Jaque Mate por Ricardo Calderón

GUERRA DE SALIVA

Pa´su mecha, zambomba, recórcholis. Donde las dan las toman. No había terminado el jurista de externar su calificación de contestación en un intercambio de salivazos entre él y su homólogo de Quintana Roo al ripostarle aquello de las cuestiones retorcidas y complicadas (“barrocadas”), cuando se da a conocer que el fallo del TRIFE a favor de más de 500 “campechanos” que habitan en la franja limítrofe con esa entidad, podrán votar en el próximo proceso electoral del 7 de julio de este año a favor de los candidatos de la tierra del narco Mario Villanueva Madrid.

¡Qué necesidad! O que necedad supina esa de estar calentando los ánimos al entablar una batalla de tuitazos con descalificativos, mofas y acusaciones mutuas. De hecho el Consejero avanza en sentido contrario a lo que dice su jefe en aquello de tener prudencia, porque la verdad histórica nos da la razón. Romperse la m… en la calle no es ganar ni un raund. Es más, si la competencia es la de tener más seguidores en la red social ambos consejeros están mejor para el Consejo Mundial de Boxeo.

No cabe duda que el jurisconsulto leyó por ejemplo a Chely (la que dejó en la ruina a El Carmen), cuyo tuit del pasado viernes me causó dolor de estómago por su contenido: ¡Oye!  Abre tus ojos, mira hacia arriba y disfruta las cosas que tiene la vida. Lalalalalalala. Buen viernes!!!

Por funcionarias federales como ella y su jefa Chayito Robles,  a EPN lo tienen con una mano adelante y otra atrás por los partidos de oposición. Causan pena ajena. Y si la forma es fondo estamos hechos una pelota de hilo con Quintana Roo en verdulerismo.

Los vecinos del oeste de la Península están utilizando las redes sociales calificando como “verborrea de la desesperación” los llamados de Campeche a la defensa territorial. Un tal Raúl Labastida nos suelta una diarrea de palabras con un estreñimiento de ideas que cataloga como “disparates, mentiras y agresiones que no merman la justa defensa de los derechos (sic) de Quintana Roo.

La rivalidad es atributo común de la humanidad, y puede decirse que existe desde que los primeros hombres anduvieron juntos (albureros absténganse). Separar, pues, o aislar a los seres humanos simplemente porque son rivales, y dividir a los pueblos, son condiciones propias de vida, solo para que no compitan, es obra de anacoretas o de políticos egoístas y miopes.

LAS RIVALIDADES SON MUY COMUNES

La rivalidad de los hombres debe servir, en primer lugar como vínculo de colaboración, y no reducirla a un sentimiento ruin de odio, que no puede crear nada bueno.

Cataluña y Vasconia son dos provincias con idiomas propios, distintos del castellano; catalanes y vascos se creen superiores a madrileños y andaluces y más de una vez se han agitado con tendencias separatistas; pero las necesidades económicas han imperado y la unidad patriótica de España ha subsistido.

Rivales son en la República Mexicana, la capital de Sonora y el puerto de Guaymas; la capital de Sinaloa y el puerto de Mazatlán; la capital de Tamaulipas y el puerto de Tampico; las ciudades de Alvarado y Tlacotalpan; Jalapa y el puerto de Veracruz, pero a nadie se le ha ocurrido todavía invocar esta rivalidad para crear nuevos Estados.

Ya existía la provincia del Istmo de Tehuantepec, al reunirse los constituyentes de 1824, pero éstos las suprimieron y no le dieron ni la jerarquía de Territorio, no obstante que militaban en su favor, además de las obligaciones desavenencias con Oaxaca y Veracruz, condiciones de órdenes geográfico e internacional.

Y así sucedió, porque aquellos constituyentes, aunque no tenían, ni se impusieron taxativa legal alguna para erigir nuevas entidades federativas, si pensaron en que éstas debían tener, cuando menos, los elementos necesarios para vivir.

Durante la Colonia, el gobierno español no vio la necesidad o la conveniencia de crear una provincia en Campeche, como si lo hizo en Tabasco y en Guatemala. Después de la Independencia, los legisladores campechanos en los Congresos de Yucatán, no hablaron de dividir en dos partes a la antigua provincia.

