domingo, 25 de abril de 2010

Jaque al pastor.

SE ACOMODA EL TABLERO

Guerra anunciada no mata soldados. Efectivamente no mató ningún soldado pero si se echó un general que aunque jubilado no deja de ser milite con experiencia y cierta capacidad estratégica. Me refiero a la renuncia del general Héctor Sánchez Gutiérrez, secretario de Seguridad Pública y Protección a la Comunidad, quien hizo válido aquel refrán de que “cuando el río suena…” que se había escuchado desde semanas atrás.

Sánchez Gutiérrez, entró por la puerta grande un 15 de septiembre de 2009 y habían grandes expectativas sobre su actuación luego del gris desempeño de su antecesor. Todo indica que las fuerzas políticas de los grupos que rodean al gobernador del Estado han iniciado la ofensiva para tomar posesión de lugares estratégicos en el gabinete y que nada mejor que una dependencia que maneja un gran presupuesto y que le restó a la Secretaría de Gobierno más de la mitad de los recursos y por si fuera poco las asignaciones federales que han ido en aumento por la lucha contra el crimen organizado implementado por el Gobierno Federal; por si no obstara los reclusorios quedaron también en manos de Seguridad Pública.

¿Quién había visto disminuir su fuerza política? Obviamente el titular de la política interna William Roberto Sarmiento Urbina, que con la salida del general comienza a mover sus fichas en jugada claramente de estilo posicional, en contraposición a jugadores tácticos. Sarmiento Urbina, se ha comido de golpe al rey contrario, habiéndolo bloqueado previamente con un caballo para que no pudiera moverse y haberlo rodeado de sus propias piezas, en una partida de ajedrez muy corta que terminó en mate y que al general lo agarraron como al tigre de Santa Julia.

El caballo en esta jugada era Jackson Villacís Rosado, llegado a esta su tierra luego de largos años de prepararse y trabajar en otras entidades. Su inclusión fue casi inmediata luego del desafortunado asunto que dejó el homicidio imprudencial del taxista en Ciudad del Carmen y otros casos todos ellos relacionados con el crimen organizado, donde los resultados fueron menores al despliegue y fuerzas utilizadas.

Al general le faltó suspicacia, teoría y conocimiento de la forma como se mueve la política en Campeche y se piensa que su mecenas lo estuvo apoyando en los primeros meses, pero al parecer el milite tenía “su propia agenda” y la estaba cumpliendo, hay que pensar que los soldados tienen un cerebro educado para la estrategia, ataque y defensa, pero no para los vaivenes políticos y lo perdió que los roces con Sarmiento Urbina, “hasta por quítame estas pajas” fueron desgastando su imagen con el gobernador. Y tanto va el cántaro al agua… ciertos enfrentamientos fueron también por “colaboradoras” como por ejemplo Perla Karina Castro Farías, subsecretaria que chocó en varias ocasiones con el general por negociaciones en asuntos de centros de readaptación social. Esta persona no es política y todo lo quiere arreglar conforme a derecho.

Y lo que son las cosas. Resulta que quién está sumido en hondas reflexiones y con retortijones es Juan Gabriel Avila Ordóñez, que fungía como el segundo de a bordo y con el cambio que supuestamente a él le correspondía se quedó como las novias de pueblo. Pero debe recordar Avila Ordóñez, que la política es de tiempo y circunstancias y su suerte cambió al momento de que su “gallo” fue revolcado en dos ocasiones en la liza política. La primera en la lucha por la gubernatura y la segunda en la búsqueda de la alcaldía de la capital. Su abierto proselitismo a favor de Carlos Felipe Ortega Rubio, era notorio y en algún momento hasta se enfrentó a las corrientes que convergían a favor del actual gobernador. No lo echó en saco roto.

Sánchez Gutiérrez, -que por cierto ya tiene trabajo en otra dependencia fuera del estado- no es una perita en dulce pero Manuel Andrade Díaz, lo había aleccionado sobre la forma sui generis de los campechanos. Pero Campeche no es Tabasco y los tiempos en materia de seguridad pública han roto con todos los pronósticos. Ningún estado del país está libre del flagelo que significa el crimen organizado y ciertamente Mr. Jackson tiene una buena currícula, pero habría que darle el beneficio de la duda. Su evaluación comenzará en el próximo conflicto grande que amenace la seguridad de los campechanos.

En cuanto a William Roberto, sabe perfectamente que el tiempo corre vertiginosamente y su cargo como responsable de la política interna es de diario desgaste ante una oposición que no se queda quieta y que la tiene tan cerca como la pared de enfrente. Su imagen debe ser de más conciliación y no hacerle caso a quienes le venden la idea de que al enemigo hay que acabarlo. Cuidado, ese error ha perdido a muchos y la política, la buena política puede darle mejores frutos que el enfrentamiento cotidiano, porque además, un día sí y otro también los problemas revientan en el Palacio de Gobierno en figuras de plantones, por un tejido social desgarrado por casi 30 años de liberalismo social, años de engaño y crisis económicas sucesivas acrecentadas por casi una década de insensibilidad federal.

Bien claro tiene Sarmiento Urbina que el ejercicio del poder y la autoridad desgastan, y aquí es donde se reflexiona. Algunos políticos confunden el fin con el medio. Acumulan como viudas su popularidad, sin darse cuenta de que, como cualquier ahorro, la popularidad es para gastarse. Al menor síntoma de pérdida de popularidad debe emprenderse alguna acción espectacular para reponer los puntos perdidos. Sobreviene la gracejada mediática. La consulta de cómo transitar cerca del poder del titular del Ejecutivo Estatal sin quemar las alas.

Lo malo de los nuevos políticos –de todos los partidos- es que practican un juego de posguerra. Tienen claro el desastre que están provocando y creen, absurdamente, que quien sobreviva a él podrá quedarse con el dominio del cascajo, del desastre. Juegan su popularidad y capital político, no al acierto propio, sino al error del contrario; a la eliminación del adversario. No quieren convivir, quieren sobrevivir. Y eso no es una democracia. Seguir en el juego de aspirar al poder para guardarlo y demostrar lo que es no poder, le puede costar muy caro al estado y desde luego a la clase política.

Jaque del león.

CAE LA LANZGOSTA EN LA UAC

Esta semana que concluyó se celebró en todo el mundo El Día de la Tierra, un himno a la conservación del entorno que el hombre ha ido destruyendo en su camino hacia el progreso. La Universidad del Sudeste, antecedente de la actual Universidad Autónoma de Campeche, fue una de las obras más deseadas a finales de la década de los 60s cuando gobernaba la entidad el coronel José Ortiz Avila, quien encargó a su arquitecto de cabecera Joaquín Alvarez Ordóñez, lo que soñaba con que fuera la catedral del saber en esta parte de México, supliendo totalmente al laureado Instituto Campechano. Desafortunadamente, los vecinos que tenemos son tan egoístas que no permitieron su crecimiento y por el contrario crearon todo tipo de institutos, escuelas y universidades que incluso se llevan a gran parte de la juventud campechana con recursos económicos que les permiten estudiar fuera de su tierra.

A lo que voy es a que yo trabajaba a escasos metros de lo que fue la construcción de la U.del S., ya que me encontraba en la construcción de la Unidad Habitacional Héroes de Chapultepec, mejor conocido como el FOVI. Resulta que Alvarez Ordóñez, tenía como consigna NO TIRAR NINGUN ARBOL y por ello levantó sus proyectos bajo ese esquema de construcción. Los árboles que se encuentran en las inmediaciones de la UAC no son como señala en su comentario en facebook el joven Pablo Rocher, vegetales de 30 años de vida, sino que muchos de ellos tienen más de 50 años de vida y que crecieron en forma silvestre.

