“Dejar de
escribir sería morir”.
Javier Valdez
(q.e.p.d.)
DIGNO DISCÍPULO DEL PEJE
Manuel Zavala Salazar, como actual presidente del Comité Directivo Estatal del Partido
Regeneración Nacional en Campeche, tiene que comprobar a estas alturas más de
un millón 300 mil pesos, aproximadamente, de fondos que ha recibido de la
Tesorería del Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC).
Sin embargo, el “debate” que protagonizó
con su par del PRI, Ernesto Castillo Rosado esta semana, le sirvió al
mancebo de Layda
Elena Sansores San Román, para ocultar ese dinero público que
virtualmente lo desapareció, dinero público como uno más de los que han caído
por sus manos.
Zavala Salazar, está visto que no cuenta con los documentos
comprobatorios para demostrarle al IEEC que se gastó esos fondos en actividades
de su partido previstas por la ley.
Todo mundo dentro de MORENA y fuera de
él, sabe que las prerrogativas del
partido del Peje solo sirven para aumentar su tren de vida. Vehículos de lujo,
ropa de diseñadores, cuentas altas en restaurantes de moda y paseos a otras
ciudades de la Península de Yucatán y CDMX. Un estilo de vida a la que se
acostumbró a raíz de haber llegado como diputado local por el Partido
Movimiento Ciudadano, partido que él destrozó y luego abandonó siguiendo a la
pelirroja hija del cacique negro, en pos del sueño presidencial con el
tabasqueño hipócrita, corrupto, ladino y además esquizofrénico, igual que su
ama Layda Elena.
Cuando fue diputado plurinominal, Zavala Salazar,
se clavaba siempre los 30 mil pesos mensuales adicionales a su sueldo, que el
Congreso le da a todos los diputados, cuyo objetivo es para atender las
demandas sociales de sus representados distritales, o de la sociedad que le
solicita apoyos. Como la mayoría de los legisladores, nunca quiso comprobar en
qué gastaba esos fondos que debió hacerlos llegar a la gente necesitada de un
apoyo social emergente.
De hecho era uno de los más ladinos,
porque terminando las sesiones corría a su auto y abandonaba el área del
Congreso, para así evitar que la gente que acude por ayuda pudieran abordarlo.
Estirando sus largas mangas de las guayaberas y filipinas blancas que suele
usar, evitó siempre estrechar toda mano que le alargaban ciudadanos necesitados
de un recurso.
Todo eso se le pasa, es la flatulencia de
los políticos, pero lo que hizo con su padre no tiene nombre. Lo abandonó hasta
su muerte en el fraccionamiento El Carmelo. El abandono de un familiar cuando
se tiene recursos es la deshumanización completa del ser humano. Eso, Zavala Salazar
nunca podrá quitárselo de encima. Este hecho fue en su momento recriminado por
la sociedad, sobre todo tratándose de un diputado en ese entonces.
VIEJA ESTRATEGIA
La historia es amplia, pero en la más
reciente cito al ex “candidato independiente” a la gubernatura del Estado, Luis Antonio Che Cu,
quien para no comprobar los casi 300 mil pesos que recibió del IEEC para su
campaña, recurrió a tomas de oficinas de la SAGARPA, INAES, SEDATU y de toda
dependencia federal relacionada con el campo, para hacer “escándalos políticos”
y presionar al OPLE, para que dejara de exigirle que comprobara sus gastos.
Nunca lo hizo. Como tampoco lo hará Manuel Zavala.
Tampoco comprobó sus gastos, por una
cantidad similar, Rodolfo Marín Hernández, --seguidor de Che Cu--, quien recibió fondos del IEEC para su
campaña como candidato independiente a diputado federal por el segundo distrito
electoral del Estado. Hernández, oriundo de El Carmen, apenas pasada la
campaña. Como su jefe Che Cu ya que es en la isla delegado del Freciez,
el grupo que formó y con el que medra de los fondos destinados por el gobierno
para el campo, realizó plantones y “manifestaciones de protesta” en el
ayuntamiento carmelita, exigiendo despensas que para los campesinos de la
tercera edad que como él están afiliados al Freciez. Pero su fin era y así fue,
como se vio, ya que nunca comprobó que dejaran de estarlo “fregando” con los
comprobantes, ya que “el dinero se gastó y punto”.
Aunque ninguno de los dos candidatos
“independientes” hizo alguna campaña para birlarse los fondos que debieron ser
para llevar al cabo el último proceso electoral de 2013. En pago, el partido de
Zavala Salazar
y Layda Elena Sansores San Román nombró en
ese entonces a Margarita
Duarte Quijano, como directora del IEEA, que la “maestra” saqueó,
donde repuntó
el analfabetismo. Chantajeó para que la ratificaran y obró para que el
Fovissste le diera casas, incluso desde antes como diputada local de
Convergencia.
La otra Laydista, Guadalupe Nagarián, logró un cargo
en la Sagarpa. A Manuel Zavala, luego de andar en el democrático camión urbano
junto con Anibal
Ostoa Ochoa estrenaron sendos vehículos lujosos de dos motores,
híbridos marca Honda, aunque Zavala lo cambió por uno más económico, más ladino
todavía para aparentar “humildad”. Ochoa sirvió
al hombre de la edad de las piedras (una gran cantidad de este material que
tiró por todos lados sin hacer obras en su sexenio). Ambos sirvieron
incondicionalmente a Fernando Ortega Bernés, bajo el amparo de la
pelirroja.
