lunes, 29 de julio de 2013
PERVIVE EL CACIQUISMO
La noción de una esposa sucesora es vieja y de aplicación corriente en
el derecho civil. No lo es en el derecho político, y menos en México. Pero por
un lado el ensanchamiento de los espacios electorales, y por otra parte la
creciente presencia femenina campechana en las Cámaras legislativas ha
comenzado a plantear el tema, y el problema de la sucesión política entre
esposos.
Se ha puesto en estos días en que los legisladores federales han
ensanchado su radio de acción fuera del entorno de sus curules. Y nos vamos a
referir a la diputada federal Elvia María Pérez Escalante de González Curi,
que llegó a San Lázaro en una cuota sui
generis, debido a que su esposo José Antonio estaba viendo que los espacios se
le cerraban y el no iba a poder colarse a un cargo de elección popular, pese a
la falta de tacto y al relajo que dejó en Tabasco al enredar como delegado del
CEN del PRI el proceso de selección que dio como resultado que fuera removido
y, que finalmente se perdiera la elección ante Arturo “El pingüino” Núñez.
En algunas entidades ese solo hecho hubiera bastado para dejarlo en la
banca un sexenio, pero tuvo la suerte de que no solo a él sino a su propia
esposa Elvia
María la acomodara en una diputación federal plurinominal y, posteriormente
a él mismo le dieran un cargo como coordinador del Instituto Nacional para el
Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED).
Negocio redondo habida cuenta de que el citado ex gobernador es más
agarrado que un prestamista judío. Ya en este espacio hemos comentado de que su
sucesor en Campeche le arregló ---y faltaba más, él mismo se sirvió---, una
jubilación con doble reintegro al cobrar también en el IMSS igual cantidad,
ambos sin merecerla porque el bizco contralor del Estado nada hizo para evitarlo.
Pero el ex gobernador González Curi no ha dejado pasar el tiempo y
ha comenzado a realizar proselitismo a favor de su esposa en municipios
alejados de la capital, midiéndole al agua a los tamales para saber si aquella
presencia que su cónyuge tuvo al frente del DIF, seguía viva.
En algunas entidades esa posibilidad generó y sigue generando efectos y
aunque en algunos casos no se logró como fue el caso de María Rubio, esposa de Joaquín
Hendriks que aspiraba a ser candidata a alcaldesa en Cancún y fracasó.
También la del ex gobernador de Nayarit que fue destapada por su propio esposo,
pero que no fue postulada por obvias razones.
Pero no son las únicas. En Tlaxcala fue donde el caso llegó a tener
mayor alcance. Ahí un grupo de perredistas de esa entidad consiguió introducir en los nuevos estatutos,
aprobados por el Congreso local, la prohibición de que parientes de un titular
de autoridad sean candidatos a ocupar ese mismo cargo.
Y es que en esa misma entidad el hecho llevaba dedicatoria: la senadora María del
Carmen Ramírez, esposa del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, buscaba
suceder a su cónyuge. Todo les fue mal y finalmente la señora volvió a la
cocina, al lavado y al planchado normal.
En Quintana Roo, como en Tlaxcala y en Nayarit es lo mismo los
gobernantes se convierten en caciques y dejar el poder es traumático, por eso
lanzan al ruedo a sus pobres mujeres sin ponerse a pensar si están capacitadas,
si tienen idea de lo que se trata y peor aún su son capaces de enfrentar un
proceso electoral, que la más de las veces les será adverso.
En algunos estados se ha discutido e incluso legislado para evitar que
una candidatura se geste en las oficinas de gobierno o en otras áreas incluso
federales como el caso de Elvia María.
Uno de los peores rasgos del sistema autoritario priista era que la
sucesión presidencial consistía en un proceso cerrado, en la que la victoria
del partido dominante estaba determinada por el uso de recursos materiales,
políticos y de imagen pertenecientes al poder.
Dentro del PAN se multiplicaron las voces contrarias a que el poder
genere poder; mismas que se lamentaron de que la prolongada lucha por evitar
que el presidente designara a su sucesor concluya en que por otros caminos se
llegue a la misma meta con el agravante de que el elegido desde la casa
presidencial no sea un miembro del gabinete sino la esposa misma del presidente
de la República.
