¿MAESTROS O
ANARQUISTAS?
El actual presidente Enrique Peña Nieto recibió un sistema
educativo con la planta física en pésimo estado, la calidad de la enseñanza
calificada negativamente, con un gasto en educación creciente pero que en su
gran mayoría se va al pago de sueldos y salarios y con el gremio magisterial
más poderoso de su historia, de un sindicato considerado el más grande de América
Latina.
Es muy probable que sea la subordinación de las autoridades del Estado
al poder del gremio magisterial lo que permita explicar estos resultados.
Mientras más necesaria se había vuelto su líder Elba Esther Gordillo Morales
para ganar elecciones, mejores condiciones de negociación obtuvo para
beneficiar a su gremio, sin ofrecer nada a cambio con respecto a la educación.
Esta es la raíz de todos los males.
De ahí que la única manera de resolver esta fatalidad fuera divorciar de
una vez por todas los temas electoral y educativo. Mientras en Campeche y
México siga utilizándose a los maestros para ganar comicios ---para competir
por el poder---, la educación de los niños campechanos y de todo el país
seguirá secuestrada. Los cerca de 30 millones de menores que componen a la
actual generación de estudiantes de educación básica no se merecen el futuro
que el país les está construyendo.
Bien decía Gilberto Guevara Niebla, “lo que es muy
preocupante en la educación en México es que los profesores están ganando muy
buenos salarios, pero al mismo tiempo el Estado no les está pidiendo nada a
cambio, no está pidiendo más trabajo, ni mejores controles de evaluación. En
consecuencia, el sistema, que tiene un millón 600 mil profesores, no está dando
buenos resultados. No hay ningún indicador de que la educación esté mejorando.
En cambio, hay indicadores, los mejores resultados del INEE, por ejemplo, que
demuestran que está estancada o que va bajando. Es decir, que está en los
mismos niveles que al principio del sexenio de Vicente Fox Quesada. Es un mal
negocio. Se está gastando año con año más, los profesores están ganando más y
trabajan menos. Lo que me parece más
grave es el estereotipo de las prácticas que dominan dentro del aula:
profesor-expositor, lectura del libro de texto, dictado del libro de texto,
copiado del libro de texto…y todo el libro de texto y el alumno tomando nota y
memorizando, es una pedagogía memorista al cien por ciento”.
La totalidad de los maestros ---salvo honrosas excepciones--, quieren
perpetuar el alcance de sus canonjías y nadie en los niveles de gobierno
(federal y estatal) tiene los pantalones para acotarlos.
Esos mentores siguen defendiendo a ultranza concesiones indefendibles,
como son el derecho adquirido de vender, heredar o intercambiar una plaza de
maestros por equis favores.
Como bien lo señaló en su momento el gobernador de Campeche es un
sistema educativo que cuesta mucho, que se lleva una tajada impresionante del
presupuesto de egresos del Estado, pero lo más triste es que está rindiendo
poco, sobre todo cuando se nos compara con otros países integrantes de la OCDE.
Persiste, y nadie les quiere meter mano, en las prácticas ilegales como
los cobros en escuelas que violan incluso la Constitución. Las secretarias de
planteles que cobran con plazas de maestras, los prestanombres que eluden los
concursos nacionales, el manejo discrecional de plazas y la colonización de
dependencias por enorme número de “comisionados” que bloquean materialmente,
cualquier cambio de fondo. Tengo por ahí un compadre que cuando estuvo en el
sindicato me prometió darme un día el listado de esos “mentores”. Mi tiempo en
la dirección del periódico concluyó y nunca llegó lo prometido. ¿Porqué?
Sencillamente por los intereses creados que ahí tomaron carta de
naturalización.
Continúa secula seculorum los
pagos indebidos con recursos del Fondo de Aportaciones a la Educación Básica a
trabajadores “comisionados” al sindicato y esta irregularidad se presenta en
todos los estados de la República.
De ahí que la fuerza, el músculo que ha demostrado en esta lucha la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), nos demuestra que
sigue vivo un sistema de cotos de poder reservados y sindicatos apapachados,
así como acuerdos políticos arraigados y bajo el agua.
Por esa y otras razones no es posible sentar en una mesa de
negociaciones al gobierno y a esos sindicatos, porque siguen y seguirán
vigentes políticas arraigadas.
Y nada hubiera sucedido en Campeche si no es porque a los mentores les
calentaron el cerebro por los líderes charros que ven venir el fin de su
prebendas. En esta entidad hace ya muchos años que un grupo de maestros de
descendencia maya y en especial de los municipios de Calkiní y Hecelchakán,
tomaron posesión de la dirigencia sindical con la venia de la lideresa que pasa
unas largas vacaciones en la sombra. Enumerarlos es prolijo, pero el ultimo de
ellos Mario
Trinidad Tun Santoyo, compadre de Elba Esther, gozó de las mieles
de un poder absoluto en la Sección IV del SNTE. Recibió incluso de su comadre
una camioneta Hummer de lujo como regalo de su rastrerismo y por favores
diversos; cuando sintió que su tiempo estaba terminando en el sindicato se le
hizo fácil llegar como diputado plurinominal al Congreso del Estado por el
partido de la madrina de su hija ---hoy de más de 17 años---, y se dio el lujo
de colocar a una gente de su absoluta confianza en su lugar, violando los
estatutos de ese sindicato.
