domingo, 14 de noviembre de 2010

LA ECONOMIA, SERIA PREOCUPACION

A mediados de este año Campeche se encontraba con la producción más valiosa de acuerdo con ACP Consultores (en ocho estados del sur), quién dio a conocer que la entidad tuvo el 26 por ciento del valor de la producción por estado, mientras que en segundo lugar quedó Veracruz con 22 por ciento y Tabasco con 17 por ciento. En último lugar quedaron Yucatán y Quintana Roo con cuatro por ciento cada uno.

Sin embargo, la misma calificadora augura que en 2011 Campeche caerá al -2.9 por ciento en el crecimiento proyectado del valor de la producción por estado, es decir los demás estados: Puebla, Veracruz, Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo crecerían a cuando menos 2.9 por ciento, mientras que nuestra entidad se rezagará enormemente y todo debido a la extracción del hidrocarburo.

El decrecimiento de Campeche se deberá a la caída del petróleo, pues el 90 por ciento de nuestra economía depende de esa actividad. Y aún cuando hay yacimientos probables, no se sabe de que tamaño son, si son comercialmente explotables y no hay tecnología para llegar. Nuestra perspectiva es preocupante y debe prender los focos rojos de la administración del gobierno Justo y Solidario.

Para nadie es un secreto que Campeche carece de una política de fomento industrial y de obras de infraestructura para atraer inversiones, hay otro factor que no propicia desarrollo: el elevado gasto corriente del gobierno del Estado. Se fuga mucho dinero al gasto corriente, es decir, en pago de sueldos, prestaciones, gasolina, renta de oficinas y almacenes, etcétera. Por eso el gasto no se refleja en la economía.

La facultad discrecional que tiene cada Estado para señalar “este dinero viene para esto, pero lo necesitamos para aquello que es más urgente” se debe limitar. Invertir en turismo debe ser replanteado, ya que es gastar mucho dinero para ver muy pocos resultados. No necesito ser experto para saber esto. Se debe invertir más en salud, educación e infraestructura productiva. Hay que reorientar el gasto público estatal.

En los 12 años del califato se pensaba que se estaba invirtiendo en actividades necesarias o importantes, pero lo cierto es que éstas no tuvieron un impacto en la economía del Estado. Mientras se siga pensando con esa mentalidad, Campeche va a seguir perdiendo día a día competitividad.

Debe dársele un nuevo impulso a la búsqueda de industrias, aplicando una política para atraer capitales ofreciendo incentivos a los inversionistas, generando con ello mano de obra calificada y mejoría en la infraestructura para romper los malos augurios que nos depara 2011.

A estas alturas, luego de 14 meses de ejercicio gubernamental parece no haber explicación sobre las finanzas estatales. Las cuentas dicen que Jorge Carlos Hurtado Valdez no dejó deuda, porque de hecho no había sido contratada, pero si dejó obligaciones de pagar por las circunstancias de que se presuponía alcanzarían un techo financiero al que no llegaron por la baja en las participaciones, pero ya estaban fincados los compromisos. Y no hay que ser meteorólogo para saber que la tormenta le caería de golpe a Fernando Eutimio Ortega Bernés, al tener que pagar, ya que son obras que quizás estuvieron en proceso y otras aparentemente terminadas. Este fue una de los “regalos” que el gobierno de hechos, más allá de las palabras le dejó al gobierno Justo y Solidario.

La crisis económica que prevaleció desde finales de 2008 en el ámbito estatal, trató de compensarse mediante la participación relativa al sector público a través del desarrollo de inversiones en infraestructura desde el primer semestre del año 2009, considerando los montos que se previeron para ese ejercicio fiscal; sin embargo, la crisis generó en el transcurso de los meses, en materia hacendaria, disminuciones en las participaciones otorgadas a los estados y municipios, siendo Campeche el más afectado.

A septiembre de 2009, los montos que el Estado dejó de recibir ascendieron a la cantidad de mil 51 millones 906 mil 26 pesos, esta cantidad un compañero analista dio a conocer hace unas semanas algo relativo a mil millones de pesos, pero omitió por desconocimiento los montos exactos.