El cambio climático es una realidad, el estío viene muy devastador contra flora y fauna, Campeche tiene los más bajos índices de lluvias en lo que va del año, la producción de miel ha sido afectada en más del 50 por ciento y por ello las abejas están emigrando. Este es el panorama nada halagüeño en muchas décadas. Pero la rectora de la Universidad Autónoma de Campeche ordenó a sus subalternos que se iniciara la poda de 234 árboles que son un pulmón de oxígeno y sombra en tan difíciles meses por venir.

La orden dada nunca fue aclarada y menos supervisada, pero hay una regla de oro en materia de administración que dice que “la autoridad se delega pero la responsabilidad se comparte”. Adriana del Pilar Ortiz Lanz, acaba de cometer un ecocidio con más de 20 árboles frondosos de la UAC, que dejaron desolación e insolación en cientos de estudiantes que diariamente se cobijaban de los fuertes rayos del astro rey bajo la sombra de los añosos árboles. A la fecha Ortiz Lanz, no ha querido dar la cara a la opinión pública y a los estudiantes universitarios por tan lamentable medida tomada sin la mínima reflexión. Todos esperan un castigo ejemplar en su forma de actuar, ya que la UAC no es de su propiedad y su poder político quedó en el sexenio pasado, donde se dio el lujo de desplazar a una mujer que si había trabajado por la Universidad.

El pasado miércoles cerca de 250 alumnos de la UAC realizaron un plantón en los bajos de la rectoría en protesta por la tala de árboles. Pese a las amenazas de directores de facultades –con algunas honrosas excepciones- se manifestaron enojados por “la mochada que no poda” hacia los añosos árboles. El vocero de la rectora, tuvo el desparpajo de señalar que no tiene argumentos sobre el proyecto (?) que se está realizando y que sólo los biólogos saben de que se trata este programa.

Los estudiantes de Bioquímica negaron repetidamente que los árboles se encontraran contaminados por plagas, bacterias o virus como vendieron la idea las autoridades universitarias, por otra parte pidieron a la rectora un programa de reforestación y no al revés, ya que están destruyendo el único pulmón natural con que cuentan en la UAC.

Algunos estudiantes señalaron a los medios de comunicación que la rectora debe de tomar un curso básico de flora y fauna para que sepa la diferencia entre podar y talar árboles. Si todo se debió a preparar alguna obra futura o a la instalación de cámaras de video y que las ramas estorbaban había forma de solucionar el problema. Mataron de golpe flora y fauna, algunos tucanes que ya habitaban en las copas de los árboles desaparecieron quizás para siempre, al igual que pajarillos como zenzontles, xtacayes, toj´s y cahuises que con su algarabía al amanecer y atardecer le daban vida a esa zona. Los alumnos piden un informe detallado de las causas que motivaron esa arbitraria actitud de Ortiz Lanz.

Por su parte la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y su reglamentación en la materia establecen las sanciones a que se hace acreedora la rectora universitaria.

El asunto lo han medido muy bien y hay hermetismo esperando que pasado los días se olvide el problema, pero los estudiantes han usado Facebook para manifestarse abiertamente. A continuación transcribo algunos de los comentarios de estos jóvenes a los que les damos la razón, porque la rectora vive en aire acondicionado (de su oficina, a su vehículo, a su casa y viceversa).

“Todo x Campeche Verde: El comunicado de la UAC ha sido desmentido por la secretaría de Ecología. Esa tala, no fue la poda que se les autorizó”.

“Emily Pérez Barrera: ¿alguien ha visto los perritos que vivían en la UAC??? ¿¿¿???...hoy no vi ninguno…y no dudo lo peor…hay que averiguar!!!”

“Todo x Campeche Verde: felicitamos al cuerpo estudiantil de la UAC por manifestar su descontento de manera pacífica contra la tala que se perpetró en la Universidad, son el verdadero capital humano de la UAC y esperanza para el futuro. Nos llamó poderosamente la atención la ausencia, salvo contadas excepciones, del cuerpo académico. Aparentemente el temor impidió que públicamente revelaran su postura metiendo la cabeza en un hoyo”.

“Abel Neftali Ek May: la directora de la Ermilo no nos dejó ir para allá, nos amenazó!!!”.

“Silvia Chan: alumnos de la facultad de ciencias químico-biológicas: biólogos, ibq y químicos es una pena que nuestro propio presidente de la sociedad de alumnos no respetó nuestro derecho de expresión, estoy enterado de buena fuente que esta persona anotó a todos los que confirmaron su asistencia a la protesta en esta página y se la entregó a la directora de nuestra facultad, acto estúpido y descalificable al que al menos yo no temo de represarias, entérense de a quien tiene liderando nuestra sociedad ¿qué no es el que tiene que defender nuestros derechos y sobre todo RESPETARLOSSS”.

“Claudia Aviles: Lo que en verdad falta es respeto, por los alumnos, por los maestros y trabajadores de la UAC, por la flora y fauna que se depredó y respeto por los árboles que llegaron primero en la UAC”.

“Alba Chuc: eso no es poda es una mutilación!, sólo quedaron troncos heridos… por más que intento no logro encontrar fundamento alguno que justifique esta falta de sensibilidad y de cultura, por muchos años estos árboles lograron coexistir en la estructura universitaria sin perjudicar, sino por el contrario, brindando múltiples beneficios, esperemos que con suficiente agua y nutrientes, logren subsistir”.

“Carlos Adrián Fuentes: bueno entonces yo agregaría que la rectora se dedique al menos a podar unos cuantos árboles no? Sin su firma no hubiera pasado esto no cree? Y obviamente todos los que estuvieron relacionados”.

“Josimar De Souza: una prueba más de la ineptitud de la rectora…Maldito nepotismo!”.

“Muxe Ecdqemsd: el asunto es…sanciones pagadas por la universidad, yo estoy en contra de que, además de ser víctima de su pendejadas tengamos k pagarles, por eso estoy en contra de que se le ponga una multa a la uni o que se vaya a plantar árboles… si multan… pues la multen directamente a la rectora, o que los planten ellos”.

Hasta ahí los comentarios de los jóvenes universitarios que suman decenas y que algunos son mucho más fuertes en contenido.

Por su parte la Secretaría de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable (SMAAS), determinó aplicar con rigor la ley a la UAC, conminarla a una compensación ambiental y una multa económica por un monto aun sin determinar. En una revisión primaria se observó que fueron talados árboles de las variedades de cedro, chaká, ficuos y flamboyanes y que se destruyó el hábitat de ocho tucanes, especie en peligro de extinción.

Yo agregaría que la mejor multa es que la rectora baje de su nube elitista y acompañada de su marido Alvaro Arceo Piña, siembre diez tantos más de los árboles que depredó. Ahh y por favor, que lo haga a las 12 del día, sin sombrero y sin tomar agua.

Y si los universitarios quieren un mejor ruido todo lo que necesitan es ponerse en contacto con grupos ambientalistas internacionales como Green Peace y World Wide Watch, que monitorean y protestan por crímenes ambientales como el que se cometió en la UAC.

Jaque al descubierto.

