domingo, 23 de mayo de 2010

Jugada de espera.

ESPIRITU DE CORAJE

Fernando Eutimio Ortega Bernés, cumplió la semana pasada ocho meses al frente del Poder Ejecutivo, más de 240 días y le quedan 120 días para ajustar el año, pero sólo 106 días para rendir su primer informe de trabajo. El tiempo se le ha ido volando y ninguna obra se vislumbra en el panorama que pueda decirse fijará el rumbo de su sexenio, no sólo en lo que concierne a magnitud sino a trascendencia, y aquí si que “es momento de mostrar el espíritu de coraje”.

¿El gobernador ha cumplido un rito parricida sexenal? ¿Está actuando por un sano afán de justicia y solidaridad con el pueblo campechano? El rompimiento del gobernador con quién lo antecedió es una regla no escrita de la política, un elemento necesario para la supervivencia del sistema de nuevo tlatoani, pero por una paradoja formidable, en este caso lo es (¿o era?) para hacer posible su desmantelamiento.

Hasta hoy y desde el parteaguas llamado José Ortiz Avila, que cambió no sólo la fachada de Campeche con cientos de obras, sino llegó hasta los escritorios, movió a todas las secretarias y al personal de intendencia así como a los secretarios de todo su gabinete. Sexenio tras sexenio (salvo la docena que lo antecedió), esto ha sido ciclo tras ciclo, con puntualidad y crueldad implacables pero el nuevo gobernante ha quebrantado, hasta aniquilar, el poder de esta regla.

Ningún gobernador ha permitido ni puede permitir la subsistencia de una potestad alternativa a la suya. Entre mayores sean las pretensiones de quién le entregó el poder para permanecer, más inevitable, rápida y eficaz debió ser la ruptura (que no persecución). Estas leyes alguien dijo que son grabadas en bronce y todos las aceptan.

Si Ortega Bernés tiene entre sus planes modificar leyes estatales y adecuarlas a sus proyectos, para iniciar, aunque tarde, un ambicioso programa para que la economía campechana crezca pese a la falta de recursos, es el momento de sacudir esa “alfombra turca” que le heredaron. Un gobernante necesita un poder fuerte aunque no brutal, ni arbitrario. Un jefe del Ejecutivo estatal no sería capaz de soportar simultáneamente las demandas justas de una sociedad insatisfecha y agraviada y las presiones de políticos corruptos, de incluso gente de dinero capaces de agredir al Estado con presiones mediáticas.

Jorge Carlos Hurtado Valdez, era un gobernante inteligente, pero nunca entendió la parte profunda de la historia que influye sobre todos nosotros. Ignoró que el sistema fue creado -cuando el no nacía aún- por Lázaro Cárdenas del Río, quién convirtió incluso al Ejército y al Partido que lo llevó al poder en un instrumento de poder y asimismo sucedió en todos los Estados del país. Se dice que un gobernante debe tener la astucia de un zorro, para transformar y crear instituciones, sin tanta alharaca.

Una regla no escrita es la de alejarse de los negocios públicos y económicos de Campeche, hay muy malos recuerdos de ello en sus antecesores. Que recuerde que la curva de aceptación casi general de su mandato inicia cuesta abajo luego de su tercer informe y que luego en el quinto ni su apologistas del diario oficial, ni sus colaboradores moverán un dedo de apoyo. Esto es así.

Las organizaciones obreras, campesinas y populares estarán muy pegado a él en sus actos oficiales e intentarán apoyarlo hasta donde puedan o les convenga; sin embargo los espacios de resistencia y contraofensiva de Fernando Eutimio no son muy amplios, porque no es lo mismo lo que aparece en los medios electrónicos o escritos que la realidad cotidiana. Es, y seguirá siendo un gobernante popular un auténtico “pac man” para engullir votos, pero volvemos a lo que en este espacio hemos dicho antes, ya no necesita popularidad porque no está posicionándose, sino credibilidad porque es la máxima autoridad en Campeche.

