domingo, 16 de junio de 2013


“Bendito es el hombre que oye muchas voces tiernas llamándolo padre”. Lydia M. Child (1802-18080).


COMO JUAN PALOMO

Cuando se esperaba que la cordura llegara a la secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, luego del paso del ciclón motejado como “El tucho”, resulta que fue peor el remedio que la enfermedad, porque la experiencia esa gran virtud de los seres humanos que sirven para corregir el camino y evitar caer en los errores pasados, vuelve en el caso que les vamos a relatar al constituirse varios delitos configurados en la Ley en el afán loco de corrupción que han tenido los hermanos Jorge Luis y Antonio González Curi, quienes han acaparado obras, empleos, cargos políticos influencias y recursos que los han llevado a ser considerados como una de las familias más ricas del Estado de Campeche.

Resulta que como todos sabemos el arquitecto Jorge Luis González Curi, ha recorrido la escala musical de los cargos públicos desde secretario de Obras Públicas y alcalde de San Francisco de Campeche con Abelardo Carrillo Zavala; secretario de Turismo con Jorge Carlos Hurtado Valdez; diputado local y secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas con la actual administración de Fernando Ortega Bernés. Además ha sido presidente de diversas agrupaciones privadas incluido el Consejo Coordinador Empresarial de Campeche; dueño del Periódico Novedades Campeche, accionista de otro y decenas de empresas con prestanombres u ocultas como Constructora Delmar S.A. de C.V.

Los ciudadanos campechanos de nuevo nos encontramos padeciendo una nueva ola de engaños, simulaciones y burlas de personas como el arquitecto. Nos encontramos en medio de un atroz maniqueísmo mediante el cual se pretende hacernos creer que el manejo del erario estatal en materia de obra pública es legal y transparente.

Recordemos que la transparencia es una característica que abre la información de las organizaciones políticas y burocráticas al escrutinio público, mediante sistemas de clasificación y difusión de la información de cualquier nivel de gobierno. La transparencia es la práctica de colocar en la “vitrina pública” toda la información generada sin que medie solicitud expresa al respecto.

La rendición de cuentas es el acto por el cual los servidores públicos responden a los representados sobre el uso de sus poderes y facultades, aceptando su responsabilidad en caso de errores, incompetencia o engaño como es el caso que hoy nos ocupa.

Y ahora resulta que nos presume de transparente un secretario de gabinete, que ha mantenido como política pública prioritaria la de ser “tapadera perfecta” de los abusos y depredación del erario, cometidos por él mismo.

Ahora nos enteramos que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado, dependiente de la secretaría a su cargo, dio a conocer el pasado 11 de junio el fallo de la licitación número CAPAE-CAM-APAZU-LPN-15-13, realizada por convocatoria pública, para la contratación de los trabajos consistentes en la ampliación de la red y sectorización del sistema de agua potable 4ª  etapa, en la localidad de Bécal, municipio de Calkiní, con fundamento en el artículo 39 de la Ley de Obras Públicas y servicios relacionados con las mismas. Y no es por el monto de esta licitación sino porque es el preludio de otras más y por mayor cantidad las que estarían en puerta.

Como es su costumbre ---y más en este caso---, el arquitecto nunca da la cara y  fue José Javier Chin Vázquez, director de Construcción de esa Comisión, quien a su vez actuó en nombre y representación del director de la CAPAE, Felipe Antonio Jiménez Silva, quienes dieron a conocer que conforme a la convocatoria y en apego al artículo 38 de la Ley de Obras Públicas y Servicios relacionados y los artículos 63 fracción I, inciso a, 64 apartado A y 65 apartado A de su Reglamento se dijo “contar con los elementos necesarios para determinar la solvencia de las condiciones legales, técnicas y económicas requeridas”.

En ese acto se presentaron 24 empresas constructoras y se les fue desgranando las fallas que algunas habían tenido en sus propuestas. Finalmente, llegaron a la conclusión de que…¡acertó usted! La propuesta presentada por la sociedad mercantil denominada Distribuidora y Armadora de Aluminio, S.A. de C.V. resultó ganadora al presentar la propuesta de dos millones 964 mil 407 pesos 75/100.

