LA TOMA DEL PEDRO BARANDA, CONSECUENCIAS
Ni modo. Tema inevitable para esta semana,
reiterado, recurrente: la ya famosa toma del palacio municipal, que en otras
circunstancias no valdría una línea más. Pero es el caso que ese caos y la sui generis horda, tiene implicaciones
políticas y sociales, además de económicas que es preciso seguir analizando
para situar el hecho en su justa dimensión y poder valorar sus repercusiones
presentes y futuras.
¿Será esta marcha y toma del municipio
campechano la primera sacudida para despertar de su plácido y profundo sueño a
la administración Justa y Solidaria? Si así fuera, ya habremos ganado algo y
por lo tanto el caos desatado fue, desde ese ángulo un avance.
Claro que el sueño es tan profundo, que se
necesitarían ruidos más fuertes para retornar a este pueblo al estado de
vigilia y todavía esperar que se sacuda el abotagamiento de tan excesivo y
prolongado sueño.
Aunque en rotundas declaraciones la
iniciativa privada y “otras fuerzas” de esta capital insistan en negarlo con
sospechosa insistencia, el primer cuestionamiento de este caos es que fue
manipulada, o inducida, o sugerida por el propio gobierno. Para no caer en
extremos, diremos que al menos fue consentida, puesto que por ninguna parte
vimos a los cientos de antimotines ---que cuestan un dineral al erario--- es
más, hasta se hicieron a un lado cuando las hordas de Manuel Bonilla tiraron basura
maloliente a un edificio considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad,
contaminando no solo física sino mentalmente a la sociedad campechana. Pésima
acción, mala costumbre, triste ejemplo por cierto.
Como quiera que sea, su organización ,
ejecución y difusión, peca de sospechosa. Al menos teóricamente el hecho parece
inaudito: Los sindicalizados defendiendo sus intereses personales y la
ciudadanía que le paga sus salarios, ¡al diablo!
Qué papelito jugó entonces el partido que
abandera las causas populares y que dentro de ocho días recibirá de ese pueblo
su respuesta. Porque una cosa es cierta, el PAN es pan de muerto para repetir
en la alcaldía campechana. Surrealismo puro: empresarios mudos ante las hordas
que evitaron dos días las actividades municipales y las autoridades municipales
comenzando con su alcaldesa suplente hicieron lo del avestruz y se fueron a
casita. Lo que no saben muchos es que un grupo de turistas extranjeros filmó y
tomó fotografías de la forma en que quedó el inmueble luego del adorno y
“aroma” de la basura y que otras gráficas recorrieron el país. ¿Esta fue “la
ciudad más limpia del Golfo”, la que vende la idea de ser pacífica, la que es
Patrimonio Cultural de la Humanidad?
Por lo menos nos queda claro que Manuel Chablé
Gutiérrez, Luis Antonio Che Cu y Carlos Joaquín Reyes Alpuche, aprovecharon el
fandango para fungir como lideres de ese movimiento y llegar al Congreso del
Estado, donde fueron materialmente corridos por el bastonero Carlos Moreno
Hernández, quien seguramente les dijo que en ese sitio ya había
bastante basura.
Prevaleció la impunidad de una chusma no
mayor de 250 elementos ---en su mejor momento--- que secuestraron no uno sino
varios servicios por caprichos ante la “protesta de dientes para afuera” de las
cámaras empresariales. Así, para cualquier observador, aquello fue un auténtico
“cocktail campechano”. Un relajo, un híbrido, un principio de la teoría del
caos.
Esta toma de la joya de la corona no pasó de
ser protesta pueblerina. Sin resultados, porque “a lo hecho, pecho”. El
efectivo es sagrado y el negocio había quedado arreglado desde el Cabildo que
se presume fue maiceado. Su característica de célula municipal le permite una
autonomía constitucional que nadie puede echar para atrás, pese a lo que diga
en forma extemporánea y con legalismos jurídicos fuera de contexto el consultor
jurídico o una de sus asesoras.
Lo que realmente se necesitaba saber es el
sitio donde se toman las decisiones, era hasta qué punto se trataba de una
jugada electoral que por cierto funcionó. A estas alturas la campaña de Heberto Brown
Cámara quedó en el limbo político y nadie da un cacahuate por su
intención de dar a los blanquiazules su permanencia tres años más en el Pedro
de Baranda.
En su origen, la marcha y el caos subsecuente
tuvo dos motivos fundamentales: uno, protestar por una decisión que única y exclusivamente compete al Cabildo
Municipal; dos, exigir la no liquidación de 300 trabajadores entre base y
eventuales, que de alguna manera prestan el servicio de recoja de basura más
deficiente del mundo. Pero juicio y tamiz pasan también por la mesa de acuerdos
de concejales.