Mario Alberto
Rodríguez Suárez,
fue su comodín y el protagonista de los desmanes y de la represión que
sufrieron los profesores que no analizaron que sus líderes están vendidos. Fue
así que la semana pasada una manifestación como tenía mucho tiempo no se veía
en esta ciudad tomó calles, avenidas y se plantó en los edificios de los poderes
ejecutivo y legislativo, dejando sin comer a sus horas a cientos de burócratas
que agotaron las pilas de sus celulares llamando a casa para decir que no iban
a llegar a almorzar porque estaban sitiados.
El gobernador tuvo conocimiento del hecho y se mostró prudente al
principio, pero ante los hechos no le quedó más remedio que ordenar dialogar
con los mentores, pero no hubo respuesta y es ahí donde Gabriel Avila Ordóñez,
subsecretario de Seguridad Pública de la SSPAC, ordenó calmar la protesta por
la vía de la represión con varios mentores descalabrados y más de una maestra
con crisis nerviosa. Esa tarde los burócratas comenzaron a salir de la
radioconsola y el platillo volador luego de las seis de la tarde y por esas
horas no trabajadas les dieron el día siguiente de descanso.
El mensaje que este hecho envía a la sociedad campechana es que se tiene
poca habilidad para negociar con los mentores y disidentes. Da la impresión que
lo que más importa es tener una pizarra limpia para un festejo popular, que responder
con argumentos a los maestros que sin pensar también en sus alumnos se juntaron
para “evitar ser tocados sus privilegios, sus herencias, sus influencias” y
nunca probar con un examen que, efectivamente están capacitados para enseñar.
Para ellos se sigue viviendo en el país de las maravillas diseñado por
la bandolera Gordillo
Morales. Al diablo las políticas públicas para mejorar la educación.
Lamento que mis conceptos no sean los de muchos de quienes han opinado sobre
este tema, porque sencillamente no se puede recurrir a la prosa, a la poesía
sino decir la verdad.
La clase media campechana, la que hace mayor uso de la educación pública
es una mera entelequia, un eufemismo, una forma mustia, mentirosa e hipócrita
de estar jodido. Hay un retorno de incertidumbre que priva en nuestro Estado
con este problema magisterial, sobre todo que nadie parece advertir que la
reforma educativa no tiene marcha atrás. Ya fue firmada por las dos cámaras
legislativas federales y no se le podrá quitar ni una sola coma, por lo que las
protestas están de más, mientras que los verdaderos inocentes y paganos de esta
situación son los educandos. Este es el ejemplo que están dando los maestros a
sus alumnos a quienes exigen una educación cívica que ellos son incapaces de dar.
Ahora bien ¿quiénes le fallaron al gobernador? En principio su
secretario de Educación (SEDUC), el beliceño José Martín Farías Maldonado, a
quien se le escaparon los pollos del gallinero sin que metiera la mano. Todos
sabían que se gestaba este movimiento pero el mencionado secretario no tuvo los
arrestos para notificar a su jefe el gobernador y al jefe del gabinete político
lo que tras bambalinas estaba ocurriendo. Tan es así que incluso los profesores
el día del primer plantón y marcha checaron su entrada en más del 80 por ciento
de los planteles de esta ciudad y se integraron a las protestas. También
aquellos que trabajan en turnos vespertinos checaron con el visto bueno de sus
directores de escuelas y se fueron “a la bola”.
Diputados de partidos de izquierda como auténticos zopilotes se
movilizaron arengando a la masa magisterial y luego con la presencia de Layda Elena
Sansores San Román, gastaron carretadas de saliva “sensibilizando” y
promoviendo un absurdo completo: la reforma educativa no va a dar marcha atrás
y lo único que están peleando es buscar ---según ellos evitar la evaluación de
que con la nueva ley serán un riesgo para aquellos que no están preparados---,
cambiar esos conceptos y las consecuencias de esa evaluación.
Y efectivamente, se está cosechando lo sembrado. Recordemos que durante
el sexenio de Jorge
Salomón Azar García, estuvo al frente de esa dependencia Tirso Rodríguez
Guerrero “a” Tirso R. de la Gala Guerrero, quien llenó de grillos e
incondicionales esa dependencia. Muchos de ellos aun continúan medrando en las
áreas de esa secretaría. Farías Maldonado, quien le cargaba el
portafolio desde la UAC, fue su incondicional.
