LOS DILEMAS DE FERNANDO
No exento de conflictos que como siempre se manejan con dos pesas y dos medidas, está transcurriendo la primera mitad del gobierno Justo y Solidario, transitando en medio de la tradicional indiferencia de los campechanos, cuyo activismo se limita a despedazar a los gobernantes en las mesas de café, inventando chismes y esparciendo rumores.
Han quedado atrás al paso de las décadas aquella fiebre constructora de José Ortiz Avila; de convertir a Campeche en granero del sureste; de hacer política y proyectarse en forma personal de Carlos Sansores Pérez; del discurso del método y de las piezas oratorias de Rafael Rodríguez Barrera; de tener la visión de un Campeche diferente pero haber quedado muy bien con el presidente de la República en su primeros tres años y perseguido del segundo en los últimos tres como fue Eugenio Echeverría Castellot; de haber construido viviendas como nadie en el Estado, pero que obedecían a intereses ajenos como Abelardo Carrillo Zavala; de querer detener un poder fáctico y luchar contra el mismo durante todo el sexenio como Jorge Salomón Azar García; de pasarse seis años pegando de gritos y construyendo algunas obras indicadas por su hermano como fue Antonio González Curi; de tirar piedras por toda la entidad para supuestas obras y al final como el perro de las dos tortas como Jorge Carlos Hurtado Valdez y pasar a la actual obra social que conocíamos porque así lo hizo un gobernante yucateco que estuvo 10 años en el poder.
A medio camino de la administración y casi sin sentirlo ha llegado la hora de impulsar candidatos a diputados federales y senadores de la República ---irán Raúl Aaron Pozos Lanz y Oscar Rosas González---, pero Fernando Eutimio Ortega Bernés, sabe muy bien que ya es tarde para empezar a diseñar su propia sucesión, puesto que el sistema que había imperado desde el año 2000 ha vuelto a cobrar vida en un precandidato a Los Pinos en la imposición por “dedazo”.
Se pensaba que los senadores eran su avanzada fuerte tomando en consideración que iban a estar envueltos en las grandes decisiones nacionales y podrían lograr con un poco de ayuda avanzar hacia la candidatura estatal, pero todo cambió y sus candidatos quedaron fuera.
Conocer profundo de cómo se cuecen las habas en el centro, el gobernador ha maniobrado para obtener un par de posiciones en el Congreso de la Unión, de hecho las únicas con las que de alguna manera podría maniobrar, pero a solo una semana de ver el final, por las candidaturas a diputados federales, le queda solo una candidata Ana Martha Escalante Castillo (nieta de Angel Castillo Lanz quien gobernó a Campeche de 1923 a 1927) quien todo indica que pueda llegar a San Lázaro, al igual que Carlos Alberto Arjona Gutiérrez, que de ninguna manera pertenece al círculo verde de Fernando.
Hay que considerar que por razones de población solo tenemos dos distritos electorales federales, más las dos senadurías que luego de la reforma van en fórmula, lo que permite alcanzar al menos un senador para el PRI. Un gobernador con suficiente fuerza política en el centro dispone de dos posiciones cuando mucho. Por lo que las posibilidades se han ido cerrando.
Pocos gobernantes han manejado hábilmente las piezas fuertes de su gobierno, pero las cosas han cambiado luego de hace seis años. Por lo pronto los legisladores federales no han sido lo que se esperaba y eso ya está enturbiando la próxima sucesión, para evitar un caballo negro que llegue con la venia del próximo presidente de la República, si llega el PRI, puede ser incluso un Alejandro Moreno Cárdenas, que sería toda una sorpresa.
Al gobernador le queda entonces la solución local en dos figuras: la alcaldía de Campeche, de donde han salido no pocos gobernadores y la presidencia de la Gran Comisión del Congreso del Estado. Pero si se considera que a la primera iría como candidato uno de los amigos cercanos de Fernando, esto puede ser contraproducente si se trata de Edgar Román Hernández Hernández, porque este joven no ha emergido como un político y aún llegando no tendría la suficiente experiencia para buscar la grande.