Bajo estos augurios y con todo el peso de una serie de promesas de campaña, Ortega Bernés inició desde hace más de un año los trabajos de un gobierno que busca ser Justo pero más aún Solidario con su pueblo. Muchas cosas parecen estarle faltando al gobernador, pero ninguna de estas son ganas y honestidad para sacar adelante diariamente los grandes rezagos de 12 años de borrachera financiera. Estamos pagando una cruda que ya dura y es difícil de superar.

Y es que se arrancó con la crisis encima y aunque asumió retos de trabajos para los campechanos, la crisis lo encaró en forma compleja. Ciertamente, no tuvo ni ha tenido un cerebro financiero que le abra brecha para conducir en los rescoldos de una crisis que no acaba de irse, por lo que el desafío para ir cubriendo gradualmente las obligaciones que le fueron endosadas por Hurtado Valdez y que ascendieron a 870 millones de pesos, monto que es aproximadamente proporcional al importe que se dejó de recibir por la entidad vía participaciones.

El gobierno que lo antecedió programó, pero con mala planeación, inició la ejecución de una serie de obras que según ellos iban a permitir no detener la marcha del Estado y beneficiarían a los campechanos en momentos en que la contracción económica era más fuerte y adversas las condiciones del Estado.

Del 16 de septiembre de 2009 al 30 de junio de 2010, se ejerció un total de once mil 398 millones 331 mil 584 pesos. El egreso estatal ascendió a cinco mil 179 millones 405 mil 321 pesos; el egreso federalizado fue de cinco mil 501 millones 600 mil 178 pesos y los pagos por cuenta a terceros fueron del orden de 717 millones 326 mil 85 pesos.

Las bajas participaciones recibidas en el año 2009 generaron intereses por 635 mil 528 pesos. El gasto programable representó un 92 por ciento del total del gasto público, al ascender a 10 mil 406 millones 738 mil 336 pesos. El gasto no programable sumó 274 millones 267 mil 163 pesos cifra que significa el dos por ciento del gasto público.

Los pagos a terceros ascendieron a la cantidad de 717 millones 326 mil 85 pesos que representa el seis por ciento. El gasto no programable lo representan las ADEFAS con 274 millones 67 mil 10 pesos, y las erogaciones adicionales que sumaron 204 mil153 pesos.

Ortega Bernés ha sido muy cuidadoso para comprobar los recursos estatales y federales asignados al Estado. Son aplicados con normatividad, en el período que le ha correspondido se revisó, por ejemplo, el ejercicio de dos mil millones 116 mil 862 pesos, mediante 94 auditorías financieras, la inspección física de 161 obras públicas y 687 acciones; asimismo, se efectuaron verificaciones y evaluaciones de control interno a diversos procesos.

De los compromisos de campaña firmados ante notario de n total de mil 491, se encuentran en proceso 228 en cumplimiento a la palabra empeñada. Por lo que corresponde al Plan Estatal de Desarrollo se han concretado 112 acciones contenidas, de un total de 416 líneas de acción.

Al paso de los años parece olvidarse los malos manejos, pero en materia de contabilidad y estados financieros, además de otros “secretos”, se puede señalar varias cositas que ocurrieron en los 12 años del califato.

Por ejemplo, todos recordamos que se criticó a Jorge Salomón Azar García, cuando dejó a José Antonio González Curi una deuda de 500 millones de pesos. Fue una monserga que duró seis años y que cada que escaseaban los recursos se ufanaba el del cuarto piso en culpar a la deuda y al estarla pagando. La realidad es que durante los tres últimos años de Ernesto Zedillo Ponce de León, y primeros tres de González Curi, ante la carencia de liquidez en los estados le envió a cada entidad recursos para atenuar su deuda pública. A Campeche le fueron enviados 300 millones de pesos y además nos otorgó 85 millones de pesos para fortalecimiento del gobierno estatal en su aspecto de pensiones, dinero que no se dio a conocer.

De los recursos para la deuda pública, que nunca se dieron explicaciones se pagó ciertamente en una sola aportación 180 millones, pero de los 120 restantes nunca se supo a dónde se fueron. Lo mejor del caso es que mes tras mes se decía que se continuaba pagando esa deuda heredada y nadie sabe cuando se solventó en su totalidad.