MENTIROSOS, MENTIROSOS

¿Se acuerdan del mentado viaja a Boston, Massachusetts, Estados Unidos del joven Uribe Haydar, secretario Estatal de Pesca? Pues bien, resulta que todavía tiene cola el mentado viaje porque hace unos días un grupo de armadores que quieren el anonimato porque no buscan enfrentarse a otros compañeros armadores, dijeron que la venta del camarón que con tanto bombo y platillo dieron a conocer el mes pasado nunca se dio en Boston.

El crustáceo campechano que se dice era entre 300 y 500 kilos y que se había destinado para la Feria Internacional de Pescados y Mariscos de Boston, estuvo de pésimo antecedente porque el producto destinado para presentación y promoción que señalaron Uribe Haydar y Laureano Ceballos, nunca ofrecieron el camarón que sirvió para cerrar las operaciones de venta por más de 16 millones de dólares.

El “secretito” fue dado a conocer por importantes miembros de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canainpesca) Delegación Campeche, quienes en su comentario a un medio de comunicación peninsular pidieron guardar el anonimato para evitar una confrontación entre armadores, pero que era necesario darlo a la opinión pública para que sirva de escarmiento y no se vuelva a suceder.

Lo que realmente pasó es que Campeche fue por primera vez a Boston pero no pudo dar muestras del producto porque los cientos de kilos de camarón rosado llegaron podridos.

Campeche hizo “el oso” en Boston porque el producto no pudo exhibirse nunca, pero no lo dijeron ni a los otros armadores ni a las autoridades federales y estatales de pesca.

Este viaje resultó un fracaso al momento en que la cerca de media tonelada de camarón rosado, enviados a los Estados Unidos, debido al mal manejo y a la falta de refrigeración se descompusieron. La responsabilidad de este traslado cayó en el personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASIICA), organismo dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el producto fue entregado en Campeche en buen estado, bien congelado y refrigerado.

Los problemas iniciaron al momento en que el camarón llegó a la Ciudad de México, el mal manejo de SENASIICA que no lo colocó en los lugares adecuados y con la temperatura de un producto que requiere refrigeración constante, ocasionó que todo se fuera a viajar podrido. El producto se descompuso desde la capital del país y aún así los irresponsables empleados federales lo enviaron a Estados Unidos, a Boston, para ser más precisos.

Las pérdidas fueron superiores a 200 mil pesos tanto en producto como costo del traslado, pero lo peor fue la imagen de Campeche y más aún que Uribe Haydar, Laureano Ceballos y acompañantes digan que las 120 o 150 toneladas que se vendieron a empresarios americanos fue producto de la participación en esa feria.

Lo que cuesta trabajo entender es la complicidad en la que cayeron autoridades de pesca y armadores de Campeche al ocultar el hecho. Además, la fuente señala que los empresarios Don y Tomy de Estados Unidos, no es la primera vez que vienen a comprar a Campeche, lo que sucedió es que el Secretario Estatal de Pesca, habló con los armadores y pretendió pararse el cuello y quedar bien con su jefe el Gobernador del Estado, por ello habló y convenció a los demás armadores (no a todos).

Los empresarios de la pesca están que trinan pero los convencieron de que no hicieran ruido. Lo peor es que un fracaso lo quisieron convertir en éxito, porque la realidad fue que esa venta nunca se hizo en Boston.

Los mismos armadores esperan que la próxima Feria Internacional del Camarón que se realizará en Bruselas, Bélgica, las cosas se hagan bien porque ya no quieren seguir haciendo el ridículo en este tipo de eventos. Además, más vale una vez colorado…ya que la culpa, la verdadera culpa fue del gobierno federal, que deben estarse muriendo de la risa, viendo como los cangrejos campechanos se desbaratan entre sí.

domingo, 18 de abril de 2010

Jaque al pastor

DEL CLOSET A LA TUMBA

Luego de cerca de 30 años, seis lustros, tres décadas o si se quiere del paso de seis gobernadores del Estado, a la fecha hay muchos crímenes que se han quedado en la impunidad. La justicia se ha torcido y el tiempo se ha encargado de echarle el polvo del olvido, pero el pueblo que siempre tiene memoria recuerda, reflexiona y saca sus propias conclusiones.

Todos recordamos los sonados casos de los dos extranjeros (uno norteamericano y otro canadiense llamado Paul Fortier) y del maestro de baile y teatro Manuel Dodero Sosa “El güero”, quien fue asesinado cerca de un balneario que se ha puesto de moda. La familia del occiso buscó incansablemente justicia y nunca la obtuvo y el clásico carpetazo selló como lápida de mármol una verdad que todavía el pueblo sigue comentando.

Platicando la semana que nos antecede con un familiar del maestro de baile, nos decía que hace unos años buscaron consejo jurídico y un abogado de prestigio les dijo que si el asunto tuvo orígenes políticos era probable que nunca se investigara a fondo, y que incluso no se tomara en cuenta ni el artículo 97 constitucional, para crear un cuerpo de investigación.

Pero vamos por partes, los crímenes políticos se suceden con frecuencia en regímenes con tendencias dictatoriales, en Ejecutivos federales o estatales, donde la ley es violada y sesgada a favor de una de las partes. Por la acumulación de evidencias y datos que merecen una lectura cuidadosa, la revisión (si la hubiera) de una solicitud se estrellará una y mil veces ante los órganos encargados de procurar justicia.

Una cosa tienen en común esos tres crímenes: en todos los casos los occisos eran homosexuales y también en los tres casos estuvieron de por medio altos personajes políticos. Desde un principio existieron graves responsabilidades que demuestran que la autoridad que tenía la obligación de investigar, no lo hizo y, que por el contrario, hubo desaparición de objetos materiales que contaminaron las escenas de los crímenes.

En el caso del arquitecto que trabajaba en las oficinas que están en la Plaza Moch Cohuo, su desaparición física llevó aparejadas hasta las cartas y documentos que tenía en el lugar donde laboraba. Se dijo –y así se sigue repitiendo- que su cuerpo, luego de ser asesinado fue tirado al mar en aguas profundas y con pesadas cadenas con que fue amarrado. El cuerpo nunca apareció y se cumplió aquello de que no hay crimen sin cadáver.

El otro, Paul Fortier, un maestro de inglés de origen canadiense que tenía su academia en los altos de un edificio al lado de la Zapatería Canadá en la calle 10 del Recinto Histórico, fue encontrado una mañana con múltiples puñaladas que le causaron la muerte. Las evidencias conforme el caso fue avanzando desaparecieron; sin embargo una persona de conocida familia campechana fue “encontrado” responsable del crimen y aunque siempre lo negó su destino fue la cárcel ubicada en la calle 63 entre 16 y 18 de esta ciudad, donde contaba que iba pronto a salir y que era “un chivo expiatorio”, para ocultar el crimen político, ordenado desde las altas esferas del gobierno en turno.

Todavía en ese régimen político se dio otro intento de asesinato en la figura de Luis Opengo López, un joven abogado al que incluso le dieron el tiro de gracia. Estas son las horas de que esta persona vive aun y que durante muchos años ha callado siempre las causas que motivaron su intento de asesinato. El hoy flamante rector del Instituto Campechano, Ramón Santini Pech, era precisamente el secretario particular del Secretario de Gobierno que supuestamente ordenó “las investigaciones de esos crímenes”.