Hay ex poetas que han escrito que no se vale continuar ponderando el ya
muy desgastado argumento de que se está dañando a la niñez, porque no acuden a
dar clases o que afectan a derechos de terceros (como fue dejar encerrados en
sus oficinas a cientos de burócratas del gobierno estatal y del poder
legislativo). Nunca podrá atenderse la causa y se controlará el efecto, porque
los maestros deben antes que nada crear conciencia del daño que están haciendo
a sus alumnos. Los regímenes socialistas dan una muestra clara de la forma en
que tuvieron que evolucionar para seguir este método, pero que en México y
Campeche parece tomar carta de naturalización.
Decir que Campeche marcha tan mal que a los niños se les tiene que regalar
mochilas y zapatos porque sus padres no tiene para comprárselos ¡inaudito!
Lástima que quien así piense ignore que en México tenemos grandes desigualdades
sociales, monstruosas injusticias y millares de pobres en los once
ayuntamientos de Campeche. La miseria no se acaba con decreto ni con peroratas
prosísticas que en nada ayudan al momento que vivimos.
Que lástima que Layda Sansores tenga anencefalia y no recuerde
que su padre utilizó el garrote para disuadir a quienes protestaban sus actos
de gobierno. Que le pregunten a las familias Rodríguez Meza, Reyes Cadena, Minet
Chan (por Franz Odette) Turriza Peña y un largo etcétera la forma
tan “democrática” que tenía “El negro” para apaciguar a su rebaño. Para tener
la lengua larga Layda,
hay que poseer la cola corta.
Uno de los problemas más complejos de aquella descentralización de los
servicios educativos que se dieron en 1992, fue la heterogeneidad de los
sistemas de educación básica, que para ese año prevalecía en el conjunto de
regiones que componen a la República Mexicana. La explicación a esta rareza
encuentra sus raíces en el carácter bizarro del sistema político encabezado por
el PRI. Como muchas otras cuestiones relativas a la distribución de facultades
entre el gobierno federal y los gobiernos de los estados, la responsabilidad de
la tarea educativa se fue construyendo caso por caso ---sin racionalidad, ni
criterios formales consistentes---.
Oaxaca es el mejor ejemplo para ilustrar la génesis de esta anormalidad:
a finales de los años sesenta, Víctor Bravo Ahuja, un personaje funesto
íntimamente ligado con el aparato de educación pública mexicana llegó a la
gubernatura de su estado gracias a una estrecha relación que mantenía con el
entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordáz, logró que la federación se
hiciera cargo de sufragar íntegramente el gasto educativo en su entidad.
Este patrón seguido en Oaxaca es similar al que se observó como
repetición en Campeche,
Tamaulipas y Aguascalientes. Otro factor que influyó en el desorden fue el
gasto que el gobierno federal conservó para si, con respecto a los territorios
que luego se convertirían formalmente en entidades federativas. En tal
situación se ubicaban los estados de Baja california Sur y Quintana Roo.
Todo ello nos lleva a inferir que no se ha logrado que debido al
financiamiento haya algunos estados que tengan una buena educación y otros
mediana o mala. Irónicamente el mayor rezago lo tienen Chiapas, Guerrero,
Michoacán, Oaxaca e Hidalgo. Al contrario de Baja California, Sonora y Nuevo
León, que tienen altos recursos. Pero parece que quién no conoce la historia,
la repite con sus mismos errores.
En cuanto a la represión a los maestros campechanos, pues es una rara avis porque si algo ha tenido este
gobierno estatal es precisamente ser demasiado tolerante. ¿cuántas veces Luis Antonio Che
Cu ha hecho lo que le ha dado la gana y no ha sido reprimido?
¿cuántos delitos estatales y federales no ha violado y no ha pagado por ello?
¿Acaso fueron reprimidos ---como debieron serlo---, los que amenazaron y
luego lapidaron el edificio del Poder Ejecutivo?
Porque los gobiernos pasados también fueron “represores” ---según el
cristal donde se mire---, porque Jorge Salomón Azar García, incluso tuvo que
comprar otros anteojos porque una turba de carmelitas se los quitó de un sopapo.
José Antonio
González Curi ejerció su mejor represión el 19 de octubre de 1997,
cuando limpió con un poder absoluto a los perredistas que se habían asentado en
la Plaza de la República durante un mes. Y si es Jorge Carlos Hurtado Valdez, lo
siguen recordando los volqueteros de Cámara, por haberlos echado a la fuerza del
platón que le hicieron por varios días. También lo recuerdan y no con cariño,
los invasores de San Antonio Ebulá a los que les limpió hasta sus parcelas y
les taló los árboles frutales. Entonces ¿se dijo algo sobre esto? ¿son seres de
tercera clase? Quien viole la ley debe pagar por ello.
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