domingo, 29 de abril de 2012

REFLEXION DEL TERCER AÑO



LA LUCHA POR LA ALCALDIA

El caso de Ana Martha Escalante Castillo tiene cierta similitud con el ocurrido en la sucesión de José Ortiz Avila, donde se dieron muchas consultas al interior del PRI y, por supuesto Fernando Ortega Bernés, ordenó varios sondeos de opinión antes de llegar a la gran decisión.

Los tiempos cambian y si antes no se decidían a enviar a una mujer a un cargo de gobernadora o alcaldesa, era porque se pensaba que el pueblo no estaba preparado para un momento de semejante audacia, y que la presencia de la mujer en cargos de elección popular debería madurar un poco más en el ánimo de los campechanos, un pueblo al fin y al cabo machista. Los cargos en el Congreso se aceptaban, pero hasta ahí.

Ese fue el gran impedimento de que nunca pudiera disputar la gubernatura de Campeche María Lavalle Urbina, primera mujer que estuvo cerca de llegar como candidata ---y con mucha posibilidad por la falta de una oposición fuerte---  al gobierno de esta entidad, pese a ser la primera mujer en llegar al Senado de la República.

Y esa es una de las premisas que tal vez utilizó Fernando al recordar que si bien en el pasado han existido mujeres en función de alcaldesas es porque éstas fueron suplentes, antes de que el siguiente salto mortal sin red del primer edil en turno motivara ese cambio. Tales son los casos de Alejandrina Moreno Ortiz (con Jorge Carlos Hurtado Valdez); María Rafaela Santamaría Blum (con Ortega Bernés); Rosa Esther Ruiz Rodríguez (con Carlos Oznerol Pacheco Castro) y Beatriz Sélem Trueba (con Carlos Ernesto Rosado Ruelas). De facto han sido mujeres quienes han hecho entrega las tres primeras, del bastón de mando del Ayuntamiento de Campeche.

La primera alcaldesa en la entidad se dio en el municipio de Tenabo con Elba Eusebia Concha Chávez (del PRI); de Calkiní  Sonia Jaqueline Cuevas Kantún (del PRI); Rosaura González Castillo (del PRI) en Escárcega; Rosa Argelia Uribe Barrera (del PRD) en Champotón a la muerte del titular; Martha Patricia García Chab (del PAN) en Calkiní; Nidia Mildred Yeh Pantí  (del PAN) en Hopelchén y luego en El Carmen con Aracelly Escalante Jasso (del PRI).  Esto indica claramente que la capital es más reticente a aceptar a una alcaldesa, aunque las  suplentes terminaron con cierto orden.

La declinación de Edgar Román Hernández Hernández, quien había sido el caballo negro para la alcaldía, y cuando el proceso de inicio de la publicación de la convocatoria del PRI estaba a punto de ser lanzada, dio a conocer que la mejor opción y a la que se sumaba en ese momento era la de la diputada Escalante Castillo, que todos los sondeos de opinión tenían con la mejor calificación.

Escalante Castillo, nieta por la vía materna del ex gobernador Angel Castillo Lanz (1923-1927), es desde luego una figura política fresca, con carisma y que sabe bien que se enfrentará al candidato del PAN Heberto Brown Cámara, ex priista y que salió del municipio actual en malos términos con un expediente negativo, pero que dadas las condiciones en que el partido azul se encuentra resultó vencedor en la contienda interna.

La realidad es que el panismo en Campeche está  casi destrozado y los culpables tienen nombres y apellidos: Yolanda Guadalupe Valladares Valle, Nelly del Carmen Márquez Zapata, Jorge Nordhaussen González y Sebastián Calderón Centeno, quienes a pedazos se han disputado lo que quedaba de prestigio en el otrora orgulloso partido azul.

Ana Martha tendrá que caminar mucho bajo los soles de esta canícula campechana para volver a inyectar la confianza en los electores de este municipio, debido entre otras cosas a la locuacidad de un alcalde panista que le permitió elevar a niveles celestiales la producción de disparates públicos.

Un alcalde que dejó colgados de la brocha hasta a sus amigos y que terminó peleado hasta con su propia suplente, quien tratando de arreglar las cosas terminó sacando toda la casa por la ventana, a vista y paciencia de todos los campechanos. Ni más ni menos que como José de Lampedusa, cambiar todo para seguir igual.

