domingo, 4 de marzo de 2012


HISTORIA DE UNA TRAICION

Las denuncias periodísticas, las pláticas frecuentes y hasta los correos anónimos a veces tienen sentido y objetivo: conocer a quienes manipulan nuestras vidas para poder aspirar a irlos desterrando del entorno político de nuestra entidad. La libertad de expresión no acoge a todas las personas, es fruto, si, de quienes queremos revelar hasta donde se pueda las verdades históricas a quienes leen esta columna, se informen, participen ---a veces---, orienten y hasta corrigen, cosa que les agradezco, porque en este ejercicio de opinión surgen derroteros comunes con desenlacen apasionantes.

¿Se habría dado avances en nuestra democracia si no se conocieran los escándalos, las atrocidades y las complicidades en el poder? Cuando una sociedad se encuentra mejor informada, las voluntades de los predadores, llegan al fin o dejan de hacer daño.

Las traiciones políticas son hijas del odio, del interés malsano por poder y por dinero. Quienes las realizan y, por supuesto, seguirán haciéndolo, tendrán sobre ellos la mirada de los campechanos que sabrán la forma en que se hicieron de tanto dinero con tan poco trabajo.

De esto se trata, amables lectores. Compartan, la experiencia extraordinaria de poder escudriñar por los tres niveles de gobierno, por oficinas, por pasillos, por cafés y hasta por alcobas, sin tabúes ni prejuicios, en busca de datos que se acerquen lo más posible a la verdad.

Hoy me voy a referir a una mujer que no ha tenido tapujos para escalar y descender del poder en base a sus artilugios. En aprovechar la amistad brindada, traicionarla y seguir adelante como “quítame estas pajas”. Una mujer que no dudó un momento de salirse del PRI cuando los aires del gobierno del Estado cambiaron de dirección, cuando dejó de sentir que el cargo de directora de una facultad conseguida a base de traiciones y de denostar en una columna ---precisamente en un medio local---,  a quienes sabía que eran obstáculo en sus proyectos.

Se sale de la Universidad, se va al extranjero a tomar un posgrado y desde ese sitio comienza su cambio para el PAN, pero sin dejar los viejos amores y los recursos que todavía recibía en España.  Inquieta, hiperdinámica, forjada en la lucha sin banderas y despierta a la política encuentra en su camino a quien habría de ser su paño de lágrimas: Juan Camilo Mouriño Terrazo.

Con ese mecenas inicia un camino diferente, pero siempre basado en una meta: salir de pobre. Eran los días de campaña de este español naturalizado mexicano –afirman que con dos actas diferentes---, quien juega y pierde la alcaldía de Campeche, pero que luego es llamado a una diputación plurinominal en la Cámara de Diputados federal, donde estrecha relaciones con el actual Presidente de la República.

La estrella de nuestra protagonista da un giro de 180 grados, cuando aquel “amigo” comienza a tener relaciones con las altas esferas del poder. Nuestra “heroína” para entonces ya había traicionado a quienes creyeron en ella y no sabían que sus nexos con el PRI seguían un derrotero que tenía como punto de partida la Secretaría de Finanzas, donde un primo hermano ---sin apellidos coincidentes---, despachaba desde los primeros años de un docenato.

Ese contacto además de recursos le permitieron quitarse de encima a quienes dentro del PAN se habían constituido como enemigos. Los comicios internos de “la grandeza” y “de hechos” estuvieron viciados de origen porque recibía gran cantidad de dinero por parte del PRI y también por parte del PAN para arreglar las victorias de determinados candidatos en especial del Camino Real.

Traicionando, logra una curul en San Lázaro donde se suma a la cacería en contra de los priistas que Vicente Fox había desatado y que tenían como objetivo bloquearles cuanta iniciativa hubiera. Fueron años de traiciones para ambos partidos y con su habilidad poco común las libró.

La situación política que vive el PAN en el estado es sumamente difícil y tiene como punto de referencia la muerte de Mouriño Terrazo, porque sin duda fue el “bing bang” de ese grupo que hoy está a punto de desaparecer por las traiciones.

