miércoles, 30 de marzo de 2016


“La política no solo es teatro, sino el mejor de los espectáculos”.

Anónimo

Vivimos tiempos nuevos, inéditos, de nuevos paradigmas y retos que debemos enfrentar con inteligencia y sensibilidad. El periodismo crítico y responsable debe estar al servicio de una sociedad campechana urgida de argumentos serios, reveladores, que le permitan acercarse mejor a la realidad que se enfrenta.

Las columnas políticas parecen haberse agotado, y como el burro de la noria, no se han dado cuenta de la inutilidad, de su servilismo al poder, de su ineficaz contundencia para tratar asuntos de verdadero interés para todos los ciudadanos.

Es necesario el nacimiento de una visión distinta, muy diferente a lo que otros ven. Para nosotros Campeche no está ajeno a los problemas nacionales y mundiales, por el contrario, y a pesar de que somos cerca de 900 mil habitantes distribuidos en 52 mil kilómetros cuadrados, un gran sector de esta sociedad se encuentra marginada y en algunos casos en condiciones muy difíciles de sobrevivencia.

El mapa político estatal, después de la elección del año pasado, por si mismo explica un auténtico cambio de forma y fondo en Campeche. Nuevos políticos, nuevos actores sociales, nuevas reglas de operación social y económica, y nueva manera de enfrentar los graves problemas urgentes.

Estaremos atentos a los hechos cotidianos que ya marchan a seis meses del banderazo de salida, que impactan nuestra economía. No se deben escatimar palabras o adjetivos para ventilar saqueos al erario (federal, estatal y municipal), el robo descarado de rémoras del poder que no dejan fluir las buenas acciones de gobierno. También debe cualquier columnista ser crítico de los mentirosos, de los falsos profetas que anuncian la buena nueva y están apuñalando el futuro de Campeche.

El periodismo necesita nuevas opciones para interpretar mejor los latidos de nuestra incipiente democracia en el corazón de los ámbitos federal, estatal y municipales. Es imperativo categórico equilibrar la balanza en el comentario político. Instinto y objetividad se están perdiendo. Hay que mantener una postura inquebrantable para defender lo que pensamos como justo y verdadero, apegados a nuestros principios éticos e ideológicos, solo así y nada más seremos el fiel de una balanza que demanda la sociedad campechana.


SEGUIMOS NADANDO DE MUERTITO

Cuando iniciaron las vacaciones de Semana Santa y la mayoría de los campechanos y mexicanos buscamos en nuestros cajones el traje de baño para remojarnos en la playa –la gran mayoría en el corredor de lodo con basura que va de la zona de los cocteleros hasta la contaminada salida al mar de una termoeléctrica ya en desuso---, nos da pie a este comentario revelatorio de la crisis económica.

Y vaya que la actual sutuación desnuda a México, un país donde 70 millones de mexicanos están oficialmente bajo la línea de la pobreza y 30 millones no tienen lo suficiente para comer.

Un país que ha producido una de las fortunas más grandes del mundo (Carlos Slim Helú), junto con tantos que claman sobrevivir con un salario mínimo. Un país que ha tocado fondo en el índice global de la competitividad. Cada día más rezagado, cada día más rebasado, cada día más pobre y que se parece a los campechanos de esta capital que nadan desnudos en el “mar” de Campeche, un mar por cierto contaminado, turbulento de suciedad y con un aire viciado como consecuencia de tantos años de corrupción.

Durante décadas el petróleo funcionó a Campeche y México como salvavidas. Ocultó su desnudez y tapó los defectos y desperfectos políticos y con ello financió el letargo. Logramos nadar de muertitos, sin vernos obligados a patalear más fuerte o a dar brazadas más rápidas que otros nadadores en ese mar de mercados emergentes.

Pero la realidad llega tarde o temprano. Ahora comenzamos –desde el año pasado--, a desabrir lo que la “bonanza petrolera” sumergió: nuestra dependencia de un recurso natural no renovable cuya producción se desplomó al igual que los precios mundiales y nuestro peso mexicano ante el dólar.

Nuestra dependencia de las remesas mensuales cuyo envío también cae ante la amenaza en EE.UU. de un orate candidato republicano llamado Donald Trump. México ha sido incapaz de construir motores internos que desaten el verdadero desarrollo económico y alienten la inversión, promuevan el empleo o levanten la marea lo suficiente para que los pobres logren mantenerse a flote y no seguirse hundiendo en la miasma.

Y la culpa no es toda de Enrique Peña Nieto o de sus programas de “combate a la pobreza” o la política social o de crisis financiera, o del desplome de las exportaciones, del alza en el precio de los alimentos. El problema está en otra parte. Es un modelo que privilegia el mantenimiento del corporativismo por encima del crecimiento económico, que enfatiza la distribución por encima de la innovación que genera incentivos para el crecimiento de la economía informal en vez de reducir su tamaño, que premia clientelas en lugar de construir ciudadanos.