Tampoco hablaron de ello al discutirse la primera Constitución de la República, los diputados peninsulares Lorenzo de Zavala y Manuel Crescencio García Rejón y, al contrario, fue éste , nato de Bolonchenticul (hoy Hopelchén), del entonces distrito de Campeche, el que más empeño puso en que fuera rechazada, como lo fue la iniciativa del constituyente Joaquín Casares y Armas, no obstante que quería crear un Estado de Campeche de 300 mil habitantes. Este hecho es poco conocido, porque durante mucho tiempo convino callarlo.

Menos habló de tal división en el Congreso Constituyente de 1857, el diputado por Mérida y oriundo de Campeche Pedro Baranda y Quijano, quien por contraste si apoyó la supresión del Territorio Federal de El Carmen, no para que formase un nuevo Estado, sino para reintegrarlo al de Yucatán. Entonces todavía veía Baranda como cosa común y corriente la rivalidad entre Mérida y Campeche, pues no llegaba a alcanzar las proporciones de abierta animosidad que, meses después y para su personal beneficio, le imprimieron Pablo García Montilla, Tomás Aznar Barbachano y el propio Baranda.

LIOS LIMITROFES QUE DATAN DEL VIRREINATO

Los líos limítrofes no son rara avis. Hay algunos que tienen más de 100 años y en algunos casos donde la sangre si puede llegar al río.

Recordemos por ejemplo Tlaxcala que tiene un viejo litigio con Colima (curiosamente las dos entidades más pequeñas en territorio de México), y en las que por cierto el Inegi no sabe ni como clasificar a los habitantes asentados en la zona del conflicto. Así está empezando a suceder en los linderos de Calakmul.

Puebla también tiene otro conflicto con Tlaxcala que data desde el Siglo XIX, que dio lugar a un decreto del Congreso de la Unión por extensión de tierras en 1888. Como el pez grande se come al chico Puebla quiere hacerlo con Tlaxcala.

Colima tiene otro conflicto contra Jalisco por 500 kms. cuadrados. En este lugar hay riesgos de enfrentamiento por el territorio y se ha repetido frecuentemente que la calma es tensa, pero no se avizora solución a corto plazo. Más de 540 pruebas de soporte jurídico e histórico ha presentado a su favor el Estado de Colima, para acreditar la posesión y el derecho sobre estos territorios reclamados por Jalisco.

Y hay más todavía en esas condiciones, tal es el caso de Hidalgo, Durango que data de la época virreinal y Guerrero que tiene 100 años de duración.

Mal de muchos, consuelo de los p… El problema Campeche-Quintana Roo data de 1997, por lo que si Pitágoras no miente se acerca a los 16 años de iniciado en su última fase.

ES UN PROBLEMA AÑEJO DE CAMPECHE

El problema limítrofe ha tenido dos demandas en épocas diferentes. La primera fue ganada por Eduardo Mena Córdova en una buena defensa del abogado campechano Luis Fernando Sotelo Regil, con la asesoría del jurisconsulto Manuel R. Samperio, ambos destacados hombres de leyes campechanos.

El conflicto tiene ya más de 80 años y el Congreso Federal ignoró que en 1931 se había decretado la extinción del Territorio de Quintana Roo y se había adjudicado a Campeche la parte sur de dicho territorio, o sea la mejor. Pero Campeche había perdido en 1935 la porción que se le había dado, y había vuelto a ser creado el Territorio de Quintana Roo, invocándose, entre otras causas, deficiencias en la administración campechana (que raro ¿verdad?). Era sin duda impolítica la ocasión para volver a tratar en 1939 de una nueva modificación territorial de Quintana Roo, y así lo reconoció el entonces gobernador Mena Córdova, especialmente cuando con los datos y pruebas reunidas se formularon los alegatos de Campeche, ante el Gobierno Federal, reclamando la misma zona, pero no como una dádiva, sino como una legítima restitución.

El 6 de diciembre de 1940, el periódico El Universal de la ciudad de México, publicó un artículo donde el secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Lic. Raúl Berrón Mucel da a conocer la reintegración territorial al Estado de Campeche que había sido publicado el 15 de mayo de ese año en decreto en el Diario Oficial de la Federación.

Señala ese rotativo “que la invasión progresiva del solar campechano llegó a adquirir proporciones alarmantes, tanto porque implicaba para la lejana entidad peninsular la pérdida de extensa y rica porción de su suelo, cuanto porque privado de sus jugosos impuestos que por concepto de explotación percibía el gobierno del Territorio, afectando la paupérrima economía de Campeche”.