Piensen en lo que quieran de obras y servicios. Todo está de cabeza. Baches hasta dentro de los baches, basura que se acumula un día si y otro también, vaya al Recinto Histórico sábados y domingos y observe cómo está la basura; por si fuera poco la señora Sélem Trueba está a punto de tocar el arpa desde una terraza y ver como se quema toda la basura y con ella los problemas a los habitantes de esa enorme zona poblacional, que están esperando el próximo proceso para manifestar su repudio al PAN.

Un municipio que se encuentra en números rojos con una deuda que se calcula en más de 300 millones de pesos, obras licitadas pero sin concluir, equipo obsoleto y fuera de servicio; parques públicos en los barrios tradicionales en obscuras y deteriorados; nóminas en las que siguen existiendo “aviadores”; un listado de éstos ---que se suponía son 150--- que se dará a conocer hasta dentro de unos meses; un sindicato que es capaz de quemar su casa para que arda también la del vecino.

En fin, que Brown Cámara de ninguna manera puede convertirse en la diáspora de Rosado Ruelas en lo referente a la aceptación que éste tuvo en su mejor momento; por el contrario por haber formado parte del sistema va a cargar como pesada loza todo lo que el ex alcalde dejó.

La figura de esta presidencia municipal es como decía Fillo Zubieta: “De las hijas de don Tomás no puede hablarse de la mejor, sino de la menos fea”.

Si los electores manejan bien su preferencia y aceptan que el PAN no está aún preparado para gobernar, entonces Ana Martha tendrá que poner al máximo su capacidad para pagar lo justo y a tiempo a sus proveedores, a fin de que no se repita la situación actual en la que muchos empresarios campechanos se han ido a la quiebra porque no les pagaron desde los tiempos de Oznerol Pacheco. Además, el gobierno municipal deberá distribuir la obra pública entre quienes sean capaces de ejecutarla, en igualdad de circunstancias.

De llegar a primer edil, Ana Martha deberá reflexionar que la ciudadanía no quiere ya más que los puestos sean ocupados por amigos del alcalde, porque ya se ha visto que éstos solo buscan enriquecerse. La mejor opción es encontrar a las personas más capacitadas. Solo de esa forma podrá enfrentar el grave problema de los baches donde actualmente los vecinos con material blanco --–algunos hasta con cemento--- tapan los baches ubicados frente a sus domicilios.

Pagar justo y a tiempo a los proveedores a fin de que no se repita la situación actual donde muchos empresarios han quebrado. Reactivar la gran generadora de empleos que es la construcción, pero evitar hacer parquecitos y canchitas deportivas en pedacitos de terreno o peor aún en esquinas. El gobierno del Estado debe de ser coadyuvante del desarrollo urbano, planear si, pero con visión del futuro.

Y lo que sucede siempre. Los conflictos se agudizan durante una campaña electoral, en que llueven las críticas al partido en el poder municipal, mientras el candidato del partido opositor se compromete a componer todo lo malo y a exigir cuentas a los que se van. Es entonces cuando el alcalde saliente, inhibida su capacidad de autocrítica por las adulaciones a que ha sido sometida en los últimos meses, empieza a percatarse que “el juicio de la historia” está más cerca de lo que suponía.

En casos extremos, el primer año del nuevo primer edil se convierte en espacio propicio para culpar al régimen anterior de todos los males habidos y por haber. Eso nunca cambia, porque la culpa nunca cae al suelo.

Lo que si queda claro es que Carlos Ernesto que salió del viejo cuartel Pedro Baranda casi luego de cumplir dos años de ejercicio constitucional en el cargo, nada dejó atrás. Ni amigos, ni aprecio, ni taquerías. Con el se llevó el ensayo de un PAN que pudo gobernar y que ni lo dejaron los de enfrente, ni quiso hacerlo. Sus enemigos son ya aquellos que un día lo alabaron. Triste final porque ni trampolín parece haber logrado para su futuro político.


EL QUE A BUEN ARBOL SE ARRIMA…

Los candidatos al senado de la República recorren calles polvorientas de los distintos municipios, porque saben que en realidad fuera de Layda Elena Sansores San Román, los demás son en cierta forma desconocidos, pese a que dos de ellos tuvieron tiempo de placearse repartiendo dinero en sus distintos programas tanto de Sedesol como de Sedesore.