Los aspirantes a reemplazar a su esposo se niegan a admitir que si su
figura es reconocida públicamente o se las incluye en los elencos políticos es
solo por su parentesco civil. En el caso de la señora Pérez Escalante carece de la
proyección pública que un día tuvo como presidenta de los grupos asistenciales
de Campeche. Carece también de experiencia administrativa y política que la
califique para ese propósito.
Además carece de una carrera política propia y eso la deslegitima para
aspirar a la candidatura del PRI para la próxima sucesión gubernamental. Por si
fuera poco su parentesco con el actual Coordinador del INAFED y ex gobernador
de Campeche, en ves de ser un atenuante se convierte de facto en una violación
a la más elemental ética política.
Frente a la alternativa de una candidatura oficialista la posibilidad de
un triunfo constitucional es demasiado lejano, por lo que los recursos que está
usando para promover su imagen deben cesar ante la realidad de que ese espacio
debe ser para aquellos u aquellas que sí se encuentren en posibilidades de
lograr trascender en la voluntad popular dentro de su propio partido.
“UN CACHO” DE
PRESUPUESTO
Dice José
de San Martín que “La soberbia es una discapacidad que suele afectar
a pobres infelices mortales, que se encuentran de golpe con una miserable cuota
de poder”.
Recuerdan los campechanos aquel debate de 2009 en el Centro de Convenciones
de esta capital donde se presentaron los candidatos a la gubernatura de esta
entidad. En ese entonces cada uno de ellos disertó y fue una ventana a la
democracia. Participaron si mal no recuerdo: Fernando Eutimio Ortega Bernés
(PRI y Panal), Mario
Alberto Avila Lizarraga (PAN), Francisco Brown Gantús + (PRD), Rafael Montero Romero (PVEM), Manuel Chablé
Gutiérrez (PT) y Rubén Saravia Sánchez (PSD).
¿Y se acuerdan del moderador que cobró una generosa suma de dinero? Pues
nada menos que Alejandro
Cacho, actual comentarista político del Financiero que en una
columna que titula “A cachos”, escribe el pasado miércoles 24 de julio de 2013
lo siguiente:
“Donde andan
muy inquietos es en Campeche, Fernando Ortega Bernés apenas rendirá su IV
Informe de Gobierno y algunos ya se ven sentados en su silla. En particular, el
senador Raúl
Pozos Lanz y el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas.
Andan recorre y recorre ---cada uno
por su lado, claro---, los 11 municipios de Campeche. No importa si es
minúsculo el apoyo, ellos lo dan. No importa si son graduados de kínder o
postgrado, ellos los apadrinan.
Se teme que a partir del 7 de
agosto, fecha del informe de gobierno, las hostilidades aumenten entre los
suspirantes adelantados. Y como las aguas andan muy revueltas, los
“colmilludos” ya manejan a un tercero que acabe con la discordia.
Entre sus credenciales están 2
victorias electorales, una estatal y otra federal, a diferencia de los
alborotados legisladores. Se ha dedicado con éxito a la promoción y atracción
de inversiones y al desarrollo industrial y comercial que tanto bien le hace a
Campeche.
Lo cierto es que nadie la tiene
segura y que en la lista de suspirantes a la candidatura para gobernador en
2015 aparecerán más de los que se cree”.
El famoso tercero es Enrique Ariel Escalante Arceo, que ha visto
pasar cuatro años y muchos cientos de millones de pesos que en sus manos y las
de sus “amigos” de la Secretaría de Desarrollo Comercial e Industrial (SEDICO)
se han desvanecido sin dejar resultados, porque los que vemos en la actualidad
no son producto de su “atracción de inversiones” sino de un trabajo de años que
apenas comienza a cristalizar con las gestiones del titular del Ejecutivo
estatal.
Lo curioso del “Cacho” es que esta es una manera de inversión y que sin
dar un paso a las comunidades, ni asistir a graduaciones, quince años, testigo
de bodas, inauguración de timbomba u otras actividades, a Enriquito se le hace fácil usar
el erario estatal para promoverse sin que le cueste un centavo ni un hálito de
saliva. Total le puede seguir dando mordidas o “cachos” de presupuesto sin
salir del aire acondicionado de sus oficinas.
Mientras que los que su promotor señala esos sí andan de saltimbanqui
por toda la geografía estatal.
