domingo, 10 de abril de 2011


SE LE CAYO UNA PATA A LA MESA

No puede taparse el sol con un dedo los invasores de las tierras del sur del Estado están perfectamente definidos, tan es así que por eso fueron invitados a formar parte de la Mesa Interinstitucional para la Resolución de Problemas Agrarios, cuya presencia de autoridades federales, estatales, municipales y de la iniciativa privada tuvieron como invitados especiales desde su inicio a Armando García Jiménez, Luis Antonio Che Cu y Manuel Chablé Gutiérrez, conocidos por violar la ley y ser denunciados por ganaderos, pequeños propietarios y otros poseedores de terrenos en la geografía estatal.

Un grupo de delincuentes es liderado por estos tres angelitos que han llenado de zozobra a quienes poseen terrenos en los ayuntamientos de Escárcega, Candelaria, Champotón, Hecelchakán y Ampliación de Pomuch. Sin embargo los acontecimientos del principio de semana fueron una sacudida por el asesinato del primero citado, mismo que el año pasado estuvo en la cárcel por delitos de invasión, pero la movilización social de los partidos de izquierda, en especial de Convergencia lograron su excarcelación. También Che Cu tomó unas ligeras vacaciones en Kobén y asimismo fue soltado para evitarle al gobierno un dolor de cabeza.

Che Cu y su representante Rosendo Sánchez, de ascendencia tabasqueña, como muchos de los que integran el “grupo campesino” formado por diversas corrientes de izquierda se han adueñado de predios, rompen cercas, talan madera, se apoderan de pozos con veletas, tiran casas; además se dan el lujo de bloquear caminos a su antojo, para evitar el libre tránsito de sus propietarios. Estos hijos de mercenarios en su mayoría fuereños o no, campechanos, han bloqueado el paso a los dueños verdaderos del rancho Las Ruinas, del posesionarlo de La Esperanza y del propietario de Las Campanas.

Pero tanto va el cántaro al agua…hasta que García Jiménez, al parecer violó un código de silencio al mencionar invasiones y movimientos extraños en el área del municipio de  Candelaria, asuntos que dio a conocer y que le costaron la vida. Hoy, “sus amigos” y otros “líderes sociales” llegaron a las inmediaciones del Palacio de Gobierno para protestar por ese crimen que tiene poco que ver con venganzas de propietarios de terrenos, algo del flagelo que azota a todo el país que ha costado más de 40 mil muertos y nada de crimen político como dirigentes de partidos de izquierda han venido vendiendo esa idea.

Hace algún tiempo en esta columna di a conocer del esfuerzo al crear la Mesa Agraria, pero también señalé que no hay peor ciego que el que no quiere ver, debido a que pese a las reuniones y pláticas al final los acuerdos eran escuálidos y con poco avance. A esos líderes no les convenía lograr aceptar sus invasiones y salirse de los terrenos. El esfuerzo y las pretensiones del Gobierno del Estado por conservar la seguridad y la paz social eran (y siguen siendo) firmes pero el tiempo se ha dejado pasar y los invasores están en algunos casos exigiendo indemnizaciones, porque las demandas levantadas por el Ministerio Público en Candelaria y Escárcega están dolosamente mal integradas para que no prosperen, hay corrupción en esas áreas aunque la intención del gobierno sea buena.

La muerte de García Jiménez, trajo de nuevo a esta entidad a la reina de las protestas sin análisis y sentido común. Su naturaleza, al igual que la de su jefe Manuel Andrés López Obrador, es crear una tormenta y luego de hacer creer a sus seguidores que está con ellos levantar el vuelo y hasta la próxima. Mientras tanto dejó el camino sembrado de espinas y a los seguidores de su grupo “19 de octubre” (de 1997), fecha de su  Waterloo al querer dejar sin efecto una elección ciertamente censurable y que luego de muchos años, a no pocos nos queda el convencimiento de que fue fraudulenta.

