martes, 16 de mayo de 2017



“Detrás de cada acto de tlachicoleros, hay manos de empresarios de gasolineras. Tanto peca el que mata la vaca, como el que le jala la pata”.


EVIDENTE PECULADO EN LA OBRA URBANA DE SAN ROMAN


Involucra a ex líder cameral (Canaco).

A través de su hermano Edgar, el ex líder de la Cámara Nacional  de Comercio y Servicios de Turismo, Canaco-Servytur, Rogelio Hoil Canul, posee una empresa constructora, a la que el ayuntamiento de Campeche lo favoreció en directo y por la vía “fast track”, con la obra “Mejoramiento de la Imagen Urbana del Barrio de San Román”.

La tarea le ha quedado demasiado grande y quienes pagan los platos rotos por la incapacidad del constructor, que no es otro que aquel Presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de Campeche,  que hizo y deshizo con la enorme partida del dos por ciento sobre nóminas.

La ciudadanía campechana paga los graves defectos de construcción en general por los trastornos que genera el caos de la inactividad en la obra sanromanera, como por cuantos posibles y factibles peculados que a no dudarlo, se le están dando al presupuesto asignado a la obra que rebasa con mucho los 13 millones de pesos.

Los hechos y el estado de olvido de la obra, no dan sitio a dudar que se están “jineteando”, entre él y el secretario de la Comuna campechana, Jesús Quiñones Loeza, ambos compañeros de Cámara y colegas en el ramo de la construcción, los fondos públicos destinados a la obra y que la comuna le ha dado cuando los ha ido a cobrar regular y puntualmente en el Tesorería del Palacio Municipal.

Desde hace diez meses, las labores de la obra en este populoso barrio campechano están fluyendo a cuentagotas. Apenas terminada la pasada feria anual, la constructora instaló una revolvedora al final del Paseo de los Héroes, algunos cachivaches para la construcción y los dejó allí, como “deja vú”, como escultura de la corrupción, desde ese tiempo, porque en realidad ha sido nada o poco lo que ha hecho o avanzado esa constructora influyente y del interés del secretario Quiñones y de su jefe el alcalde campechano Edgar Román Hernández Hernández, presumiblemente principal beneficiado de estos trafiques.

Se rompió la calle 10 desde la altura del ex Centro de Salud hasta el cruce con la calle Bravo, asimismo la calle paralela del Centro Cívico “Héctor Pérez Martínez”, que la bautizaron como 10-B  y se dijo a romper toda la carpeta asfáltica existente y cavar zanjas de cerca de un metro de altura que incluso pusieron en peligro a los dueños de predios para entrar y salir de sus viviendas, amontonaron maquinaria vieja y obsoleta en la parte trasera de la Iglesia de San Román y una casa remolque que sirve nada más que para obstaculizar el paso de vehículos que bajan desde el monumento a Justo Sierra, causando un caos vial, diariamente, y todo para dar la impresión de “hombres trabajando”, pero en realidad, durante todo este tiempo su negocio seguramente son los intereses bancarios que han de estar generando los fondos públicos de la obra, recursos del FONCA.

Quiñones Loeza, dueño también –faltaba más--, de una constructora, que maneja también un hermano suyo, se ha beneficiado con esta obra del municipio, a pesar de ser servidor público municipal, violando leyes establecidas y tolerado por el primer edil Hernández Hernández.

Quiñones fue denunciado además por vecinos de la calle Pedro Moreno de la colonia San José, aledaña a San Román, por haber hecho una pésima obra en esa arteria donde no repuso el tope que construyó y hasta la fecha hay fugas de agua del drenaje que hizo hacia la superficie rompiendo el pavimento que había hecho esa (des)constructora.

En la obra Mejoramiento de Imagen Urbana del Barrio de San Román, se encargó a Hoil Canul, por recomendación de Jesús Quiñones, ya que ambos se traen amistad e intereses como socios que son de la Canaco. Por esta razón deberían ser sancionados, uno con su destitución y el otro con la revocación de la obra.