Escalante, para no perder el apellido de este
sexenio, debe de darse cuenta que se ha puesto de pechito para esta columna
donde tenemos numerosas preguntas que hacerle sobre las promociones fallidas y
los gastos que han originado sin ver resultados.
Esta semana espera pararse el cuello con la inauguración de la Plaza
Galerías de Liverpool que, como señalamos anteriormente, Jaque Mate dio a conocer desde
años atrás como un hecho que el no había todavía concebido en su cerebrito y
que cuando en lo personal le pregunté sobre el tema me dijo orondo que no tenía
conocimiento de ello y que no podía especular (sic).
Es importante que llame a su promotor
y siga esa misma cómoda línea política, pero que saque su dinero ---que no le
pagan con chachitas---, y los invierta en vehículos, gasolina, etc. además de
darle trabajo a los zánganos que cobran en esa secretaría como por ejemplo Carlos
Bustamante, Arturo May Maas y no menos
de cinco más que están como las bacterias moviéndose e infectando todo lo que
tocan.
¿ESE ES EL PROGRESO?
Platicando el viernes con un amigo comerciante me contó muy triste lo
que les sucedió a los campechanos que maquilan uniformes para estudiantes de
los diversos niveles de enseñanza.
Resulta que la SEDESORE cambió el esquema de las mochilitas y los
zapatitos por los uniformes deportivos con los que ya no habrá posibilidad de
que los padres obreros se los quiten a su hijos, los utilicen para guardar en
ellos artículos de trabajo y hasta en la guarda de alimentos. Por lo que
concierne a los zapatitos se percataron que no es posible dar medidas exactas
a los infantes y esto les trae problemas
que finalmente acaban con el desuso de estos artículos personales.
Lo que no se vale es que alrededor de esta industria se mueve una
economía que proporciona trabajo a cientos de personas, quienes maquilan
uniformes deportivos y de otro tipo cada inicio de año escolar.
Este año con el cambio de esquema de SEDESORE se percataron de que la
inversión era muy alentadora para la industria del vestido, que los
maquiladores se aprestaban a iniciar un mes de julio llenos de trabajo, pero lo
que no pensaron que los intereses de un grupo de servidores públicos y empresarios
maduraron un plan que consistía en que en vez de darle los recursos por
adelantado a los maquiladores para la compra de los diversos géneros, era
preferible que los altos empresarios junto con los de la dependencia se fueran
a la capital del país y en los grandes almacenes compraran todo lo que se
necesitaba para la elaboración de miles de uniformes.
De esa forma los mismos industriales del D.F. les entregaron a los
servidores públicos y altos empresarios los géneros ya cortados y listos para
ser cosidos y terminados. El monto se determinó en X cantidad y así regresaron
a Campeche.
Al día siguiente el CCEC contactó a Luis Castro, líder de la Asociación de
Maquiladores de ropa en Campeche, quien al recibir la noticia de que se les
entregarían ya cortados los géneros de tela y que se les pagarían 30 pesos por
pieza se mostró inconforme y amenazó con hacer un plantón y citar a los medios
de comunicación para dar a conocer el trato que esa dependencia en conjunto con
altos empresarios habían ya realizado.
En petit comité se efectuó una
reunión urgente en la que se acordó que para romper el vínculo de los
maquiladores había que convencer a Castro como así se hizo y además se le entregó
una generosa cantidad que terminó por convertirlo en esquirol y que cuando sus
agremiados le reclamaron el les dijo que nada podía hacerse porque ya se había
celebrado un convenio con una maquiladora de ropa de Tenabo y habían accedido
por el monto que se les estaba ofreciendo a los campechanos.
Finalmente la sangre no llegó al río y los obreros de la industria del
vestido se quedaron vestidos y alborotados por la traición de su propio
dirigente. Una de las personas más afectadas por esta situación fue Gladys Caraveo, quien ante la falta de
trabajo en su maquiladora local tuvo que emigrar hacia el Camino Real porque se
quedó sin trabajo en esta capital.
En Yucatán esto fue solucionado con una política pública del gobernador Rolando Zapata
Bello, quien ordenó que los cerca de medio millón de uniformes se
maquilaran a través de la industria yucateca y que incluso la compra de géneros
se diera en licitación con productores mexicanos para abaratar costos.