El pasado jueves con cerca de 70 u 80 personas, incluida la viuda de García Jiménez, realizó un plantón en los bajos del Palacio de Gobierno donde según Layda Elena Sansores San Román, “si las autoridades de Campeche no tienen un informe preciso  sobre el crimen, ahí todos saben, en Escárcega, Candelaria, Champotón, que por ahí pasa la droga, no saben el narcomenudeo de El Carmen, pero aquí eso no es de hablar, entonces creemos que debe de haber verdad alrededor de la muerte que nos deja un cuestionario y que nosotros vamos a luchar para que se resuelva una de nuestras demandas de justicia y atención a los campesinos”.

Layda Elena, parece ignorar que precisamente lo que se necesita en estos casos es una denuncia abierta, sin tapujos y no encubierta con verdades a medias. Amenazó con seguir en su plantón porque “hay todavía en la cárcel un campesino y queremos que lo saquen ahora”.

Layda Elena está creando un conflicto de baja intensidad, porque sus argumentos y demandas son mentira, como la que señala en el sentido de que “ya estamos hartos que la única medida que tienen para apaciguar los ánimos, es meter a campesinos modestos a la cárcel y los poderosos ahí están, tranquilamente disfrutando sus atracos, porque ellos si son invasores de tierras nacionales; entonces, si todos son invasores de tierras nacionales, deben ser juzgados con el mismo rasero”.

Durante su plantón en los bajos del Palacio de Gobierno repitió en varias ocasiones que “la mentada Mesa Agraria solo ha servido para que el gobierno tenga en sus manos qué predios hay, quiénes son y han puesto a todos los contrarios de los campesinos en esa Mesa para que se confabulen ¿y cuál es el resultado? ¿quién es su cómplice? Pues el gobierno”.

La hija del “negro” Sansores Pérez, fue más a fondo en su denuncia cuando afirmó que “Hay un área de aquí en Campeche que se llama “El pocito”, donde Edgard Hernández Hernández, integrante del gabinete estatal, se ostentó como dueño, pero la gente lleva años viviendo allí. Hace poco fue con gente y armas de grueso calibre y desosó su maíz, lo cosechó. Ustedes lo supieron y no salió a la luz pública”.

Sansores San Román, como está acostumbrada, desde que supuestamente le robaron las elecciones de 1997, no encuentra mejor chivo expiatorio que el gobierno estatal en turno, siempre que no sea de un partido de izquierda, donde calla y se muestra sumisa. Acusó que la citada Mesa Agraria, el gobierno Justo y Solidario la creó para fijarse bien cuáles son los predios en conflicto grave, quiénes son los que están ahí (sic),  a quiénes podemos meter presos y a quiénes podemos quitar del mapa, porque no se puede negar que el hoy difunto García Jiménez, estuvo preso el año pasado por culpa de un ganadero, de Omar Arjona Ceballos, quien apoyó al actual gobierno y en pago le han dado a construir carreteras mal hechas, que son las que están en el tramo Escárcega-Villahermosa”.

“Otros caso parecido es el de Marcos Konstantino Kánter, a quien el gobierno le debe favores, que le son pagados. Estas cosas ya no pueden seguir sucediendo en este país, tenemos que cambiar, todos”.

Pero si Layda Elena, esperaba que como años atrás los habitantes del edificio más visitado de la callle 8 se escondieran y no dieran la cara, esta vez se llevó una sorpresa cuando se percató de que junto a ella había bajado de sus oficinas William Roberto Sarmiento Urbina, secretario de Gobierno y responsable no solo de la creación de la Mesa Agraria, sino de la impartición de justicia y, en este caso de la investigación del crimen de García Jiménez. El responsable del ala norte del cuarto piso encaró a su interlocutora y a sus manifestantes, a quienes les reiteró que se llegará hasta las últimas consecuencias en las investigaciones del asesinato del líder “campesino”, pero con educación les pidió a Sansores San Román, y a sus seguidores evitar los comentarios irresponsables e irrespetuosos.