El que parece estar divertido con esta campaña es Jorge Luis, mejor conocido para sus amigos como “Pashita”, quien con su promocional ---al igual que los demás candidatos de Acción Nacional---, es “Diferente”. Y si lo es porque Lavalle Maury se cobijó bajo la sombra de un árbol muy frondoso: María de los Angeles Terrazo Blanco de Mouriño, quién no se sabe de donde pero sacó bajo de la sombrilla el que su extinto vástago tenía en un lugar preponderante al actual candidato al senado.

¿Y a quién le dan PAN que llore? Lo que no se sabe si este proceso electoral habrá algún debate entre los candidatos al senado, porque de ser así es interesante lo que podría ocurrir cuando Pozos Lanz y Lavalle Maury vuelvan a verse las caras luego de aquel aparente desaguisado ocurrido en un debate entre coordinadores de las campañas de Fernando Eutimio Ortega Bernés y Mario  Alberto Avila Lizarraga.

Por su parte tendrían también a una “loba” de los escenarios políticos locales en la figura de Layda, quien para eso de ofender no canta nada mal las rancheras, y saldrían muchas verdades hacia todos lados que al telespectador le agradaría para definir mejor su preferencia.

Una campaña debe ser un tiempo en que los ambiciosos son confrontados por los críticos. Es deber elemental de quien busca ganar un proceso electoral dar la cara a los medios electrónicos y no solo versiones “estenográficas” o boletines que no explican nada. El periodismo independiente y la opinión crítica espera, entonces, un debate de altura para poner en el tablero las piezas de este ajedrez político.

Quién busca democráticamente el liderazgo debe estar abierto al desafío de un cuestionamiento. Solo en la verdadera confrontación ---con reglas expresamente señaladas---, se encuentra la medida del verdadero talento de cada uno de los candidatos a estos tres escaños en juego.

A los candidatos se les pide que debatan, que se expongan al cuestionamiento, que acepten el reto de separarse de guiones establecidos y de pláticas callejeras informales. Esto es baños de pueblo, de sol y polvo, pero no dan a cada uno su verdadera dimensión política, porque no se exponen al cuestionamiento.

Se les pide que acepten el reto de separarse de guiones del estenógrafo. Debatir no es dividir. Pues eso otorga confianza en si mismo. Gana autoridad para caminar por su propio pie.

“Pashita” y Pozos, no son botargas políticas. Tiene alma, corazón y capacidad que necesitan urgentemente demostrar, porque quedan menos de 60 días de campaña. Además, se vería de que están hechos ante el enfrentamiento de ideas políticas con la hija de “El negro” Sansores, quien al parecer no está haciendo campaña y es malo porque ocupa un lugar en su partido que bien podría sacar adelante ese hombre fiel llamado Arturo Moo. Ella sabe que un escaño la espera porque además está en una posición envidiable como plurinominal.

El perredismo campechano, se está cayendo a pedazos. Las tribus ---como el propio Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano reconoce en una radiografía de la izquierda mexicana--- que lo conforman, están enfrascadas en una irreconciliable guerra tribal y es muy poco probable que de esa contienda pueda alguien salir ganando, pese al efecto AMLO que desde luego existirá.

Perderán todos. Muy tarde se dieron cuenta los perredistas del daño que Layda le ha ocasionado a su ex partido, y la consecuencia lógica es que en la elección del 1 de julio próximo pierdan hasta lo que ya habían ganado.

El la pasada elección intermedia el PRD perdió un tercio de sus votantes, y en las últimas elecciones para las gubernaturas ese partido solo obtuvo entre el uno y dos por ciento de los votos. Esto es lo que debería preocupar a “Los chuchos” en lugar de estarse disputando las candidaturas a puestos de elección popular como sucedió en Campeche.


¿DE QUIEN SON LOS PIRATAS?

Legalmente, de una Sociedad Anónima que encabeza Eduardo Escalante Escalante.

Realidad: El equipo es del pueblo de la ciudad de Campeche a quien le cuesta en una forma de subsidio.

¿Está de acuerdo el pueblo de esa participación?

Si, porque este equipo desde hace más de tres décadas es el único deporte profesional nacional en el que se encuentra esta entidad. Es por decirlo más claro está entre los equipos del mejor beisbol de verano de México.