Finalmente, años después se daría el último caso en la persona de Manuel Dodero Sosa “El güero”, quien incluso era casado con la artista cubana Raquel Olmedo. El suceso despertó un mayor número de indagaciones propias, de comisiones coadyuvantes de investigación, pero aunque todo ello apuntaba a que la autoridad violó la certeza jurídica, se trató de otro crimen político.

En los tres casos de los crímenes e incluso el del ejecutado con el tiro de gracia el fondo fueron diferencias irreconciliables entre homosexuales y una marcada homofobia de un gobernante campechano. Las alteraciones de las investigaciones y de las escenas de los crímenes, la desaparición de evidencias, la falta de detenidos (salvo el “chivo expiatorio”) dejaron flotando muchas interrogantes como por ejemplo ¿cómo se supo que al arquitecto se le hundió en la bahía de Campeche? ¿porqué desaparecieron todas las cartas y correspondencia del maestro de inglés? ¿porqué a Dodero un comandante le aseguró a la familia luego de intensa búsqueda que ese día lo iban a encontrar, además de que nunca apareció el Volkswagen azul que era propiedad del occiso? ¿porqué no se investigó el seguimiento y vigilancia de dos personas fuereñas que estuvieron frente a la casa de Dodero, durante los días previos a la desaparición de esta persona?

En un Estado de derecho en el que supuestamente vivimos, la impunidad resulta lesionar no sólo a la parte afectada sino que corrompe las instituciones y empuja a los pueblos a la barbarie. Los campechanos hemos buscado erradicar esa impunidad que nos lesiona como seres humanos, pero la política, el poder y los intereses realizan acciones agresivas que nos siguen poniendo en riesgo. Los campechanos pese al tiempo transcurrido y que algunos de los protagonistas y dos de ellos señalados como los autores intelectuales ya se encuentran en las praderas de Manitou desde años atrás. Escaparon al castigo de los hombres ¿pero al de Dios?

Lo curioso es que el delito de homicidio se persigue de oficio, se considera un delito grave y el Estado tiene la obligación de perseguir, atrapar y castigar a los responsables. Con ello garantizan al pueblo acciones que mantienen la seguridad pública, el respeto a las garantías individuales y de unos años a la fecha a los derechos humanos. El Ministerio Público debió actuar con estricto apego a la ley y torció la justicia al caer bajo el peso del poder político.

El asunto a tantos años de distancia se antoja como que este columnista la fuma verde, pero cuidado, estamos viendo que ciertos sucesos actualmente están llevando un camino equivocado y prevalece la homofobia en nuestro medio. Esto es un campo propicio para que se desate como en ese entonces agresiones que partan del mismo lugar en que se dieron los ejemplos mencionados.

Sin ahondar demasiado en los sentimientos de la familia del campechano desaparecido y luego encontrado masacrado (de los extranjeros nunca se supo mayor información), se tiene la certeza de que la orden vino de una persona muy poderosa que se consideró un cacique de Campeche y que para proteger a su hijo –aparentemente del mismo modo de vida del asesinado- desapareció al maestro de baile, quién desafortunadamente tenía un grave defecto: le gritaba a cada quien sus verdades. El punto de quiebre del crimen se dio al parecer en el Hotel sihó Playa, donde se efectuó una fiesta donde actuaron las artistas Chabela Vargas y Lupita de Alessio, y que al calor de los tragos se suscitó una fuerte discusión entre el occiso y el hijo del político. Incluso se mencionó que un conocido abogado conectado con actividades culturales en nuestro medio dio a conocer su opinión sobre quién había sido el autor intelectual y, por ello, tuvo que salirse del país hacia Miami, Estados Unidos, para evitar represalias.

Esto no quiere decir que el Ejecutivo en turno en esos años sea totalmente inocente y que una persona a la que apodan “El Yerberito” haya sido el autor intelectual, pero si callaron y nunca denunciaron para perseguir y exhibir a los verdaderos culpables.

Y en esto de abrir investigaciones nada se ha vuelto a saber del asunto y hasta ahora el homicidio quedó impune. Jamás se supo en qué pararon las investigaciones en las que incluso intervinieron criminalistas de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, enviados por el entonces titular Renato Sales Gasque. De pronto se echó tierra al caso, carpetazo clásico, y aquí no ha pasado nada. Pero es el caso que no se sabe si todavía opera la prescripción legal del delito y en cualquier momento puede reaparecer.

El derecho a la verdad para los campechanos exige la determinación de la más completa verdad histórica posible, la cual incluye la investigación de los patrones de actuación conjunta y de todas las personas que de una y otra forma participaron en lo ocurrido.

Es fácil para el que manda, hacer “historias” a su gusto, con el papel y la tinta del gobierno, y dando empleos para callar bocas. Cuando el gobierno es espléndido sus jilgueros son geniales; pero cuando es avaro tiene que conformarse con los lisonjeros de oficio, que pasan de gobierno a gobierno, incensando hoy al que negarán mañana, y sirviendo los mismos temas en los mismos medios.

Los adictos repiten la conseja de que una vez que se ha logrado inculcar al pueblo una idea, nadie es capaz de destruirla, aunque resulte evidentemente falsa. Esto viene al caso por lo que muchos campechanos han creído que sucedió en el crimen de Dodero. Unas veces las rectificaciones comienzan pronto, en cuanto cesan los obstáculos que impiden su explanación; otras veces tardan mucho, pero la verdad triunfa siempre.

Y estamos en un tiempo en que un crimen como el de la pequeña Paulette Gevara Farah, sigue levantando opiniones, pero este homicidio “haiga sido como haiga sido” es igual de punitivo como el del taxista de Ciudad del Carmen, donde parece que el tiempo se detuvo y los culpables materiales e intelectuales siguen sin pagar su culpa, amén de que el procurador general de justicia del Estado, Renato Sales Heredia, parece haber encontrado la paz del Nirvana. Nada en ese lugar y en El Carmen se mueve para otorgar justicia pronta y expedita. Eso no es justicia y menos solidaridad.

Jaque del león

COMPETENTE PERO AMARRADO

Yo la quiero mucho, fue compañera de trabajo en los años 90, cuando ambos laborábamos en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Profesionista destacada, amable, dedicada y minuciosa hasta la pared de enfrente al momento de analizar cada asunto jurídico de su competencia. Pero, salió de ese lugar y comenzó a hacer política, llegó al Congreso del Estado como diputada plurinominal y al salir en la clásica operación “chapulín” de cada tres años su antecesor se quedó como Presidenta de la Gran Comisión de mayoría priista. Fue la encargada de tomarle protesta aquella alborotada mañana del 15 de septiembre de 1997 a José Antonio González Curi, como nuevo gobernador del Estado. Tuvo que gritar a voz en cuello porque las huestes de Layda Elena Sansores San Román, que se encontraban atrincheradas en el hotel Baluartes impedían escuchar lo que en la Plaza de la República se decía ante unos miles de campechanos en la toma de posesión, donde Jorge Salomón Azar García, dejaba en medio de una resistencia –que nunca fue pacífica- el poder. Allí probó Margarita Rosa Alfaro Waring, que nada es irremediable, salvo cuando dimiten la inteligencia y la voluntad.

Su paso por la Secretaría de la Contraloría en el sexenio pasado fue gris. No llegó a pescar ni un bolín gordo. Y su actuación quedó para la historia.

