domingo, 24 de junio de 2012


LA TOMA DEL PEDRO BARANDA, CONSECUENCIAS

Ni modo. Tema inevitable para esta semana, reiterado, recurrente: la ya famosa toma del palacio municipal, que en otras circunstancias no valdría una línea más. Pero es el caso que ese caos y la sui generis horda, tiene implicaciones políticas y sociales, además de económicas que es preciso seguir analizando para situar el hecho en su justa dimensión y poder valorar sus repercusiones presentes y futuras.

¿Será esta marcha y toma del municipio campechano la primera sacudida para despertar de su plácido y profundo sueño a la administración Justa y Solidaria? Si así fuera, ya habremos ganado algo y por lo tanto el caos desatado fue, desde ese ángulo un avance.

Claro que el sueño es tan profundo, que se necesitarían ruidos más fuertes para retornar a este pueblo al estado de vigilia y todavía esperar que se sacuda el abotagamiento de tan excesivo y prolongado sueño.

Aunque en rotundas declaraciones la iniciativa privada y “otras fuerzas” de esta capital insistan en negarlo con sospechosa insistencia, el primer cuestionamiento de este caos es que fue manipulada, o inducida, o sugerida por el propio gobierno. Para no caer en extremos, diremos que al menos fue consentida, puesto que por ninguna parte vimos a los cientos de antimotines ---que cuestan un dineral al erario--- es más, hasta se hicieron a un lado cuando las hordas de Manuel Bonilla tiraron basura maloliente a un edificio considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad, contaminando no solo física sino mentalmente a la sociedad campechana. Pésima acción, mala costumbre, triste ejemplo por cierto.

Como quiera que sea, su organización , ejecución y difusión, peca de sospechosa. Al menos teóricamente el hecho parece inaudito: Los sindicalizados defendiendo sus intereses personales y la ciudadanía que le paga sus salarios, ¡al diablo!

Qué papelito jugó entonces el partido que abandera las causas populares y que dentro de ocho días recibirá de ese pueblo su respuesta. Porque una cosa es cierta, el PAN es pan de muerto para repetir en la alcaldía campechana. Surrealismo puro: empresarios mudos ante las hordas que evitaron dos días las actividades municipales y las autoridades municipales comenzando con su alcaldesa suplente hicieron lo del avestruz y se fueron a casita. Lo que no saben muchos es que un grupo de turistas extranjeros filmó y tomó fotografías de la forma en que quedó el inmueble luego del adorno y “aroma” de la basura y que otras gráficas recorrieron el país. ¿Esta fue “la ciudad más limpia del Golfo”, la que vende la idea de ser pacífica, la que es Patrimonio Cultural de la Humanidad?

Por lo menos nos queda claro que Manuel Chablé Gutiérrez, Luis Antonio Che Cu y Carlos Joaquín Reyes Alpuche, aprovecharon el fandango para fungir como lideres de ese movimiento y llegar al Congreso del Estado, donde fueron materialmente corridos por el bastonero Carlos Moreno Hernández, quien seguramente les dijo que en ese sitio ya había bastante basura.

Prevaleció la impunidad de una chusma no mayor de 250 elementos ---en su mejor momento--- que secuestraron no uno sino varios servicios por caprichos ante la “protesta de dientes para afuera” de las cámaras empresariales. Así, para cualquier observador, aquello fue un auténtico “cocktail campechano”. Un relajo, un híbrido, un principio de la teoría del caos.

Esta toma de la joya de la corona no pasó de ser protesta pueblerina. Sin resultados, porque “a lo hecho, pecho”. El efectivo es sagrado y el negocio había quedado arreglado desde el Cabildo que se presume fue maiceado. Su característica de célula municipal le permite una autonomía constitucional que nadie puede echar para atrás, pese a lo que diga en forma extemporánea y con legalismos jurídicos fuera de contexto el consultor jurídico o una de sus asesoras.

Lo que realmente se necesitaba saber es el sitio donde se toman las decisiones, era hasta qué punto se trataba de una jugada electoral que por cierto funcionó. A estas alturas la campaña de Heberto Brown Cámara quedó en el limbo político y nadie da un cacahuate por su intención de dar a los blanquiazules su permanencia tres años más en el Pedro de Baranda.

En su origen, la marcha y el caos subsecuente tuvo dos motivos fundamentales: uno, protestar por una decisión  que única y exclusivamente compete al Cabildo Municipal; dos, exigir la no liquidación de 300 trabajadores entre base y eventuales, que de alguna manera prestan el servicio de recoja de basura más deficiente del mundo. Pero juicio y tamiz pasan también por la mesa de acuerdos de concejales.