Es de facto una tradición de muchos años atrás, luego de aquella añoradas Liga Peninsular  y luego Liga del Sureste que integraban la primera los equipos Estrellas Yucatecas, Cardenales de Motul,  Pericos del Mérida y Piratas de Campeche, que se jugaba en el viejo campo “Leandro Domínguez” de Santa  Lucía con sus techos de huano.

Este equipo tenía entre sus filas a Manolo Fortes, Mario Ariosa, Humberto Barbón, “La muñeca” Iturralde, Lolo Correa, Gustavo Pavón Vadillo. Manuel “El loco” Adam, Rosendo “Lolis” del Río, Francisco Casanova y muchos más que escapan a la memoria.

Enorme afición por la pelota caliente que hizo que el alcalde Leovigildo Gómez Hernández “Viluch”, construyera el primer campo de beisbol al final de la avenida las Palmas, que luego le ocasionaron un problema político cuando el coronel José Ortiz Avila levantó en forma el estadio “Presidente Carranza” con un aforo de más de cuatro mil personas y que incluso llegó a ser ampliado hasta para 12 mil fanáticos.

En ese entonces terminó la Liga Peninsular y fue suplida por la Liga del Sureste que tenía a los equipos Cardenales de Motul, Tiburones de Progreso, Estrellas Yucatecas, Pericos del Mérida, Camaroneros del Carmen y Piratas de Campeche. Hay mil historias de lo que al “ignaro José” se le ocurrió para promocionar esa liga. Y pobre del mortal campechano que se le opusiera. Ya no existen los hermanos Elías y Felipe Sélem Curi y su anécdota de los abonos de beisbol que se negaron a comprar.

El coronel llegó a sufragar ---por supuesto del erario estatal--- a figuras conocidas en el beisbol mexicano y hasta en las ligas mayores. Tales son los casos de Felipe “El clipper” Montemayor, de Domingo Carrasquel, de Concepción Cruz, de los cubanos Mario Miranda, Máximo García, Jerry Heistron (EE.UU.) Asdrúbal Baró, etc.

La auténtica guerra se entablaba entre Piratas y Camaroneros que tenían como su pitcher estrella al zurdo Wenceslao González. Rivalidad deportiva que movía a los aficionados y era una forma de darle circo al pueblo por parte del mílite gobernador.

Habría de llegar un auténtico “piojo” (todo en miniatura) como fue José Antonio González Curi, que en vez de construir un estadio acorde a los nuevos tiempos y considerando que Campeche ya estaba en la Liga Mexicana. Se le ocurrió hacer esa porquería de estadio con capacidad 60 por ciento menor a la que tenía. Se le bautizó (quién chingados se lo diría) con el nombre de “Nelson Barrera Romellón” y se lanzó ¡a dirigir al equipo en cada juego que había en esta ciudad!

Sacaba pitchers y cambiaba bateadores, regañaba y mentaba madres cuando el equipo perdía y perdió siempre porque nunca tuvo el gusto de lograr un título. Ese honor le correspondió a su mandandero Jorge Carlos Hurtado Valdez, quien en el 2004 ganó el banderín…y colorín colorado desde entonces no llegamos a una final.

Recapitulando el comentario inicial, el beisbol profesional es una tradición de muchos años que hacen al pueblo vivir su deporte favorito y sufrir cada derrota. De ninguna manera este equipo es propiedad de Enrique Rosado Méndez, quien lo usufructúa a su manera.

Según conocedores de este deporte el equipo Piratas de Campeche es uno de los más caros de la Liga  Mexicana, debido entre otras cosas a que se gasta sin provecho en ligas instruccionales, sueldos elevados (un emolumento aparece en nómina y otro el que recibe el pelotero) subsidios que son invisibles pero no así al momento de aplicar recursos.

Se dice insistentemente que el panameño Rubén Rivera no rinde en esta temporada porque le prometieron bajo el agua pagarle la renta de una casa para que se trajera a su familia y finalmente el “gordo” no le cumplió. Todo esto es parte de los “negocios” al amparo del poder que le tienen delegado a Rosado.

El equipo ha resultado de nuevo, pese a lo invertido, en una novena mediocre, mediocablera, que está a dos sitios del último lugar y que ha perdido serie tras serie. Para nadie es noticia aquello de: “Blanquean al buque”, “Encalla la nave”, Hunden al galeón”, etc.