Hoy, en esa misma dependencia despacha Miguel Angel Sulub Caamal, uno de los amigos más cercanos y de la absoluta confianza del gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés, un joven que ha tenido un comportamiento meticuloso y apegado a derecho; sin embargo ya es bastante comprometido que la Contraloría, siga dependiendo absolutamente del Poder Ejecutivo al que debe fiscalizar, y a quien debe lealtad política, como para tener garantías en un desempeño autónomo e imparcial.

Así ha sido desde hace 25 años en que el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, para dar credibilidad a su oferta de renovación moral y simplificación administrativa. Los funcionarios encarcelados parecieron siempre más presos políticos que políticos corruptos, generalmente impunes.

Ahora, cuando el gobierno Justo y Solidario alude a sus colaboradores, en primer lugar, como “muy cercanos a mi”, se antoja muy cuesta arriba que los auditores no la piensen dos veces antes de encontrar evidencias comprometedoras contra, digamos el Secretario de Desarrollo Rural, el Secretario de Cultura, el Secretario de Administración e Innovación Gubernamental, el Director General de APICAM, etc.

Y si bien es cierto que las investigaciones no se hacen a pedido, por presiones mediáticas ni políticas, el problema es que, independientemente de la calidad moral del titular de la dependencia la línea de mando que cruza a la contraloría hace poco factible el combate a la corrupción al interior del gobierno del Estado.

Es inevitable recordar que investigaciones contra relevantes políticos y sus parientes no concluyen todavía o terminan con exoneraciones como sucedió en el sexenio anterior. Quizá los altos servidores públicos investigados efectivamente carezcan de culpa; sin embargo, con la actual estructura gubernamental, no es posible estar seguros.

Esta falta de credibilidad trasciende a partidos y a otros poderes. Los jueces se evalúan a si mismos por medio del Consejo de la Judicatura Federal. Los legisladores tienen control sobre la Auditoria Superior. Los gobernadores manejan a las contralorías estatales. Los partidos políticos remueven a voluntad a los consejeros electorales que los fiscalizan.

Con ese diseño institucional el combate a la corrupción siempre dependerá de la buena voluntad de los servidores públicos, de quienes la ciudadanía aprendió a desconfiar desde hace mucho.

Es de esperarse que la actuación de Sulub Caamal, no termine sólo en fincar responsabilidades a secretarias, administrativos menores y a uno que otro despistado servidor público que se le olvidó hacer su declaración patrimonial anual. Y por el contrario solapar la corrupción sistemática de “los jefes”. Y evitar que se le quite la leyenda peyorativa de que la Contraloría es el escudo contra las quejas y demandas del Congreso y de la sociedad contra los funcionarios amigos del gobernador.

Miguel Angel, tienes que demostrar con programas de auditoría ambiciosos y con buenos resultados que es posible entregarle buenas cuentas a su jefe y amigo.

Jaque al descubierto

SALUDAR CON SOMBRERO AJENO

El Municipio de Campeche carga sobre los hombros desde hace muchos años una deuda histórica lo que lo tiene en virtual quiebra técnica debido a la gran cantidad de “aviadores” que lastraron su endeble economía. Mes tras mes tapan un agujero y destapan otro para cubrir las necesidades de obras, servicios y un gasto corriente que nunca alcanza para quedar en números negros.

Hace un tiempo un panista que colaboró en un órgano de un Consejo Ciudadano me afirmó que casi tres años lo llevaron a “conocer las entrañas de la fiera” y que se encontraba asombrado porque existían –en ese entonces- de facto 1242 “aviadores” en la comuna campechana.

Con estos ruidos ¿quién duerme? ¿por esto se pelean los candidatos del PAN y del PRI a llegar a ser primer edil? ¿sabrán que las carencias tienen un culpable? y que no han hecho nada para corregir ese error garrafal.

“EL MARCO HISTORICO”

Durante el sexenio de la Concordia, Ciudad del Carmen se encontraba como zona de guerra. Sus pocas calles y avenidas estaban colapsadas porque los alcaldes se habían ocupado poco de reparar y pavimentar toda su vialidad. Es entonces que el Secretario de Gobierno que estaba siendo criticado por un affaire con una joven agraciada de conocida familia es “invitado” por su gobernador “para salvar a su tierra natal”: la isla del Carmen.

Luis Roberto Silva Pérez “El tufo”, acepta el ofrecimiento pero conociendo el colapso que existía en la isla más poblada de México pidió amplios recursos para que cuando llegara al edificio “Escárcega” tuviera manera de resolver los problemas.

El gobernador citó a sus colaboradores y asesores para que aportaran ideas para solucionar la falta de recursos. De esa forma sale una propuesta indecorosa por parte del alcalde campechano en ese entonces, quien señala que los recursos que el Ayuntamiento de Campeche recibía por el uso portuario de Cayo Arcas, perteneciente a este municipio podrían ayudar en parte al ser canalizados a Ciudad del Carmen durante un tiempo para enfrentar el problema.

El gobernador sin pensar las consecuencias activó todos los efectos legales y violando la Ley de Coordinación Fiscal supuestamente firmó un pseudo decreto donde se le otorgaba a El Carmen los recursos de Cayo Arcas.

La traición para los habitantes del Municipio de Campeche no sirvieron para gran cosa porque Silva Pérez dilapidó esos y otros recursos para vivir tres años de fantasía como alcalde y solamente bacheó con material de mala calidad lo que dejó peor las calles y avenidas.

Los recursos otorgados violando la ley continuaron en el siguiente sexenio y nadie o pocos se acordaron de la jugada traidora. El Carmen vivió así tres trienios más bajo el dominio priista pero José Antonio González Curi, por esa forma atrabiliaria de gobernar dejó el ayuntamiento en manos panistas, quienes ni tardos ni perezosos se movieron a nivel federal y convirtieron los recursos de Cayo Arcas en mayor cantidad, debido entre otras cosas a la mayor producción de petróleo y el costo por barril, tapándole el ojo al macho con una distribución que a la fecha continúa: 80 por ciento para El Carmen y 20 por ciento para el Municipio de Campeche. Esto traducido en pesos desde el año de 2005 refiere que Campeche recibió nueve millones 148 mil 621 pesos, mientras El Carmen en el mismo período obtuvo por parte de la Federación 36 millones 594 mil 485 pesos. Con estos recursos bien pudieron atenderse colonias populares que carecen de servicios públicos, pero que el gobierno priista ha ocultado para que esa vieja culpa de los propios priistas no se de a conocer.

LO QUE DICE LA LEY SOBRE ESTE ASUNTO

Existe un acuerdo de la API de Campeche y Pemex para el uso portuario de Cayo Arcas, puerto autorizado para el tráfico de altura según consta en el decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación en su edición del 11 de julio de 1985 y mismo que a la letra dice: Secretaría de Comunicaciones y Transportes: “Decreto por el que se habilita el puerto de Cayo Arcas, Campeche, autorizado para tráfico de altura, mixto de cabotaje y de pesca”.

Dicho decreto presidencial señala la ubicación geográfica de monoboyas que sirven para cargar los buques tanques de Pemex que llevan el petróleo al extranjero, monoboyas que están dentro de la jurisdicción del Puerto de Cayo Arcas. Los barcos operan dentro del área comprendida como fondeadero oficial, que es una zona de espera, maniobra y fondeo, límites de pilotaje que también están señalados en el decreto presidencial.