Un esquema creado hace más de 100 años con la revolución mexicana que repartía en vez de producir. Un sistema de cotos reservados y monopolios avalados y sindicatos apapachados como es el de Bonilla en el ayuntamiento de Campeche, así como mercados distorsionados. Un arreglo a través del cual se subsidia de manera creciente a los pobres pero no se generan condiciones para que dejen de serlo.

Especialistas, editorialistas, economistas, etc., nos dicen que la razón de nuestro rezago se halla en la persistencia de intereses que han logrado bloquear cambios que harían más productiva y eficiente la economía mexicana. Es la supervivencia de tiburones hambrientos, como supuestamente nadan en la mierda del mar campechano,  y que están acostumbrados a vivir de las rentas petroleras, del gasto público, de los “moches” que seguirán secular seculorum pese a la famosa iniciativa 3 de 3 porque, como decía mi difunto padre –abogado por más de 50 años--, “una vez hecha la ley, automáticamente es creada la maña”. Los primeros graduados de los programas sociales entraron a un mercado laboral deprimido y así se quedaron. “Educador, alimentador y sin trabajo”.

Y no hay trabajo porque no hay crecimiento económico. Y no hay crecimiento económico porque no es el objetivo principal de la clase política. Esto, ahonda la distancia entre México y los demás. La economía mexicana no ha logrado sacar de la miseria a sus pobres. México se quedó en el siglo pasado. Está rezagado en un sistema de derecho confiable y objetivo, en el manejo sustentable del medio ambiante, en la existencia de una sociedad incluyente, preparada y sana, en un sistema político estable y funcional –no es posible que cada proceso electoral lleguen a competir hasta 10 partidos políticos; en los sectores productivos de clase global; en gobiernos eficaces y eficientes; en sectores económicos de vigorosa competencia.

Esto es contundente, son datos dolorosos que se suman a las cifras que algunos como el INEGI y el Coneval, nos retratan de cuerpo entero: hambientos, pobres, enfermos y envejecidos. Necesitamos remodelarnos con urgencia, transformarnos con rapidez. Ponernos traje de ban de cuentasa sin las mañas mexicanas y la rendicila reeleccicon vigor.
 basitamos  elINEGIsectores econsana, en un sistema poltño para dejar la desnudez y nadar en el mar de oportunidades con vigor.

Lo que no debemos de seguir haciendo en Campeche y en todo el país es seguir flotando de muertito. Seguir perdiendo el tiempo, seguir ignorando que estamos en pelotas en un mar pantanoso. Seguir pensando que es necesario replantear los fundamentos de nuestra economía.

La marea descendió en una bajamar estatal y nos atrapó sin traje de baño, pero con un gobierno estatal endeudado casi sin uno de los puentes hacia Ciudad del Carmen, con millares de pobres y una corrupción que raya en lo infinito. Vaya labor que tiene por delante este nuevo gobierno.


BENEFICIARIO Y AUTOR DE LA INVASIÓN DE LA CALLE NICARAGUA.

Sin análisis y violando disposiciones de vialidad y el menor sentido de política pública, el entonces alcalde de Campeche, en un trato en lo obscuro con introductores del mercado de abasto “Pedro Sáinz de Baranda”, materialmente cerró un tramo de la calle Nicaragua, donde se asentaron comerciantes foráneos con todas las implicaciones que esta medida ha tenido hasta la fecha. Hoy, su “consentido” Edgar Román Hernández Hernández, continúa permitiendo esa violación.

Desde que era alcalde y luego como gobernador, Fernando Eutimio Ortega Bernés permitió y fraguó la invasión de la calle Nicaragua, entre Circuito Baluartes y calle Tamaulipas, contigua al mercado principal “Pedro Sáinz de Baranda”.

¿Cuánto beneficio económico debió en su momento representarle al ex alcalde y ex gobernador, “El Purux” Ortega Bernés, esa transa, que a todos luces lo fue?

En los primeros años de la administración del contador Jorge Carlos Hurtado Valdez, Fernando Eutimio Ortega Bernés, desempacado de la Secretaría de Educación del antecesor de Hurtado, Antonio González Curi, fue electo Presidente Municipal de Campeche.

Ya desde los primeros días, según se puede apreciar por un extraño anuncio que emitió, se hizo presente un “pacto” del entonces alcalde hurtadista, con los más poderosos e influyentes introductores de frutas y legumbres del principal centro de abasto de la ciudad, encabezados por los Camacho, que proveen a casi todos esos puestos del mercado Sáinz de Baranda.

Debió haber sido buena la “percepción” de Fernando Ortega para que haya sido necesario que con él se tratara directamente el asunto, y no con los variados subdirectores de mercados del Ayuntamiento, que han pasado uno tras otro, sin que ninguno ni tampoco los alcaldes desde el 2003, hayan osado liberar la calle Nicaragua, pese a la obstrucción ilegal de una vía pública que se observa y a un latente riesgo del físico de transeúntes, clientes y oferentes.