Prometió que la Procuraduría va a tener pronto resultados en las pesquisas del crimen y les dijo que son instrucciones precisas del gobernador del Estado de que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes, para esclarecer este caso. También negó que no se atiendan las denuncias en materia de justicia, porque nunca se han negado a nadie y se trabaja de cara al pueblo con transparencia y solidaridad.

Pocas horas después se dio a conocer que ya estaban en calidad de arraigados dos personas, Etelvina Correa Damián, ex lideresa del PRD en Ciudad del Carmen y su pareja Pedro Valenzuela Méndez, quien por cierto dio positivo en la prueba del radizonato de sodio por haber accionado un arma de fuego, ambos se encuentran en estos momentos en la famosa posada “Francis” en el barrio de San Román, entre las calles Allende y Galeana, donde se han evadido no pocos arraigados. Se tiene la sospecha por parte de la PGJE de que esa pareja pueden haber participado en el homicidio.

De resultar ciertos todas las investigaciones y encontrarse a los sicarios que perpetraron el asesinato, Layda Elena, deberá tragarse sus palabras porque sería un ajuste de cuentas entre militantes de un partido de izquierda. ¿Así están dirimiendo hoy en día sus problemas los del sol azteca?

Una cosa si queda clara en este asunto. Este crimen como afirmó el bocón Anibal Ostoa, no es político, porque difícilmente el gobierno de Fernando Ortega, vaya a hacer uso de la última manera de dirimir un problema.

Crímenes políticos sí han existido en el pasado, hay muchos ejemplos de ellos. Tales son los casos del joven Misset Wong, a quien comenzando el sexenio de Eugenio Echeverría Castellot, se le pasó la mano a los judiciales y lo balearon en presencia de cientos de campechanos en un juego de pelota en el extinto parque de béisbol “Presidente Carranza”, debido a que el líder de los porros había causado muchos dolores de cabeza a ese régimen.

Otro más el de Amado Salomón, el que si nos atenemos a las sabias pesquisas del procurador de ese entonces “pagó 250 pesos para que le aplastaran la cabeza con una piedra”.

Y así nos podríamos remontar a tantos crímenes políticos que nos faltaría espacio para señalarlos. Tal vez el más notorio fue el de Ulises Sansores, padre de Carlos Sansores Pérez y abuelo de Layda Elena.


CON EL NUEVO PUENTE, PACIENCIA

Hace unos días el gobernador del Estado mostró su preocupación por los recortes que la Federación le hace a Campeche cada trimestre en una clara injusticia fiscal que no ha podido resolverse, pese a los reclamos que se han hecho en diversos foros.  En ese entonces también manifestó su convencimiento por la construcción del nuevo Puente de la Unidad II, obra que ya está comprometida con toda seriedad financiera y técnicamente, con el aval del Presidente de la República.

Pero, hay que irnos despacio en cuanto a los tiempos de esa magna obra, porque no es tan fácil lograr el inicio de los trabajos a corto plazo, sobre todo por la envergadura de más de tres kilómetros del puente. Hay de por medio el antecedente de un puente que suponemos sería similar el del Puente Solidaridad-Zacatal, cuyo anuncio de construcción por el presidente Carlos Salinas de Gortari fue el 27 de julio de 1990 (el anuncio oficial), el 15 de diciembre de 1993 (sembrado del primer pilote)  y el 15 de noviembre de 1994 (su inauguración). Hubieron de pasar cuatro años y cuatro meses antes de ver culminada esa obra.