Ahora bien, precisamente por las operaciones de Pemex en Cayo Arcas como punto de salida de sus exportaciones, es que el Municipio de Campeche tiene derecho contenido en el Artículo 2-A de la Ley de Coordinación Fiscal. Esta misma ley establece en su Artículo 2-A que en el rendimiento de las contribuciones que a continuación se señalan, participarán los municipios en la forma siguiente:

“Artículo 2-A.- En el rendimiento de las contribuciones que a continuación se señalan, participarán los Municipios, en la forma siguiente:

II.- 3.17% del derecho adicional sobre la extracción de petróleo, excluyendo el derecho extraordinario sobre el mismo, a los municipios colindantes con la frontera o litorales por los que se realice materialmente la salida del país de dichos productos.

Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, por conducto de Petróleos Mexicanos, informará mensualmente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público los montos y municipios a que se refiere el párrafo anterior. “

Por su parte el nuevo Bando de Gobierno para el Municipio de Campeche, que entró en vigor a finales del 2009, detalla en su artículo 19 dentro del Capítulo II denominado Organización Política, la organización territorial y administrativa del Municipio de la siguiente manera:

“Artículo 19.- El Municipio de Campeche, para su organización territorial y administrativa, estará integrado por una Cabecera Municipal que es la Ciudad de San Francisco de Campeche; las Secciones Municipales de: Pich, Tixmucuy, Alfredo V. Bonfil y Hampolol; y la formación insular Cayo Arcas.

Asimismo la denominada Ley del Registro de Centros de Población del Estado de Campeche también en su Artículo 10 determina la jurisdicción territorial del Municipio de Campeche en la forma siguiente:

“Artículo 10.- La división territorial del Municipio de Campeche, así como la categoría política y toponimia de sus centros de población es la siguiente:

I. La ciudad de San Francisco de Campeche, Cabecera del Municipio;

II. La Sección Municipal de Pich;

III. La Sección Municipal de Tixmucuy;

IV. La Sección Municipal de Alfredo V. Bonfil;

V. La Sección Municipal de Hampolol;

VI. Cayo Arcas;

VII. Las poblaciones, ejidos, rancherías y heredades que constituyen la circunscripción jurisdiccional de la Cabecera y Secciones Municipales en la forma siguiente…”

En consecuencia, se concluye que Pemex sí utiliza el Puerto de Cayo Arcas; y el litoral por el que sus barcos salen con las exportaciones, es colindante con el Municipio de Campeche, pues Cayo Arcas forma parte de él, por lo que el impuesto citado es un legítimo derecho del actual Municipio de Campeche al 100 por ciento.

Sin embargo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha venido dividiendo el monto correspondiente a este derecho entre el Municipio de Campeche (20 por ciento) y el Municipio de El Carmen (80 por ciento).

Es de significarse que no está en el ánimo del Ayuntamiento de Campeche afectar en ninguna forma al Municipio de El Carmen, pero que ya es tiempo de hacer valer el derecho que con justicia le corresponde al primero.

Esto es una canallada más de Pemex para el Estado de Campeche.

Reflexión.- Un abrazo para las familias Manrique-Cobos y Díaz-Cruz, porque Lorena y Martín se nos adelantaron.

domingo, 11 de abril de 2010

Jugada de espera

CULPA, ES DE LOS PARTIDOS

¿De qué sirve que la Constitución General de la República, Carta Magna o Ley Suprema garantice el derecho a la información si no existe disposición alguna que establezca los términos y condiciones para hacer válido en su totalidad ese derecho? Esta pregunta sigue en la mente de muchos mexicanos en más de tres décadas; esta es la fecha que no se ha tenido una cabal respuesta. Cada vez que surge la posibilidad de una iniciativa que reglamente el derecho a la información los obstáculos se han tornado insuperables. Los argumentos son siempre los mismos, en el sentido que no se puede legislar sin menoscabo de la seguridad del Estado y que cualquier intento podría constituir un riesgo para la gobernabilidad.

Sin embargo, lo que no expresan estos argumentos es que la gran mayoría de los países democráticos han podido sortear este falso dilema y han otorgado a sus ciudadanos ese derecho, que sistemáticamente ha sido negado parcialmente (en los temas más importantes como son el manejo presupuestal de los tres niveles de gobierno) a los ciudadanos.

¿A quién perjudica que la información sea veraz y objetiva y que, en caso contrario, se pueda sancionar eficazmente al infractor? ¿qué razones superiores están de por medio para negar la obligación que debe tener el Estado para informar oportuna y adecuadamente a los ciudadanos? ¿por qué se intenta negar el derecho que todo ciudadano debe tener para replicar una información que le daña? ¿qué argumentos son los que pueden esgrimirse para mantener el estado actual de impunidad que beneficia a desinformadores, difamadores o calumniadores? ¿por qué facilitar que se pueda invadir la privacía que debe reguardársele a cada persona? ¿por qué no hacer transparente el manejo de la publicidad estatal y municipales sin las argucias de los dueños de medios de cambiar cada determinado tiempo su razón social para engañar a los que buscan esa información? ¿qué debe entenderse por información oficial, reservada o secreta? ¿Será que esta última su conocimiento puede ser vital para la vida humana en el planeta o se trata de bombas atómicas que pueden destruir no sólo a Campeche sino a toda la Península de Yucatán? Estas son algunas de las principales preguntas que deben estar contempladas siempre cuando a través del órgano llamado Cotaipec solicitamos información.

Algunos estudiosos del tema piensan de manera contraria y proponen que sean los propios medios quienes se autorregulen a través de un código de ética propio. Este planteamiento ya se hizo viejo, no obstante se sigue insistiendo pero no hay indicios que esto vaya a ocurrir.

Lo más curioso del caso es que la información se apega a vicios ocultos en los que si la calidad de lo solicitado es riesgosa para el gobierno entra en juego la Ley de Definitividad que tiene a Campeche entre los cuatro estados en que se oculta y se esconde lo que consideran no debe de darse a conocer, olvidando de que todo lo que cueste un centavo del erario es del pueblo y no de quienes usufructúan cargos en el Estado o municipios.

Ahora bien, no es la televisión con sus numerosos canales en la ciudad la que está acabando con la política y con las convicciones de las culturas jóvenes. No son los medios, son los partidos políticos, esos entes sin control que han crecido sin límite, esos grupos de privilegiados que han hecho lo que se les da la gana con las leyes y los recursos en todo el país. En esto hay un fracaso en la preparación de la academia en la formación de profesionales.

Cómo es posible que los jóvenes hoy en día no sean apáticos si la política es una porquería. Si no tenemos izquierdas, si ni siquiera tenemos derechas que piensen. Cuando los partidos se desdibujan, cuando el proyecto de vida que les muestra la inmensa mayoría de los adultos es hacer dinero cuanto más rápido, cómo queremos que la juventud tenga ideales. No hay que disculparlos, pero si tratar de entenderlos porqué son tan conformistas.

Y tristemente son los jóvenes los que pueden y deben cambiar a esta entidad. No son los políticos, porque a ellos no les conviene. Hay actores que ya tienen tres sexenios o más en la política y lo que menos les conviene es que hayan cambios sustanciales en todo lo que concierne a los gobiernos estatal y municipales.

Pero repito, lo que está acabando con la política no es “la caja idiota”, son los partidos políticos, que han perdido su capacidad de representar la complejidad de la sociedad campechana actual, incapaces de retejer los lazos con los nuevos modos de agruparse de la gente, con la nueva socialización. La televisión no hace sino contar esto. La televisión espectaculariza la política, le roba cierto carácter deliberativo, pero esto no lo ha producido la tele sino los partidos, nuestra instituciones representativas.

