EL IV INFORME A EL
CARMEN
La verdadera fecha de nacimiento del Estado de Campeche, fue el 29 de
abril de 1863, en que el gobierno federal declaró computada la ratificación de
la mayoría de las legislaturas de los Estados, sin cuyo voto aprobatorio no
podía nacer jurídicamente el nuevo Estado.
De 1887 a 1911, es decir en solo 24 años, entre licencias y renuncias
promovidas por el mandato de Porfirio Díaz y bajo los embates de la revolución
mexicana, Campeche acumuló la cantidad de…15 gobernadores. Para Ripley.
Eran tiempos convulsos, pero siempre han sido erosionados por la mala
política, esa que destruye sin construir consensos. Por ejemplo el 7 de agosto
de 1961, Alberto
Trueba Urbina, uno de los 57 gobernadores que ha tenido Campeche
desde 1857, arremetió contra su sucesor, el gobernador electo José Ortiz
Avila, en lo que fue su VI Informe de Gobierno. Lo llamó “Judas de
la peor ralea”.
El propio Trueba Urbina un poco más de un mes después (14 de
septiembre de 1961) huyó con destino a Miami, Estados Unidos. El detalle de
esta huida la comenté en meses pasados en esta columna y, no era como lo
señalaron los detractores del “Holandés del Sureste”. La realidad es que todo
fue una trama urdida desde el poder por el militar de espada virgen ante un
antecesor que prefirió darle la espalda que enfrentarlo con todas sus
consecuencias.
Por primera vez en la historia de rendición de informes de Gobierno, la
sede será Ciudad del Carmen, porque gracias a la explotación petrolera ---o
pese a ella---, se ha convertido en la capital económica del estado.
La propuesta fue aprobada hace unos días por el Congreso del Estado,
para que en esa ciudad se rinda lo que será el cuarto informe de gobierno de Fernando
Eutimio Ortega Bernés. Ha habido en el pasado intenciones de llevar
a la isla más poblada de México este acto trascendental político, pero será
hasta el próximo 7 de agosto cuando se haga realidad. Este hecho será la
primera vez para Ciudad del Carmen y la tercera en la historia de más de 150
años de nuestra entidad.
Como siempre el Congreso, esa caja de resonancia política fue el foco
del desacuerdo de la bancada panista, que piensan que este hecho es darle un
espaldarazo a Enrique
Iván González López, actual alcalde de ese municipio.
Y es que en materia de informes de gobierno, han sucedido muchas cosas
en los últimos años. Recordemos que un 7 de agosto de 1997, luego de un
convulsionado proceso electoral que se marcó como el más fraudulento del
estado, Jorge
Salomón Azar García, ante la amenaza de una revuelta con la que Layda Elena
Sansores San Román ---candidata perdedora--- había amenazado con
realizar, el gobernador emprendió las de Villa Diego y se llevó con el pretexto
de su mal empleado reformismo modernizador y otras mañas de la “mala manera”, a
los trepadores del Estado hacia el municipio de Palizada (a casi cinco horas de
camino por una mala carretera), donde inauguró la modalidad de llevarse la
capital política a otro municipio.
En Palizada hoy llamada “Pueblo Mágico” tuvo lugar un apresurado acto
donde se hizo entrega del VI informe de ese gobierno. Las medidas de seguridad
fueron extremas porque se pensaba que Layda lo
boicotearía, cosa que en realidad no sucedió. La cara de susto de Margarita Rosa
Alfaro Waring, pastora suplente de Ramón Santini Pech, fue de
antología porque ella y sus diputados materialmente “se estaban muriendo de
miedo” junto con el gobernador saliente, mientras el entrante se encontraba
recluido en su bunker de la avenida Universidad.
Pero Azar
García rompió dos records difíciles de emular: el mismo día el Estado tuvo dos
municipios como capital, porque ni tardos ni perezosos Ejecutivo, Legislativo y
Judicial salieron como alma que lleva el diablo hacia el que ha sido en este
sexenio el municipio más visitado: Calakmul, donde en improvisado sitio y de
“perra manera” leyó un mensaje que estoy seguro ha pasado a la historia como el
más rápido y furioso a lo largo de 150 años de “emancipación política”.
