sábado, 22 de junio de 2013


DESDE LAS FUENTES DANZARINAS

En análisis político, es fundamental la elección del modelo comparativo que se va a utilizar para buscar los patrones de conducta de los gobernantes y gobernados. Esto nos facilita comprender lo que sucede y reflexionar sobre el eventual futuro.

Esto es uno de los modelos más conocidos que propone Nicolás Maquiavelo en su obra “El Príncipe”, mismo que en sus detalles estructurales ha pasado de moda, ya que fue escrito para una realidad social totalmente diferente al México y Campeche del siglo XXI; sin embargo, como muchos pensamos sobre nuestra entidad en tiempo presente, hemos establecido la teoría de que México se feudalizó durante los 12 años de gobierno panista.

Debemos analizar los estados como pequeños principados con una especie de gran protectorado y catalizador general que es el gobierno federal, algo así como el papel del papado en los años de César Borgia.

En una historia de todos los tiempos Montesquieu examina los principios éticos de los gobiernos, estudia las necesidades físicas y morales de sus pueblos y encuentra el origen de las leyes que los gobiernan. En el pensamiento del abogado Secondat, el Legislativo dispone, con las leyes, la manera de vivir; el Ejecutivo, con la fuerza, la pone en práctica, y el Judicial vigila que ni éste ni aquél se extravíen en el ejercicio de sus atribuciones. Montesquieu confió  los jueces,  a los magistrados, la misión de defender al pueblo de los excesos de sus gobernantes.

Dos siglos después de la muerte del barón, otro abogado francés, Alexis Henry Charles, conde de Tocqueville, también ilustre especialista en la investigación y análisis del oficio de gobernar, con palabras proféticas subrayó el respeto insustituible que merece el Poder Judicial.

“Es el Poder que está colocado a mayor altura que ningún otro tribunal conocido. En las manos de los magistrados reposan incesantemente la paz, la prosperidad. Sin ellos la Constitución sería obra muerta. A ellos se acude para impedir las usurpaciones, para defender el público interés contra el privado, el espíritu de conservación contra la inestabilidad democrática”.

“Su poder es inmenso, pero es un poder de opinión. Son todo poderosos en tanto que el pueblo consiente en obedecer la ley. No puede nada cuando la desprecia, y el poder de opinión es muy difícil de manejar, porque no se sabe cuáles son sus límites. Es peligroso traspasarlos”.

Palabras proféticas. En el siglo siguiente traspasaron esos límites el comunismo, el nacismo, el fascismo. Recordemos las arengas de Mussolini a las camisas negras en la Piazza Venecia de Roma; la historia de Hitler ante las camisas pardas aglomeradas ante el Reichstag. Esto recordó esta columna cuando vemos a priistas, panistas y perredistas con los puños en alto, y a las huestes de Luis Antonio Che Cu en su sublevación contra el Poder Judicial, el Ayuntamiento de Campeche y las leyes que violan cada día que pasa entre el desdén de la masa por la ley.

Cabe aclarar que el problema del ambulantaje o semifijo, como guste llamarle usted, en el Centro Histórico no es nuevo, parece que fue ayer cuando se implementó el Programa denominado “Un Centro Histórico para disfrutar” durante el trienio de Fernando Ortega Bernés, en su paso por el cuartel Pedro Baranda, programa innovador que en su momento buscó regularizar a los cerca de 18 comerciantes ambulantes establecidos en esa delicada área mediante la aplicación de un programa de estricto de “vigilancia e inspección en el Centro Histórico”, a través del cual, en coordinación con el INAH se mejoró la imagen urbana y conservó primordialmente el nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad otorgado por la Unesco. Pero nada de esto fue fácil, se establecieron parámetros inflexibles como lo fueron el adecuar los mobiliarios y la vestimenta de estos comerciantes a las condiciones coloniales establecidas previamente.

Hoy todo es historia y lo es precisamente porque todo en esta vida tiene un ciclo, para ello bastó y sobró que Beatriz Selem Trueba llegara de alcaldesa para echarlo a la basura y renombrarlo bajo “Una tradición siempre viva”, que como todas las cosas en su fugaz paso por la alcaldía, muy a nuestro pesar, en Sesión Extraordinaria del H. Cabildo lo canceló y con ello originó que los problemas subsistan sin dejar elementos para que la presente administración municipal encuentre una solución adecuada.

Por todo ello, resulta extraño que ningún comerciante de los que se dicen ser fieles seguidores de este pseudolíder, conozcan siquiera una sola propuesta de las que le han hecho llegar las actuales autoridades municipales, valdría la pena replantearse si las reuniones que continúan sosteniendo sean de provecho. Algo debe quedar claro en este asunto, nadie puede estar por encima de la Ley.

Precisamente por ello, valdría la pena analizar qué límites van a traspasar en este desacato al que se incorporan con declaraciones en las que se adhieren sin reserva al comportamiento de este liderzuelo, al que como señale anteriormente le han propuesto cinco opciones y ninguna satisface su ego, dejando con ello en letra muerta la ley en el Estado de Campeche.