Ningún alcalde ni subdirector de mercados movió un dedo para quitar a la decena de puestos expendedores al mayoreo y menudeo de frutas y legumbres, obviamente, después del visto bueno al más alto nivel, primero como alcalde y luego como titular del Ejecutivo estatal. Ni Oznerol, ni Rosado Ruelas, ni Ana Martha, los tocaron ni con el pétalo de una rosa.

En este aparente soborno, cohecho, se aprecia que, los autores de dicha invasión, carecen del giro de expendedores al menudeo, es decir, no tienen permiso para vender directamente a la clientela, ya que ellos son introductores.

Es el caso de Pedro Camacho un emporio local del mercado más grande de la introducción de la fruta y la verdura, de esta capital. Su misión, de acuerdo con su giro, es la de surtir a los puestos del mercado principal Sáinz de Baranda de Campeche. Y por eso su horario es de las 3 A.M. a las 8 A.M. En todo este tiempo pueden comercializar sus productores, en costales.

Más no pueden vender a granel, ya que ello sería una competencia desleal. La ambición que suele envilecer, sin embargo, de los Camacho, lo impulsó a vender al menudeo, perjudicando a los puesteros y puesteras del interior del centro de  abasto.

Empero, como no habían más lugares en el mercado Sáinz, movieron sus influencias y con su dinero lograron que el alcalde, Fernando Eutimio “El Purux” Ortega Bernés, les permitiera ocupar el tramo de la calle Nicaragua entre la calle Tamaulipas y el Circuito Baluartes.

De modo ilegal, pues estamos ante una obstrucción de una calle, de una vía pública, acto tipificado como un delito en nuestras leyes. Su competencia desleal y el no contar con el giro, ha sido lo de menos para ellos, con autoridades venales como la que al parecer presidió Fernando Eutimio.

Pero Ortega Bernés necesitaba un pretexto para explicar ese ilegal y desordenado además de peligroso uso de una calle aledaña al mercado, la Nicaragua, para establecer ahí puestos que lo mismo expenden al mayoreo y surten a los puestos del interior y del perímetro del mercado, que venden por montoncitos y por piezas las frutas y las legumbres, incurriendo en una competencia desleal en contra de sus propios clientes, bajándoles sus ventas de quienes provee a diario o les vende el producto que los introductores a otras entidades del país o a horticultores del municipio y aún de diversas comunidades rurales del Estado.

Y se le ocurrió al entonces alcalde que: “el señor gobernador, Jorge Carlos Hurtado Valdez, nos ha autorizado 100 mil pesos, para la reubicación de los comerciantes del mercado, de lo que sería la tercera etapa de este sitio”.

Así, el entonces alcalde informó a través de los medios de comunicación que los locatarios de la tercera etapa serían reubicados al área de “La Tórtola”, ubicado al lado este del parque La Alameda y donde hoy opera un tercer estacionamiento del mercado, después del frontal y el del segundo piso del Sáinz.

Sin embargo, la “obra de reconstrucción de la tercera etapa del mercado, nunca inició, ni tampoco la reubicación de los locatarios hacia “La Tórtola”.

Quienes sí aparecieron como por arte de magia, aprovechando el relajo y la confusión que produjo el anuncio falaz del alcalde del inicio de la reubicación de locatarios y la etapa tercera o final de rehabilitación del mercado Sáinz de Baranda, fueron los alrrededor de 10 puestos de los Camacho, sobre la calle Nicaragua.

Ya como gobernador Ortega Bernés refrendó su permisión a la ocupación ilegal y hedionda de la calle Nicaragua convertida hoy en una pestilente hilera ilegal de puestos.

Mientras que Daniel Suárez Vázquez, hoy Subdirector de Mercados del Ayuntamiento de Campeche, subrayó  con respecto a la invasión de la calle Nicaragua por expendedores de frutas y verduras que: “El tema es más profundo”.

El dicho del encargado de los mercados de la Comuna hoy presidida por Edgar Román “El Garo” Hernández Hernández, encierra su enigma.

Pero si repasamos un poco, lo desentrañamos: El principal responsable, y por consiguiente, sin temor a equivocarse, el principal beneficiario, de esa invasión, por parte de los más poderosos introductores de frutas y legumbres del mercado principal de la ciudad, el Sáinz de Baranda, encabezados por los Camacho, es el ex gobernador, Fernando Eutimio Ortega Bernés.

Los ex alcaldes del “puruxiato”, Carlos Ernesto Rosado Ruelas y Ana Martha Escalante Castillo, se hicieron de la vista gorda.

Hoy, no bastaría con el desalojo de la calle Nicaragua y la reubicación de quienes por más de 10 años se apoderaron ilegalmente de más de 100 metros de la calle Nicaragua.

Mientras que nunca se supo qué pasó con los supuestos 100 mil pesos que según el ex alcalde y anterior gobernador, le había “dispuesto” el gobernador Hurtado Valdez; si los desvió para otros fines o si solo se trató de un distractor para colocar a sus protegidos en la invasión de la calle Nicaragua.