Es el mejor ejemplo de que la corrupción está en
todos los niveles y no hablo solo de los tres de gobierno, sino también de la
iniciativa privada. Honestamente no se vale ese tipo de jugarretas que están
acabando con la paciencia de quienes a través de su trabajo logran subsistir en
un medio tan agreste como Campeche.
domingo, 21 de julio de 2013
YOLANDA VALLADARES,
POCO CONFIABLE
Es interesante lo que le comentó a un reportero el diputado Facundo Aguilar,
quien no se ha definido por uno de los dos bandos en que el partido
blanquiazul, los Lavalle-Mouriño o Mouriño-Lavalle y el grupo de féminas donde se
encuentra Asunción
Caballero May, Nelly del Carmen Márquez Zapata, las Yolandas,
etc., palabras más o menos: “En el PAN nadie considera a nadie jefe de nadie,
ni dueño de nadie, por eso es que existen estos forcejeos”.
A propósito de ese comentario, obligatorio es hacerlo también sobre la
gran inquietud que causó entre la cosa nostra panista estatal, así como en sus
raíces y sus bases, la inscripción de Yolanda Guadalupe Valladares Valle, quien
ciertamente no inspira a nadie confianza; toda una para quien sabe trepadora y
camaleónica, pues pese a que dice que la grabación filtrada de su chillona voz,
la beneficia al confirmar lealtad a su partido, la realidad es que la despojó
tal cual lo negociadora que siempre ha sido para con su supuesto partido el PAN
y los beneficios personales que ha obtenido del PRI.
De este último partido no se ha podido desligar desde que tenía una
ambición desmedida y ansiaba un espacio en la Universidad, que finalmente
consiguió de los gobiernos estatales del partido tricolor, donde su hermano Carlos,
ostentó por más de 12 años el cargo de delegado de la entonces Secretaría de
Comercio y Fomento Industrial (Secofi), hoy en los grandes negocios privados
tras aspirar valiosa información comercial en esa delegación a la que representó
en Campeche. Yolanda
no puede desligarse de esos antecedentes, que desde sus años mozos junto con su
hermano se abrieron paso en la vida, ya que su padre “Chamuchín”, los reconoció
pero no los tuvo en su hogar por tener otra familia. Desde ese entonces el par
de hermanitos eran ---y siguen siendo---, totalmente palacio.
Es por eso que “La Jefa Yola” ha ocupado importantes cargos a
nivel nacional, como en Petróleos Mexicanos (Pemex), Sedesol, y hasta ha sido
diputada federal; pues su cobijo, pese a ocupar este cargo en el gobierno
federal del PAN, no ha sido del partido albiazul, sino del tricolor.
Por eso también Yolanda goza de un privilegiado puesto de
catedrática en la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), el que usufructúa por
precisamente no desempeñarlo o desempeñarlo rara vez.
Como es sabido el Alma Mater de la mayoría de los profesionistas
campechanos, la UAC y algunos del Instituto Campechano (IC), donde está uno de
los mayores alquimistas de los triunfos del tricolor muchas veces forzados con
un IEEC a modo, frisa a ser albergue de políticos pensionados, o prestadores de
servicios políticos, por mencionar un caso, el del ex dirigente estatal de la
Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Fredy Medina Mut, quien también
tiene una prolífera cátedra. Yolanda Guadalupe, ha podido considerarse una
de esas privilegiadas en la máxima casa de estudios, pues pocas veces se le ve
en clase, ya sea dándola o tomándola.
También destaca de Yolanda su meta-origen político partidista al haber
gozado de un paquete completo de una formidable beca para estudiar un posgrado
en la Universidad complutense de Madrid, España, todo financiado con los
recursos del Poder Legislativo, cuando ella formó parte de éste poder como
diputada local, aunque ya en las filas del PAN, porque así convenía a los
intereses de sus promotores los priistas. Al igual que ella y quien fue su
compañero de legislatura Enrique Ariel Escalante Arceo. Hoy miembro del
gabinete estatal en el área de fomento a la industria y el comercio, quien por
cierto también recibió otra beca igual de fabulosa, inalcanzable para un
estudiante común y corriente de Campeche, para estudiar en el continente
europeo, incluso contando ambos con gastos superfluos, como buenos dispendiosos
del poder de toda extrema derecha. Por eso es que hacemos hincapié en la escasa
confiabilidad que puede ofrecer la prima hermana de Chano Pérez, hoy cobrando
facturas de 12 años en la delegación del IMSS en Campeche.
