de Coordinación Fiscal, ya que una cosa significa quitar y otra que se estén reduciendo, desde luego por alguna razón;  lo que no sería para todas la entidades federativas.  Ahora, que pudieran reducirse por la falta de dinamismo en la actividad económica del país, baja recaudación de impuestos federales, baja recaudación local de predial y agua o por cualquier otro síntoma que pudieran afectar la conformación de la Recaudación Federal Participable, que de manera general afecta a todas las entidades.

Desde luego, si por error Hacienda nos está quitando participaciones, lo justo sería protestar si Campeche está perdiendo y los demás estados no, de ser el caso. Para tal fin, el secretario de Finanzas, Tirso Agustín Rodríguez de la Gala Gómez,  debe conocer que existen instancias, como la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales, donde se puede protestar cuando se hacen mal los cálculos en las participaciones federales.  Que este carismático encargado de las finanzas estatales  señale con claridad, si Campeche está perdiendo o le están quitando, ya que la forma y el fondo son distintos, pero no alberguemos en la población ideas mal sustentadas queriendo justificar algo, o solo por el momento político que se avecina el próximo año. 

Lo cierto es que las condiciones económicas del país, no son nada buenas como también nos quieren hacer creer los agoreros del gobierno federal; ellos son los únicos que también quieren justificar con números y estadísticas falsas, que en este país todo está muy bien y que el pueblo disfruta de gran  bienestar. Todo es falso, quieren justificar lo injustificable.  La vida cada vez resulta más difícil para todos, el dinero cada vez pierde su capacidad real para adquirir alimentos, de que andamos mal, no hay la menor duda, pregunte a la gente de la calle, la que va a los mercados, la que asiste a divertirse modestamente si, efectivamente, todos los miembros de sus familias tienen un trabajo permanente y a las señoras del “mandado” diario si le alcanza para surtir lo necesario para los insumos de su familia. No hay sabios en esto, basta ver que la economía de Campeche se mide por quincenas, fuera de esos días las salas de cine, restaurantes, espectáculos en general están vacíos.

Los chamaquitos del PAN tratan de justificar que esté gobierno tiene menos inflación y más crecimiento en un documento que anda circulando en Internet , lo que resulta falso. La disyuntiva de todo gobierno siempre será o inflación o desempleo y aunque la inflación nos daña a todos, más vale una inflación tolerable pero con empleos y dinero para comprar y comer, que tener  muertos de hambre y enormes masas de ejército de reserva en la búsqueda de empleos, donde solo el gobierno federal cree que existen según el IMSS. En este país no se han podido crear en este sexenio 900 mil empleos en un año, sumen y resten lo que dicen las estadísticas, los que se pierden y los que se ganan y verán si hay o no desempleo. El mayor síntoma está en cuántos profesionistas con licenciatura e inclusive con maestrías y hasta doctorados están desempleados en todo México incluyendo Campeche desde luego.

No se nos olvide también que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) creado para recaudar, ha sido desde su creación un mal recaudador de impuestos y que en vez de que se incrementen los impuestos más importantes por parte del gobierno federal y los precios de los productos que comercializa; hay que aumentar el padrón de contribuyentes, combatiendo el comercio informal, la venta de productos extranjeros ilegales en el país y otras cuestiones que dañan y afectan el funcionamiento formal de nuestra economía. El IMSS no es ni será el mejor indicador para determinar el crecimiento del empleo.

Están preocupados los políticos de la reforma política; el pueblo no, vaya reforma, reelección de diputados,  de alcaldes,  etc. Aun, nuestros políticos ciegos y sordos, no comprenden que lo que el pueblo quiere es que hayan menos diputados para bajar la nómina de los congresos, o sea lo caro de organismos como el que administra nuestra democracia el IFE, el IEEC, que a los partidos políticos les demos menos para que realicen sus actividades proselitistas, donde desvían a su favor más de lo que invierten, que desaparezcan fideicomisos que no tiene razón de ser y que se utilice ese dinero del pueblo para el bienestar de pueblo, no de la clase política de este país.  Pensamos que nuestros políticos locales y del país, no entienden lo que piensa el pueblo, de una reforma política, cuando lo que ya no queremos son a nuestros actores políticos de siempre, y si la realización de verdaderos cambios que justifiquen nuestros recursos, porque sabemos que todo es una tapadera de unos a otros.

Congresos, gobernadores, presidentes municipales, etc., lo que anda mal es la visión de los vencedores, pero la de los siempre vencidos anda bien; por eso se financian movimientos de lidercillos con recursos nuestros, se les defiende de ser encarcelados o simplemente nos hacemos de la vista gorda, como siempre pasa cuando se trata de un presupuesto público, ¿por qué?, porque de ahí sacan para todo.  Por eso no hay dinero y debemos pelear con el otro ladroncillo que se está quedando con la tajada más grande.