Por lo que respecta a los fondos de pensiones y pese a que Azar García había sido el único que ha aportado recursos para capitalizar los fondos del ISSSTECAM, (en el docenato nunca se dio un centavo para ese fondo), por el contrario, es en los últimos 10 años cuando el número de “pensionados” y jubilados ha crecido estratosféricamente y la prueba es que los dos exgobernadores del califato gozan (pobrecitos) de “humildes” pensiones, al igual que una caterva de amigos y parientes, por lo que esta prestación que fue creada por Abelardo Carrillo Zavala está en tiempo no muy lejano de ser un serio problema para el gobierno del Estado, al igual que se encuentran las Universidades de Campeche y El Carmen.

¿Dónde acabaron los recursos de las pensiones y de aquel pago de la deuda? ¿Y las contabilidades alternas (no registradas)? ¿ y el manejo de los intereses bancarios por mañas de fechas en días inhábiles o fines de semana? ¿y la omisión contable de los “apoyos extraordinarios”? Nos enteramos la forma en que se desaparecieron documentos de pago y la forma de esfumar deudas no convenientes de la noche a la mañana, donde se hacía con sólo la firma del gobernador. Además no se explica como la alta empleada Emma Hurtado ha prevalecido, habida cuenta de que al único que le rendía información completa era (¿seguirá haciéndolo?) a José Antonio González Curi, quien la acomodó y la ha sostenido en ese cargo.

Por supuesto que esto no sólo es privativo del gobierno estatal. También se dio (¿se seguirá haciendo?) en el Ayuntamiento de Campeche, donde el alcalde se tragó el mugrero con que recibió la comuna campechana. Sus razones tendrá, pero no podrá decir luego que oportunidad no tuvo, ya que le perdonó a 150 aviadores ser denunciados por recursos indebidos y con ello se hizo cómplice por omisión de ese ilícito.

¿ESTADO DE DERECHO?

Interpreten nuestro silencio

PUEBLO MAGICO

En Palizada, próximo “Pueblo Mágico” de la entidad, vive una abuelita que aunque nació en Chiapas, ha vivido gran parte de su existencia (más de 70 años) en “La perla de los ríos” donde diariamente se levanta con el alba y realiza sus labores domésticas como cualquier mujer del campo.

Está emparentada con mi consuegra y es bisabuela por la línea paterna de Manlio Fabio Beltrones Díaz, líder del Senado de la República, su nombre es D. Tomasa Díaz Sánchez, nació el 10 de agosto del año de 1898 en el ejido Paraíso, del municipio de Playas de Catazajá, Chis., sus padres fueron Pedro Díaz Inurreta (+) y Carmen Sánchez López (+) y guarda también parentesco con las familias Lastra, Brown e Inurreta. Tiene 21 nietos y 40 bisnietos y uno de sus familiares de nombre Ventura Inurreta Inurreta, le avisó a la familia a raíz de un pequeño pero muy documentado reportaje del compañero Roger Velueta Chablé.

Lo importante de este caso deriva de encontrarnos en las fechas finales del aniversario del centenario de la Revolución Mexicana, hecho que acontecerá dentro de unos días. Si Pitágoras no miente D. Tomasita tiene la friolera de 112 años de vida, y no es difícil señalar que puede ser una de las mexicanas y mujeres más ancianas de México.

Sus nietos afirman que D. Tomasita conoció físicamente al general Porfirio Díaz, a Emiliano Zapata, a Francisco Villa a Alvaro Obregón y a muchos mexicanos que lucharon en el movimiento social que inició en 1910, cuando ella apenas tenía 12 años de edad. Las mejores impresiones las tiene del caudillo del sur Emiliano Zapata, que le llamó mucho la atención por sus largos y poblados bigotes y por su porte enérgico, así como por sus palabras que daban confianza a los campesinos.

D. Tomasita también guarda recuerdos no gratos del ex gobernador de Tabasco, Tomás Garrido Canabal, quien era una persona de muy malos instintos y que recuerda que mandaba a quemar los santos y las iglesias. A una de sus tías Natalia Lastra le quitó su terreno y el ganado que poseía.