Cuando solo ante la presencia del proceso electoral de dirigencia de su
partido que se avecina, y cuando es en este caso competidora, se baña de ceniza
con el verso de que es más panista aún después de que en la grabación que se
filtró en estos días, ella confiesa tener tratos en lo oscuro con gobernantes
del partido al que supuestamente ella se opone.
Es claro que Valladares Valle ocultó en el momento preciso
esa supuesta propuesta indecorosa de que abandonase su partido formal el PAN a
cambio de una gran suma de dinero y, eso muestra por lo menos, que estaba
sopesando tal propuesta, que tuvo que haber provenido de alguno de los
gobernantes de los trienios 1997-2003 y 2003-2009. Pero quien puede afirmar que
no aceptó el trato.
En este último episodio citado es donde cobra fuerza y parece tomar forma
lo que en su momento fue un secreto a voces: que el PAN nunca avanzó en
Campeche, es decir, nunca consolidó su triunfo indudable con el carmelita Juan Carlos del
Río González en el 2003, como tampoco lo había podido hacer en la
Presidencia Municipal de Campeche en 1997, a pesar del sonado triunfo del
panista Nelson
Danilo Gallardo Ordóñez, por sobre el a la postre alcalde espurio Víctor Manuel
Méndez Lanz porque, cada que trataba de avanzar, Valladares
Valle le pasaba toda la información de lo que ocurría y se acordaba
en las entrañas del albiazul en Campeche, en los dos procesos más importantes
en lo que casi acceden al poder en el Estado, pese a conquistarlo,
evidentemente.
En política nada es casual y en el caso de la azarosa y traicionera
carrera política particular de la hoy aspirante a la presidencia estatal del
PAN ---que no su partido, porque éste es el PRI--, tampoco lo es. Los hechos y
las evidencias son los que nos presentan los aspectos de la realidad. Por eso
es que, quien confíe en “La Jefa Yola” estará confiando en el vacío,
en una Judas, en lo falso y en lo traicionero. Nada bueno para las personas ni
para los partidos políticos.
Por si quedara duda de lo expuesto, a inicios de esta semana, toda
solitaria y con la sonrisa de oreja a oreja a Yolanda Valladares se le vio
salir del Palacio Federal, tras visitar las oficinas de la delegación de la
Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) federal, donde despacha una contumaz
pieza de los dos exgobernadores que anteceden al actual Ejecutivo estatal y que
no se sabe si fue Motu proprio o fue requerida por quién sigue burlando a la
justicia luego del sonado caso fatal ocurrido durante el trágico trienio
municipal de Campeche.
Cuánto le habrán ofrecido a Valladares Valle para que logre imponerse al
hijo de “Tatay” Herrera. Sobre todo que la jugada política es que la traidora
pueda manejar desde su partido el proceso de selección de la sucesión electoral
del 2015.
¿Serán tan tontos los panistas que le permitan a esta señora tomar de
nuevo el partido?
Al momento de terminar
esta columna me entero de que el CEN del PAN acaba de rechazar el registro de
las candidaturas de Yolanda Guadalupe Valladares Valle y de Eleazar Herrera
Vázquez, sin dar explicación alguna al respecto. Una sabia decisión que se
espera sirva de ejemplo para evitar la contumacia.
RUMBO AL CUARTO (III
PARTE)
Un gobernador que llega a su cuarto informe de labores siempre lleva en
mente que lo que le resta a su administración, salvo situaciones especiales,
será la más complicada de la tercera y última parte de su gobierno.
Para entonces muchos de sus colaboradores, amigos o no, habrán dejado
los cargos iniciales con los que él los nombró desde su primer día. En este
caso, el gabinete de Fernando Eutimio Ortega Bernés ha sufrido
varias transformaciones en materia de titulares. De su círculo verde solamente
quedan el secretario de Gobierno, William Roberto Sarmiento Urbina; el
secretario de Finanzas, Tirso Agustín Rodríguez de la Gala Gómez; la
secretaria de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable, Evelia Rivera
Arriaga; el secretario de Cultura, Carlos Vidal Angles; el
secretario de Desarrollo Industrial y Comercial, Enrique Ariel Escalante Arceo;
el secretario de Desarrollo Rural, Everardo Aceves Navarro “Febo” y finalmente el
Consejero Jurídico del Gobernador, Alvaro Arceo Corcuera. Hasta ahí la relación
actual de los 22 iniciales que fueron presentados en la biblioteca Campeche
aquel 16 de septiembre de 2009 y quienes hoy posiblemente terminen en sus
cargos.