Ahora bien, alguien le está mintiendo al gobernador y mal aconsejando no decir lo que tras bambalinas ya no es un secreto: los recursos recibidos por el primer trimestre de este año suman 395 millones 300 mil pesos que corresponden al Fondo de Extracción de Hidrocarburos y, que en comparación con el mismo período del año pasado tuvo un incremento de casi 202 por ciento en las aportaciones. Así como se dice que no hay recursos, cuando estos llegan como el caso anterior hay que decirlo. Son recursos para el pueblo, son recursos para aplicar de inmediato a muchos proyectos que duermen el sueño de los justos. Y en esto no está funcionando Tirso Agustín Rodríguez Gómez, secretario de Finanzas, porque paralelamente estamos en el lugar 26, según la firma consultora aregional.com, cuyo accionista principal es Manlio Favio Beltrones, senador priista, quienes en su portal señalan que Campeche está, junto con Baja California y Tlaxcala entre las de mayor opacidad en transparencia fiscal. ¿Qué se está haciendo con esos recursos? Realmente hace falta una mano dura para poner orden en el manejo de esa lana y porque además es justo y solidario distribuir esos más de 395 millones en lo señalado por la ley estatal: 76 por ciento para el Ejecutivo estatal y 24 por ciento para los ayuntamientos. ¿No es así Don Tirso?

Una visión retrospectiva nos indica que algunos proyectos o políticas están prosperando, otros se han empantanado y algunos más se han abandonado. Del optimismo de la toma de posesión de Ortega Bernés al ejercicio del poder hay un cambio sustancial: desde el triunfalismo exacerbado a la indiferencia frente a grandes problemas. La economía en mal nivel marcha a contragolpe al igual que la seguridad pública, las invasiones de tierras, las exigencias de grupos como los taxistas y pescadores acostumbrados al chantaje, siguen siendo un serio y lacerante pendiente de la actual administración. Herencia, por supuesto, de anteriores regímenes.

Finalmente, y esto no es sólo del actual gobierno estatal sino de los once ayuntamientos del Estado. Algo anda mal en Campeche. En términos militares, “orden y contraorden, es desorden”. Pero en política, la contradicción es la tónica. Los absurdos se multiplican, se hacen evidentes, pero nadie se anima a dar una explicación. Es la falta de congruencia como regla.

Jaque al descubierto.

UNA “CABESHA” QUE NO PIENSA

Uno no escoge las circunstancias en las que escribe, sino que estas más bien lo escogen, o lo persiguen a uno, es preciso en ocasiones –para algunos, ciertamente con demasiada frecuencia- definirse bajo condiciones poco propicias para un juicio sereno, sensato y bien fundado, oportuno y pertinente.

Es el caso del lío de los taxistas que la semana pasada ocuparon las primeras planas y los mayores raitings de los medios electrónicos. El suceso cimbró a la ciudadanía porque la afectó en muchos aspectos y la hizo participar, porque los derechos de los taxistas terminan donde comienzan los derechos ciudadanos.

Quizás la mejor manera de empezar este relato es decir sin ambages que este asunto no es nuevo. Dese hace muchos sexenios los taxistas son una fauna de acompañamiento necesaria en los procesos electorales del PRI. El tiempo ha consolidado esta relación perversa y llegado a límites como los que vimos recientemente: un pseudo líder de los hombres del volante y un director de transporte que tiene de político lo que Carlos Felipe Ortega Rubio le vio, es decir: nada.

Todavía recordamos cuando en el sexenio de Jorge Salomón Azar García, un grupo de taxistas entre los que se encontraba un dueño de una televisora y revista local, cooptaron en su oficina del cuarto piso al gobernador y no lo dejaban salir hasta que les resolviera el asunto baladí que le habían planteado. De ese tamaño la osadía de esta agrupación.

Pues bien, José del Carmen Beberaje Rodríguez, ha hecho todo para irse otra temporada a la sombra. Resulta que autoritariamente sin consultar con el organismo transportista oficial autorizó que cinco placas de colectivos cambiaran a placas de taxi. Las citadas identificaciones fueron usadas sin la autorización de los propietarios Roberto Villalobos, Jorge Villalobos, Gonzalo Pacheco Puga “El chachalaco” y dos más. Estas placas estaban en su poder porque las unidades colectivas se encontraban en reparación. Resultado, fueron detenidos los “taxis” y sancionados con severas multas por violación a la Ley de Vialidad y Transporte.

El hecho encendió de furia al líder taxista, quien acompañado de su séquito de incondicionales y su abogado de confianza se fueron a reclamarle al director del Instituto Estatal del Transporte (IET), José Antonio Rodríguez Rodríguez, quien los recibió con la mentalidad de quien todavía era el encargado de la Gran Comisión del Congreso del Estado, olvidando que su muevo cargo era el de velar por la aplicación de la ley, pero siempre recordando que “la política resuelve situaciones que no logra la ley”. Rodríguez Rodríguez le espetó a los taxistas y a Beberaje: “Ustedes ya no tienen personalidad jurídica porque el volante ya no existe”. Esa actitud fue una cubeta de agua helada y los recordatorios familiares tomaron el lugar del diálogo que debió utilizar el director del IET.