En los años 80 se habló mucho sobre el divorcio entre la teoría y la práctica de la comunicación, y tanto se dijo, por los impulsos sobre el debate de la figura crítica del comunicador-mediador. ¿Y ahora al comenzar la segunda década del nuevo milenio, que ha ocurrido? La formación de un comunicador tiene que ser, sin duda alguna, una formación en ciencias sociales. Si no, va a ser simplemente la voz de su amo. Si se forma gente para hacer la labor de los dueños de los distintos medios de comunicación, para ser empleados, se les está formando para que sirvan al negocio redondo de la comunicación desde el punto de vista del negocio de la redituabilidad, de los “convenios” ventajosísimos para los empresarios, pero no a los procesos de comunicación que requiere la sociedad.

Hay escuelas en nuestro medio que aún no han sido capaces de plantearse qué sentido tiene la teoría para alguien que va a ser un productor, un creador. No hay que quitarle importancia a la teoría, al conocimiento de las ciencias sociales, sin el cual el periodista va a ser un mero reproductor, cuando por su oficio pasan intereses colectivos claves. El comunicador es una figura socialmente necesaria pero política y culturalmente perniciosa porque acaba convirtiendo el derecho de unos pocos lo que debería ser el ejercicio de todos. El derecho a la información es no sólo el derecho a recibirla, es el derecho a producirla.

Su balance, tras dos décadas de poner el tema en la mesa, es pesimista. Las escuelas y facultades que están formando a los próximos comunicadores hoy están peor que en la década de los 80s, porque han digerido que los únicos que deben decir como deben ser los comunicadores son las empresas de comunicación, porque el criterio para formarlos es el mercado de trabajo, y detrás de ese mercado no está la sociedad.

Finalmente, la verdadera amenaza para la sociedad y para la política no son los medios sino los partidos políticos que desean que las cosas sigan igual, para que ellos continúen mejor económicamente hablando. Esta es una verdad de Perogrullo pero desafortunadamente cierta.

Jaque al descubierto

EL MAL DE SIEMPRE

El gobernador de Campeche, Fernando Eutimio Ortega Bernés, es un hombre bien intencionado y tal vez por eso o porque quiso vivir en carne propia las triquiñuelas de una empresa que ha hecho y deshecho con los campechanos todo tipo de deslealtades. En un estado como el nuestro donde la pobreza ocupa primeros lugares, si somos capaces de reflexionar, con relación de causa y efecto, nuestros problemas, nuestras carencias y nuestras crisis con los protagonismos, los anacronismos y los despilfarros son el pan nuestro de cada día.

Hoy, Ortega Bernés, apenas con dos meses de celebrar un Convenio Marco con Pemex, recapacita y ante las mentiras de siempre busca la unidad de los campechanos, porque esa es la fuerza que lo impulsa a esta nueva aventura, la de obtener lo justo por las aportaciones que día a día, aún con la declinación del mega pozo Cantarell, siempre sigue siendo una considerable ayuda en la balanza comercial de México. Pero ¿y a Campeche cuando le toca la justicia?

El gobernador está golpeando todas las puertas para obtener la ayuda que el Estado necesita para su desarrollo, pero la empresa se niega a convenir cosas tan sencillas como que adquieran insumos y equipos a empresarios locales, que contribuyan a resolver el ancestral asunto de la falta de agua potable, que aún cuando se encuentra en su segunda fase todavía faltan recursos para concluir el acueducto de indudable beneficio para todos los habitantes de la isla incluidos miles de trabajadores petroleros que en ese lugar tienen su base de operaciones.

Pero Pemex es insensible ante Campeche. El año 2009 no aportó ni un centavo en retribución a los daños causados en la isla como resultado de la explotación en costas campechanas. Esta es la hora de que seguimos estirando la mano para recibir mendrugos o negativas de ayuda. ¿Esto nos merecemos?

Los campechanos nos pasamos de buenos por no decir otro adjetivo calificativo. Somos el único estado petrolero donde jamás se han tenido problemas sociales, nunca se les ha bloqueado o negado la entrada al Estado, y eso tiene un enorme valor que no se refleja en el trato. En los municipios de El Carmen, Champotón y Campeche hay más de cinco mil lanchas ribereñas que muy bien podrían bloquear todas las plataformas aún con la intervención de la Armada de México, pero somos pacíficos aunque se interprete de otra manera.

Bloquear la entrada a una pera o a una instalación petrolera le cuesta al país, vía Pemex, millones de pesos al mes, en Campeche esto no sucede y los funcionarios de Pemex no lo acreditan, ya sea por mala fe o ignorancia quiero pensar en lo último.

No cabe duda Fernando Eutimio, sigue poniendo la otra mejilla y señalando que Pemex siempre será bienvenido al Estado y que ante la perspectiva previsible de un recurso finito se sigue pensando a futuro y a invertir con inteligencia los pocos recursos que debe aportar en beneficio de los campechanos.

En nuestro pasado Jaque Mate consideramos que se estaba perdiendo el tiempo dirigiéndose a la paraestatal, al insensible Presidente de la República y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ante la realidad de que es el Congreso la llave para abrir esos recursos que no llegan, pero Ortega Bernés, si se mantiene en la línea de exigir justicia, no estará solo. Por encima de siglas y colores lo seguirá acompañando un pueblo unido. En esta tierra no caben los bastardos, porque cuando un pueblo lucha con pasión por lo que cree y por lo que merece, sólo fuerza divinas pueden vencer a las humanas.

A estas alturas el gobernador está pasando momentos de tensión ante la cruda realidad de la insensibilidad federal y de que las promesas de campaña se están quedando en eso: en promesas, sobre todo que se entiende que en política nada se puede construir sobre el agravio y la discordia. Y esto viene al comentario porque las pasadas contiendas electorales dejaron un campo lleno de heridos. Fueron verdaderos duelos que dejaron heridas difíciles de cicatrizar. No obstante no debe regatearse el esfuerzo de devolver a Campeche el espíritu de fraternidad. Unidad no es unanimidad, y esta puede darse a pesar de las diferencias ideológicas, si se acepta la diversidad en el pensamiento y se respeta la pluralidad.

Campeche está (mala la comparación) como los caballos de los aguadores de antaño: cargados de agua y muertos de sed. Hoy Campeche sigue siendo rey y mendigo y es necesario que Ortega Bernés, le restituya la dignidad al pueblo de Campeche. Ya basta de levantar la mano para recibir migajas. La justicia no llegará como las lluvias hay que salir a buscarla y en este caso a exigirla. Si el gobernador convoca a todos los campechanos hay que salir a construir caminos bien trazados, todo a un tiempo, las vías jurídicas que aún no han sido plenamente explotadas, la negociación política, la movilización social, el uso (ahora si es necesario exigir a estos tan bien pagados actores) de los medios de comunicación. Hay que luchar con firmeza y no llorar como mujeres lo que no hemos podido defender como hombres. Señor Gobernador, el pueblo campechano espera de usted ese impulso y, por favor, tampoco titubee ante la Cámara de Diputados de mayoría de su partido para recibir el apoyo, de no hacerlo las urnas demostrarán que el pueblo tiene memoria y sabe darle a cada quien lo que merece.