Seamos pacientes mexicanos y campechanos, algún día mejoraran las cosas, cuando ustedes se dediquen o decidan a apoyar a nuestros políticos en turno, progresarán como ellos.  Para que estén tranquilos, Jaque Mate está recolectando cifras en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para ver cuánto le han quitado al estado de Campeche y cuanto ha perdido realmente, que por favor se den los datos y cifras ciertas, para ver quién miente o quién engaña.


DIAS DE INTERREGNO

Como ya se tenía planeado, el rendimiento de pulso entre Ramón Espínola Toraya y Jorge Luis González Curi, le resulto adverso a éste último, porque su candidato y cuñado Jaime Ruiz Moreno, fue arrasado con solo cuatro votos a su favor contra 11 del “Chavo del 2 por ciento sobre nómina” Rogelio Hoil Canul. Colorín colorado en esta cadena de derrotas que va comenzando a contar “el hermano incómodo”.

Después de esa fecha marcada no se esperaba el Califato que una vez más pudiera perder el control del Consejo Coordinador Empresarial de Campeche, porque Ruiz Moreno representaba los intereses de su cuñado  en ese bastión que un día fue plataforma política de lanzamiento del arquitecto para sus aviesos intereses.

Desde días antes la maquinaria se activó por todos lados pero la inducción al voto no funcionó, porque se prefirió a un malo conocido que un peor por conocer y aunque fue una victoria pírrica de Hoil Canul, porque tuvo que ceder espacios a sangre joven que no le permitirá sus viejas triquiñuelas ni manejará esa cúpula empresarial a su libre albedrío, ya que Fernando Sánchez (CMIC), Esperanza Azar Ortega (Canacintra), Rodolfo Divene (agricultores del Centro) y Román Flores (Decam), estarán vigilando muy estrechamente al “Chavo del 2 por ciento” y a su contacto personal Arturo May Maas, responsable de toda esta red de corrupción en el seno del Consejo y con recursos del erario estatal que contravienen la Constitución General de la República.

Por su parte Laureano Ceballos, Yolanda Apolinar Quijano, Luz María Loría Esquivel, se lamen las heridas y lamentan haber quedado afuera de la nueva directiva. El representante vitalicio de Icomos, Ruiz Moreno se encuentra más bravo que un ixtacay. Nunca se imaginó que sus glorias pasadas no reverdecieran aún con el apoyo de su cuñado o tal vez por esa causa. Ahora comenzarán a darse cuenta que cuando el poder se pierde con él se van los triunfos.

Y es de meditarse esta derrota porque a Alberto Zapata Souza, tenía en su poder toda la información un día antes del proceso electoral, precisamente en aquella “cena romántica” en el domicilio del candidato perdedor, pero se la entregó a Apolinar Quijano quien dio “el chaquetazo” con todo y su asesor de cabecera Javier Kantún, pero no supo plantear su proselitismo a favor de Ruiz Moreno y los presidentes de las diversas cámaras la olvidaron el día de la elección. En lugar de ayudar a su planilla la hundió y causó la debacle que era una derrota anunciada pese a la mala imagen de quien resultó vencedor.

Queda en el aire ese dos por ciento sobre nóminas que representa más de 16 millones de pesos anuales que otorga a fondo perdido el Gobierno del Estado a los dos Consejos: Campeche y El Carmen en iguales proporciones, lo que da un monto mayor de 650 mil mensuales para cada uno y que hasta el momento en ninguno de los dos municipios ha tenido una clara transparencia, pese a que de acuerdo a estatutos se “rinde” cada tres meses un informe. Estas reuniones de acuerdo con la ley debe ser con la presencia del gobernador del Estado, pero el que asiste es el Secretario de Sedico, Enrique Ariel Escalante Arceo, individuo protagónico y con aires de grandeza que no corresponden a lo que en ya casi dos años ha realizado al frente de esa secretaría.

En El Carmen José Gordillo Domínguez (Canaco) y sus agremiados deben de estar a la expectativa porque no han externado una sola palabra de todo lo que en Campeche ha ocurrido en los últimos dos años. Eso indica inteligencia, unidad y por supuesto se dividen “honorablemente” esos recursos del dos por ciento sobre nóminas a fondo perdido.

Por el momento el CCEC está pasando un interregno, antes de la toma de posesión de la nueva directiva. Las prebendas de Hoil Canul ¿podrán seguir siendo las mismas o los nuevos miembros de su directiva harán cambiar para beneficio de esa cúpula?

El verdadero vencedor de esta lucha sin duda fue Ramón “El cuaco” Espínola Toraya, quien muestra en estos días una sonrisa de oreja a oreja.