¿No será acaso que el pupilo del “Purux” y hoy alcalde, Hernández Hernández no se quedó atrás y ya negoció con los adinerados introductores de frutas y legumbres del mercado?

¿Qué más se puede presumir cuando, en vez de pedir una sanción para quienes ilegalmente y por más de una década ocuparon y comercializaron en formas no permitidas y sin la autorización debida en una calle, en una vía pública? Edgar Hernández anuncia que los reubicará en un lugar “donde no corran riesgo. No más que mayor corrupción heredada por el sexenio trágico de Ortega Bernés.

jueves, 3 de marzo de 2016


DE LA OPULENCIA A LA MISERIA

Ahora, el viento le sopla en contra a la otrora reina de las paraestatales de México. Pemex vive una reestructura interna, un monstruoso recorte de las aportaciones federales, el precio del crudo ronda los 25 dólares, cuando en 2012 llegó a 100 dólares por barril. Hoy todos los accionistas de empresas que prestaban servicio a Pemex, están pidiendo tiempo y clemencia a sus acreedores, pero mientras tanto han paralizado sus actividades en lo que fue llamada “la capital económica de Campeche”. Sin duda alguna el panorama económico es negro como el mismo hidrocarburo que un día encontró a borbotones mar adentro el pescador Rudecindo Cantarell.

Todo parece estar en contra para Ciudad del Carmen. Su esperanza, en un sector en el que la sangre que le inyectó vida, el petróleo, seguira deprimido; en que el peso mexicano va en caída libre frente al dólar americano y las empresas no podrán esperar hasta el 2018 que entrarán a México las nuevas compañías de perforación.

El próximo 15 de marzo habrá un nuevo recorte de personal en Pemex y se despedirá a cientos de sindicalizados transitorios que laboran en diversas áreas de esta hoy empresa. Las orgullosas secciones sindicales 42 y 47 vivirán lo que nunca pensaron en sus largos años al frente de esas agrupaciones.

El verdadero rostro de la reforma energética se muestra ya con la presencia de compañías extranjeras que controlarán todo el proceso por venir. Finalmente la economía que en la isla más poblada de México era buena sufrirá su peor crisis. Los carmelitas tendrán que aprender a vivir una nueva etapa de sus vidas.

En contadas ocasiones abordamos tópicos acerca de lo que está sucediendo en la Isla de El Carmen, por lo que ahora lo haremos con mayor frecuencia en virtud de las oportunidades que nos ofrece la vida para estar allá; esa Isla que siempre ha estado bajo el cobijo y advocación de la Virgen del Carmen, lo que todavía hace un par de meses se gritaba a los cuatro vientos que era “la capital económica de Campeche” y pilar de la economía nacional, generando cerca del 80% de la producción de los hidrocarburos de este país,  hoy vive la más severa de las crisis jamás vista en la historia de la Perla del Golfo (vuelve el fantasma del palo de tinte y del camarón), una crisis que la ha transportado de la opulencia, de la riqueza, de una economía sólida y una política fortalecida por la alternancia en el poder, a la más penosa de las miserias, en donde los tiempos difíciles aún están por llegar.

El 23 de junio de este año, se ajustarán 37 años de iniciada la actividad petrolera en la Sonda de Campeche, con la explotación del mega yacimiento Cantarell, que en su momento fue considerado el quinto más grande del mundo y que por casi cuatro décadas fue la base fundamental de la economía nacional, en donde lamentablemente sólo migajas ha recibido el Estado de Campeche ante esa inigualable riqueza.

La Isla del Carmen ante ese boom petrolero pasó de ser una economía casera producto de la explotación del camarón a una economía mundial, regida por los precios internacionales del petróleo, en donde grandes construcciones, hoteles, restaurantes, franquicias, negocios, empresas y más empresas se observó por muchos años en la otrora llamada Perla del Golfo.

Hoy esos tiempos de bonanza y riqueza han quedado en el pasado, tan sólo basta por caminar por cualquier calle que se observa la oferta de decenas de viviendas y edificios, el desempleo se ha convertido en el común denominador, los hoteles y restaurantes laborando a su más baja capacidad y una zozobra permanente de quienes trabajan para las compañías al servicio de Pemex e incluso para la misma gente de esta ex paraestatal, es decir, de la ahora llamada “Empresa Productiva del Estado”.

En materia política la situación es aún peor, con un presidente municipal panista, Pablo Gutiérrez Lazarus, que no da una, que muchos en El Carmen le dicen que tiene el síndrome de la Pantera Rosa, porque cada que hace algo empeora las cosas, producto de su inexperiencia, de su inseguridad, además de su soberbia y de su falta de tacto y oficio político para gobernar uno de los municipios más complejos de la entidad campechana, en donde desconfía hasta de su propia sombra, por no decir hasta de su propia personalidad.

Inició peleándose con su antecesor, a quien le ha querido fincar responsabilidades sin ser el ente normativo para ello. Integró un gabinete que de origen entró viciado con la participación de Guillermo Zayas González, como Director de la Policía Municipal; ha tenido un sin número de plantones, desde gente de las colonias populares hasta locatarios y sus propios cabildantes.