La priista, luego perredista, por un tiempo movimiento ciudadano y ahora
morenista, nunca pensó en seguirle el paso al gobernante ya desquiciado;
primero porque carecía de los fondos necesarios para tamaña movilización y
segundo que ya urdía su estrategia política.
Las medidas extremas de seguridad, la logística sin lógica y la carrera
contra el tiempo a la que el mismo gobernante se sujetó hicieron de esos actos
(Palizada y Calakmul) uno de los informes más atrabiliarios y costosos de este
tipo de actos.
Nada pasó y quedó el hecho como los dos primeros municipios en
constituirse oficialmente en capitales del Estado de Campeche en el mismo día.
Todo ello auspiciado por un proceso electoral fraudulento, aunque Azar García
lo disfrazó como de modernidad y democracia itinerante. Pero el pueblo
campechano lo festinó y lo bautizó como “La nueva manera de huir de un
gobernante”.
Pero no pasó mucho tiempo, porque las hordas de la resistencia civil de
la broncuda hija de “El negro” Sansores, con el apoyo perredista y los
recursos de su progenitor, tomó la Plaza de la República que transformó en algo
parecido a lo que actualmente hace Luis Antonio Che Cu con las fuentes danzarinas
y desde ese sitio fue desalojada para que se montara el teatro de la toma de
posesión del segundo gobernante libanés campechano.
La ceremonia fue un suplicio para quienes como Margarita Alfaro tuvieron que
desgañitarse para ser escuchados por la escasa concurrencia, al momento de dar
lectura al protocolo de la protesta de rigor de José Antonio González Curi. El
discurso de éste fue más bien para salir del paso, porque todos los asistentes
tenían la vista fija hacia el estacionamiento del Hotel Baluartes, donde Layda se
había pertrechado con sus huestes y con equipos de sonido que hacen quedar
pequeños a los comerciantes huaches asentados en la calle 10 entre 51 y 53. El
escándalo y las ofensas eran tan fuertes que nadie prestó caso a lo que ocurría
en el estrado donde estuvieron los poderes legislativo y judicial y un Jorge Salomón
que incluso dejó en sentido contrario una camioneta nueva marca Expedition
de la Ford con maletas al techo, donde salió corriendo de la Plaza de la
República luego de concluida la toma de posesión, se subió a su vehículo y
ordenó a su chofer no parar sino hasta llegar a Chiapas, donde se autoexilió
por largo tiempo.
Regresó para el primer informe de González Curi solo para llevarse una sarta de
llamadas de atención y culpas. Hecho que lo distanció para siempre de su
paisano libanés.
Pero el 19 de octubre de 1997, las hordas perredistas por órdenes del
gobernador que aún no se sentaba en su escritorio del cuarto piso ordenó que ya
no iba a soportar más escarnio y, echándole la culpa a Modesto y a Farfán, arremetió contra los
laydistas con todo el poder de una represión. Policías judiciales, antimotines
y soldados disfrazados de civiles les dieron a los perredistas hasta debajo de
la lengua. Ahí terminó todo. “El Negro” Sansores con el colmillo político que lo
caracterizaba utilizó a amigos que aún tenía en las altas esferas del poder y
logró que el presidente Ernesto Zedillo le tomara un minuto de
atención que, fue bien aprovechado y donde éste último en una cantidad que
nunca se sabrá, pero que fue de nueve cifras, recuperara su inversión fallida.
Fue entonces que el segundo gobernador libanés subió una mañana por
primera vez a lo que sería su oficina en el cuarto piso del Palacio de
Gobierno, donde acompañado de los medios de comunicación se sentó en el
escritorio lo acarició como se hace con algo preciado y externó lo que ha sido
una de las más grandes estupideces: “Al fin, me preparé 20 años para llegar a
ser gobernador” (sic).
