domingo, 1 de abril de 2012


¿QUIEN SACRIFICO A MIGUEL ANGEL?

El gobernador del Estado Fernando Eutimio Ortega Bernés ha leído muy bien la historia de la política de Campeche y sabe, por prudencia, que pelearse con un candidato de su partido a la Presidencia de la República sería no solo su muerte política sino que esa enemistad dañaría a Campeche irremediablemente.

Nadie olvida por ejemplo lo que le ocurrió a Alberto Trueba Urbina con Adolfo López Mateos, cuando se enfrentó a éste, al secretario de Gobernación y a sus padrinos políticos Fidel Velázquez y José Rodríguez Clavería. Existían testigos hace todavía unos años, que avalaban la sentencia del secretario de Gobernación, Gustavo Díaz Ordaz, en uno de sus tantos alegatos con Trueba Urbina: “Señor gobernador, está usted abusando de la bondad del presidente de la República. Si fuera yo, saldría usted de aquí con una camisa de fuerza, al manicomio”.

Pero Trueba era terco como una mula. Nada lo desalentó en su lucha por impedir que Pedro Guerrero Martínez “Perucho” lo sucediera en el gobierno. Autoproclamado defensor del federalismo y en contra de las arbitrarias imposiciones del centro ---que parece que volverán---, Trueba se aferró en forma intransigente a su postura de vetar a Perucho” y en efecto, fue cualquiera menos éste.


UN DERECHO DE VETO NO ESCRITO

Un gobernador sabe que existen reglas no escritas de la política que siguen vigentes en el Revolucionario Institucional, donde figura algo así como el “derecho de veto” que ejercían los titulares del Poder Ejecutivo estatal para garantizar el éxito de cualquier proceso electoral y una tranquila y cordial transmisión de poderes.

Sin embargo, en la práctica es un “derecho” muy pocas veces ejercido. Por lo general, los gobernadores apechugan las decisiones del centro ---como las que acabamos de presenciar---, sobre todo si tales decisiones afectan su propia sucesión. Saben por muy tontos que sean que la nominación de aquellos a quienes podrían sucederlo en el principal cargo político del Estado, es una decisión inapelable de un presidencialismo “no acotado” como ya lo está practicando Peña Nieto.

Entonces el supuesto veto de Ortega Bernés a las dos decisiones que han afectado seriamente este proceso electoral y que fueron tomadas en el centro del país por ---supuestamente--- el CEN de su partido podrían haberle complicado todo y al final nada habría ganado, salvo la enemistad de EPN.

Campeche por su proceso electoral entra un gobernante con un presidente de la República y sale con otro, lo que le complicaría a FEOB los tres últimos años. Y un veto del presidente entrante sería su suicidio político.

El grillerío político campechano no lo dice pero en los corrillos, cafés, cantinas y bares de la ciudad, así como esta semana santa en la playa, la comidilla será la forma en que el CEN ha vapuleado a Fernando, vetándole a sus hombres de confianza para cargos de elección popular y que los prepararían para la sucesión en el 2015.


RECUERDOS DE MAR AZUL

Primero fue Gabriel Escalante Castillo a quién lo vetaron en petit comité en el CEN del PRI por Alejandro Moreno Cárdenas y José Antonio González Curi, el primero con su nuevo cargo en el partido tricolor y el segundo con el carácter de ser un ex gobernador, esas personas a las que Enrique Peña Nieto ha tenido muy en cuenta para opinar y normar mejor el dedazo de lo que puede ser el manejo de la política nacional si el anterior logra llegar a Los Pinos.

Y lo último, por una falta de cumplimiento en la cuota de género, en los términos del párrafo 1 del Art. 219 del Cofipe y de las sentencias de la Sala Superior del TEPJF, de fechas 30 de novbre. de 2011 y 16 de febrero de 2012, el IFE dio hasta el pasado miércoles 28 de marzo para regularizar las candidaturas de mujeres y bajar de las listas a 54 candidatos ya designados en sus respectivos estados.

Por ello en forma arbitraria fue retirada la candidatura de Miguel Angel Sulub Caamal (aunque se menciona que el declinó) y ello ameritó la designación de la actual diputada local por el II distrito Landy Margarita Berzunza Novelo. Olvidando que salió el elemento más capacitado del equipo de candidatos a legisladores federales por el Estado y que debieron suplirlo con féminas preparadas y no oportunistas y arribistas. En espera quedó una vez más la abogada Margarita Rosa Alfaro Waring, con una currícula superior a la ganadora de ese “melate femenil” y por si no obstara también está en el CDE del PRI la licenciada Vania Kelleher Hernández, que ha sido al igual que la primera mencionada diputada local, así que si se necesitaba de experiencia legislativa ambas poseen mucha más que la Berzunza Novelo.