En el pasado Carnaval, tenemos el ejemplo más claro de su ineptitud, en donde en vez de afrontar y resolver la desorganización de sus colaboradores durante este festejo tradicional, con más de 220 años de antigüedad, le dio la espalda a la soberana de los festejos y a su familia, que asumieron el enorme reto para que en menos de un mes, prepararan su participación, cuando por otro lado, Juan Mendoza Vior, actual dirigente local del PAN y su Coordinador de Asesores, desplegaba todos los recursos disponibles del ayuntamiento isleño, para la coronación de su cachorra como reina del carnaval infantil de Ciudad del Carmen.

Ahora el aprendiz de alcalde, Gutiérrez Lazarus, a cinco meses de iniciada su administración, ha logrado unir a todo el cabildo, no importa que sea del PRI, del PAN o de Convergencia, si, pero en su contra, por la serie de torpezas que momento a momento comete, en donde el actual dirigente del blanquiazul de El Carmen y  coordinador de directores, lo único que ha generado ha sido el rencor, la discordia, el enojo de todos, pero en fin, ya hablaremos más en detalle de ello.

Lo que sí es claro, es que en El Carmen tanto en lo económico como en lo político, se ha pasado de la opulencia a la miseria, en donde desafortunadamente los que menos tienen son los que más caro pagan las consecuencias de todo lo que se está viviendo. En los próximos días vamos a tratar en esta columna cada uno de los temas con más detalle.


LA UNACAR TOCA FONDO.

Los malos manejos, la corrupción, los intereses personales de los ex rectores y del actual, hacen nugatorio que la academia en la máxima casa de estudios de Ciudad del Carmen, pueda despegar y convertirse en la institución educativa que las nuevas generaciones esperan de ella. Mucho se ha dicho de que los malos manejos en la UNACAR, han estado involucrados en una fuerte corrupción a nivel nacional y en la que existe la sospecha de que el Gobierno del Estado que acaba de entregar el poder sabía y participó en ese ilícito.

Aunado a los problemas políticos, sociales y económicos que vive actualmente el municipio de El Carmen, ahora se suma uno más, la crisis por la que está atravesando la Universidad Autónoma del Carmen, en donde toca fondo por la serie de irregularidades que viene arrastrando del pasado y lo que el actual rector le ha sumado, para hacer de la máxima casa de estudios de la Isla del Carmen, un verdadero botín de grupos de interés, en donde se han privilegiado los negocios, pero no así su esencia, que es la academia en la formación de nuevos profesionistas de primer mundo.

Se habla que más de 200 millones de pesos le está exigiendo la Auditoría Superior de la Federación a la Universidad Autónoma del Carmen que encabeza el Dr. José Antonio Ruz Hernández, de quien se pensó que llegaría a sentar las bases para crear la institución educativa que todos anhelan; sin embargo más pronto de lo que cualquiera se pudiera imaginar, se subió a un ladrillo y se mareó, al grado que incluso le mordió la mano a quien por mucho tiempo le dio de comer, a su benefactor, al presidente del Patronato de la Unacar y conocido empresario isleño, Fernando Millán Castillo, quien lo promovió como su proyecto con el compromiso  de llevar a cabo grandes acciones, pero el mismo rector hizo a un lado a quien lo puso para que sea él mismo quien lleve a cabo muchas negocios que permitan excelentes dividendos.

La Universidad Autónoma del Carmen debe sacudirse de una vez por todas a esos grupos políticos que están al asecho de lo que sucede en la Unacar, a fin de ver qué ventajas sacan, tal es el caso de los ex rectores Luis Alberto Fuentes Mena, Eduardo Reyes Sánchez, Nicolás Novelo Noble, Sergio López Peña y el actual rector José Antonio Ruz Hernández, quienes a pesar de ser hombres de negocios aún siguen sangrando a la máxima casa de estudios carmelita con sus pensiones vitalicias que disfrutan cada quincena, por el sólo hecho de haber sido rectores.

Todos quieren seguir ligados a la Unacar, por poner un ejemplo. El ex rector y actual Secretario Estatal de Energía, el Ing. Eduardo Reyes Sánchez, en su afán de seguir teniendo todavía ámplias prebendas y canonjías propuso en el período de López Peña para que hicieran Director de la Facultad de Derecho, a uno de sus alfiles para afianzarse en la Institución, tal es el caso de Eskandar Gánem Hernández, quien más tarde le dieron la secretaría general de la Unacar, el cual en vez de ayudar a las tareas prioritarias de la Institución, se dedica a pasear, pues todo el mes de enero se la pasó en España visitando y conviviendo con viejos amigos, sin importarle que tareas tan elementales como tener al día los libros de actas de las sesiones de Consejo tienen ya varios meses de retraso.