Sigue el rotativo señalando: “Los dirigentes del Territorio rapaz, ante el reclamo de las autoridades campechanas, pretendían justificar su intromisión en el solar vecino, al amparo del decreto del 24 de noviembre de 1902, que al exigir esa entidad territorial expresó que la línea divisoria partiría de un vértice cerca de “Put”. Este vértice, si bien fue fijado por la Dirección de Geografía de la Secretaría de Agricultura en el año de 1922 con la intervención de los gobiernos de Yucatán y Campeche no precisó al efecto la línea entera que demarcara sus límites; fue con posterioridad y en un plano levantado el año de 1936 por la propia Secretaría de Agricultura, cuando apareció trazada por primera vez la línea divisoria que cercenó a Campeche toda la región llamada de los Indios Pacíficos, la más rica en chicozapote y maderas preciosas. Con apoyo en estos planos oficiales, los gobernantes del Territorio acrecentaban sus dominios y enriquecían sus ingresos.

Un día se anexaban una montería y al siguiente un pueblo arruinado (auténticos precursores de Luis Antonio Che Cu). Era inútil que los gobernadores de Campeche clamaran de Ministerio en Ministerio contra la invasión arrolladora: se les aconsejaba tan solo, pedir una reforma constitucional de ampliación del territorio del Estado, la cual se negaba a prohijar la Secretaría de Gobernación, porque no quería sentar el precedente de aparecer modificando los límites de las entidades federativas, y porque a ello se opondría indudablemente el gobernador del Territorio de Quintana Roo.

Finaliza el rotativo: “Para que el caso hiciera crisis y no fuera aplazado, el gobierno de Campeche, con toda decisión y energía, mandó a encarcelar y procesar, por usurpación de funciones, a los comisarios municipales invasores nombrados por el gobernador del Territorio de Quintana Roo. Al erario de Campeche le restituirá el gobierno federal los impuestos acumulados y cobrados indebidamente por el Territorio de Quintana Roo, que ascienden (en ese entonces) a más de un millón de pesos, y del que acaba de percibir un abono de 200 mil pesos”.

PEDRO JOAQUIN COLDWELL (la mano que mece la cuna)

En nuestro próximo comentario habremos de señalar que los acontecimientos de este problema han sido en principio por la ambición de un grupo de políticos que arropa una organización integrada por ex gobernadores desde la época de Pedro Joaquín Coldwell y su padre, llamados “Forjadores de Quintana Roo” que han recibido recursos hasta del crimen organizado entre los que se encuentran Jean Succar Kuri y Kamel Nacif Borge, primo hermano de Miguel Borge Martín, tío del actual gobernador de Quintana Roo Roberto Borge Angulo, quien por cierto vive materialmente en su natal Cozumel y solo pasa de cuando en cuando temporadas en Chetumal.

En este grupo de siete gobernadores constitucionales que ha tenido Quintana Roo se encuentran ---además de los mencionados---, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, Jesús Martínez Ross, Joaquín Hendricks Díaz, Félix González Canto y el hijo de Mario Villanueva Madrid, de nombre Mario Vlllanueva Tenorio. Todos ellos se mueven dentro de las esferas del poder en México para conservar sus privilegios y el poder político en su entidad.

Mientras que en Campeche cada uno de los ex gobernadores marcha por su lado y no se quieren comprometer con nada, ya que piensan que el problema es del gobernador en turno.

EL DECRETO DE BENITO JUAREZ

Este es el panorama actual al ajustarse el próximo lunes 29 de abril de 2013, el sesquicentenario de la erección de Campeche como Estado libre y soberano.

A continuación transcribo el citado decreto.

“Número 5858.- Benito Juárez, Presidente Constitucional, etc., sabed que: Considerando que ha emitido ya su voto a favor de la erección del Estado de Campeche la mayoría de las legislaturas de los Estados, a saber: Aguascalientes, colma, Chiapas, Durango, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Querétaro, Sinaloa, Tabasco, Veracruz y Zacatecas, he tenido a bien decretar lo siguiente:

Artículo único. El gobierno de la Unión, en uso de las amplias facultades de que se halla investido, ratifica la erección del Estado de Campeche. México, 29 de abril de 1863.- Benito Juárez.- Al C. Antonio de la Fuente, ministro de Relaciones y Gobernación.- Y tengo la honra de comunicarlo… Fuente”.

Felicidades, linda tierra mía. Campechanos, defendamos cada milímetro de nuestro territorio contra quien sea.