Acto seguido se retiraron y comenzaron a urdir su respuesta sin pensar en la ciudadanía a la que sirven diariamente. El plan era pedir de inmediato la cabeza de “cabesha”. Y para ello citaron a sus agremiados para las primeras horas del pasado jueves cerrando el paso a las calles que rodean el Palacio de Gobierno, pero ante la respuesta de que no fueron recibidos por el Secretario de Gobierno y haber medio dialogado con un funcionario de “bajo perfil” como llamaron al subsecretario Julio César Pulido Contreras, dieron la orden del cierre de avenidas, calles y hasta el malecón de la ciudad. Resultado, un caos vial que la ciudadanía no se merecía. La plática solicitada con William Roberto Sarmiento Urbina se realizó cumpliendo instrucciones del gobernador del Estado y alrededor de las cuatro de la tarde el plantón fue levantado, deconociéndose los acuerdos tomados. ¿La ciudadanía? Bien gracias.

A nadie y menos todavía a Beberaje Rodríguez, le conviene enemistarse con el Gobierno del Estado, sobre todo que hay casos no muy claros que como señalan grupos disidentes del Frente Único de Trabajadores del Volante, el líder de la agrupación tiene acusaciones de:

  • Haber cobrado diez mil pesos a cada uno de 400 taxistas por concepto de cuotas sindicales adelantadas , sin que haya rendido un informe a la asamblea.
  • Haber malinformado que se les cobraría “doble tenencia”, que es falso porque los taxistas tienen un descuento del 50 por ciento de este impuesto.
  • Haber violado los estatutos de la agrupación que señalan que el 30 de junio de 2008 se cerró el escalafón y supuestamente nadie más iba a entrar. Sin embargo, han ingresado más de dos mil 500 personas. Por si fuera poco ha seguido vendiendo placas ya que asegura que el anterior gobierno del Estado les prometió regularizar 200 placas que se encuentran en desuso.
  • Haber aumentado el monto de las multas a 500 pesos, cuando los estatutos señalan que únicamente se le cobrarán 50 pesos.
  • Haber señalado que el monto de entrada de nuevos socios es de 30 mil pesos.

Con la sola investigación de estos secretos a voces que corren en las filas de 744 taxis en 12 grupos de radiotaxis Beberaje Rodríguez tendría para no dormir, pero hay que ver qué respuesta tendrá por parte del gobierno del Estado, quién lo tiene agarrado por el cuello y listo para que junto con su directiva asuma la responsabilidad de sus actos.

Por lo que respecta a “cabesha”, puede ser uno de los que luego del primer informe de gobierno habrán de salir, porque no están ayudando en nada a Fernando Eutimio, y si por el contrario le han creado conflictos donde se lesiona los intereses de la ciudadanía.

Mate al pastor.

CAERSE A PEDAZOS

A ocho días de una muerte anunciada como fue la caída de la alcaldía de Mérida, Yuc., que estuvo en poder del Partido Acción Nacional por espacio de 19 años, es para poner en remojo las acciones del blanquiazul en toda la Península de Yucatán. Las consecuencias se reflejarán en muchos aspectos: consejos a ayuntamientos panistas campechanos, recursos discretos y asesorías gratuitas por sólo decir algunas. Yucatán desde el pasado domingo se pintó en la mayoría de sus ayuntamientos de color rojo. Esto ha sido la peor noticia para quienes el año 2000 lanzaron las campanas al aire y casi enterraron al PRI.

En Campeche apenas la semana que terminó ayer en Ciudad del Carmen un panista destacado y que fue candidato a la alcaldía en el pasado proceso electoral de 2009 José del Carmen Rodríguez Vera, renunció a su militancia panista y se espera –como el mismo lo dijo- que próximamente pida su ingreso al PRI. Ojala que los panistas comenzando por su todavía presidenta del CDE María Asunción Caballero May, no lo echen en saco roto y respondan como Ramón Félix Santini Pech, dijo un día cuando Guillermo del Río Ortegón abandonó las filas del tricolor “es sólo un voto el que se va” y por poco se escapan todos los militantes.

Ahora bien no hay que dejarse ganar por el entusiasmo que exhiben en estos días los rojos. Ciertamente el PRI no ganó en Mérida, el que perdió fue el PAN. La racha de gobiernos municipales de Acción Nacional se inició en 1991 pero fue el voto ciudadano el que determinó quién se iba y quién llegaba.