El mal agradecimiento toma su mejor postura cuando en enero de 2009, el padre del desaparecido secretario de Gobernación viaja de España a México y visita a la protagonista de múltiples traiciones y demuestra la más grande de ellas, al externar al propio padre, al recibirlo en su despacho en un trabajo que el hijo le había otorgado en la oficina de Pemex en el D.F., taimada pero temerosa le asesta la puñalada tipo Bruto el de la historia, cuando le dice:

--- Don Carlos, conmigo no tendrá problemas pero Mario Avila Lizarraga, el candidato de su hijo Carlos es un ser despreciable. Tiene un historial de mal agradecido con quienes en el pasado le tendieron la mano… y además no creo que pueda ganar la elección. También le externo que no es bien visto por los empresarios campechanos, me refiero desde luego a los contratistas de obras del gobierno federal.

Ante esa alusión directa de la Gerente Corporativa de Pemex, que habrían de ser causa y efecto de su cambio poco tiempo después, donde se va como apestada y sujeta a investigación en la SENER, el español se traga su amargura y se retira.

El hermano después dirige “unas reflexiones” que por cierto se publicaron completas en esta columna el domingo 13 de febrero de 2011, donde le echa en cara a Avila Lizarraga por la derrota del partido Acción Nacional “por el costo total del descalabro en las elecciones de 2006 que alejaron al panismo de la obtención de la gubernatura de Campeche”.


Disculpa a su hermana y a su compañera de aventuras políticas Nelly Márquez Zapata, del escándalo de Mega media del Diario de Yucatán y culpa a todos por la falta de “experiencia política”.

Pero se olvida de que su hermanita posee una residencia en Campeche y departamentos en Cancún y el D.F., además de los gastos de su hijo en el extranjero, por si fuera poco hace más de 18 meses declaró que estaba desempleada.

Le echa en cara al “clan Mouriño-Del Río” quienes ignoraron la militancia y los liderazgos importantes del PAN para imponer candidaturas de mayoría  y la pluri federal.

La traición de la Judas panista-priista se había consumado, pero para entonces ya estaba en tratos con Enrique Iván González López, ex delegado de SEMARNAT, quien según ella “era uno de los mejores activos del partido hasta que  “le ganaron-perdiendo” el municipio de El Carmen.

El hermano le restriega al hermano de su desaparecido mecenas que “Quique Iván” fue un error, así como del hoy “flor de un día” y ex alcalde de Campeche Carlos Ernesto Rosado Ruelas, al que no apoyó y que con sorpresa si ganó. Hoy, a más de dos años y medio un auténtico lastre para el panismo campechano con el beneplácito de la Judas.

Pero el provecho que supuestamente había logrado con “Qiuique Iván” pronto fue cobrado. Comenzando con acomodarlo con el novio de su juventud y su “operador político” llevando al carmelita a la cabeza del Sector Salud en el Estado y con el  a decenas de panistas que tienen materialmente secuestrados los recursos de esa dependencia con el malestar de priistas campechanos que han visto como se otorgaron numerosas plazas a blanquiazules amigos y familiares de nuestra protagonista.

Habla de la cara mitad de su congénere la camaronera Márquez Zapata que hiciera dupla con ella y se le pegaran como lapa a Josefina Vázquez Mota, con tan buena suerte que ésta derrota al candidato de la familia Mouriño, y con ello aparentemente crecieron los bonos de las dos, pero que seguramente bien enterada y más astuta y mañosa que ellas, la tal Chepina y como papel sanitario las desechó.

Pero siempre encontraron que su “plan “B” siguiera siendo productivo y hoy se preparan para el próximo proceso electoral donde apoyarán ---como siempre--- a los candidatos priistas para justificar las grandes sumas de dinero que reciben vía erario estatal. Y es que como bien dice en su misiva de referencia el congénere: “aquí en el mundo real hay otros caminos también decorosos aunque la renta (sic) sea menor y cargada de impuestos como por ejemplo vender sustos.


¿VUELVE LA GRANDEZA?

Desocupado lector, sin juramento me podrás creer que quisiera que este relato, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no se puede contravenir a la orden de la naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podría engendrar el estéril y mal cultivado ingenio de un hijo del desierto y las palmeras de dátiles, avellanado, antojadizo, y lleno de pensamientos y de ira siria-libanesa.