El corrupto lidercillo Bonilla, jugando como siempre por partida doble, trató, por lo bajo, de convencer a su base trabajadora que la responsable única de esta fallida administración municipal es la alcaldesa suplente, etiquetándola como incongruente y elitista, lejana a los problemas de los trabajadores y aunque hay algo de cierto, la realidad es que ya sabemos como se mueven los intereses estatales cuando de por medio se encuentra un proceso electoral. Así que establecer comparaciones entre ayuntamiento y gobierno estatal, es ignorancia supina de nuestro sistema político, o definitivamente mala fe.

Pero hay otro elemento que no ha sido debidamente analizado. Es indudable que el gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés tiene una enorme cantidad de problemas (aunque sus encargados de despacho hagan como que trabajan); son sus actos de buena fe, su empeño por el desarrollo del Estado, su afán de solucionar los problemas, pero espera demasiado para dictar sus órdenes, como fue el caso de esta “basura”.

Y nos cabe esta reflexión: ¿porque Campeche no crece como sus vecinos? Por una política disfuncional. Los empresarios se quejan de que los campechanos se van cada quincena a gastar sus salarios a Mérida, Yuc., pero no dicen que la calidad y los precios de los productos que expenden son más altos en Campeche. Hay una falta de visión empresarial.

El campechano quiere recuperar su capital a los ocho días. Entonces tenemos una economía que no crece lo suficiente por una élite empresarial que no invierte ni oportuna ni suficientemente. La verdad es que los cuellos de botella son tan visibles para todos, pero invisibles para los empresarios campechanos.

¿Quién gobierna en Campeche? Al parecer los empresarios de la comunicación. Existe de facto un oligopolio, pese a que hay un costosísimo e ineficiente aparato de comunicación social ocupado en dirimir querellas internas a costa de la imagen del gobernador. Medios que cuestan demasiado y que además están sobrevalorados se llevan enormes recursos que bien podrían destinarse para la obra social del gobierno.

Solo así se entiende que el gobernador sale a resolver problemas cuando estos ya causaron crisis; solo así se entiende que pelafustanes como los invasores de la 20 de Noviembre destruyan y atenten contra el Palacio de Gobierno y ahora contra el Pedro de Baranda; solo así se entiende que Ortega Bernés se le salen de control los problemas y no puede domesticar  a las criaturas que nacieron en anteriores regímenes; solo así se comprende que los medios quieren manejar hasta las políticas públicas; solo así se acepta que la política ha rebasado todos los órdenes de gobierno en aras de conservar el poder.

Campeche necesita cambiar. Necesita una economía dinámica y que los empresarios en vez de asistir al Palacio de Gobierno deben de emprender mercados funcionales y ser más competitivos.

Campeche es un lugar donde las grandes fortunas se han construido al amparo de la política; donde todo gira en el poder político para emprender desde la apertura de un puesto en el mercado Sáinz de Baranda hasta negocios mayores como bien pudo ser el asunto de la basura y que el capital fuera campechano. No es posible seguir con esa tónica de que todo necesite el visto bueno del corazón del poder.

En el índice global de competitividad Campeche se encuentra entre los tres últimos lugares del país. Las políticas públicas solo favorecen a los políticos transformados en empresarios como la “famiglia” González Curi, que merced a esa “virtud” dejó fuera a uno de los hombres de más confianza del gobernador: Sergio Berzunza Camejo.


RECOJA Y RELLENO “MONETARIO”

Resulta irónico que Campeche, un municipio pequeño si lo comparamos con otros a nivel nacional, sea a la vez tan grande para albergar una numerosa cantidad de problemas, dentro de los cuales en la semana que transcurre, aparece como objeto de nuestra atención la dichosa concesión del relleno sanitario.

Un municipio que como usted sabe consta en su cuerpo colegiado de 14 integrantes más el alcalde en turno, dentro del cual cabe aclararse que dos de los mismos revisten una enorme trascendencia al momento de la toma de decisiones como la que hoy nos ocupa, sobretodo por las obligaciones que en particular las propias Leyes y Reglamentos les confieren en la materia.

Muchos también conocen hoy las innumerables denuncias de las que ha sido objeto la empresa Red Ambiental, hoy ganadora de la licitación, dentro de los casi nueve municipios a nivel nacional en los que opera actualmente, pero muy pocos saben que la citada empresa regiomontana a inicios de la presente administración panista ya había ido a ofrecer sus servicios para hacerse, desde ese entonces, con todo el paquete, incluido el manejo de los residuos que hoy le dan un “sólido” dolor de cabeza a la alcaldesa suplente.

Dentro de esta tesitura debe usted saber que quien tiene la representación legal y debe velar por la gestión de negocios de la Hacienda Pública Municipal es el Síndico de Asuntos Jurídicos, salvo que expresamente el Cabildo le otorgue esa facultad al alcalde.  Por eso no debe extrañarle tampoco la cercana relación que hoy guarda Rafael Fernández Martínez, persona de suma confianza de Beatriz Selem Trueba, con Luis Enrique Montenegro Urbina, director de Red Ambiental.