La Universidad Autónoma del Carmen, si en verdad quiere despegar hacia mejores horizontes, debe buscar tener un rector que conozca de fondo los problemas de la Institución, que salga de las propios pasillos del alma mater carmelita, un catedrático que tenga verdaderos deseos de hacer bien las cosas, sin que nunca haya estado metido en la política ni pertenezca a ninguno de los grupos antes mencionados, que goce del afecto y el aprecio de los estudiantes, de los catedráticos, pero además que tenga una vasta experiencia en el ámbito laboral, particularmente de todo lo que se refiere a Petróleos Mexicanos, la solitaria empresa productiva del Estado, para que pueda favorecer a la Institución con estrategias que vayan encaminadas sacar el mayor provecho de la reforma energética y que ponga a la Unacar en un status de clase mundial, que aterrice las cosas, evitando que todo quede en sólo palabras y buenas intenciones, sino que la máxima casa de estudios carmelita trascienda como formadora de las nuevas generaciones para que se incorporen de inmediato a esas empresas que llegarán en busca de profesionistas de primer mundo.


EL JINETE DE LA CORRUPCIÓN, IMPARABLE EN EL MAYOR CENTRO DE ABASTO POPULAR DE LA CIUDAD.

Ante la indiferencia de alcalde y regidores

Diferimos de una caricatura publicada en alguna edición local diaria la semana pasada.

Hay que apuntar que no es necesario arrojar una bomba cuasi nuclear sobre el mercado “Pedro Sáinz de Baranda”, como propone la caricatura evocada.

Sino, más bien nos ha apuntado uno de los locatarios de ese problemático y mayor centro de abasto público municipal popular de la capital campechana:

“Lo que hace falta, no es que nos echen una bomba, sino que las autoridades del municipio, se pongan a trabajar y cumplan con sus responsabilidades”.

Una de esas responsabilidades; nos precisan, es acabar con la corrupción. Alcaldes y alcaldesas han pasado, pero ninguno de ellos o ellas, ha dicho: vamos a arreglar el Sáinz: yo sí voy a corregir lo torcido en el mercado y extirpar los vicios.

Tales vicios, como ya es recurrente anotar, tienen su raíz en la corrupción.

¿Y, qué hará el actual presidente municipal, Edgar Román Hernández Hernández ? hará lo mismo que sus predecesores, o él sí hará lo que prometió en campaña: “meter” orden en el mercado principal de la ciudad, el “Pedro Sáinz de Baranda. Sería interesante que el propio primer edil campechano, respondiera la interrogante.


CORRUPCIÓN DETRÁS DE LOS INCENDIOS EN EL SÁINZ DE BARANDA.

La conflagración la noche del pasado viernes 19 de febrero en el frente del mercado principal Sáinz de Baranda, no fue un simple incendio.
Los incendios en dos puestos frontales del mercado, ocurrido el reciente jueves 19 de febrero por la noche, tiene sus antecedentes y arrastra una cadena de corrupción originada desde las oficinas de la subdirección de Mercados del Ayuntamiento de Campeche, sean priístas o panistas, dependiente esta de la Dirección de Servicios Públicos del gobierno municipal.   


ES SUFICIENTE PARA INVESTIGAR A “GARO”.

El caso es suficiente para iniciar una investigación contra el presidente, Edgar Hernández Hernández, por omisión en el cumplimiento de su deber.

Omisión que va más allá de sus funciones como alcalde, que en todo para eso tiene nombrado a un director de Servicios Públicos y este a su vez a un subdirector de Mercados del Ayuntamiento del municipio de Campeche.

El “Garo” estaría posiblemente encubriendo la corrupción y los antecedentes de ésta; escondidos o pasados por alto, por él como el representante del municipio de Campeche.

Pues el munícipe campechano es responsable, ni más ni menos, como representante del Ayuntamiento, ante la Procuraduría General de la República (PGR), del puesto que se quemó, que estaba en posesión de Jorge Armando Lezama Antonio, quien cumplió dos años de encierro en el penal de San Francisco Kobén, acusado por esa procuraduría, de venta de piratería, corrupción de menores y trata de personas; y, por un presunto acto de corrupción, en el que estaría involucrado José Alejandro Márquez Molina, anterior subdirector de Mercados, Lezama Antonio recuperó el puesto en donde cometió los citados delitos por lo cual le fue decomisado por la PGR. La PGR, al recibir la solicitud de una hermana de Jorge Lezama Antonio, quien se ostentó como la propietaria del puesto en posesión de su hermano, la PGR le negó la devolución del puesto, donde se había cometido el delito.

Entonces, como consta en un escrito de la PGR que obra en poder de Jaque Mate, la dependencia le responde a la hermana de Jorge Lezama Antonio que, no le devolvería a ella el puesto, pero que sí se lo devolvería al propietario del puesto, a quien se lo debe devolver: al Ayuntamiento de Campeche, tal como lo hizo la PGR.

