PRUDENCIA
Estamos perdiendo un tiempo importante en observar la guerra mediática que sólo buscan quienes ceban sus intereses en desunir a los campechanos. A los medios no puede interesarle de ninguna manera la conciliación entre las partes para la consecución de objetivos que nos deben unir en beneficio de la entidad.
Hay factores y circunstancias que nos tienen al borde de las butacas cada día, que nos enfrentan unos contra otros y nos debilitan al derrochar cuantiosos recursos y esfuerzos en actividades que desangran los erarios estatal y municipales.
Este sectarismo está minando la salud del noble pueblo campechano. Es el agente de un enanismo mental que impide nuestro crecimiento y desarrollo económico. Hay que examinar este concepto de cerca, con lentes de aumento, despacio, para ir conociendo, una por una su grado de manifestación.
El sectarismo nace en el hígado. Nutrido por la envidia, cebado por la mala fe, se propaga como célula cancerosa que infecta las potencialidades intelectuales y facultades nobles del campechano hasta deformarlas e inutilizarlas. Es el diagnóstico clínico.
Hay otra diagnóstico que nos permite reconocerlo con mayor rapidez. En el sectarismo se parte del principio de que si no estás conmigo, si no crees en lo que yo creo, si no haces lo que yo hago, si no dices lo que yo digo, estás contra mi. Buenas son mis obras, porque son mías; malas son tus obras, porque son tuyas. En el sectarismo no hay cupo para la pluralidad. Que seas distinto de mi es intolerable, peligroso, porque yo no estoy dispuesto a ser como tú. Tengo que atacarte, perseguirte, hostilizarte hasta que cedas o incluso acabarte, porque mientras tú seas más yo seré cada vez menos. Mientras tú seas mejor, yo seré cada día peor.
El sectarismo afecta hoy las relaciones de los campechanos. El gobernador y el alcalde de Campeche han convocado reiteradamente a la unidad para demandar mayores recursos. Uno mediante las aportaciones federales que fueron criminalmente recortadas en 2009 y otro para que los habitantes de esta capital cubrieran sus derechos del predial y agua potable, ambos han enfatizado la falta de dinero para emprender proyectos prometidos, pero no basta con tocar a las puertas del corazón de cada familia campechana, hay que diseñar una estrategia de gestión, de información y de lucha, pero por sobre todo de buenas intenciones.
Ambos tienen la capacidad para lograr la unidad que no debe ser flor de un día, ni puede presumirse en una fotografía que los camiones urbanos paseen por la ciudad como hacía Jorge Carlos Hurtado Valdez. En Campeche –como hemos reiterado en este espacio- la unidad es toral. A ambos se les reconocen sus actitudes afables, su trato y sus palabras de aliento, pero en la realidad nos percatamos que no es suficiente. En ambos debe caber la prudencia y no usar las navajas que los colaboradores de ambos les tienen amarradas. Ambos tienen –en especial FOB- un gran bono democrático producto de su carisma y de ser del pueblo. A ninguno de ellos se le puede ubicar en grupos de élite.
La joya de la corona, como era señalada la alcaldía de la capital no está siendo utilizada para ser la primera célula ciudadana, sino por el contrario como detonante de acciones que dejan mucho que desear. La falta de recursos es lastrante y solamente con el apoyo del Ejecutivo estatal hay la posibilidad de conseguir más recursos. Pero, la política es de decisiones y decidir implica elegir. Ambos servidores públicos están parados en una encrucijada de trabajar para sus partidos o para el cien por ciento de los campechanos.
La docena trágica que los antecedió a ambos aún persiste en decenas de servidores de dos sexenios, mafias de grupos devotos del dinero; dueños de grandes extensiones de tierras, negocios, predios y casas que con prestanombres ocultan cuantiosas fortunas mal habidas. Y es aquí donde ambos no han conciliado sus propios intereses y prefieren gastar sus balas en una guerra de infiernitos que los campechanos vemos en technicolor.