Ortega Bernés se encamina a lo que sus
antecesores confiaron luego en sus memorias que esta es la parte más difícil de
la política, la de tratar de que su propia sucesión sea lo más tersa posible y
darle ---hasta donde su partido se lo permita---, todo el apoyo a quien
considera podría sucederlo.
Pero este es un galimatías envuelto en un acertijo, porque la política
mexicana no se mide en esos parámetros. Salvo los 12 años del panismo donde los
gobernadores del PRI se convirtieron en auténticos virreyes, la historia misma
nos señala que el gran dedo siempre prevaleció para la designación de los
candidatos de ese partido y no solo en lo que concierne a las gubernaturas sino
hasta la integración de las dos Cámaras legislativas federales.
En esta tesitura en el pasado los conflictos entre gobernadores
entrantes y salientes fueron causa y efecto de rompimientos que trascendieron
en la historia. Todavía se recuerda que Eduardo Lavalle Urbina y Héctor Pérez Martínez se
agarraron a la greña por aquel asunto de que el segundo había señalado que
dejaba dinero en caja, cosa que no resultó cierta y causó la ira del hermano de
María
Lavalle.
Por su parte Alberto Trueba Urbina luego de tomar posesión
el 16 de septiembre de 1955, inició un golpeteo contra su antecesor Manuel José
“Maistrín” López Hernández, al señalarlo como que éste había
depositado todos sus “ahorros” del sexenio en La Habana, Cuba y que al entrar Fidel Castro
Ruz los perdió como muchos políticos mexicanos. Nunca se supo si
esto fue un borregazo de Trueba, lo que si es cierto es que “Maistrín”
tuvo la necesidad de volver a trabajar, primero en una oficina federal de
Hacienda y luego como responsable de un tribunal de menores infractores en
Kila, Lerma, antes de que Abelardo Carrillo Zavala lo jubilara y le
otorgara una modesta pensión con la que vivió sus últimos años.
Biógrafos trasnochados como Salvador del Sagrado Corazón López Espínola,
jura y perjura que Alberto Trueba Urbina salió huyendo de
Campeche sin entregar el cargo al vengativo coronel de espada virgen José Ortiz
(Córdova) Avila. La realidad tarda en llegar pero al fin se conoce.
El odio a Trueba
Urbina era inducido por el “jetón” presidente de la República Gustavo Díaz
Ordaz, porque éste nunca pudo imponerse al doctor en derecho laboral
y se le hizo fácil ordenarle al militar que le hiciera la vida de cuadritos.
Nunca, es la verdad, se pudo comprobar los desvíos de Trueba Urbina y tampoco quemó y
desapareció esos documentos. Jaque Mate meses atrás demostró
fehacientemente que los citados documentos regresaron a la entidad y fueron
guardados en una casa en la confluencia de las calles 59 por 16 del Centro
Histórico, cuando ya el maestro en derecho había fallecido.
Por lo que respecta al coronel éste pagó con creces lo que le hizo a Trueba, porque
Carlos “El
negro” Sansores Pérez, que por cierto no era una perita en dulce, le
hizo ver su suerte. Tan es así que incluso fue arrestado por el ejército por
violaciones al Código Militar y recluido en el Campo Marte durante casi un año.
Y se afirma que la orden partió del presidente Luis Echeverría Alvarez, uña y
mugre de “El
negro” Sansores.
Sansores Pérez bloqueó
muchas de las gestiones de su sucesor Rafael “El chel” Rodríguez Barrera, porque
éste llegó a la gubernatura de Campeche cuando Echeverría Alvarez transitaba la
segunda parte de su administración. Hay una anécdota que señala una plática que
sostuvo “El
chel” con María Lavalle Urbina cuando la fue a ver para
quejarse de los bloqueos a sus programas de gobierno por parte de “El negro”:
“El chel” --- Maestra,
ya es imposible tratar de conseguir el apoyo del gobierno federal para
Campeche. Todo el gabinete federal se encuentra permeado por “El negro”
y consecuentemente nada puedo conseguir.