El acabose para Jorge Salomón fue el 3 de marzo de 1998 cuando
en una traición de González Curi, fue usado como judas José Gómez
Casanova, quien le dio los pormenores de una filtración a los
perredistas para que se apersonaran en una casa de espionaje en la calle 65
número 33 del Recinto Histórico, donde pescaron a los integrantes de ese sitio,
y que materialmente acabó con todo lo que oliera a la “Nueva Manera”. Sin
embargo González
Curi y su hermano bien sabían que culpables los había de ambos
bandos, de los que se fueron y los que recibieron el gobierno.
Pero retomando la cruzada itinerante que ha sido norma de los últimos
gobiernos, no podemos olvidar que el Congreso del Estado se montó materialmente
en una camper durante el Sesquicentenario de la Emancipación Política de
Campeche, que fue un plan urdido muy en lo profundo del corazón de Jorge Carlos
Hurtado Valdez, para dar a conocer a su delfín y pastor del Congreso Carlos Felipe
Ortega Rubio, para darle una placeada en los once municipios y
prepararlo para el proceso electoral de 2009. ¡Vaya! Hasta una engrapadora,
bola de queso o como le quieran bautizar y a un costo de 30 millones de pesos
levantó en el sitio donde un día estuvo la estatua de José López Portillo. Se dio
incluso la puntada de guardar una cápsula del tiempo para que dentro de 100
años fuera abierta a las nuevas generaciones de campechanos. ¡De ese tamaño era
su amor por Carlos
Felipe! El hermano que nunca tuvo como llegó a decir (.).
Hoy, el gobierno de Ortega Bernés se apresta a la realización de
su cuarto informe de labores y la propia comuna carmelita ha aclarado que este
evento no representará ningún gasto extraordinario para el Ayuntamiento
anfitrión, además de que existe la capacidad para coadyuvar con la logística y
realización de este acto oficial.
Si a eso se le aúna un gran programa de festejos por las fiestas del mes
de julio, sacamos en conclusión que la derrama de ingresos por concepto de
hoteles, restaurantes y sitios de los eventos, permitirán a Ciudad del Carmen
convertirse en una capital sumamente concurrida. Los hermanos carmelitas lo
merecen y desde ese punto de vista bien podría pensarse que estos cambios de
sede que a la fecha han existido en los 150 años de ser un Estado independiente
podrían continuar. No hay moros con tranchetes como piensan los panistas que
andan muy trasquilados y ya no saben ni cómo se llaman.
Además, hay 204 millones de razones para que nuestro panista senador se
quede quieto sin aclarar nada. Porque cada que articula una palabra se hunde
más en ese fango creado por Acción Nacional.
Por lo que respecta a quien rendirá su cuarto informe marcha en caballo
de hacienda, porque su obra social al igual que la de Sócrates, se ha ido logrando en
casa tras casa, municipio tras municipio, de campo en campo. Así se practica
con el ejemplo y eso es lo que ha venido haciendo FEOB en su día tras día
incansablemente es lo que es ya sus últimos dos años en el poder.
Esta ha sido una forma sui generis
de gobernar. Le enseña a su pueblo a tomar decisiones para gobernar y por su
parte, él aprende como construir estrategias que hacen de Campeche hoy una
auténtica participación del pueblo en una democracia galopante que se ha
reflejado en el pasado proceso electoral y seguramente lo hará en el 2015.
O TODOS HIJOS…
La filtración informativa de las sanciones de 17 servidores públicos del
pasado ayuntamiento panista del Municipio de Campeche, fue un acto censurable
por parte de quien lo cometió, porque violó la discrecionalidad de no dar a
conocer a los 17 involucrados en los ilícitos. Está claro que esta información
salió del propio ayuntamiento de Campeche y no hay que ser adivino para saber
de donde provino la filtración.
El hecho en si es que ni Carlos Ernesto Rosado Ruelas, ni Beatriz Sélem
Trueba, ni Mario Pacheco Ceballos, ni Francisco
Romellón Herrera, ni los demás panistas sancionados merecen ser
defendidos porque las irregularidades cometidas deben ser sancionadas.