Ya en manos del Ayuntamiento el puesto que la PGR le quitó a Lezama Antonio en un operativo contra delitos del orden federal, como los ya mencionados, la Comuna, vía su subdirección de Mercados, debió proceder a la entrega de ese puesto, que ocupaba Lezama Antonio, a uno de los que con derechos y esfuerzos desde hace años están en la lista de espera de respuesta a sus solicitudes de un espacio o puesto en el principal centro de abasto de la ciudad.

Sin embargo, en indagaciones y conversaciones ha salido la versión, que ya es dominio público en el mercado, que habrían bastado 80 mil pesos y la estancia del anterior subdirector de Mercados, José Alejandro Márquez Molina, para que Jorge Lezama Antonio y/o su hermana o junto con ella, recuperaran el puesto, en el interior del cual se cometieron delitos federales y fue decomisado por la PGR.

Aquí se trasluce una responsabilidad del Ayuntamiento y de su responsable quien es el presidente municipal, toda vez que, por un lado: El “Garo” Hernández se contrapuso a la actuación de la PGR, que consideró como no viable devolverle al puestero delincuente el puesto donde delinquió.

 Por otro lado, Hernández según demostró no le interesan los derechos que tienen los ciudadanos campechanos, que esperan desde hace años una oportunidad de contar con un puesto en el mercado.

Esto lo apuntamos pues el “Garo” es sabedor del los antecedentes y de todo lo que se carga José Alejandro Márquez Molina, anterior subdirector de Mercados. Y es así porque tiene a éste, al parecer corrupto ex mandamás de los mercados municipales, laborando en el propio Ayuntamiento y en la Administración de la que ahora el “Garo” es primer edil.

Más clara no puede estar la responsabilidad de “Garo”. Y habría que aclarar también, por parte del mismo alcalde, los actos de corrupción que se han venido y se vienen cometiendo en la subdirección de Mercados de la Comuna, por parte de los subdirectores y de los Administradores del Sáinz de Baranda.


“EL GARO” CALLA  EXTORSIONES EN EL SÁINZ DE BARANDA.

Por ejemplo, el primer edil no le ha aportado a la Fiscalía General del Estado, ni menos a la PGR con la cual no ha colaborado, sino que ha entorpecido su  labor, el dato de las extorsiones en la subdirección de Mercados del Ayuntamiento, extorsiones que han originado disputas con locatarios que se han negado a pagar las extorsiones, y de que de una de esas disputas se originó el encarcelamiento del Jorge Lezama Antonio, por venta de material apócrifo, cuando casi todo el Sáinz de Baranda se expenden productos variados de esa calidad.

El alcalde, “Garo” Hernández, no le ha hablado claro a la sociedad campechana. Les ha ocultado la verdad a los campechanos:

Que ese puesto que se quemó, en posesión de Jorge Lezama Antonio, que aduce que se le quemaron más de doscientos mil pesos en mercancía, cuando las cortinas de su puesto lucen intactas, ubicado junto al que sufrió el cien por ciento de daños, era y es una “papa caliente”. Y que ahí se han cometido delitos y que la PGR, se lo entregó al Ayuntamiento, después de haberse negado a devolvérselo a Jorge Lezama Antonio, quien hoy orondo lo ha vuelto a ocupar, pasando por alto los derechos de muchos campechanos en espera de ese espacio y de trabajar honradamente en él.

Hoy, José Alejandro Márquez Molina, el anterior subdirector de Mercados municipal quien se dice a cambio de ochenta mil grandes le habría devuelto a Lezama Antonio el puesto que le quitó  y no le devolvió la PGR sino al Ayuntamiento para que este lo entregara, se supone que a gente que no hubiese delinquido ni menos en el mismo puesto, decíamos que el citado funcionario, está ubicado en una subdirección en la Dirección de Gobierno Ciudadano, ex Dirección de Gobernación municipal, como segundo de a bordo del titular de esta dependencia municipal, Luis Hernández Zapata, ex presidente municipal priísta. Hecho que convierte en automático, en cómplice al alcalde Hernández Hernández, de confirmarse el secreto a voces de la razón por la que Lezama Antonio, pillado en delitos federales en su puesto del mercado, recuperó el mismo y la autoridad municipal no tomó en cuenta a quienes esperaban turno.


EXTORSIONES CONTRA LEZAMA ANTONIO.

El pasado 15 de mayo del año 2012, último del trienio del panista Carlos Ernesto Rosado Ruelas, se publicó la siguiente información, en la mayoría de los medios de comunicación en la ciudad, con fotos de un plantón:

“Por intimidarlos, hostigarlos y extorsionarlos, tres locatarios del popular mercado público de la ciudad, el “Pedro Sáinz de Baranda” exigieron a la alcaldesa panista, Beatriz Sélem Trueba, la destitución de José Fernando Pérez Gallegos, como subdirector de Mercados del Ayuntamiento de Campeche, y la del administrador de ese centro de abasto y comercio, Pedro Gamboa Corales”.