Este es el momento de que Palizada y Campeche le reconozcan en vida a D. Tomasita la fortuna de ser tal vez la única campechana que vivió esas épocas históricas y las puede recordar. El Comité de Festejos que preside D. Carlos Pérez Cámara, puede todavía contactarla y dar a conocer a esta dama que aunque sus raíces son chiapanecas su corazón es cien por ciento campechano. Honor, a quien honor merece.

¿CAMBIOS O SALIDAS FACILES?

En medio del jaleo en que se ha metido el alcalde de Campeche, el primer edil tiene momentos de buen humor con salidas curiosas. La semana que concluye, en una rueda de prensa dio a conocer tres cambios en su gabinete y sustentó que se debían a que esos puestos necesitaban refrescarse. Estamos de acuerdo que el cambio climático está afectando la ecología, el entorno, los litorales, las cosechas, etcétera, pero no sabíamos que hasta los cargos públicos necesitaban un bañito para emerger frescos de nuevo.

En los 13 y medio meses como habitante del ex cuartel Pedro de Baranda, ha realizado varios cambios comenzando con aquel que los tamaulipecos le impidieron nombrar como administrador del mercado Pedro Sáinz de Baranda, luego el de su directora de Desarrollo Urbano, que salió más por grilla del que luego quedó como su sucesor que por errores cometidos.

Ahora da a conocer a nuevos titulares de la Unidad de Asesoría; de Atención a Comunidades Rurales del Municipio de Campeche y del Archivo Municipal, aquel que tuvo la osadía de pedirle su renuncia al Cronista Municipal. Si sumamos han sido cinco cambios divididos en 13 meses y medio nos da que en promedio se dio un movimiento cada 2.7 meses.

Los relevos no son gente de su círculo cercano, pero en sus semblanzas que no se encuentran sus méritos para puestos de esa responsabilidad, me da la impresión que los cambios fueron obligados por los magros resultados de su gestión. De esos cambios se presume que han sido necesarios porque los titulares demostraron su incompetencia o se vieron involucrados en conflictos que debilitaban su gestión. Aunque muchos esperan que el principal movimiento de su gabinete gire en la Dirección de Participación Ciudadana, porque allí, no sólo no parece haber lealtad sino protagonismo y creación de imagen personal de su actual titular, pero pareciera que el edil tiene otra percepción. Bien haría en auscultar con gente de su absoluta confianza, de su círculo verde para que en una encuesta o sondeo de opinión, se entere de lo que piensan las mismas lideresas que supuestamente son sus aliadas.

El alcalde ha desperdiciado muchas oportunidades por un complejo que la patología política encuentra en los gobernantes egresados de Acción Nacional, con las consabidas y escasas excepciones. Es el complejo del miedo a rectificar. Consideran una señal de debilidad lo que debe ser un honor y una prueba de sensatez. El horror escénico a la rectificación encadena a los panistas a sus desaciertos.

Le ha sentado mal, como pedrada en ojo de tuerto, la falta de capacidad, de dinamismo y de lealtad de sus colaboradores, entregados al servilismo por deficiencias hormonales o apetitos económicos, lo adulan y le siguen la corriente, cuando no le empujan, en vez de cumplir ese compromiso primario de la lealtad que es mostrar el error para poder corregirlo.

Carlos Ernesto Rosado Ruelas ha padecido también la falta de ayuda de los dirigentes de la sociedad y sus instituciones que pudieron –quizás estén aún a tiempo- encauzarle con una sugerencia, un consejo, una opinión, pero han optado por guardar un silencio y observar una neutralidad que han sido y son, para el gobernante pretexto o estímulo para incidir y reincidir en un comportamiento que lo tiene ante la opinión pública de falta de palabra.

La alcaldía que inició con buenos augurios está cocinando un guiso como el que realizó su antecesor. Si se pudre, que no culpen a otros de la indigestión y sus consecuencias.

No soy –ni Dios lo permita- seguidor de los hígados tamaulipecos, fabricados en serie como figuritas de pastorela, o atraídos como moscas al panal, por los sobornos degradantes que dejaron de percibir. Sigo buscando que el alcalde de signos de vida política congruente en un acto de cordura, en una rectificación que le honra y se le aplaudiría, para no pagar un precio que no tiene más porvenir que el desastre.

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