A pesar de su vasta experiencia política, al momento de empezar a operar su propia sucesión, Ortega Bernés puede estar cayendo en los mismos errores que han cometido sus antecesores: empeñarse en imponer candidato, contra una norma no escrita ---que puede volver a tener validez--- pero inapelable de que “gobernador no pone gobernador” y como algunos de ellos, a última hora cambian de opinión respecto a quién, en principio, habían promovido.
La administración estatal ha entrado en una fase inédita de la política, que requiere de la especial habilidad y cuidado del gobernador, para sortear los conflictos que necesariamente se están produciendo en este juego de fuerzas. Está en juego no solo el futuro político del gobernador, sino la tranquilidad y el desarrollo del Estado.
Ahora bien, si Fernando que tiene un buen acercamiento con Enrique Peña Nieto, sortea con habilidad no meterse en la selección de candidatos a diputados y senadores, dejando manos libres al PRI y a las fuerzas políticas que se mueven en torno a las nuevas figuras del panorama nacional, estaría emulando a lo que Rafael Rodríguez Barrera hizo en su momento. Se allanó a las listas elaboradas por el partido, dejó hacer y permitió que cada sector cobrara puntualmente sus cuotas para la integración del Congreso. Sin duda conocía el sistema, y conocía la historia.
DOS TIPOS DE CUIDADO
Luego de haber dejado el poder el hombre del “califato” Yosuf Saad Cora ha brindado sus servicios al PRI para ”lo que se ofrezca” y en esa tesitura se le ha enviado a Yucatán, Jalisco, otro estado del Pacífico y en fecha reciente a Tabasco. En todos los casos terminó envuelto en líos.
Pero “genio y fugura…” ha armado todo un escándalo que ha trascendido a nivel nacional, cuando junto con otro paisano de raza, José Murat Kasab, cuando ambos trataron de chantajear a Evaristo Hernández Cruz, candidato al gobierno de Tabasco por el PRI, al ofrecerle una diputación federal y otros cargos para que éste se desista de impugnar la imposición de Jesús Alí de la Torre.
Los ex gobernadores de Campeche y Oaxaca fueron acusados ante los medios de comunicación regionales y nacional. Hernández Cruz les dijo que no acepta “proposiciones indecorosas” y que su única aspiración es la gubernatura del Estado.
Además para meterle chile al asunto convocó al pueblo de Tabasco para sitiar el recinto donde se realice la convención de delegados, para que los integrantes voten a favor de lo que quiera la mayoría y no lo que el dedo del CEN quiere. Con ello es probable que el hombre de la “grandeza” esté viviendo sus últimos días en la tierra de los Madrazo y Andrade.
Además ambos paisanos han creado tal escándalo que Peña Nieto debe estar arrepentido de haber palomeado a ambas fichitas, consideradas aves de tempestades.
La situación ya se complicó aún más porque en Tabasco se encuentra Benito Neme, compadre de Peña Nieto, quien se pasó las encuestas de opinión por el arco del triunfo, estas favorecían a Luis Felipe Graham y no a Alí de la Torre.
Así que lo más probable es que de nuevo vuelva a su bunker de la avenida Universidad para comenzar a fastidiar ahora al gobernador del Estado, con llamadas durante todo el día.
Alguien debe de hacer una obra de caridad y darle un trabajo en el rastro para enderezar cuernos de toro.
ELEVARON GRAVAMENES
Como una bofetada al pueblo se dio la semana que terminó ayer al dar a conocer el Congreso del Estado aumentos del 50 por ciento sobre la adquisición de inmuebles en toda la entidad. La medida agarró fuera de la base a los mismos notarios que ni siquiera fueron consultados al pasar del dos al tres por ciento el cobro de ese impuesto.
El aumento da en la línea de flotación de la clase más baja porque son personas que con mucho esfuerzo logran adquirir un inmueble y el aumento es de hasta un 50 por ciento más.