Ambos deben estrecharse las manos en público, acabar con filias y fobias y trabajar por Campeche, haciendo trizas las viejas formas de hacer política. Es el momento, cuando ambas administraciones puede decirse que comienzan y cuando los agravios todavía no son imposibles de enmendar.
Si eso llegara a suceder el Campeche de la segunda década del tercer milenio regresaría a la unidad, pero no a la pseudo unidad que caracterizó a los gobiernos emanados del viejo PRI, sino a la unidad que el mismo Pablo García y Montilla soñó en sus afanes de independencia política.
El sectarismo es una razón poderosa para que cada día los campechanos opinemos y señalemos con valor civil qué están haciendo en lo positivo los niveles de gobierno.
Hay que estudiar al sectarismo de cerca. Examinarlo, conocerlo bien. Ese si es el enemigo público número uno de Campeche.
Jaque al descubierto
INVASION EN LA SDR
Durante la pasada campaña electoral del gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés, se le hicieron diversos planteamientos sobre la forma de despertar al campo. El actual gobernador escuchó de viva voz de los hombres del campo y fuerzas activas que ancestralmente arrancan a la tierra su sustento las urgentes necesidades de cada región.
Está más que claro que los objetivos de una dependencia como la Secretaría de Desarrollo Rural tiene a su cargo la coordinación, dirección y supervisión de programas avícolas, ganaderos, hidráulicos y agroindustriales de Campeche, fijando metas y estrechando relaciones entre el gobierno estatal y productores del campo, así como con la sociedad en general, bajo compromisos compartidos de respeto, corresponsabilidad y apoyo a las iniciativas de los productores para lograr la modernización de este sector tan abandonado en los últimos años por parte del gobierno federal y estatal. En el campo las inversiones se cuentan con los dedos de una mano.
Mientras las entidades vecinas no dejan de intentar diversificar al agro en Campeche todo se nos va en sueños. Apenas la semana pasada Miguel Alemán Velasco y Jorge Senderos, empresarios considerados entre los 100 hombres de negocios más prósperos de México, fueron recibidos por la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, a quien plantearon la posibilidad de producir biodiesel a través de la planta “Jatropha Curcas”, planta nativa de la Península de Yucatán, conocida en maya como “sikilté”, altamente productora de aceite vegetal de la mejor calidad y la pasta resultante de su maceramiento para la extracción, tiene un 23 por ciento de proteína. Al parecer esta planta se estudia desde antes del sexenio de Antonio González Curi, pero en ese entonces no le dieron importancia.
Hay plantaciones pequeñas en vías de experimentación y mucha información técnica que nadie le ha dado importancia. No creo que Everardo Aceves Navarro no lo sepa ya que es viejo conocedor del campo campechano desde hace más de 25 años, lo que sucede es que él y sus asesores buscan “el secreto de la piedra filosofal”, para que de un plumazo obtengan gran cantidad de recursos y se olviden de lo que a Campeche si interesaría como es una planta de aceite comestible de calidad comparable al olivo español, así como una harina proteinizada para mejorar la calidad alimenticia de las tortillas de maíz, base de la dieta del campechano y mexicano en general. Además podría servir también para la alimentación de animales de todo tipo. Sería un desperdicio usarlo en biodiesel como pretenden los inversionistas en Yucatán, ya que la “jatropha curcas” campechana no es venenosa.
Desafortunadamente ni Aceves Navarro ni Enrique Escalante Arceo, al parecer tienen interés en promover esa inversión en beneficio de Campeche. Se sabe también de que hay unos empresarios judíos interesados en otra variedad de “Jatropha” que los campesinos mayas conocen como “xcoch” que crece en baldíos y basureros como una plaga y tiene racimos como piñitas.