El corrupto lidercillo Bonilla, jugando como siempre por
partida doble, trató, por lo bajo, de convencer a su base trabajadora que la
responsable única de esta fallida administración municipal es la alcaldesa
suplente, etiquetándola como incongruente y elitista, lejana a los problemas de
los trabajadores y aunque hay algo de cierto, la realidad es que ya sabemos
como se mueven los intereses estatales cuando de por medio se encuentra un
proceso electoral. Así que establecer comparaciones entre ayuntamiento y
gobierno estatal, es ignorancia supina de nuestro sistema político, o definitivamente
mala fe.
Pero hay otro elemento que no ha sido
debidamente analizado. Es indudable que el gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés
tiene una enorme cantidad de problemas (aunque sus encargados de despacho hagan
como que trabajan); son sus actos de buena fe, su empeño por el desarrollo del
Estado, su afán de solucionar los problemas, pero espera demasiado para dictar
sus órdenes, como fue el caso de esta “basura”.
Y nos cabe esta reflexión: ¿porque Campeche
no crece como sus vecinos? Por una política disfuncional. Los empresarios se
quejan de que los campechanos se van cada quincena a gastar sus salarios a
Mérida, Yuc., pero no dicen que la calidad y los precios de los productos que
expenden son más altos en Campeche. Hay una falta de visión empresarial.
El campechano quiere recuperar su capital a
los ocho días. Entonces tenemos una economía que no crece lo suficiente por una
élite empresarial que no invierte ni oportuna ni suficientemente. La verdad es
que los cuellos de botella son tan visibles para todos, pero invisibles para
los empresarios campechanos.
¿Quién gobierna en Campeche? Al parecer los
empresarios de la comunicación. Existe de facto un oligopolio, pese a que hay
un costosísimo e ineficiente aparato de comunicación social ocupado en dirimir
querellas internas a costa de la imagen del gobernador. Medios que cuestan
demasiado y que además están sobrevalorados se llevan enormes recursos que bien
podrían destinarse para la obra social del gobierno.
Solo así se entiende que el gobernador sale a
resolver problemas cuando estos ya causaron crisis; solo así se entiende que
pelafustanes como los invasores de la 20 de Noviembre destruyan y atenten
contra el Palacio de Gobierno y ahora contra el Pedro de Baranda; solo así se
entiende que Ortega
Bernés se le salen de control los problemas y no puede domesticar a las criaturas que nacieron en anteriores
regímenes; solo así se comprende que los medios quieren manejar hasta las
políticas públicas; solo así se acepta que la política ha rebasado todos los
órdenes de gobierno en aras de conservar el poder.
Campeche necesita cambiar. Necesita una
economía dinámica y que los empresarios en vez de asistir al Palacio de
Gobierno deben de emprender mercados funcionales y ser más competitivos.
Campeche es un lugar donde las grandes
fortunas se han construido al amparo de la política; donde todo gira en el
poder político para emprender desde la apertura de un puesto en el mercado
Sáinz de Baranda hasta negocios mayores como bien pudo ser el asunto de la
basura y que el capital fuera campechano. No es posible seguir con esa tónica
de que todo necesite el visto bueno del corazón del poder.
En el índice global de competitividad
Campeche se encuentra entre los tres últimos lugares del país. Las políticas
públicas solo favorecen a los políticos transformados en empresarios como la
“famiglia” González Curi, que merced a esa “virtud” dejó fuera a uno de los
hombres de más confianza del gobernador: Sergio Berzunza Camejo.
RECOJA Y RELLENO “MONETARIO”
Resulta irónico que Campeche, un municipio
pequeño si lo comparamos con otros a nivel nacional, sea a la vez tan grande para
albergar una numerosa cantidad de problemas, dentro de los cuales en la semana
que transcurre, aparece como objeto de nuestra atención la dichosa concesión
del relleno sanitario.
Un municipio que como usted sabe consta en su
cuerpo colegiado de 14 integrantes más el alcalde en turno, dentro del cual cabe
aclararse que dos de los mismos revisten una enorme trascendencia al momento de
la toma de decisiones como la que hoy nos ocupa, sobretodo por las obligaciones
que en particular las propias Leyes y Reglamentos les confieren en la materia.
Muchos también conocen hoy las innumerables
denuncias de las que ha sido objeto la empresa Red Ambiental, hoy ganadora de
la licitación, dentro de los casi nueve municipios a nivel nacional en los que
opera actualmente, pero muy pocos saben que la citada empresa regiomontana a
inicios de la presente administración panista ya había ido a ofrecer sus
servicios para hacerse, desde ese entonces, con todo el paquete, incluido el
manejo de los residuos que hoy le dan un “sólido” dolor de cabeza a la alcaldesa
suplente.
Dentro de esta tesitura debe usted saber que
quien tiene la representación legal y debe velar por la gestión de negocios de
la Hacienda Pública Municipal es el Síndico de Asuntos Jurídicos, salvo que
expresamente el Cabildo le otorgue esa facultad al alcalde. Por eso no debe extrañarle tampoco la cercana
relación que hoy guarda Rafael Fernández Martínez, persona de suma
confianza de Beatriz
Selem Trueba, con Luis Enrique Montenegro Urbina, director de
Red Ambiental.