María --- Rafael,
en política hay siempre que adecuarse a las circunstancias y en este momento ni
tu ni yo ni nadie podemos impedir que “El negro” imponga su voluntad. Recuerda que
luego del 1 de diciembre de 1976 habrá una renovación y estoy segura que podrás
transitar mejor la segunda parte de tu gobierno.
Rodríguez Barrera, un político que no abogaba por
nadie, pero tampoco hostigaba aprovechando el poder, tuvo una de las sucesiones
más tersas al entregar la batuta de mando a Eugenio Echeverría Castellot y
ya sea porque éste se encontraba protegido por la hermana de José López
Portillo o porque había sufrido en carne propia los bloqueos
centrales, nunca intervino ni en bien ni en mal contra don Eugenio.
Echeverría Alvarez no tuvo en su contra a su antecesor
pero si en la segunda parte de su sexenio cuando al frente de Los Pinos se
encontraba Miguel
de la Madrid Hurtado, quien por resentidos que nunca faltan y porque
se le desbocaron los controles a don Eugenio, lo cierto es que no fue su sucesor
sino el propio presidente de la República ---ese que “El chupón” tenía bajo su
control---, quien ordenó una investigación sobre los recursos federales que se
gastaron para el relleno sanitario del malecón de Campeche. Además, que quiso
también meterle mano a la construcción del Puente de la Unidad, al que Echeverría
no le permitió intervenir a nadie. Esta fue una obra realizada con recursos
del Estado y con escuálidos apoyos de Pemex.
Pero Echeverría
Castellot fue el verdadero verdugo de “El negro” Sansores, al que con
pruebas en la mano tomó su avión y lo fue a acusar con López Portillo. Resultado, Sansores Pérez
fue cesado como director del ISSSTE y su debacle fue en cascada. Sin querer
o queriendo había vengado a otros gobernadores a los que “El negro” les hizo la vida de
cuadritos. Pero al igual que éste último los días de Rosa María Martínez Denegri
acabaron en el PRI y aunque buscó refugio en el PARM no duró mucho. Actualmente
algunos políticos priistas la tienen como oráculo, la verdad es que fue otra
que “quiso saber más misa que El Papa”.
Abelardo Carrillo
Zavala, que había
tenido un gobierno de marimba en marimba, quiso poner al primer libanés que se
le había pegado como lapa y al que había utilizado como secretario de Obras
Públicas y luego como alcalde de Campeche, pero nunca consideró que otro
libanés que se sacó el Melate sin jugar le comió el mandado en el último
momento. Jorge
Salomón Azar García, quien jamás había tenido un cargo de elección
popular fue impuesto por su amigo Luis Donaldo Colosio Murrieta. Y aunque “Lalo bachatas”,
trabajó bajo el agua para bloquear la llegada del rey de “Tumbo de la Montaña”,
nada logró. En su primer informe de gobierno Salomón rompió lanzas con el
carrillismo y con todo lo que oliera a él.
Salomón quiso
operar su propia sucesión y le salió el tiro por la culata. Porque nunca
consideró que la polémica hija de “El negro” Sansores le armara un pancho y le
desbaratara su sucesión. El resultado fue que el presidente Zedillo tuvo
que meter la mano y sacarle las castañas del fuego para evitar todo un lío en
Campeche. Porque el candidato de Salomón fue siempre Carlos Sales Gutiérrez, aunque
le había hecho creer a Carlos Pérez Cámara que “ahora si se le iba a
hacer”. El ganador fue José Antonio González Curi, que causó un
disgusto a su hermano el arqui, porque este le había programado todo lo
relacionado con el rescate de fachadas del Ayuntamiento (aunque el otro arqui Jaimito Ruiz
Moreno un día me dijo que ese programa se lo había robado su cuñado Jorge Luis).
Esa sucesión pese al desbarajuste terminó como inició: con gritos y
sombrerazos por parte de un Ejecutivo que perdió la chaveta y que tuvo que
ceder para que su hermano mayor colocara a raja tabla a su sucesor en la persona
de un “robot” como fue Jorge Carlos Hurtado Valdez.