No cabe la menor duda don Everardo, anda frisando la octava década de su larga y productiva vida. Por su edad podría ser el padre de muchos de los que hoy están colgados a programas del campo; es más, podrían incluso ser sus nietos. El hombre ya no está para esos trotes.
Se sabe que los asuntos en la SDR no marchan como son los deseos de Aceves Navarro, porque incluso su propuesta de estructura orgánica (más gasto corriente, más plazas de gran sueldo, más manejo de recursos, etc.) le ha sido rechazada en tres ocasiones en lo que van casi cinco meses de la presente administración. Se dice que el secretario de Desarrollo Rural por ser elitista desprecia a los pobres campesinos y sólo tiene planes y proyectos para productores privados como el mismo antes de ser llamado por FOB. A los campechanos no nos baja de tontos y de hacer las cosas al revés, además es panucho de las catacumbas y perfecto desconocido en los ámbitos político sociales.
Aceves Navarro, ya llenó de extranjeros a la SDR y como muestra van estos botones:
Natividad Hidalgo Flores, subsecretario de Planeación, oriundo de Guanajuato y avecindado desde hace algunos años en Campeche, carece de experiencia administrativa y todavía menos geográfica e idiosincrática con Campeche, pero se siente “científico” del Colegio de Postgraduados donde la hacía la segunda a su actual jefe.
Javier Aceves Espinosa, director de Planeación, al parecer también de la tierra de las momias.
Fidel Ibarra, director de Evaluación de Resultados, chilango, jubilado de la SAGARPA, amigo del secretario.
Rafael Carvajal, director de Seguimiento a los Programas Federales, chilango y por cierto un auténtico “mactá”, prepotente y anticampechano.
Esteban Ramírez Luna, director de toda la maquinaria y contratación de la misma ($$$), nativo de Durango, repite en el cargo y es del establo de Jorge Gracia, ex secretario de DR, cuate de los arribistas “científicos”, que además cobra en el Instituto Tecnológico Agropecuario de Chiná, Cam., como maestro de tiempo completo.
José Luis Placencia Mercado, nativo de Jalisco, secretario técnico ($$$), lo peor de esta camada, arrastrado y prepotente pero conocido de Aceves Navarro, cuando este fue delegado de la SAGARPA, y fue quien calificó ante éste al personal que estaba en la SDR, de acuerdo a sus muy particulares intereses. Su mejor obra es haber propuesto que echaran a la calle a todos los campechanos. Esto no fue aceptado por el cuarto piso, lo que hizo que el “abuelo Febo” hiciera el berrinche de su vida. Se llegó a temer por su salud debido a la edad avanzada, pero es terco y persiste en la contumacia. Es el “mactá” de el ex procurador General de Justicia y colgado actual de mi general Héctor Sánchez Gutiérrez.
Harim Rodríguez de la Cruz, nativo del estado de Nuevo León, funge como acólito de Placencia.
Estos “científicos” planean cambiar el agro pero piensan que los campechanos somos estúpidos porque todos ellos llegaron hace muchos años a “transformar el campo” y este sigue cada vez peor.
Es una lástima que tanto joven campechano profesionista del campo con maestrías y doctorados en el extranjero tengan que emigrar de su tierra, porque aquí no tienen oportunidad. El sueño de Ortega Bernés, de cambiar al campo y hacerlo más productivo no va a funcionar con toda esta carga de fuereños comandados por el “abuelo Febo”.
Mate del loco
QUIEN NADA DEBE…
¿Tendrá algún grado de parentesco o amistad la señora Celina Castillo Cervera de Esquivel Zubieta, con el Secretario de Gobernación panucho, a la que nos referimos hace ocho días en este mismo espacio?
Resulta que doña Celina no está dispuesta a presentar recibos por sus salarios de los últimos tres años que ante solicitud ciudadana a través de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Campeche, le fue ordenado.