El estadio por otra parte es un mercado que va contra la idiosincrasia de Campeche. Cientos de ambulantes recorren de arriba para abajo el inmueble en aras de una ambición mercantilista del presidente del equipo. La cerveza de una sola marca corre en abundancia en lo que puede ser la barra más grande de Campeche en días de juego.

¿Porqué se terminó la transmisión por radio? Todo indica que por las exageradas pretensiones de los medios que por muchos años tenían esa labor.

El juego de Los Delfines de Carmen se da en vivo, pero el de los Piratas de Campeche es diferido dos horas, en un sitio como Campeche donde la gente se acuesta temprano durante la semana para levantarse temprano e ir a trabajar. Los partidos inician a las 10 de la noche por orden de Enrique Rosado y pone de pretexto que esto es…para que la gente vaya al estadio ¡Increíble! ¡Inaudito! Recórcholis! ¡Zambomba! ¡Pa´su mecha!

Quienes no tienen dinero para ir al estadio y gastarse el diario del día siguiente no pueden verlo en la tele para no trasnocharse ya que la transmisión diferida acaba luego de la una de la madrugada.

El gobierno (no se le pueden pedir peras al olmo) porque Jorge Carlos Jr. carece de la mínima experiencia para enfrentar este problema, pese a que a través de su dependencia se recibe el apoyo al deporte profesional.

Debe tenerse respeto al pueblo para seguirle dando esta calidad en el espectáculo beisbolístico; volver a las transmisiones de radio y TV pero en horarios en vivo.

Y por favor una reparación por conducto de la Contraloría de la pizarra eléctrica que está pal´perro.

¡Play Ball! Fanáticos.

domingo, 22 de abril de 2012



CARTA DEL “PLATILLO VOLADOR” AL ARQUI

Señor diputado plurinominal:

Soy ya un viejo edificio público en donde tiene asiento el Poder Legislativo del Estado, uno de los tres poderes que conforman la estructura constitucional de Campeche. Casi medio siglo de ser el reducto de los representantes del pueblo, construido bajo la bota militar del coronel José Ortiz Avila, la mano más dura para gobernar esta entidad.

Hoy, ante tanto desmadre de los que han pasado por mi vientre, me veo impulsado a enviarle esta carta, advirtiéndole que no me mueve la pasión por ningún partido político. Soy desde mi construcción apolítico y agnóstico aunque si reflexivo.

Los edificios que me acompañan en mi “vida” son los vecinos del Ejecutivo y el asiento municipal, con los que a veces suelo comentar lo que dentro de mis entrañas sucede.

Quizá por ello y para preservar mi “vida” me tomo la libertad que me da presuntamente ese pobre ente llamado el pueblo, la ciudadanía y muchos etcéteras. Los dioses sin duda buenos, no vengativos, aunque si celosos y a veces justicieros.

Por ejemplo cada tres años sufro al ver llegar a 35 zánganos que investidos del cargo de diputados locales entran con muchas ganas a gastar energía eléctrica, servicios diversos (las mujeres son las más uixonas) y acompañados de decenas de ayudantes, de un viejo que se hace nombrar como el diputado 36 pero la verdad no tiene oficio ni beneficio y no aporta nada, ¡ahh! se me olvidaba, también llegan con ellos una fauna de acompañamiento que con cámaras, grabadoras, libretitas y otros menesteres hacen como que trabajan, toman su “mejor ángulo” a sus diputados “preseleccionados” y así cada dos días a la semana (usted está exigiendo tres) llevan a cabo lo que llaman sesiones.

Señor arqui, aprovecho para felicitarlo que al fin se le haya hecho el milagrito de llegar a la oficinota que está en mis entrañas y que alberga al pastor de cuando menos media borregada de flojos muy bien pagados. Se que brincó de gusto cuando al diputado Víctor Méndez Lanz, su benefactor Emilio Gamboa Patrón no le ofreció esta vez ni agua y, saltador mortal sin red y conocedor de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, le dijo al inquilino mayor del edificio contiguo que le diera lo que fuera y en un santiamén se largó.

Hoy, arqui, ya podrá lucir sus guayaberas blanquísimas, impolutas como su conciencia. Unicamente le debe pedir a su sastre que le ajuste el largo de las mangas, porque a la distancia y en las fotografías y vídeos parece ---nada más parece--- que tiene las manos quebradas.

Señor presidente de la “gran omisión” muchos de los que en mi espacio albergo cuchichean  que le dejaron un platillo de segunda mesa, pero yo creo que su verdadera labor está por verse; habida cuenta de que como buena ama de casa, los mejores platillos para su grupo (el docenato) están en la congeladora.