Ahora bien ¿porqué se está buscando a estas alturas sancionar a malos
servidores públicos y no se hizo cuando se recibió el Ayuntamiento de Campeche
por parte de Rosado
Ruelas? Se debió a la falta de oficio político del alcalde panista o
fue influenciado para no hacer ruido de un ayuntamiento que navegó en la eterna
corrupción.
A nadie escapa la percepción de que Carlos Oznerol Pacheco Castro, dejó un
ayuntamiento en la ruina con 250 millones de pesos de deudas entre las que
destacan 97 millones a proveedores, 60 millones al Instituto Mexicano del
Seguro Social y 20 millones al ISSTECAM. Rosado Ruelas debió señalar abiertamente ese
problema y no irse por las ramas diciendo que había encontrado 150 aviadores y
que daría a conocer todos los nombres y monto de lo que cobraban. Hecho que
nunca cumplió porque el sabía que entre los 150 aviadores habían incrustados
cuando menos 50 periodistas.
En cuanto a los pagos del IMSS tampoco dijo que se venían arrastrando
desde pasadas administraciones y se acrecentaron con Pacheco Castro. El alcalde
panista se metió de redentor y salió crucificado porque si bien es cierto que
comenzó a realizar paguitos a algunos proveedores y amortizó la deuda del IMSS con un terreno
(la deuda era de 60 millones de pesos y se entregó un terreno con valor de 40
millones). Pero todo fue al principio. Y Carlos Ernesto tuvo el pecado de omisión al
dejar de sancionar a Oznerol por las múltiples anomalías detectadas
al momento de recibir el ayuntamiento.
Los problemas de Rosado Ruelas fueron en aumento al abandonar
torpemente el cargo de presidente municipal y lanzarse a la aventura en pos de
una diputación federal que a la larga fue fallida y le pasó lo del perro de las
dos tortas. Lo malo que dejó abierta la puerta a una auténtica ladrona como es Beatriz Sélem
Trueba, quien ha tenido la desfachatez en estos días de señalar en
su cuenta de Twitter que “los medios de comunicación brindan información errada”.
(sic)
Y yo me permitiría recordarle a la exalcadesa suplente que su
administración terminó en medio de un escándalo y con un tufo de basura
adornado por millares de baches, símbolos espirituales y materiales de su
efímera administración. Doña Bety aún después de “muerta” el pasado 30
de septiembre tiene pendiente tantos asuntos que nadie puede escribir su
epitafio político.
Su acta de defunción no tiene ni siquiera un borrador de ella, porque
cada día como la podredumbre, siguen apareciendo costras purulentas que
demuestran la deshonestidad que una señora de sociedad fue capaz de realizar
sin importar que su nombre con blasones como los del Lic. Fernando Trueba Formento,
su abuelo materno, Elías Sélem Curi, su abuelo paterno y algunos
otros de sus ancestros que tuvieron una vida digna y ejemplar en el desarrollo
de sus vidas laborales, todo lo echó a la basura con un comportamiento que por
respeto a los lectores no me atrevo a señalar.
Lo primero habr
ía
de ser la “honestidad”. No se puede decir que fue lo último, porque no existió.
No explicó cómo llegó a la cantidad de 226 millones de pesos. Es del dominio
público que la Cueva de Alí Babá con que
llenó su administración al llegar se encargó de los más negros asuntos.
Nunca tuvo cercanía con la gente. Su naturaleza elitista odiaba el sudor
de los humildes, su vestimenta y su lenguaje. Se empeñó en hacer su voluntad e
ideó “el robo del siglo” en el caso de la concesión de la basura a Red
Ambiental al desaparecer millones de pesos.
Fue insensible a las opiniones de profesionales a quienes no los
consultó nunca e ignoró cuando le señalaron sus errores. Sin esos consejos su
irresponsabilidad y a lo que llevó a la comuna era inevitable.