El proyecto en sí denota una completa falta
de transparencia y conocimiento en cuanto al tema, que bien se puede justificar
como consecuencia de la mala calidad de las “fichas” que fueron acomodadas
desde enero a la fecha en espacios claves dentro de la administración que
concluye, por eso no se extrañe usted amable lector que inclusive la misma
empresa que construyó el relleno sanitario (Proactiva) no haya tenido siquiera
la oportunidad real de hacerse con el manejo del mismo, viciando de origen el
procedimiento.
El Cabildo, que de “Honorable” ya no tendría
nada si llega a comprobarse la compra de éste por parte de Red Ambiental por la
nada despreciable cantidad de cinco mdp entre cada uno de sus 14 integrantes,
hoy se ve como el máximo responsable de la duplicidad de publicaciones,
acuerdos, de errores en cuanto al procedimiento y de muchas otras cosas más,
tal y como denunció la Asociación Mexicana de Empresas Ambientales, A.C.
(AMEXA). Caso aparte el de la alcaldesa a quién se le acusa en su caso de
llevarse un bono equivalente a la cantidad que cada uno sus cabildantes
recibiría por separado, echando por los suelos un proyecto que la Universidad
Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) había elaborado con el fin de que al
Municipio de Campeche únicamente le costará cerca de un millón de pesos la
utilización del tan mencionado relleno sanitario.
Hoy la ciudadanía exige respuestas ante la
ola de denuncias que han surgido con motivo del presente asunto, pero mayor
aún, exige un compromiso serio por parte de las autoridades como consecuencia
de la tortuosa realidad que hoy vivimos en el Municipio de “Cambache”.
En próximas colaboraciones habremos de
mencionar más detalles que aún se desconocen y de los cuales usted como siempre
tendrá la mejor opinión.
LEGADO
De nueva cuenta un experimentado jurista me
hace llegar a Jaque
Mate otro “Legado” con el propósito de que mis estimables lectores
puedan analizar sus conceptos y normar su criterio en el proceso electoral que
tendrá lugar el próximo domingo 1 de julio. Veamos.
“La pobreza extrema en que vive la mayoría de
la población, la imprudente demostración de poder adquisitivo de los ricos y de
los políticos, la publicidad tendiente al consumismo, entre otros factores, han
generado en nuestro país un grave sentimiento negativo de rencor social que día
a día se incrementa alimentado por
alguno (s) de los tristemente celebres partidos políticos y sus torpes
candidatos que por lograr sus fines personales poco les importa enfrentar a la
población, las consecuencias que esto trae y “venezolar” a México, todo por
ambición de poder y dinero.
Esto me trae a la memoria una entrevista de
la cadena CNN al entonces candidato a la presidencia de Venezuela Hugo Chávez,
en la que las repuestas son iguales a las que en México da el expriista autodenominado candidato de las izquierdas,
sin tener ninguna ideología de izquierda,
entre las que destaco: respetar la democracia, la inversión, los
derechos humanos, generar igualdad, etc., mismas que una vez electo presidente,
el ahora dictador venezolano, no solo no cumplió sino que convirtió a su país
en un pueblo de pobres y miserables, en pobreza extrema, violencia callejera,
inseguridad, falta de oportunidades, represión de libertades, limitaciones a la
libertad de expresión, altos índices de inflación (ejemplo: en el año 2011 en
México la inflación fue menor al cuatro por ciento y en Venezuela fue del 27.6
por ciento), desde luego, a excepción del grupo en el poder; hoy, quienes
inocentemente confiaron en él hoy son gente desilusionada, frustrada e
impotente ante los métodos de sumisión.
El cambio de una incipiente democracia por
una dictadura fascista, ¿eso queremos para México? Piénselo bien antes de optar
por un cambio para mal, no sea inocente, analice las promesas y se dará cuenta
que son mentiras engañosas repetidas miles de veces a lo largo de doce años e
imposibles de cumplir; nuestro sistema democrático, aunque le falta mucho para
ser una verdadera democracia, al menos es apropiado para la forma de ser del
mexicano y para vivir en libertad y respeto, con oportunidades de estudiar,
prepararse y progresar; miles de profesionistas provienen del esfuerzo y
sacrificio de familias humildes y trabajadoras con deseos de superación, por
eso no queremos un México de falta de oportunidades ni que nuestro único
destino sea que estemos todos “jodidos”, como está pasando en Cuba y Venezuela.
De hecho ya iniciaron las agresiones y
seguramente seguirán porque es el “último camión” de ese movimiento cautivo del
capricho de un hombre apoyado en movimientos provenientes de otras naciones”.
Hasta aquí “el legado” de mi buen amigo.
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