Solamente mi arqui que hay que ser muy selectivos y cuidadosos, porque la oposición ---lo que queda de ella---, luego de la desbandada electoral, tiene la mente muy reducida y la mano muy larga. Lo que le van a pedir lo pueden dejar sin recursos para el gran golpe final y ya sabemos que un Congreso pobre, es un pobre Congreso.

Mi arqui, desde su discurso como pastor de relleno, afirmó que su labor diaria sería sacar los asuntos pendientes en existencia en el legislativo, aunque no pocos de los diputados que se quedaron por falta de barco, consideran que este último período será una regresión.

He escuchado que mi vecino de enfrente (cruzando la calle 8) un día de 1991, usted vivió un pasaje histórico en ese sitio y que lloró junto con usted cuando Guadalupe de la Candelaria Beltrán y un grupo de lideresas, acompañadas de decenas de colonos maiceados llegaron en tropel a las puertas del Pedro Baranda a pedir su presencia. Usted mandó a sus achichincles para frenarlas, pero la multitud pedía a gritos su presencia. El escándalo aumentó.

Usted tímidamente se asomó a través de las cortinas del balcón principal y exclamó: ¡Jesús, esto no me lo esperaba! La lideresa Beltrán le alcanzó a ver y gritó a voz en cuello: “Arquitecto, qué vamos a hacer, porque Jorge Salomón ya está por llegar de México y viene como el candidato oficial del PRI y de Carlos Salinas para gobernador del Estado”.

Yo me asombré ---a la distancia--- del viso que tomaron los acontecimientos y alcancé a ver a dos de sus achichincles parados en la puerta de la cochera del Ayuntamiento, ese que usted remodeló para estrenarlo, platicando con Lupilla Beltrán y dos de sus lideresas. Las instrucciones según mi amigo el edificio de enfrente fueron tajantes: “hay que tomar el partido, Tony ya fue avisado y tiene instrucciones de sacar sus cosas personales”. Luego me enteré que las bilis se le derramaron a doña Candelaria y se vomitó en todo el escritorio de su hermanito.

Es verdad que ustedes los árabes no tienen la misma sensibilidad que los nativos de esta tierra, por ello apechugaron y fueron preparando el siguiente golpe. Ese había sido fallido.

Y hablando de golpes mi arqui, se infiere ---hasta los platillos voladores como yo tenemos esa virtud---, que hay empresarios a los que usted encabeza que quieren darle otra cara a la política. La cara de que la política es su mayor empresa. Ya se que me puede decir que esa siempre ha sido así, que la política es su gran negocio. Pero esta vez puede ir en serio: quieren como socios al pueblo y como campo de inversión los problemas de la sociedad.

Arquitecto, usted y su grupo son empresarios que quieren voltear la hoja, que han sido aparentemente incondicionales del gobernador en turno, pero a todo mundo consta que eso solo aconteció en el sexenio de su hermanito y en el de su mandandero sucesor, en el docenato, pues.

Los vientos de la vida son misteriosos arqui. Hoy usted se encuentra dulcificando su imagen de demonio furibundo que le dejaron sentado en una curul dos años y medio, treinta meses sin ton ni son viendo los toros desde la barrera y solo un semestre para estar como cabeza de la “gran omisión”. Aunque a decir verdad lo suyo es trabajar bajo el agua, tirar la piedra y esconder la mano, elaborar proyectos y dejárselo al loquito de su hermanito para que los ejecute y a su cuñado Jaimito para que cobre, como es el caso de las obras de la Plaza de la República que fueron aumentadas en costo al doble y siguen sin terminarse. La prosopopeya, la oratoria política, ni siquiera las primeras palabras para no matar un sueño no es lo suyo.

Arquitecto, en este “tsunami” donde la playa está en el mar, y el mar donde debe estar la playa, ya todo cambió. Ya no hay un punto (dije punto) inamovible, una trayectoria perpetua que nos oriente. Y aunque dicen que el PRI no cambia; es inmutable, nombres vienen, nombres van, pero en el carapacho y el intestino todo sigue igual que cuando Oznerol y Carlos Felipe. Usted está sentado en esa misma silla.