DESOLACION EN LA OBRA


Según el cartel informativo del monto de esta obra es de $12 millones 728 mil 836 pesos y 17 centavos, y la empresa a cargo es Proyectos Eléctricos del Sureste y el nombre de Edgar Alonso Hoil Canul, presunto representante de su hermano; sin embargo incumpliendo normatividades y leyes, dolosamente no consignan el plazo en que la obra deberá ser terminada e inaugurada. De entrada una falta sobresaliente de donde bien se pueda asir la Secretaría de la Contraloría. Para comenzar con una investigación a fondo, caiga quien caiga como bien ha señalado el gobernador del Estado, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas. El barrio de San Román esta agraviado y es poco probable que los trabajos se terminen antes de la próxima fiesta de ese lugar que será en el mes de septiembre.

Embanquetados rotos, destrozados, deterioradas fachadas, puertas, ventanas y rejas por materiales, polvo a todas horas, ruido desde las seis de la mañana y falta de espacio para estacionar vehículos familiares. No hay estadísticas del sector Salud pero una epidemia de gripe afecta a los habitantes del barrio.


PRESUPUESTO INCONGRUENTE


Es notorio que en esta obra hay dislates, pues el “Mejoramiento de la Imagen Urbana de San Román”, están “bailando” entre 15 y 30 millones de pesos del FONCA. ¿Dónde se encuentran?

Ya tiene más de un año que todo este entramado inició y aún no concluye y apunta a un desvío millonario de recursos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que sería de más de $15 millones de pesos, aunque como va la obra, que en realidad  no avanza, hay indicativos que también estarían en el aire otros 12 o 15 millones de pesos, de los que al parecer pensaban gastarse o emplearse en la obra hoy trunca y simuladora de embellecimiento y modernización de la imagen urbana de este barrio.

El FONCA dispone de $31 millones 348 mil 567 pesos con 26 centavos, pero de esos recursos solo se están utilizando $ 12 millones 728 mil 836 pesos con 17 centavos, pagaderos a la empresa concesionaria Proyectos Eléctricos del Sureste, donde figura como representante Edgar Alonso Hoil Canul, pero su hermano Rogelio, ex líder de la CANACO-SERVITUR, es quien tiene los nexos e intereses con Jesús Antonio Quiñones Loeza, actual secretario de la comuna, segundo de a bordo  y el que mueve el entramado por órdenes de su jefe el primer edil y todavía vivo puruxista y cuya relación con Hoil proviene desde su filiación y militancia en la Cámara comercial.

De hecho Quiñones, está acusado por el regidor del PES, quien reveló de cuánto y cómo han sido los beneficios que la empresa constructora que regentea el hermano de Quiñones Loeza, ha recibido obra pública de esta administración, aún formando parte de ésta como secretario, que se considera un delito.

Mientras tanto los comisionados de la COTAIPEC duermen el sueño de los justos y en sus laureles. La comuna incumple o medio cumple con sus obligaciones de transparencia del Artículo 5º. Ya que no informa con objetividad, precisión y detalle, el uso que va a darle el ayuntamiento a esos más de 31 millones del FONCA.

Según el acuerdo aprobado por el cabildo subido a la página de la comuna, $16 millones 348 mil 567 pesos con 26 centavos, corresponden a “Remanentes de la administración 2012-2015. Y $15 millones corresponden a la presente administración de Hernández Hernández. Fondos del FONCA puestos directamente en sus manos por la nueva Secretaría de Cultura federal.

Recapitulando, solo poco más de $12 millones de pesos se están empleando en San Román, pero no hay nada de transparencia y los nubarrones se acrecientan cuando el mes de abril, por instrucciones directas de Rogelio Hoil Canul, fue retirado el cartel informativo de la obra, que había sido colocado al inicio del Paseo de los Héroes, detrás del templo de San Román, donde daban a conocer el supuesto monto de inversión, que por razones ocultas se mando a quitar, violando leyes como la de obras y de transparencia, además de procedimientos legales y debidos.

No cabe duda que manos desde Paraguay siguen operando en Campeche.