Pero los panistas deben poner los pies en la tierra. El poder desgasta y 19 años terminaron por acabar con el sueño de Víctor Manuel Correa Rachó y de Carlos Castillo Peraza, precisamente fue una venganza del tiempo en la figura de la sobrina de Víctor Manuel Cervera Pacheco, quién quiso ser alcalde por el PRI y fue su último fracaso en la política. Lo que ningún yucateco ignora es que esta campaña fue excesivamente costosa para los dos principales contendientes. Los yucas panistas dicen que esto fue “un desastre”, pero yo les diría que en tres años, ¿esto importará?

Según los órganos encargados de vigilar el proceso el abstencionismo fue del orden del 45 por ciento, por lo tanto Angélica Araujo Lara no gobernará con el visto bueno de la mayoría de los meridanos. Hay que decir que priva en el PAN una incredulidad, una especie de fe al revés, una especie de antifé. Todos sabemos que el terreno de la política no es un terreno de fe, es un terreno de razón y de pruebas. Hasta Santo Tomás de Aquino, dice que es más perfecto el conocimiento de razón que el de fe.

Tampoco hubo miedo inducido y cierto coqueteo con el cambio, porque las motivaciones de la votación son personales, salvo que el miedo haya sido inducido, por aquello de que podría haber violencia –y al parecer hubo conatos de ella donde la policía no intervino-. Pero el PRI se equivocaría enormemente si interpreta de manera errónea las cifras, se regodea en un triunfalismo y pretende una especie de restauración del pasado.

Sería un grave error porque no solamente dos de cada tres meridanos no votaron a favor del PRI, sino que quienes votaron lo hicieron pensando en un cambio pero no regresar al pasado. El gran llamado de las urnas es el de la gobernabilidad democrática, no el de la gobernabilidad autoritaria, y se piensa que se debe continuar desmontando al partido de estado, terminar con el viejo presidencialismo al estilo priista y asumir que el combate a la pobreza la tiene que seguir aplicando el partido que sea.

Es cierto que los gobiernos panistas en los ayuntamientos cuando llegan se someten a los procesos electorales sin intervenir como partidos de gobierno o de Estado. Algunos medios de información en muchos estados como por ejemplo Campeche, con gobiernos estatales en el Ejecutivo en 70 años nunca vieron un bache aunque se pudiera tragar un carro –salvo a José Medina Maldonado, a quién peyorativamente le apodaron “Pepe bache”- y ahora si ven una semilla de tamarindo en la esquina y además le dedican hasta la primera plana y retratan a la semilla.

Hay sin embargo que señalar que en la elección para la alcaldía de Mérida hubo una superinteligencia perversa porque el PRI fue capaz de lograr que las encuestas previas, las exit polls, los conteos rápidos y finalmente el PREP coincidieran todos en lo mismo: un triunfo inobjetable. Las irregularidades con las que se están entreteniendo en estos días los panistas no son suficientes para descalificar como fraudulenta esta elección.

La historia ya comienza a escribir los 19 años del PAN en Mérida. Atrás ha quedado la leyenda de ser el bastión panista de la Península de Yucatán. En el PAN crece la convicción de que este proceso electoral el daño hecho a las conciencias por los elementos de otros partidos y del sistema estatal deberán combatirlo con sus propios recursos ideológicos.

Jaque del león.

CRECER LA ECONOMIA

El hacer crecer la economía campechana de manera sostenida y sustentable fue el objetivo del gobierno Justo y Solidario, pero hay de crecimientos a crecimientos y los porcientos indican que los vaivenes de la economía están teniendo la última palabra en el negocio de dos hermanitos vivales que en una comercializadora llamada COFISO cuyos activos dejan mucho que desear, están teniendo en estos ocho meses un agosto que no se acaba.

Uno de ellos que por cierto tiene un cargo similar al que ostentaba antes de meterse a la política Mario Alberto Avila Lizarraga, en sus ratos de ocio se ha dado a la tarea de visitar dependencias estatales y usando el nombre de un alto funcionario y exige, que no propone, le compren todo tipo de bienes. Se afirma que amenaza a sus interlocutores con que le adquieran en su negocio de medio millón de pesos en adelante, “porque sabemos muy bien que dinero hay para ello”, dicen.

Los buenos juristas dicen que los detalles son el alma de la ley. Yo en lo personal sigo confiando en la entrega, honestidad y lealtad de Miguel Angel Sulub Caamal.

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