Como consecuencia de lo anterior –señala la nota- otros tres locatarios acusaron de las mismas prácticas a los funcionarios del mercado y se plantaron para protestar a las puertas del Ayuntamiento de Campeche. Uno de ellos --David Silva Ramírez-- encadenado, además de Jorge Lezama y otra que se identificó como Doña Alicia.

Continúa la información: “Los manifestantes demandaron a la presidenta municipal un nuevo subdirector de Mercados y nuevo administrador del “Pedro Sáinz de Baranda”.

“Entre las pruebas –prosigue--, mostraron fotografía donde aparece Pedro Gamboa, hostigando y tomando fotografías a cierta distancia a la persona y al puesto del locatario Jorge Lezama, porque éste se niega a pagarle una suma que le exigieron de dos mil pesos, solo por poner música en el puesto, lo cual es una práctica común en los locales de ese mercado.

“Los locatarios pidieron el apoyo a la gestora estatal, integrante del Comité perredista en el Estado, Miriam Brito Peña, quien sin embargo, acusa que fue insultada por el subdirector de Mercados, quien la minimizó: “Ninguna lideresa de quinta me va a mover el tapete”, a lo que Brito Peña le exigió respeto a Pérez Gallegos, aclarándole no ser lideresa, sino gestora estatal”, dice además la información reportada.

Brito Peña acusó al subdirector de Mercados y al administrador del mercado, Pérez Gallegos y Gamboa Corales, de extorsionar a un grupo de locatarios, ya que les exige que paguen multas de dos mil pesos en adelante”, asimismo.

“Desde que a Pérez Gallegos lo bajaron de Champotón para nombrarlo subdirector de Mercados del Ayuntamiento de Campeche, ha estado exprimiendo y amenazando a los locatarios”, denunció –la perredista-.

Pérez Gallegos está convertido en el azote de un grupo de locatarios, se ha ganado el repudio de los comerciantes y pedimos a la presidenta municipal, Beatriz Sélem Trueba, que lo cambie porque está encaminado a ser otro Rosado Ruelas cualquiera y mucho peor aún, porque éste tiene a un ejército de inspectores manejados por el administrador, para explotar más a los locatarios del mercado “Sáinz de Baranda”, puntualizó.

Claro que, Pérez Gallegos, no hizo absolutamente nada que no hubiesen hecho o hayan estado haciendo sus antecesores en el cargo, antes de que él llegara nombrado por Rosado con quien laboró en el área contable en el Ayuntamiento de Champotón con el panista Jorge Castro Sandoval “El Platanito”, quien perdió en su segundo intento de conseguir ese municipio a manos del hijo del cacique pesquero Raúl Uribe.

¿Seguirá “Garo” los mismos pasos de corrupción de sus predecesores en el cargo? ¿O les seguirá ocultando a las autoridades investigadoras del incendio, la verdad detrás de ese siniestro? Más adelante expondremos el caso de María Victoria Pérez, la dueña del puesto que se quemó en su totalidad, pero que al parecer, o fue inducido, o una posible venganza, por lo pronto, parece que muy poco producto se perdió, pues la afectada solo dio un paso al frente y colocó del otro lado del pasillo, gran cantidad de venta, que supuestamente se le había consumido.


EL ACOSO DE “GARO” A VENDEDORES DEL CENTRO: SERVILISMO A UN SECTOR.

Más tardó en llegar Edgar Hernández a la presidencia municipal que iniciar el pago de facturas al sector empresarial. Comenzó la persecución –ilegal en varios aspectos--, para echar y robarle sus productos a todo aquel vendedor que pase por el Centro Histórico y más aún que ose detenerse un momento para ofrecer cualquier cosa que venda y, con ello, al mismo tiempo su defensa de los intereses monetarios y comerciales de los empresarios, que lo apoyaron para costear su campaña, pues hubo de echar mano del derroche ante su impopularidad electoral.

Sabedor convencido de que lo suyo no es la identificación ni compatibilidad común con la sociedad, el “Garo” se lanzó contra cualquier humilde vendedor que camine en el Centro Histórico, incluso en sus linderos y cercanías. Inmisericorde, pero también dejando muchos cabos sueltos. Ordenó decomisos de cuanto producto representa una competencia “desleal” para el comercio establecido, aglutinados en el Consejo Coordinador Empresarial, de extracción y corazón netamente tricolor.

Gestionó y ordenó dejar caer a la policía y al personal de ingresos del municipio contra los vendedores ambulantes.

Con esto incurrió en otro acto que vemos ilegal,  investir de policías a los trabajadores o personal de la subdirección de Ingresos del Ayuntamiento, quienes a la fuerza o acompañados de los uniformados detienen, arrebatan pertenencias a los vendedores, suben todo lo sustraído a una camioneta y lo llevan al Palacio Municipal ante miradas curiosas unas indiferentes otras de quienes atestiguan los operativos no exenta de abusos, excesos, ilegalidades e indebidos procedimientos.

Edgar Hernández, se muestra impío contra la  noble carita que enseñaba durante el período de campañas electorales, pues no ignora que difícilmente alguien volvería a votar por él.