No se sabe en que se gastó los casi 14 millones de pesos que Red
Ambiental le otorgó para liquidar a trabajadores de aseo urbano, porque sí los
despidió pagándoles una miseria, pero todo con cargo al erario municipal.
La promesa de que ella no llegaba a cortar listones ni a coronar a
reinas efectivamente las cumplió. Pero lo que no dijo era que la recolección de
basura fue una prueba penetrante de un ayuntamiento sucio que nos dejó una
ciudad maloliente.
Al momento en que Rosado Ruelas se largó sin dar las gracias fue
aprovechado para reclamar esa posición que desgraciadamente, por ley le
correspondía sin merecerla. Llegó con una banda de delincuentes que
efectivamente trabajaron en equipo. El dispendio, el robo y la malversación
fueron generalizados. Aquí si se puede llamar de eficacia. El cambio fue
evidente, Campeche la orgullosa ciudad colonial retrocedió 50 años.
Fue notorio que no estuvo al servicio del Ayuntamiento de Campeche sino
de sus intereses familiares.
Carlos Ernesto efectivamente
debe de ser inhabilitado por su delito de omisión. El propio gobernador afirmó
el pasado viernes entre otras cosas que “en la reforma administrativa se debería
de analizar tener un país menos corrupto porque todos los países son corruptos,
sin embargo hay que vencer la impunidad”.
El diputado panista Francisco Romellón Herrera, no canta mal las
rancheras porque dejó ejemplo de aprovechar su cargo para desviar recursos. Tal
es el caso de los préstamos recibidos el y su esposa para proyectos productivos
que nunca se realizaron y fueron a fondo perdido.
Pero en este fango de corrupción llama la atención que los sancionados
sean solamente del PAN y nada se mencione de El Carmen con la priista y
directora del INAPAM nacional, Aracelly Escalante Jasso. Se rumora que la
Auditoría Superior del Estado de Campeche (ASECAM) investiga a 30 ex
funcionarios del Ayuntamiento de El Carmen de las administraciones del gobierno
panista de José
Seara Sierra y de la priista Escalante Jasso.
Al parecer seis casos ya tienen un resolutivo, según dio a conocer “Satanás”
en su carácter de alcalde en funciones señalando Enrique Iván González López “que
no se solapará a nadie”.
Para nadie que viva en Ciudad del Carmen es un secreto el inexplicable
enriquecimiento de la familia Lliteras-Escalante, que dejó a su paso por la
alcaldía de ese municipio una deuda pública de 780 millones de pesos, cantidad
que triplica la deuda dejada por los panistas en la capital del Estado.
El pueblo carmelita espera, observa y pide que la ley sea pareja, pues
si en Campeche ya se sancionó a 17 exservidores públicos no se sabe porqué en
El Carmen no se ha hecho nada y menos aún hay opacidad en los desvíos de recursos.
Las irregularidades deben aflorar y fincarse responsabilidad a quienes dejaron
una deuda histórica al municipio que hoy está considerado como la capital
económica del estado.
La ciudadanía carmelita reclama
que las obras que se “realizaron”, aparentemente, solo se hicieron para
justificar el uso de recursos públicos, pues muchas de esas obras fueron de
mala calidad y en la mayoría de los casos no se necesitaban, tal y como ocurrió
con los parques. Aunque se hicieron los cambios que no se ameritaban. El más
claro ejemplo fueron las fuentes de la Explanada Roja del parque Ignacio
Zaragoza, misma que son evidencia de recursos públicos mal empleados, cuando
existen otras necesidades reales que nunca fueron atendidas por Escalante Jasso.
Y hay tanto que comentar en estos dos temas
municipales que deberán ser motivo de próximos comentarios. Mientras tanto Carlos Ernesto,
Bety y Chely
Deben de ser inhabilitados y sancionados por las numerosos anomalías
detectadas y probadas. Pero, o todos hijos, o todos entenados. Los tres
defraudaron la confianza ciudadana de los dos municipios más grandes de la
entidad. Los tres deben pagar por ello.
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