La Consejera Presidente del Instituto Electoral del Estado de Campeche, ya gastó una buena lana en abogados (faltaba más, dinero del organismo) para analizar los términos jurídicos e impugnar posteriormente la solicitud de Cotaipec.
Astuta en grado superlativo cuando se trata de pesos, exhibió los recibos poro no dejó copias a nadie, es decir los puso a la vista pero no permitió que nadie los revisara ni les metiera mano o, en última instancia, le enfocara la cámara de un celular para fotografiarlos.
Pero es el caso que Fernando Gómez Mont, sin saber a quien está defendiendo, quiere limitar al Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), provocando que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la que valide una reforma en Campeche que impida a la ciudadanía conocer información de dependencias como el IEEC.
En fin, todo este asunto está en perspectiva.
Mate del pastor
UNA MEDALLA BIEN OTORGADA
A la acción entusiasta de un grupo de campechanos amantes del terruño, se deben los preparativos iniciados con el fin de conmemorar con lucimiento el sesquicentenario del Colegio Clerical de San Miguel de Estrada, mejor conocido en nuestros días como Instituto Campechano, que fue en su momento un parteaguas, en el derrotero cultural y educativo de Campeche.
Su fundación se debió a la munificencia de la señora María Josefa de la Fuente y Valle viuda de Estrada y constituyó un factor de cultura de notoria importancia, valiendo a la ilustre fundadora, honra de su género, la veneración y gratitud de la juventud estudiosa y de la sociedad en general. La historia de esta benemérita institución es una de las mejores páginas de la biografía de José María Regil Estrada, jurisconsulto y egregio que a la muerte de su hermano José Rafael, el primero que desempeñó la cátedra, se hizo cargo de ella y la reorganizó, consagrándose a la enseñanza.
En este egregio colegio abrevaron en el estudio del Derecho, alumnos que después sobresalieron en la ciencia, política y profesión. Por esas aulas aún se escuchan los pasos de Luis Méndez, Justo Sierra, Joaquín Baranda, Juan Sánchez Azcona, Rafael Dondé, José Vasconcelos y muchos más que han sido prestigio nacional que no haya sido mencionado antes.
Pablo García y Montilla, Tomás Aznar Barbachano, Santiago Martínez, Antonio Lanz Pimentel, Nicolás Dorantes, Marcelino Castilla, Luis y José Gómez, Pedro Salazar, Francisco S. Carvajal, Agustín Urdapilleta estos dos últimos fueron llamados a integrarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ricardo Contreras y Fernando Duret dos leales amigos que brillaron con estrella propia. El primero de ellos a quien el mismo Rubén Darío ofrenda su gratitud. Duret, por su parte avanza en la capital del país, donde Salvador Díaz Mirón lo apostrofa con hermosos versos.
Santiago Martínez Alomía, de inteligencia superior también estudia en el Instituto Campechano y llega a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y el espacio se nos acaba ante la pléyade de alumnos distinguidos que pasaron por el hoy festejado y querido Instituto Campechano.
En esta ocasión la medalla “Lic. Guillermo González Galera”, máxima presea otorgada por la institución cada año, le correspondió a un campechano distinguido e hijo de familias campechanas. Es el Dr. José Rafael Blengio Pinto, por lo que esta columna se congratula ante esta designación correcta y merecida.
Blengio Pinto, viene de una familia de poetas. El en lo personal ha obtenido el primer lugar en dos juegos florales en Ciudad del Carmen. Su currícula ya fue dada a conocer la semana pasada luego de su designación, pero hay todavía muchas facetas de este médico que es un intelectual muy regio.
Estudió en el Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México y en la UNAM logra el título de médico cirujano. En la música es conocido el hecho de que su sensibilidad como violinista hace que en una ocasión el maestro Chávez, director de la Orquesta Sinfónica Nacional durante un concierto y al observarlo con tanta capacidad musical, le dejara la conducción de la sinfónica, y que al concluir fue motivo de una ovación general.
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