Cuando el populacho no aprecia a la ley, o permite con su silencio, que una minoría imponga su desprecio, sobre las ruinas de la Constitución se asienta el imperio de la fuerza. Así se ve el desacato de Che Cu desde el balcón de la historia, como un retorno a los excesos y las declaraciones del absolutismo.

Terminamos este pequeño comentario de evocación de Montesquieu con las divisas que asignaba a las formas de gobierno: “La monarquía está basada en el honor; la república, en la virtud; el despotismo, en el miedo”.

En el fondo de este teatro del absurdo de Luis Antonio hay un temblor de miedo. El miedo que es la cruz que lleva a cuestas Campeche en el deslinde un sesquicentenario de emancipación política. ¿Caminamos hacia Versalles o hacia Campeche?


MENTIROSO, MENTIROSO

Una vez más, Everardo Aceves Navarro, cariñosamente conocido en esta columna como “El abuelo Febo”, insiste con su conducta mentirosa sobre la producción de maíz y sus “records” alcanzados desde el año 2010 en que quedó a cargo de esa dependencia que, ha tenido la mala suerte de estar a cargo de sinvergüenzas.

En esta ocasión las cifras que maneja de nuevo han hecho creer a sus interlocutores que estarán avaladas por el INIFAP, quien dará las cifras finales de la producción de 2012, resultado de “sesudos” estudios de gabinete basados en muestreos y luego traducidos a porcentajes estimados ---por supuesto inflados---, que generalizan como las hectáreas produjeran parejo, uniforme, similar, etc., tonelaje soñando en una “jauja agrícola”-

Recordemos que un gran mentiroso tiene principio y fin. Podrá engañar a unos cuantos toda la vida, a otros más por un tiempo; pero nunca podrá engañar a todos, toda la vida. En este caso a él le basta con que la buena intención del Gobernador del Estado sea el interlocutor válido para que con su venia y a través de los medios de comunicación lance su aviso urbi et orbi de que la próxima cosecha será de antología.

Productores avanzados, profesionales del ramo y campesinos inteligentes (que por supuesto los hay), conocen perfectamente que la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), es una cueva de ladrones donde el que no cojea de una pata lo hace de la otra. Esos “investigadores” tienen una especie de cofradía para protegerse unos a otros, amarrada a través de compartir presupuestos gubernamentales que “ejercen” para sus sesudas investigaciones que producen resultados “a modo” para poder seguir drenando recursos per se.

Para nadie es un secreto que los Menonitas, esa raza aria de origen alemán-holandés y asentada en los municipios maiceros del Estado como son Hopelchén y Hecelchakán, son los verdaderos artífices de los aumentos significativos en la producción de maíz. Con esfuerzo propio y con mínimo apoyo oficial, ya que éstos son canalizados a pequeños productores que si bien obtienen rendimientos, estos son poco significativos en el volumen total de la producción estatal.

Estamos hablando de un 10 o 12 por ciento, pero en las cifras que Aceves Navarro menciona los apoyos a ese sector se han reducido de cinco a tres sacos de semilla y de ocho a cinco sacos de fertilizante (y eso no lo menciona). ¿Así espera seguir cacareando records? ¿con menos a más?

El fondo de la olla de estos apoyos es el reparto de vales para obtenerlos, que son como los cheques al portador que muchos productores venden y que proveedores y funcionarios operan, ya que involucran montos considerables que difícilmente puede comprobarse su aplicación en campo, pero si en facturas cobrables.

Ahora bien ¿dónde entra en esta obra de teatro el flamante coordinador Jorge Salomón Azar García, quien se suponía sería el fiel de la balanza que pondría los números en la producción agrícola, merced a ser un profesional del agro, además de un ex gobernador del Estado?

Fue entonces una farsa aquel manotazo de Azar García en la mesa cuando se discutían asuntos relacionados con el campo y que los presentes interpretaron como dirigidos a “El Febo. Porque en los hechos tal parece que son valores entendidos y volveremos a ver cifras de más de 600 mil toneladas de producción de maíz, que es un auténtico sueño guajiro, porque el número de hectáreas abiertas a la producción, como ya he explicado en anteriores comentarios no dan más allá de las 300 mil toneladas. Imagínense entonces el tamaño de la mentira de don Everardo.

¿Hasta cuándo le van a hablar con la verdad al Gobernador del Estado? Recuerden ---todos los involucrados--- que nada más les quedan dos cosechas pendientes y luego pueden convertirse en perseguidos de la justicia si se prueba que no solo se inflaron los números de producción, sino se desviaron recursos y todo lo que esto trae aparejado.

Nadie fuera de Campeche cree esta mentira porque la oferta de maíz no es tal ya que apenas alcanza para el consumo de la entidad. Que se informen bien lo que hacen los grandes productores nacionales cuando sus cosechas son buenas.

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