Este aumento fue aprobado por la LX Legislatura local, porque así aparece en el Periódico Oficial el pasado 28 de diciembre de 2011, pero fue hasta la semana pasada cuando los ayuntamientos cobraron conciencia de ello.
Los campechanos estamos consagrándonos como “campeones del aguante”, calificativo que ha vuelto a tener vigencia hoy ante este tipo de situaciones con una impunidad que tiene en sus representantes (léase diputados) a los mejores alcahuetes del Ejecutivo estatal.
Estamos conscientes de que a falta de la famosa tenencia en cierto costo vehicular es una baja de los ingresos, pero este tipo de impuestos es un colapso que permea en todos los sectores, y un postración cívica de los partidos políticos que ninguno de ellos se alzó con una protesta. Son valores entendidos.
“FUENTEOVEJUNA” EN ISLA ARENA
Una “pinchechita” maya, Comendadora de la orden de la CNC, ejercía señorío sobre el pueblo de pescadores de Isla Arena, que sin pertenecer a su encomienda porque ahí no hay campesinos, sino hombres de mar, eligió a través de incondicionales crear una cooperativa pesquera donde con un buen número de lanchas, adquiridas con parte de los recursos mal obtenidos en tres años de saqueo al municipio de Calkiní ---y de los que nunca devolvió varios millones de pesos que le fueron detectados por la Contraloría---, desde entonces y hoy con ese pseudocargo que la convierte en “autoridad” y lideresa, ha estado amparada por un grupillo de tamaulipecos que le potencian las pocas gestiones que realiza contraviniendo en algunos casos la política del Comendador Mayor.
Mujer malvada, despótica y lasciva no respeta a nadie que pueda poner en riesgo sus intereses personales en Isla Arena. Se solaza en decir que los villanos no tienen otra honra que la que ella les ha permitido. Los atropellos de esta Comendadora han llegado a tal grado de indignación que no pocos vecinos del poblado son hostigados.
Un causa vino en su ayuda a reafirmar su dominio en ese poblado. Es el caso de la pesca de pulpo y pepino de mar, dos especies en veda que pescadores de Celestún, Yuc., y de los municipios de Campeche y Champotón ciertamente están depredando sin que las autoridades como Sagarpa, Pesca del Estado y Marina-Armada de México hayan intervenido para frenar la depredación.
Entonces, exaltada la Comendadora arenga a sus vasallos dando vivas al Gobierno Justo y Solidario, y mueras a los concesionarios campechanos como el mismo padre del secretario de Pesca, otro Comendador de la Bahía de la Mala Pelea.
La turba no escucha: cuando se alteran los pueblos agraviados y se resuelven, nunca vuelven sin sangre y sin venganza. En este caso no hubo muerte de secuaces de los depredadores mayores. Dos de los criados del Comendador de Champotón acuden a demandar y denunciar que su lancha con todo y motor fuera de borda había sido quemada y que su patrón pedía emprender averiguaciones exhaustivas para una vez encontrados los culpables, castigarlos con todo rigor.
Llegan al pueblo agentes del Ministerio Publico y empieza la investigación, pero todas las preguntas se estrellan ante una fortaleza que han formado los lugareños, los hombres, las mujeres, los ancianos y hasta los niños, que son sometidos a toda clase de preguntas.
Sin embargo, cada vez que se les hace la pregunta ¿quién quemó la lancha y el motor? Responden al unísono: “Fuenteovejuna señor”. Sin poder arrancarles otra declaración, los ministerios públicos se marchan a informar al monarca al que le dicen que, ante la imposibilidad de obtener un dato concreto, el monarca tendrá que tomar una de estas dos posibilidades: 0 perdonarlos a todos, o encarcelar a toda la población de Isla Arena.
La Comendadora desde su castillo en Calkiní sigue paso a paso los acontecimientos y va recibiendo a algunos de sus lacayos que le van a jurar fidelidad y le informan de todas las investigaciones.