La fecha de inicio y terminación de los trabajos que se le adjudican, quedarán comprendidos del 26 de julio de 2013 al 26 de diciembre de 2013, es decir 184 días naturales.

Estimado lector usted estará pensando ¿y dónde está lo irregular? Sencillamente, en que tal empresa que apenas hace un tiempo estaba a nombre del arquitecto, para efectos como el de la presente licitación quedaron a nombre de su hijo Jorge Luis González Ruiz, lo que convierte esta licitación en un asunto que debe investigar la Contraloría del Estado por violaciones a los artículos 52 y 53, en su fracciones XIV y XVI, de la Ley Reglamentaria del Capítulo VII de la Constitución Política, con relación al Artículo 34, fracción I, de la Ley de Obras Públicas, ambas del Estado de Campeche vigentes, que señalan entre otras cosas los impedimentos a que están obligados y las sanciones a la que se hacen acreedores los funcionarios públicos de todos los niveles en el ejercicio de sus encargos, como lo son por ejemplo la destitución inmediata del cargo y la inhabilitación hasta por 10 años dada la gravedad del beneficio o lucro adquirido, sin impedimento de las sanciones penales que resulten, por tanto sigo sin entender ¿cómo es posible que se haya armado todo un teatro para adjudicarse este contrato, sobre todo que el titular del ramo apenas unos meses atrás era ---sigue siendo--- el dueño absoluto de esa empresa?.

En Campeche todo se sabe, y bastaría una mínima investigación para darse cuenta en que forma se están otorgando las licitaciones de obras y servicios en esa dependencia.

Los campechanos tienen el derecho inalienable de recibir información veraz y oportuna del manejo de los recursos públicos y de exigir a todos por igual ---sin importar de que orden de gobierno se trate o de que partido provengan los funcionarios--- una auténtica rendición de cuentas, premisa indispensable para lograr la transparencia.

Que nadie engañe y menos se burle de la buena fe o desconocimiento ciudadano sobre el manejo de los asuntos de la administración pública. Por si las dudas, tengamos presente que entre pillos no se imparte justicia, se lucha por el botín.
Como colofón, “Como Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”.


MUCHO PARA UNOS POCOS

En materia de obras ningún gobierno ha emulado al de José Ortiz Avila (1961-1967), pero ni éste ni el gobierno de Eugenio Echeverría Castellot (1979-1985) lograron sentar las bases de una infraestructura inmobiliaria que permitiera darle salud financiera al gobierno estatal en materia de arrendamientos y servicios.

En obras se dice que el coronel dejó  más de tres mil obras en el sexenio . Fuentes, plazas, el Palacio de Gobierno y el Congreso del Estado que por cierto fueron muy criticadas en su momento y hasta motes como “La radioconsola”, “El platillo volador”, “El monstruo de la avenida resurgimiento”, etc.

Tal vez esa innovaciones, esos cambios de un estilo que rompió el espacio de la historia y la costumbre no fue aceptada por algunos campechanos. Ortiz Avila ciertamente cambió la fisonomía de la entidad, pero no pudo sentar las bases para edificar inmuebles que desahogarían el sangrado de los recursos del erario estatal en materia de oficinas públicas, bodegas, etc.

En un portal de transparencia de la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental se encuentra una serie de datos que nos indican la forma en que los políticos, exgobernadores, exalcaldes, empresarios amigos “ordeñan” mes tras mes los recursos financieros de una parte ---no toda porque es otra historia---, de la administración estatal que le fue heredada al actual gobernador, porque sea dicho con la verdad, este tráfico de influencias nació desde el sexenio de Jorge Salomón Azar García.

Prueba de ello es que la Inmobiliaria del Golfo de Campeche, S.A. de C.V. ---cuyo prestanombre falleció semanas atrás---, Alejandro Piña Azar, recibe rigurosamente 255 mil 856 pesos 84/100, por el arrendamiento de lo que un día fue el Banco Unión, propiedad de Carlos Cabal Peniche y que todos saben de quién es el citado edificio que hoy alberga a la Secretaría de Desarrollo Social y Regional, así como a la Junta Estatal de Conciliación y Arbitraje.