DESESPERADO POR “BATIRSE”
En su locura por debatir, pues presume
que un “debate” causa tanta impresión entre la sociedad, los medios de
comunicación y el IEEC, sobre todo del área de fiscalización que se olvidan de
hacer su trabajo y ya no le exigirán que rinda cuentas de todo lo que ha
desviado. Zavala
Salazar interrumpió la sesión del Congreso del Estado y, en una
total falta de respeto mostrando su falta de prudencia y educación copiando a
su ama Layda
Elena. Se acercó hasta la curul de Ernesto Castillo Rosado, para decirle
a éste: “vamos a debatir”.
Castillo Rosado
le respondió claramente “si debato pero
primero que reconozcas los hechos de corrupción de tu partido Morena. En ese
momento se revelaba, mediante grabaciones, los pases de charola y las
“recolecciones” que en diversas dependencias, gobiernos, incluyendo al de Javier Duarte de
Ochoa –hoy preso en Guatemala--, acostumbraba a hacer Morena para
financiar las actividades de Andrés Manuel López Obrador.
Luego se reveló públicamente que en
Campeche, el “recaudador” del Peje es precisamente Manuel Zavala Salazar, lo que era
lógico, pues representa al partido del tabasqueño. Ahora en la víspera de su
“batición” con el priista y presidente de ese partido en el estado jura y
perjura que no es corrupto.
Pero la realidad es que ¡si es corrupto!.
Fue acusado de serlo y no lo desmintió, cuando por ejemplo se le fotografió
escondido detrás de una escalera que daba a un acceso secreto a la oficina del
entonces alcalde de El Carmen. Enrique Iván González López, cuando presuntamente
se disponía a negociar el fin de una manifestación de protesta de trabajadores
sindicalizados de ese municipio y le pidieron intervenir. Vende a quien se le
ponga enfrente.
ESTRECHO COLABORADOR DEL PURUX
Zavala Salazar trabajó estrechamente junto con Layda Elena Sansores San Román en el
año 2009 a favor de la campaña de Fernando Ortega Bernés, desde el momento en que
declinaron nombrar un candidato que le hiciera la competencia al hoy
cuestionado ex mandatario campechano,
revestido de la impunidad lograda por medio de Manlio Fabio Beltrones Rivera, al
enviarlo como embajador de la República de Paraguay y sacarlo de México.
Los manejos unipersonales dados por Zavala a
los fondos desde su presidencia estatal de Morena será olvidada y ya no tendrá
que responder con la obligada comprobación. Eso espera el morenista con el
resultado de su participación en el “debate” que nadie sabe si servirá para
algo, pero todos presumen que buscaba el lanzamiento de ataques que nada
tuvieron que hacer en vez de ideas políticas que era lo que se esperaba o, en
el peor de los casos un análisis de los recientes procesos electorales del
Edomex, Coahuila, Nayarit y Veracruz
Ese dinero que no ha podido comprobar Zavala
como presidente estatal de Morena por más de un millón de pesos, es del tiempo
que tiene al frente de ese partido en el Estado. Cada año, cada mes y en cada
proceso electoral cada uno de los partidos es multado por no comprobar en que
se gastan esos recursos que reciben del IEEC. Los montos de las multas son
cubiertos o descontados de las mismas prerrogativas mensuales.
Sin embargo ha habido casos en que los
muy ladinos, tanto dirigentes de los partidos políticos, sobre todo de la
oposición, inclusive candidatos a puestos de elección popular exigen esos
recursos que capulinamente se embolsan y no comprueban. La condonación de esas
multas, ganadas por “desaparecer” --no
demostrar que los usaron para los fines legales--, los fondos que el OPLE les
entrega.
Exigen que ni siquiera les pregunten que
hicieron con esos fondos públicos que les dio el IEEC. Ya ni siquiera se toman
la molestia de presentar los comprobantes de pago.
MÁS DE LO MISMO
En la tribuna cuando Zavala Salazar era diputado subía a
gritar, a manotear pero nunca presentar una denuncia clara, coherente o
sustentada en hechos y en la ley. Siempre en tono ostentoso para provocar nota
en los medios y que se ocuparan de él.
Hacer ruidos, escándalos que llamen la
atención de la sociedad, para que la lupa de la Contraloría no los apunte y no
tengan así que rendir cuentas de los recursos públicos que se les entrega, para
que usen en actividades que tienen que comprobar, o demostrar que las
realizaron. El caso que nos ocupa de Zavala, está haciendo todo un teatro para
justificar lo que no quiere devolver.
Sin embargo el presidente estatal de
Morena oculta sus hechos de corrupción, a pesar de ello debatió en algo que no
fue un debate pues se limitaron el morenista y el priista a exhibir corrupción
de ambas partes. Cero propuestas y colorín colorado. Zavala será exonerado de su millón
y pico que adeuda de comprobar al IEEC. ¿El “debate” sirvió para que ganaran la democracia y la verdad?
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