Entonces para que esta trama que parece tomada de Lope de Vega, concluya y se baje el telón debe cerrarse con la visita próximamente de un rey Justo y Solidario , que como su nombre lo indica es clemente y escuchará con atención y dará el perdón a toda la villa no volviéndoles a nombrar más Comendador que la “pinchechita” maya.
AUMENTOS SIN TRANSPARENCIA
Luego de que el gobierno federal restableció en enero de 2010 el aumento mensual al precio de los combustibles, el incremento acumulado es ya insostenible para el pueblo de México. Las críticas se han multiplicado ante un insensible presidente de la República, que sigue en el proyecto fijado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para acelerar aún más el aumento a las gasolinas para eliminar los subsidios.
El precio de la gasolina está lleno de impuestos. Ese combustible no tiene por que ser barato, es un producto escaso y contamina mucho, pero nadie ha exigido una política clara en relación con el incremento de sus precios.
El gobierno es bueno para anunciar cada gasolinazo, pero cuando deben bajar, con base al comportamiento del mercado internacional, se hacen tontos. El incremento mensual se reinició a partir del primer sábado del 2010, para ir eliminando de manera paulatina los subsidios.
El gobierno mexicano se da el lujo de subsidiar gasolinas y gas, como si tuviera niveles de cobro de impuestos de envidia, sin tener en cuenta que un país con ingresos tributarios tan bajos no puede jugar con la cartera energética de esa forma.
El dinero despierta bajas pasiones entre los que tienen el derecho de gastarlo sin la obligación de ganarlo. Y el dinero petrolero es más revelador en el político. Cada año el Congreso de la Unión establece un precio de referencia del petróleo, para calcular los ingresos petroleros, que se suman al total de ingresos con los que contará para el gasto federal.
Los diputados federales priistas dicen que el gobierno federal debe dar cuentas sobre el dinero que recauda el Estado con el excedente petrolero y que asciende más de mil 200 millones de pesos diarios. El gobierno federal está recibiendo cantidades extras considerables por los aumentos derivados de los conflictos internacionales. Pero ¿quién le pone el cascabel al gato? ¿dónde está el dinero de los excedentes petroleros? ¿dónde está todo el dinero del fondo de compensación?
La realidad es que esos ingresos adicionales terminan en manos de los gobiernos estatales y federales que se van a: gasto corriente. La realidad es que los ingresos adicionales terminan en manos de los gobiernos estatales y federales para su gasto corriente.
La Ley de Responsabilidades hacendaria, marca que un 35 por ciento de esos recursos van para la infraestructura de los estados, aunque no se puede comprobar cómo se lo gastan los gobernadores. Pero éstos no tienen ni la mínima idea de cómo hacer para dejar de depender de ese recurso cada vez más escaso.
El caso de Campeche es sui generis porque en su litoral se extrae más del 70 por ciento y los porcentajes son menores en función de una estúpida Ley de Coordinación Fiscal que otorga más a quienes tienen mayor número de habitantes.
Pero los recursos de ninguna manera son a favor de la inversión petrolera y el bienestar de las entidades federativas. No hay un organismo que vigile esos recursos y su aplicación para evitar la corrupción y el mal uso de ellos.
No hay rendición de cuentas y en las entidades federativas el manejo de los fondos es obscuro. El gasto de ese dinero no está pre etiquetado. Y ya los estados y municipios presentan problemas graves de endeudamiento, cuyos resultados se está casi seguro no va a obras de infraestructura. Ese dinero se sigue dilapidando por la ausencia de un proyecto industrial propio.
Las haciendas de cada estado deberían hacerse cargo de su presupuesto y no beneficiarse de los fondos de Pemex ya que estos son de los más turbios y no se informa en que se gastan. Es un desperdicio y una irresponsabilidad absoluta que esos recursos se dilapiden en gasto corriente y no en inversión productiva. No hay conciencia del grado de pobreza en que se encuentra más de medio millón de campechanos.
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