Pero no son los únicos ganadores de este “Melate político” porque Carlos Enrique Lavalle Azar recibe la nada despreciable cantidad de 405 mil 443 pesos 69/100 por concepto de renta de los edificios que albergan precisamente a la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental y la Secretaría de Desarrollo Rural. Contratos millonarios adjudicados en épocas de los gobiernos de Azar García y revalidados en los de José Antonio González Curi y Jorge Carlos Hurtado Valdez.

Y no termina esa derrama de recursos porque ¿saben ustedes de quién es ---o cuando menos cobra la renta--- el edificio del Registro Civil? Pues de la diputada federal y esposa del exgobernador González Curi, quien mes tras mes desde hace año y medio  cobra 93 mil 780 pesos por la renta de ese edificio ubicado a espaldas de los hospitales de Oncología y de Especialidades Médicas, que ya se podrá imaginar como llegaron a sus manos esos terrenos del fundo legal y que fue construido por su hermano el arquitecto.

También llama la atención los 120 mil pesos mensuales que se le otorgan a Rafael Flores Avila por el arrendamiento de la Sbsría “C”, Registro Civil y Registro Público de la Propiedad en Ciudad del Carmen.

Y ni que decir de Francisco Chuc Rodríguez que retira cada mes la nada despreciable suma de 101 587 pesos 41/100, por concepto  de renta de las oficinas de la sría de cultura, Injucam y Coespo en esta capital.

Tampoco puede soslayarse el bonito contrato que está por terminarse, porque la Escuela Primaria Justo Sierra Méndez volverá a su lugar tradicional al ser concluida su nueva edificación. Me refiero a Guadalupe Felipe Ramos, que algunos me aseguran es propiedad de un político. Este es el viejo edificio del BANRURAL, ubicado frente al Hospital Manuel Campos y que funciona como parte de la escuela primaria nombrada anteriormente.

Y políticas carmelitas no faltan tales son los casos de Carmen Guadalupe Fonz Sáenz y Dulce María Dorantes Cervera, eternas aspirantes a cargos de elección que han venido a menos, pero no en sus emolumentos porque la primera cobra una renta  mensual de 42 mil 425 pesos por las oficinas del Fondo Campeche en Ciudad del Carmen y, la segunda 37 mil 389 pesos 25/100, por arrendar el local que ocupa la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas en la isla.

Y la lista es interminable, así como los prestanombres que en ella aparecen. Lo cierto del caso es que este listado de 55 nombres suman la nada despreciable cantidad de dos millones 290 mil 203 pesos 39/100 y que si lo multiplicamos por 12 mes del año nos arrojan 27 millones 922 mil 159 pesos 68/100 que no incluyen impuestos.

La falta de planeación ha sido en el devenir de los gobiernos estatales y municipales un problema de políticas públicas aplicadas al gasto corriente, porque con una buena planeación se podrían construir macros edificios en Campeche y Ciudad del Carmen que alberguen con ventajas a todas las dependencias que ciertamente no tienen espacio para asentarse.

La plutocracia ha sido determinante en la asignación de estos arrendamientos.

Y como bien señala don Francisco Martín Moreno, vivimos en una sociedad cleptocrática. Si la celptomanía se define como un trastorno del control de impulsos que lleva al robo compulsivo de cosas y la persona que padece dicho trastorno recibe el nombre de cleptómano o ladrón compulsivo, entonces nuestra sociedad debe ser cleptocrática y mil veces peor si los cleptomaníacos en muy escasas ocasiones son sancionados.

Estimado lector puede usted buscar este primer listado en el link anexo en este blog de su servidor.


SIMULTANEAS

“Filomena”, libre por falta de méritos y exceso de priismo. Las divisas del juego son la violencia, el engaño y la impunidad… Con la lucha por la presidencia del PAN en el estado, este partido se está tribalizando, desinstitucionalizando y desfigurando por el apetito desmedido del Grupo Carmen y de Yolanda Guadalupe Valladares Valle, para vender su posición al PRI en el proceso electoral de 2015 (léase construir alianzas sociales con el PRI bajo el agua y con muchos pesos de por medio).

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