Una cosa es cierta, este nuevo puente habrá de cambiarle la cara a Isla Aguada, porque necesariamente uno de sus aproches estará propiamente sobre el malecón de esa población, por lo que la vialidad, la obra carretera y el libramiento por el tráfico habrá de ser motivo de obras complementarias a cargo también de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Hay semejanzas en la puesta en servicio de los puentes de La Unidad y Solidaridad-Zacatal. Ambos tardaron más de cuatro años en realizarse; ambos fueron inaugurados días antes de que José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari dejaran el poder; ambos puentes miden más de tres mil metros de longitud (3,861 el Zacatal y 3,222 el de La Unidad) y ambos son la comunicación más importante de lo que ya es considerada la capital económica de Campeche y la capital petrolera del país.

Pensar que Felipe Calderón Hinojosa, actual presidente de la República pudiera inaugurar esta magna obra es casi imposible, no tanto por los recursos que serán aportados por Petróleos Mexicanos, sino porque antes del inicio formal se tendrá que elaborar un proceso progresivo.  Estudios de factibilidad, anteproyecto, proyecto, la convocatoria, el concurso (el Solidaridad-Zacatal  se lo adjudicaron ICA y Tribasa), la etapa de sondeo, mecánica de suelos, los estudios batimétricos y geotérmicos,  presentación de planos y maquetas con modelo arquitectónico de la obra, etc., y con todos los pormenores podría durar 16 meses. Al actual gobierno federal le quedan 19 meses y los estudios y la adjudicación llevan muchos meses por lo que nuestros hermanos carmelitas habrán de tener paciencia y creer que lo que su gobernador les dice es totalmente cierto: el puente se hará, porque por estos puentes seguirán circulando productos, personas, anhelos, ideas, esperanzas; en síntesis, seguirá transitando el progreso de Campeche y de todo México.

Honor a quién honor merece, estos puentes como toda obra tuvieron pioneros que tocaron puertas nacionales, amistades, funcionarios de todos los niveles y nunca desistieron en la necesidad de dotar a Ciudad del Carmen de sus puentes, es de justicia que luego de medio siglo se recuerde, entre otros, a Nicolás Adolfo Sáenz Quevedo, Francisco Guillén Denis, Venancio Rullán Suárez, Marcos Curmina Buenfil, quien viajaba ex profeso de Champotón para sumarse a los carmelitas, Guillermo Padilla González, y algunos más que escapan a mi memoria, a los que se suman ¡todos los alcaldes carmelitas!

El Carmen vive en estos días de nuevo “la puentitis”, rememorando una ponencia de mi estimado amigo ya desaparecido Guillermo Lliteras Repetto, esposo de Aracely “Chely” Escalante Jasso de Lliteras, actual alcaldesa de El Carmen, que leyó ante el también carmelita Eugenio Echeverría Castellot, impulsor y constructor del Puente de la Unidad, puesto en servicio el 18 de noviembre de 1982, pero que dos años antes en ese mismo lugar fue el escenario del trágico hundimiento de la panga “Campeche”, el viernes 22 de agosto de 1980, crespones de luto que siempre han acompañado al primer puente de la isla.

Cinco presidentes de la República, López Portillo, Miguel de la Madrid Hurtado, Salinas de Gortari,  Felipe Calderón Hinojosa y el que le siga el 1 de diciembre de 2012; cuatro gobernadores, Eugenio Echeverría Castellot, Abelardo Carrillo Zavala, Jorge Salomón Azar García y Fernando Eutimio Ortega Bernés, entran todos ellos a la memoria histórica del pueblo carmelita para lograr esos tres puentes.

Desde estos momentos les decimos a nuestros hermanos carmelitas que no debe haber desconfianza un presidente de la República lo prometió en presencia de tres gobernadores de los Estados de Campeche, Tabasco y Veracruz, amen del pueblo carmelita y de todo Campeche. Tampoco debe cundir el escepticismo . La obra material tardará en verse y es entonces cuando avanzará rápidamente hasta su conclusión. Toda obra tiene retrasos y esta no será la excepción. Aquellos tiempos de obras récord del coronel José Ortiz Avila fueron rara avis in terris, eso no volverá a darse.

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