Arqui, la peor diligencia es la que no se hace ¡cuántas veces el éxito está pavimentado de riesgos! Paris (o la grandeza) bien vale una misa y Campeche un Te Deum de miembros del docenato.

El segundo período ordinario del tercer año constitucional de la LX Legislatura, quien se llevó la quinta y los mangos fue el que le antecedió en el cargo, y que hoy está sentado a la diestra del dueño del edificio vecino, aunque sabemos que solo para vegetar.

Las licencias de Víctor, de Ana Martha, de Rocío, de Landy de Candelario, de Fernando Manuel y hasta de Ana Graciela eran de esperarse.

Y cuidado mi arqui, usted se quedó no para remedar entuertos, ni para preparar el camino de nadie, porque quien llegaría no se sienta un su misma mesa. Su labor es solo de quien se queda para que la casa no sea habitada por fantasmas.

Hay por ahí, en mis húmedos archivos una serie de iniciativas para reformar diversos numerales de la Constitución Política del Estado de Campeche, promovidos por la Comisión de Derechos Humanos; de una aclaración pendiente del porqué de la mini huelguita del diputado Cisneros, que estuvo un tiempo en un resort de Kobén y que al parecer tenía Sed(ico), mucha Sed(esore); de que Campeche, al igual que Puebla y Morelos, así como a nivel federal existe el riesgo de que se aprueban reformas legales que serían un retroceso en materia de transparencia, esa que a usted no le gusta mucho. De ello tiene temor la Conferencia Mexicana de Acceso a la Información Pública (Comaip); de una modificación que en México no se quiere porque el Estado laico sigue y debe seguir vigente desde las leyes de Reforma de Juárez. El artículo 24 de la Carta Magna debe quedar igual y usted no debe en aras de nada buscarle ruido a un chicharrón ya muy rancio.

Finalmente mi arqui, su calidad de presidente de la “gran omisión” no lo faculta para recomendar y preparar el camino de retorno a esa señora que hizo de las suyas en el Instituto Electoral del Estado de Campeche, Celina Castillo Cervera, a quien usted considera la idónea para encabezar la Cotaipec, volviendo de nuevo a los tiempos del docenato, porque usted no ignora y si lo hace, se hace pendejo. Le recuerdo que lo que la señora sabe de pasadas elecciones es muy su pedo, ella ya cobró y muy bien por ello; lo demás es solo historia y no se debe incrustar en un cargo tan importante como es el control de la transparencia y la información pública.

Si la señora tiene fijaciones con el primo político de usted, Gonzalo Bojórquez Risueño es otra cosa, pero no debe ser óbice de tomar posesión de un cargo de esa naturaleza. Y se lo digo porque  es precisamente el Congreso con las dos terceras partes de sus diputados las que elegirán el próximo mes de mayo al sucesor de Bojórquez Risueño.

Arquitecto, tengo la ligera sospecha de que la demanda del Partido del Trabajo instaurada por el abogado Ramayo, por aquel asunto que usted bien conoce, al igual que Jorge Carlos Hurtado Valdez y Víctor Santiago Pérez Aguilar, y que originó la debacle del Grupo Mall, tenga un serio tropiezo por estar al frente de ese Disgreso una persona que fue parte medular de la tercera llegada de los españoles a esta tierra. (La segunda fue la de los Mouriño). Si tiene voluntad debe cumplir como juez y no como parte del litigio, entonces permita que esa demanda sea manejada en comisiones por la oposición y que siga sus cauces normales hasta su conclusión.

¡Ahh! se me olvidaba. No deseo para nada que me sigan colgando diademitas en mi estructura y, peor aún, con los altos costos que una razón social muy conocida de usted, le facturó a la anterior administración. Y peor aún con los colorcitos morado, verde, etc. que me hacen aparecer a la vista de propios y extraños como un edificio gay..


COMENTARIO SOBRE LA ELECCION DE 1997

Por considerarlo de interés para nuestros lectores, damos a conocer una opinión que Jaque Mate considera importante para acercarnos a la verdad de un fraude electoral como fue la elección para gobernador del año 1997.

Amigo:
Lamento mucho que no se puedan dejar comentarios en tu blog. Lo intenté tres veces y las mismas ocasiones solo me perdió mi información.

Tengo especial interés en aclarar lo que se dice de mi en la conclusión del asunto relacionado con las elecciones de 1997 (solo en el caso de la gubernatura). Y aun cuando no me perjudica en lo más mínimo, creo que es importante subrayar que yo nunca estuve en ese cuarto de guerra.