No soy mal pensado pero hay cierta cercanía de grupo entre el candidato del PRI en la fórmula 1 para el Senado, Raúl Aarón Pozos Lanz y la diputada Berzunza. Qué no se han percatado que ambos estuvieron en el CDE del PRI 2007-2011, cuando el primero fue presidente, por lo que podía haber existido “la recomendación” en este caso.


SULUB NO ES RENCOROSO

Pero Miguel Angel es un hombre de leyes, no de guerra ni de odios que trasciendan. Su renuncia dice claramente la calidad de persona que es. con ello le evitó a su amigo y jefe un conflicto mayor. Ante esta verdad y que William Roberto Sarmiento Urbina. Tenía la necesidad de abandonar la secretaría del Gobierno Justo y Solidario para “foguearse partidariamente”. La mejor opción para sustituirlo en el gabinete es precisamente Sulub Caamal, aunque es sabido que basta que un articulista de una opinión para esta no se concrete. El cariño de FEOB es fuerte para ambos y Sulub se encuentra desempleado.

Vamos, desempleado no. Al cuarto para las doce fue nombrado Coordinador general de estructuras del CDE del PRI, mientras que a su compañero Sarmiento Urbina le dieron algo indigerible llamado secretario de operación política del CDE del PRI, ambos cargos en Campeche, que luego del próximo 1 de julio no sirven para nada.

Esta candidatura fallida de Miguel Angel, solo se asemeja a la que aconteció en la primera mitad del gobierno de Jorge Salomón Azar García, cuando luego de los destapes clásicos del PRI para las legislaturas federales de 1994, salió “en unidad” para el senado de la República Tirso René Rodríguez de la G. Guerrero, pero su propio compadrito Guillermo del Río Ortegón, lo demandó ante la PGR acusándolo de un delito acontecido en el rancho “Siete Copas”, propiedad de Rodríguez de la G.

La denuncia llegó hasta lo más alto del gobierno federal y vino la orden fulminante de cambiarlo como candidato al senado y colocar en su lugar a José Trinidad Lanz Cárdenas. Pero con la vara con la que mides…en la misma forma al compadrito Del Río Ortegón, lo sacó Layda Sansores San Román, de la candidatura del PRD a la gubernatura de Campeche, que a su vez el correoso flaco vendió la mitad de sus votos al PRI y dejó fuera a Layda. Amor, con amor se paga.

Pocas sucesiones están resultando tan obvias para los políticos como la de Ortega Bernés. Hasta los más ingenuos han entendido que no habrán sorpresas, que el candidato al gobierno del Estado saldrá de las Cámaras alta o baja, donde dos figuras de la política ocupan una curul y un escaño. En todo caso la lucha será cruenta y se comenzará a definir luego del proceso electoral del próximo 1 de julio.

Los caminos serán distintos y esta vez sacando en conclusión que por el sistema de dedazo solo saldrían de ese sitio. Es muy difícil que retornen los candidatos alcaldes y nunca, como lo consigna la historia, a un pastor del Congreso.

Decía aquel viejo agitador y político Fernando Rosado Reyes, que antes de que los partidos de oposición tuvieran una relativa presencia electoral, en Campeche solo había dos grupos: los que tradicionalmente se iban a “la cargada” sea quien fuere el candidato, y los que representaban una especie de oposición pasiva y silenciosa, dentro del propio partido.

Con Ortega Bernés se fueron en 2009 a “la cargada“ los de siempre, los “institucionales” y los González Curi, incluido su “bastón” Hurtado Valdez, quienes con rapidez inusitada se cambiaron de camiseta y se declararon “puruxistas de hueso colorado”, pero algunos más listos se plegaron en esa oposición silenciosa, que Luis Echeverría definió como “emisarios del pasado”. No debe olvidarse que este sigue siendo un grupo camaleónico cuyos miembros están en todas las áreas del gobierno Justo y Solidario, pero que esperan luego del 1 de julio próximo comenzar a moverse según los tiempos y las circunstancias. Se encuentran molestos porque el gobernador sacó a los “gallitos de patio cagones”, jóvenes que ciertamente no tendrán forma de madurar antes de que los agarre sin confesarse el cisma del 2015.