Mate del león

DIAS DE VINO Y ROSAS

Los campechanos nos vamos a la playa no en el verano sino cuando las temperaturas suben cerca de los 40 grados Celsius. Este año hasta las mascotas y el perico viajaron con las familias a remojarse, pero muchos se llevaron un chasco: el agua del mar está fría, debido al reciente invierno que pocas veces hemos tenido tan crudo. Pero el mar, siempre “invitación perenne a la aventura” (Alberto Trueba Urbina, dixit) fue el tema que abarca estas dos semanas que nos anteceden.

Esta situación dejó los temas políticos y se dedicaron a surtir despensas con bebidas espirituosas, cremas solares, salvavidas (lanchas como algunos ex gobernadores), gasolinas de los milagrosos vales de que disponen los tres niveles de gobierno, ¡faltaba más! Y a gozar, porque en el mar, la vida es más sabrosa.

La vida en política es cíclica. En esta ocasión el centro de la atención estuvo en uno de los balnearios que habían venido a menos en los últimos 50 años, me refiero a ese sitio semi pedregoso que el pueblo bautizó en ese entonces como “El sombrerón”. Este balneario nació a instancias de los presidentes municipales de esa época, quienes para agradar a su gobernador Manuel López Hernández “Maistrín”, le construyeron una enorme palapa redonda con servicios y techo de láminas de zinc y en ocasión de su cumpleaños se la regalaron y de ahí en temporadas de playa salían cónclaves del pulso político de fines de los años 40.

Esta casita de playa vivió entonces sus mejores galas cuando la familia López-Reyes, se encontraban en el poder. Desde luego hay que considerar que “Maistrín”, fue el último gobernador que vivió en la Casa de Gobierno del barrio de Santa Ana, que era propiedad de Dn. Raúl Ramos.

Casualmente, es cerca de “El sombrerón”, en un sitio conocido como Boxol, donde aconteció años atrás un crimen político, que habremos de relatar en su oportunidad.

Volviendo a la casa de playa de “El sombrerón”, al salir de su gobierno López Hernández, vendió la propiedad a los hermanos Guerrero Ramos (es zona federal), ya que la concesión estaba a favor de él y no del Gobierno del Estado.

Hoy “El sombrerón” vuelve a cobrar la atención de los campechanos de este municipio al llegar a la gubernatura Fernando Eutimio Ortega Bernés, quién había construido desde hace varios años una modesta casa de playa para su familia. En esta ocasión el sitio fue tan visitado que incluso guardias de seguridad controlaban la entrada con “una pluma”, para evitar que personas no conocidas ingresaran. El pueblo, por su relativa lejanía, por esos controles y por otras cosas más no pudo en estas vacaciones acercarse a su gobernador. La idea de quién haya sido ¿Garo, Roberto, Víctor, Carlos, Ana Graciela? no ha sido muy bien recibida. Es más, se dijo que incluso todos los días llegaba a esa playa José Antonio González Curi, ex gobernador a visitar a tan distinguido vacacionista y que la lancha en la que se trasladaba era de alto costo.

Pero retomando lo que han sido los sitios de playa de los gobernadores desde López Hernández, recordamos que al “Holandés del Sureste”, como bautizó Roberto Blanco Moheno a Alberto Trueba Urbina, no tuvo necesidad de una casa de playa porque el vivía frente al mar en lo que hoy es la avenida Resurgimiento, en una casa propiedad del empresario maderero y luego camaronero Ricardo Nevárez, quien luego de retomar su propiedad al término del gobierno truebista, vivió hasta su muerte en esa propiedad.

El coronel José Ortiz Avila, curiosamente vivió casi enfrente de la casa del gobernante anterior, también en la avenida Resurgimiento, en una casa cuyo dueño era el empresario Edilberto Buenfil Martínez, padre de “Mala Suerte”, y tampoco le dio por irse a la playa, porque el salía como Pedro por su casa cada que se le daba la gana, sin avisar a nadie y pilotando su propio jet. El ignaro José (Trueba Urbina dixit) nunca le dio por bañarse en el mar campechano y prefería irse a su rancho “El hule” en Tamaulipas.

A Carlos Sansores Pérez “El negro” no solo le dio por la playa sino que lo hizo a todo lo grande. Primero escogió la mejor playa en las cercanías de Campeche y la heredad de la familia de Dn. Manuel Reyes Montero, a quién el presidente de la República Luis Echevería Alvarez, expropió más de cinco mil hectáreas aduciendo que era parte de la ex hacienda de Chiná. Sansores hizo lo mismo y se quedó, en lo que se los estamos relatando, con la parte del león. Luego levantó un auténtico desarrollo urbanístico de playa con todas las comodidades. En ese sitio que antes de su penosa enfermedad era su punto de partida fueron recibidos secretarios de Estado, senadores, diputados y hasta el cardenal José Corripio Ahumada, que guardaba un asombroso parecido físico con el cacique campechano. La heredad fue declinando y hoy son casi ruinas, sin embargo dejan ver parte del esplendor de esos días.

Rafael Rodríguez Barrera “El chel”, si sintió los deseos de irse a la playa de cuando en cuando y construyó en Playa Bonita una casa que habitaba en esos días, misma que eran punto de reunión con sus incondicionales como Fernando Trueba Brown, Guillermo Magaña Ferrer, Fernando Berrón Waring, Sergio Mora Rodríguez, etc.

Carlos Pérez Cámara, Eugenio Echeverría Castellot y Jorge Salomón Azar García, les dio por “Acapulquito”, en el municipio de Champotón donde tienen casas de verano todavía y donde se reúne la élite y no el pueblo.

Para no quedarse atrás y nada más llegar al poder Abelardo Carrillo Zavala, inició la construcción de una gran casa de playa en el balneario “Mar Azul”. Compró el acantilado hacia sotavento de ese lugar y el sitio se volvió punto de reunión desde la Romanza Campeche, hasta el colegial Manuel Pacheco, se dice que hasta “La tesorito” fue invitada unos días a ese lugar donde en su mejor momento estuvo toda la plana mayor de la CTM. Señalan habitantes vecinos que en las noches hasta sus casas llegan los gorgoritos del ex cantante popular.

Que vio José Antonio González Curi, que inmediatamente que llegó al cuarto piso le gustó el acantilado de barlovento en “Mar Azul” y comenzó a edificar lo que ha sido no su casa de playa sino su bunker, pero con tan mal carácter que se ha peleado con vecinos como el ingeniero Eduardo Escalante, a quien amenazó hasta que su hijo Gabriel, le puso una “madrina” que lo volvieron a la realidad. “Mar Azul” está entonces entre los exgobernadores Carrillo y González.

Jorge Carlos Hurtado Valdez, no se le conoció casa de playa y no por falta de “ahorritos”, sino porque sus visitas a la playa las hacía rentando cuartos en el Hotel Siho Playa, quedando a escasos kilómetros de “Acapulquito”, donde se encontraban sus amigos Sergio Estrada Reyes, Carlos y Jorge Lavalle Azar, Carlos Felipe Ortega Rubio, etc.

La playa desde el punto de vista de la cúpula gobernante es casi la sustitución de la cantina del añorado Mingo Lara, donde se trataban todo tipo de asuntos. Lo que no se comprende es que hay varios secretarios del gabinete que siguen (posiblemente hasta hoy) gozando de las delicias del mar. A lo mejor tienen las manos tan embadurnadas de bronceador que por eso se les resbala el celular cuando les llaman de su oficina.