Lo único cierto es que estuve en el Estado de Guanajuato como delegado metropolitano de la Profeco y esto fue mucho antes de que esto ocurriera. Tal vez tus señalamientos puedan originar denuestos al pensar que me quiero guindar esa medallita, y en esa parte, honor (,) a quien honor merece.

Sin embargo, te refiero que hay cosas más interesantes que no te contaron porque las desconocen quienes hablaron sobre el tema, ya que ellos se sumaron (al grupo) con el paso del tiempo. La lucha la inicié desde 1990 en el interior del PRI, ante la nula atención que se prestaba a la militancia por parte de quienes conducían ese partido (en Campeche).

Las tareas las arranqué con un grupo de universitarios con quienes integré la organización social “Campechanos en Movimiento”, y por cierto ni uno de los que mencionaste en tu columna (Jaque Mate) estuvo con nosotros. Ellos se sumaron años más tarde y trabajaron en coordinación con nosotros, cuando el pastel (Layda), ya estaba listo para meter al horno.

Más adelante, en 1994, decidí salir al interior del Estado para integrar una estructura territorial. Arrancamos trabajar en Candelaria, en una asamblea que nos motivó mucho porque solo asistieron cinco líderes sociales y dos pobladores del lugar. Me acompañaron en ese entonces, un líder de Champotón, dos líderes juveniles y una lideresa campesina del Camino Real.

Con el paso del tiempo, logramos poner en movimiento a decenas de miles de campechanos en todo el Estado, entre profesionistas, obreros y campesinos. No importó clase social y mucho menos ideología; nos unió el ideal de lograr un cambio, sobre todo de actitudes; nuestra lucha fue por el “Despertar del Pueblo”.

No teníamos candidato a ningún cargo. En el año 1997, por decisión de los militantes optamos por la entonces senadora Layda Sansores San Román.

Efectivamente, a lo largo de ese proceso electoral, registramos muchos errores, muchas fallas, pero todas generadas por gente infiltrada que llegó a transmitir intrigas palaciegas que buscaron y lograron cumplir la orden: “Acabar con la fuerza de Layda Sansores”.

Los verdaderos cabecillas del inicio de esa lucha no aparecen por ningún lado en tu columna, y es lamentable porque fueron muchos años de trabajo, esfuerzo y participación económica de todos para lograr el objetivo: Consolidar el grupo en toda la geografía estatal Campechanos en Movimiento, la organización original, la que presidida por un servidor logró convertirse en la primera agrupación política estatal de Campeche, sostuvo bajo sus hombros esa tarea y debo reconocer que buen número de sus integrantes tal y como se proyectó desde el inicio lograron ser diputados locales, regidores, alcaldes y uno que otro vivo se aprovechó del momento para escalar peldaños que no aparecían en su agenda, porque nunca pensaron en algo parecido al grupo.

Lo demás de lo sufrido lo tengo en la memoria y cuando quieras la refrescamos para que conozcas tu y los campechanos a los verdaderos protagonistas de esa historia y tal vez, los menos beneficiados.

Te agradezco de manera personal tus comentarios. Creo que encontraste a los menos indicados para conocer esta etapa de la política de Campeche.

Te saluda cordialmente tu amigo Manuel Acuña López.


PLAGA EN EL MALECON

En estos días de vacaciones fue visto personal de Sanidad Vegetal monitoreando las palmáceas del malecón de nuestra ciudad. Al preguntarles a ese personal qué hacían, dijeron ---con reservas--- que llegó una plaga de ácaros proveniente del Caribe, que se traslada en automóviles, ropa, pelo humano y de mascotas, principalmente turistas.

Que el ácaro es diminuto y que si no se le combate pronto va a acabar con esa vegetación como sucedió años atrás con el amarillamiento letal del cocotero que, prácticamente acabó con ese otro tipo de palmáceas.

Sanidad Vegetal indicó que este patógeno vegetal ya fue reportado a la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) y a la SAGARPA, dependencias estatal y federal que con las manos en la cintura señalaron que se carecía de fondos.

O sea que LVM que esa plaga destruya las palmas del malecón y las demás diseminadas en la entidad en dos o tres años a lo sumo. Tal vez el abuelo Febo y Mincho se lo tienen calladito y no hacen nada para evitarlo.