Un ente que ha llegado de la gloria al desasosiego, de un triunfo no logrado en las urnas a ser impuesto por la vía del poder; pero que luego de insistir e insistir, de ser delegado (ofrecido) a no pocas entidades del país, donde casi lo sacaron por pendenciero y mal político, al fin, en un mundo de priistas donde el tuerto es rey, se acepta una reiterada petición: No me des a mi ninguna candidatura. Dásela a mi esposa en una diputación plurinominal.

Y dónde menos se espera salta la liebre. Campeche desde las márgenes del río Palizada, hasta los límites con Halachó; desde nuevo Campechito, hasta Isla Arena; desde Arroyo Negro hasta Bécal; desde La Pelusa, Ramonal y El Desengaño hasta los siete barrios tradicionales de Campeche, la noticia corrió como reguero de pólvora: la esposa de El Tapir quedó en el sitio número 10.

Ni tardo ni perezoso busqué y busqué y al fin un amigo me las hizo llegar muy precisas.  En la Tercera Circunscripción donde el lugar número uno quedó en poder de Alejandro Moreno Cárdenas, otro cisma a políticos Justos y Solidarios, en especial del ala norte del cuarto piso, donde la pasiflorina el Prozac y los vasos Old Fashioned con Chivas Regal del año 1987 sirvieron poco para paliar la amargura.

Y es que al buscar en las listas de momento me fui con la finta y leí María Elvia, pero carambas, se trataba de la Primer Circunscripción el lugar número ocho y el apellido era Amaya Araujo, ni más ni menos que la esposa de Jorge Hank Rhon, de los hijos del profe Carlos Hank. Finalmente la encontré en el sitio número diez de la Tercera Circunscripción y sin su segundo apellido. Ese apellido que parece el virus del AH1N1, materialmente apestado en este próximo proceso electoral, luego de que fue ponchado con tres bolas malas seguidas el mayor del clan, que se pensaba estaría cerca de los afectos del Justo Mayor.

Pero también en la Tercera Circunscripción aparece en el lugar número 11 (podría no llegar) el hijo de José Murat Casab, Alejandro Murat Hinojosa. ¡Ahh caramba! ¡Pa´su mecha! ¿Recórcholis! Me cae el veinte que fue el pago de tanto desmadre que el esposo de Elvia María, como el padre del sitio 11 armaron en Tabasco, dándole al gordo Manuel Andrade Díaz, el retortijón de su robusta vida, porque se la habían prometido pero se le adelantaron los fedallines.

Ahora bien ¿la merece la ex primera dama del sexenio 1997-2003? ¿tiene los méritos suficientes sobre todo en los últimos 10 años? ¿sabe a lo que se va a enfrentar en San Lázaro donde no hay piedad para el género? ¿estará preparada para recibir instrucciones de su apuntador? No lo se a ciencia cierta, pero me huele mal, porque podría tratarse de una “Juanita” que cediera su lugar a su irascible mitad.

¿La merece? En este momento ya no. La mereció hace 12 años pero desde entonces hasta las lideresas de colonia ya cambiaron y nuevos y rechonchos cuerpos sudorosos pululan las goteras de Campeche.

Desde el punto de vista de la justicia si la merece. Es una mujer hija de un matrimonio buen avenido, de un abuelo paterno que fue una institución educativa en la entidad, de un padre que también en el magisterio ha dejado huella, que finalmente es una Escalante.

Qué es una mujer sufrida, sufrida, muy sufrida y hasta golpeada…por la vida. Una dama que en el DIF de ese entonces suscita comentarios de mucho afecto por los tratos hacia los grupos marginados, de educación especial y donde muchos la vieron en ocasiones como si hubiera tenido accidentes porque los moretones no eran producto de una enfermedad hepática, sino de un hígado sin control.

Le deseo desde estas líneas el mejor de los futuros, porque puede servirle para encontrar su verdadera libertad en estos tres años, si llega a San Lázaro.

Muchos me van a decir que hay féminas con más méritos como por ejemplo: Ana Martha Escalante Castillo, Margarita Rosa Alfaro Waring, Vania Kelleher Hernández, Landy (la de la “mota”) Berzunza, María luisa Morales, Dinorah Hurtado Sansores, Sonia Jacqueline Cuevas, Rosaura González y Dulce María Cervera Zetina, por ejemplo.

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