El proyecto en sí denota una completa falta de transparencia y conocimiento en cuanto al tema, que bien se puede justificar como consecuencia de la mala calidad de las “fichas” que fueron acomodadas desde enero a la fecha en espacios claves dentro de la administración que concluye, por eso no se extrañe usted amable lector que inclusive la misma empresa que construyó el relleno sanitario (Proactiva) no haya tenido siquiera la oportunidad real de hacerse con el manejo del mismo, viciando de origen el procedimiento.

El Cabildo, que de “Honorable” ya no tendría nada si llega a comprobarse la compra de éste por parte de Red Ambiental por la nada despreciable cantidad de cinco mdp entre cada uno de sus 14 integrantes, hoy se ve como el máximo responsable de la duplicidad de publicaciones, acuerdos, de errores en cuanto al procedimiento y de muchas otras cosas más, tal y como denunció la Asociación Mexicana de Empresas Ambientales, A.C. (AMEXA). Caso aparte el de la alcaldesa a quién se le acusa en su caso de llevarse un bono equivalente a la cantidad que cada uno sus cabildantes recibiría por separado, echando por los suelos un proyecto que la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) había elaborado con el fin de que al Municipio de Campeche únicamente le costará cerca de un millón de pesos la utilización del tan mencionado relleno sanitario.

Hoy la ciudadanía exige respuestas ante la ola de denuncias que han surgido con motivo del presente asunto, pero mayor aún, exige un compromiso serio por parte de las autoridades como consecuencia de la tortuosa realidad que hoy vivimos en el Municipio de “Cambache”.

En próximas colaboraciones habremos de mencionar más detalles que aún se desconocen y de los cuales usted como siempre tendrá la mejor opinión.


LEGADO

De nueva cuenta un experimentado jurista me hace llegar a Jaque Mate otro “Legado” con el propósito de que mis estimables lectores puedan analizar sus conceptos y normar su criterio en el proceso electoral que tendrá lugar el próximo domingo 1 de julio. Veamos.

“La pobreza extrema en que vive la mayoría de la población, la imprudente demostración de poder adquisitivo de los ricos y de los políticos, la publicidad tendiente al consumismo, entre otros factores, han generado en nuestro país un grave sentimiento negativo de rencor social que día a día se  incrementa alimentado por alguno (s) de los tristemente celebres partidos políticos y sus torpes candidatos que por lograr sus fines personales poco les importa enfrentar a la población, las consecuencias que esto trae y “venezolar” a México, todo por ambición de poder y dinero.

Esto me trae a la memoria una entrevista de la cadena CNN al entonces candidato a la presidencia de Venezuela Hugo Chávez, en la que las repuestas son iguales a las que en México da el expriista  autodenominado candidato de las izquierdas, sin tener ninguna ideología de izquierda,  entre las que destaco: respetar la democracia, la inversión, los derechos humanos, generar igualdad, etc., mismas que una vez electo presidente, el ahora dictador venezolano, no solo no cumplió sino que convirtió a su país en un pueblo de pobres y miserables, en pobreza extrema, violencia callejera, inseguridad, falta de oportunidades, represión de libertades, limitaciones a la libertad de expresión, altos índices de inflación (ejemplo: en el año 2011 en México la inflación fue menor al cuatro por ciento y en Venezuela fue del 27.6 por ciento), desde luego, a excepción del grupo en el poder; hoy, quienes inocentemente confiaron en él hoy son gente desilusionada, frustrada e impotente ante los métodos de sumisión.

El cambio de una incipiente democracia por una dictadura fascista, ¿eso queremos para México? Piénselo bien antes de optar por un cambio para mal, no sea inocente, analice las promesas y se dará cuenta que son mentiras engañosas repetidas miles de veces a lo largo de doce años e imposibles de cumplir; nuestro sistema democrático, aunque le falta mucho para ser una verdadera democracia, al menos es apropiado para la forma de ser del mexicano y para vivir en libertad y respeto, con oportunidades de estudiar, prepararse y progresar; miles de profesionistas provienen del esfuerzo y sacrificio de familias humildes y trabajadoras con deseos de superación, por eso no queremos un México de falta de oportunidades ni que nuestro único destino sea que estemos todos “jodidos”, como está pasando en Cuba y Venezuela.

De hecho ya iniciaron las agresiones y seguramente seguirán porque es el “último camión” de ese movimiento cautivo del capricho de un hombre apoyado en movimientos provenientes de otras naciones”.

Hasta aquí “el legado” de mi buen amigo.

Campechano, cualquiera que sea tu preferencia, aprovecha la oportunidad de ejercer tu derecho votando el próximo domingo. No dejes la ocasión para que tu boleta en blanco pudiera ser objeto de corrupción.

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