Y llegamos con nuestro actual gobernante que pese a que las encuestas de
opinión (todas a excepción de la pagada por el arqui) lo colocaban en el primer
lugar, la resistencia libanesa fue tan amplia que gente de el arqui recorrieron
oficinas de empresarios de Yucatán, Quintana Roo y hasta de Tabasco para evitar
que Fernando
recibiera financiamiento para su precampaña.
Finalmente, el pueblo tuvo la última palabra y en una reunión de más de
cinco horas que ya dimos a conocer en Jaque Mate, que fue presidida por Beatriz Paredes
Rangel se llegó a la conclusión de que el candidato ideal y que
podía vencer al PAN en la figura de Mario Avila Lizarraga, era Ortega Bernés.
Los recursos que le entregaron para enfrentar el poderío económico del
PAN fueron a cuentagotas, porque incluso le dieron más dinero a Carlos Felipe
Ortega Rubio, el candidato de Hurtado Valdez para la alcaldía de Campeche,
que para el mismo candidato del PRI a la gubernatura. La historia todos la
saben. Incluso al recibir el gobierno “Chano” Pérez cacareó que le dejaba más de mil
millones de pesos y sin deuda alguna. Cuando que la realidad fue otra dejaron
cuentas por pagar por esa cantidad y una deuda que no habían mencionado.
Hoy, Fernando
Eutimio Ortega Bernés está a punto de dar a conocer su cuarto
informe de gobierno en Ciudad del Carmen, que él ha venido nombrando como “la
capital económica del Estado”. Cuando los últimos ciudadanos salgan del Domo
del Mar de la isla el gobernante habrá de comenzar a lo que será su ya próxima
sucesión, habida cuenta que las presiones ya son notorias en los más de cinco
suspirantes.
Sin embargo nadie le puede escatimar elogios en su actividad diaria. Es
más ese esfuerzo con que se inició el 16 de septiembre de 2009 ha ido in crescendo y lejos, muy lejos está el síndrome de
inactividad que casi todos sus antecesores a estas alturas ya padecían. A Fernando
se le puede ver hoy en Tenabo y mañana en Calakmul; en Candelaria y al día
siguiente enCalkiní; en Hopelchén y después en Ciudad del Carmen. De ese tamaño
es la energía desplegada en toda la geografía estatal. Y casi puede apostarse
que en los 24 meses que le restan a su administración pese a la dificultades
financieras, a la falta de reciprocidad del gobierno federal para quien aporta
a través de Pemex el sostenimiento de este país y al desdén del gobierno
federal, la actividad del gobernante campechano será de ejemplo para su
sucesor.
Ahora bien, Ortega Bernés no deberá de meter las manos en
dejar sucesor. La historia nos dice lo que ha ocurrido cuando ese suceso se ha
hecho manifiesto y en el caso de Campeche, esta oportunidad únicamente la tuvo González Curi
(los dos hermanos por supuesto) cuando había desaparecido el dedazo en la
figura presidencial, ya que el PAN gobernaba este país.
Hoy de nuevo con el PRI en el poder la decisión sin duda será tomada en
Los Pinos o en Palacio Nacional si usted quiere, pero a los campechanos no se
les va a preguntar nada más que lo que los encuestadores asienten.
Los retos de Fernando en estos 25 meses y fracción son
grandes así como las tentaciones para impulsar a los suyos. La selección de
candidatos a diputados federales, locales y alcaldes quedarán más al arbitrio
de las decisiones políticas del centro que de los intereses del Ejecutivo
estatal. No se piensa que el viejo molde vaya a romperse en el próximo proceso
electoral.
Finalmente, nadie podrá regatearle a Ortega Bernés su extensa obra de
contenido social; los 1491 compromisos firmados durante su campaña, esa que le
ha permitido ser conocido y saludado por toda la geografía de Campeche; esa que
ha llevado pequeñas contribuciones para el bienestar familiar; esa que ha logrado
in situ resolver problemas que de
otra manera tendrían que esperar semanas o meses.
Los posibles errores de sus antecesores al empeñarse en imponer
candidatos rompiendo reglas no escritas y que vuelven a ser corolarios como la
de que “un gobernador no pone gobernador”. Los nuevos tiempos políticos la
harán vigente.
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