No se objeta que Fernando Eutimio llegó al gobierno del Estado, con el mayor soporte de apoyo popular. Los más de 170 mil votos a favor y con una ventaja de más de 30 mil sobre su principal opositor del PAN generó un expectativa que a cerca ya de la primera mitad del sexenio, deja insatisfecho al pueblo. Muchas de las demandas firmadas están lejos de ser solucionadas y aunque se ha avanzado los recursos jamás alcanzarán.


CAMBIAR TODO PARA QUE QUEDE IGUAL

Por más hábil que un gobernante sea, el destino de una administración depende en gran medida de sus más cercanos colaboradores. Las designaciones equivocadas, sobre todo en los puestos clave, son siempre el primer paso en falso de cada gobierno. Por fortuna, la administración pública resulta tan elástica que caben hasta los tontos y hay lugar para los ignorantes. Pero hay cargos que siguen siendo vitales para el éxito del gobierno.

Sin embargo, Ortega Bernés ha realizado demasiados cambios en apenas dos años y medio. Si no me cree cuéntelos:  Juan Fernando Estrada Abreu, sale de jefe de comunicación social por un “photoshopazo”; Gral. Héctor Sánchez Gutiérrez, sale del gabinete como secretario de seguridad pública y protección a la comunidad y es sustituido por Jackson Villacís Rosado; Ricardo Grajales Flota, asistente, sale y se va al PRI; Raúl Pozos Lanz, sale como secretario de desarrollo social y regional y se inscribe como número 1 en fórmula para el senado; José Manrique Mendoza, asistente, sale y se inscribe como candidato por el II distrito; Miguel Angel Sulub Caamal, sale de Contraloría y se va como presidente del CDE del PRI, luego renuncia y se inscribe para una diputación federal de mayoría relativa de la cual “renuncia” y hoy está de nuevo en el CDE del PRI; Edgar Román Hernández Hernández, sale del gabinete como secretario de Administración e Innovación Gubernamental y se va como presidente del CDM del PRI en Campeche y de aquí renuncia y se inscribe como candidato a una diputación local por el VI distrito; Vania Kelleher Hernández, renuncia como coordinadora de Relaciones Públicas del gabinete y se va como secretaria general del CDE del PRI; Víctor Salinas Balam, sale del gabinete como secretario particular y se va como presidente del CDE del PRI; Roberto Sarmiento Urbina, sale de la secretaría de Gobierno y se va al PRI estatal como secretario de operación política; David Uribe Haydar, sale de la secretaría de Pesca y se va a como candidato a una diputación local por el distrito XV en Champotón; Adda Luz Ferrer González, deja la subsecretaria de educación para irse por una diputación local por el IX distrito; Marcos Pinzón Charles, sale de la dirección de Conalep, al movimiento territorial del PRI y ya está inscrito como candidato para el III distrito; Víctor Hugo Baltazar Rodríguez, sale de la dirección del Cobach y se inscribe como candidato a la presidencia municipal de Calkiní;  Miguel Angel García Escalante, sale como director de administración de emergencias y se va por una diputación para el I distrito; Enrique Iván González López, sale de la secretaría de Salud y se va como candidato a la alcaldía de El Carmen; Gabriel Escalante Castillo, sale de la secretaría de coordinación y no hay todavía un sitio de destino, aunque yo lo veo ya como jefe de la campaña de su hermana Ana Martha, quien va con toda la fuerza priista para recuperar el Pedro Baranda.

Al filo de concluir el tercer año de gobierno, la renovación de la presidencia de la República, de las cámaras federales alta y baja, del Congreso local y de las once alcaldías esta renovación volvió a ser convergencia de inquietudes políticas. Ortega Bernés ha roto el molde, pero parece evidente que ante tanto barrunto de tormenta al final todo volverá a la tranquilidad, esa paz social que los campechanos buscamos siempre. Aunque, repetimos, de nuevo vuelve el dicho de que “gobernador, no pone gobernador” y la próxima sucesión no será como las dos del docenato que lo antecedieron.

Lo que si nos queda claro es que ya corre el rumor de que ante tanto cambio lo que se dice en la “radioconsola” es que “el último que salga que apague las luces”.
Pero después de todo este alboroto finalmente, el viejo partido vuelve a tomar el mando que había soltado hace once años. Hoy prevalece la vieja cultura del engaño frente a las expectativas de modernidad y democracia. El sistema, el dinosaurio sigue vivito y coleando. La sucesión de 2015 está por comenzar su primera batalla y se resolverá igual que hace 80 años. Hay de todo, de dulce, de chile y de manteca.

Estimados lectores Jaque Mate sale de vacaciones en respeto a la Semana Mayor. Volveremos de nuevo a estar con ustedes el próximo domingo 15 de abril Dios mediante.

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