domingo, 3 de junio de 2012


AJONJOLI DE TODOS LOS MOLES

Víctima de los errores de su cuarto de guerra, blanco de los ataques de los más conspicuos correligionarios, pararrayos de las inconformidades ciudadanas por los malos resultados de los anteriores gobiernos municipales perredistas y atrapada en sus propio laberinto, Layda Elena Sansores San Román se encuentra en la encrucijada no solo de perder la elección por la candidatura como primera fórmula al Senado ---tal vez porque tiene segura la plurinominal a nivel central---, sino devolverle a su franquicia: Partido Movimiento Ciudadano la popularidad que la izquierda campechana tuvo en 1997, cuando le quitaron el triunfo a la gubernatura por aquel mapache de lujo de apellido Palacios (+).

Pero la afrenta sería mayor porque a pesar del efecto AMLO que sin duda se reflejará en el próximo proceso electoral, los sondeos de opinión la tienen en la tercera posición, dejando la pelea entre Jorge Luis Lavalle Maury y Raúl Aarón Pozos Lanz, con sus respectivos acompañantes como son Nelly del Carmen Márquez Zapata y Oscar Rosas.

Esta situación no estaba en los planes de su partido y de seguir las preferencias electorales, también podrían repercutir en el equilibrio de fuerzas en la entidad.

Y es que la hija de Carlos “El negro” Sansores Pérez, no puede seguir como el sacristán de Acámbaro (repicando y en la procesión) porque entre no perder su cercanía con el Peje, promocionar su documental “Presunto culpable” y atender todos los reclamos se le ha ido el tiempo para presentar sus proyectos.

En ese sentido Lavalle Maury, va en caballo de hacienda sobre sus opositores porque sus 20 propuestas son de llamar la atención no solo para el Senado, sino para la Cámara de Diputados federal y hasta para el propio Congreso del Estado. Su desempeño en el simulacro de debate en una televisora local fue claramente a su favor.

Por si fuera poco, Layda sigue apostando para armar su campaña en contra del endeudamiento del ayuntamiento panista de esta capital, del hostigamiento y persecución de los candidatos de izquierda por parte de los gobiernos federal y estatal y el presunto “mapacheo electoral” del PRI.

Recursos desesperados que, en las actuales circunstancias del país y del Estado, muy pocos aprueban para conseguir simpatizantes y posibles sufragios. Y esto se ha reflejado en las preferencias electorales que los estudios demoscópicos dan a conocer semana tras semana.

Layda Elena le sigue apostando a la guerra sucia que ha sido su característica de otras campañas, para tratar de acortar distancias con el puntero del PAN, cuando es claro que a  la ciudadanía ya no le interesa esa estrategia para definir su voto.

Esta medida radical fue norma en elecciones del siglo pasado, pero Sansores San Román sigue dilapidando su capital político y ahora se encuentra en el tercer lugar, cuando en otras circunstancias debería estar al frente de las preferencias electorales por su experiencia y conocimientos políticos. Lástima que no le aprendió de ello a su padre. Los genes influyen pero ---como se ve en este caso--- no determinan un comportamiento.


CADA GALLO Y GALLINA A SU GALLINERO
           
La inexperiencia cobra víctimas en las campañas políticas cuando estas se confunden como está sucediendo en esta capital.

Al parecer una estrategia inadecuada y torpe del PRI le está haciendo perder adeptos a la joven carismática Ana Martha Escalante Castillo, quien está haciendo campaña como si fuera el partido en el poder y no en la oposición donde se encuentra en el municipio. Eso demuestra una actitud derrotista, injustificada si se tiene en cuenta que la campaña inició con los mejores vientos a su favor, con eficiencia y seriedad, como debe corresponder al nivel del partido que la postula.

Hasta el momento nadie, ni siquiera los del partido en el poder como son los del PAN, han cuestionado ni la fidelidad, ni la lealtad, ni la probidad de Ana Martha; sin embargo, el tipo de campaña que algún “genio” propuso, parece cuestionar cualidades que indudablemente tiene la candidata y que están fuera de duda o discusión. No entienden los publicistas que cuando un mensaje es malo o se plantea en sentido negativo, inmediatamente se revierte en contra del sujeto publicitado.

No es hora de echar voladores ni de levantar varas. A solo 27 días para llegar a las urnas y ese es un trecho minado en que se cifra la posibilidad de realizar o no un proyecto. Cuando las campañas políticas entran a su recta final, ya es posible formular algunos pronósticos. Indudablemente la batalla se dará entre el PAN y el PRI. Los demás partidos políticos, no calan sus campañas. Los conflictos internos dentro del PAN motivaron un atraso en el proselitismo de Heberto Brown Cámara, pero este candidato no es tonto y aunque ya tenía camino andado está recuperando espacios; sin embargo el fuego amigo lo sigue sacudiendo.

Ha desplegado su campaña basándose en conocidas lideresas que cambiaron de partido hace tres años y no debe olvidarse que aún tiene adeptos luego de dos años de andar en campaña como director de Servicios Públicos Municipales en el gobierno fracasado de Carlos Ernesto Rosado Ruelas con quien terminó a la greña.

En las filas del priismo hay una natural inquietud y preocupación en la campaña de Ana Martha y es en función de que no la están ayudando sus coordinadores de distrito y hasta los seccionales, porque se está confundiendo el proyecto de ella, que es superior al de cada uno de los candidatos a diputados por los siete distritos que comprende la capital de Campeche.

Ella no debe ser invitada de lujo de Pablo Sánchez Silva, Miguel Angel García Escalante, José Bravo Negrín,  José Manrique Mendoza, etc., sino al revés y no todos los días. La impresión que tiene la ciudadanía es que esos jóvenes se están “colgando” de su campaña y aprovechando su imagen, pero el riesgo es que se pierde el proyecto de ella.

Escalante Castillo ha realizado una intensa campaña seria y prácticamente no hay poblado, comunidad o centro de trabajo que no esté visitando. Su actividad en las colonias populares ha sido permanente y su mensaje claro y convincente cuando no lleva de “colgajos” a los otros aspirantes. ¿Será que hay ahorro de recursos con este sistema?

Eso no encaja en su proyecto del municipio de Campeche. Que vaya en ocasiones es una cosa y otra que los otros candidatos la estén “placeando”. No debe olvidar que solo dispone de 27 días para terminar de conocer las 37 comunidades rurales, los cinco barrios tradicionales y las más de 60 colonias populares.

“La caja chica” como se ha llamado al Ayuntamiento de Campeche, símbolo del poder del PRI sucumbió en 2009 a manos del PAN, por la imposición de Carlos Felipe Ortega Rubio. El candidato del PAN, Carlos Ernesto Rosado Ruelas ganó por una gran diferencia de 10 mil 485 votos.

La alianza PRI-Panal que postuló a Carlos Felipe apenas logró 46 mil 923 votos contra 57 mil 408 votos de Rosado Ruelas. La izquierda (todas ellas), lograron un acumulado de ocho mil 018 votos, insuficiente para vender al PRI esos votos.

Ni con todo el apoyo de la izquierda podía ganar el candidato del PRI, porque la votación total emitida ese año fue de 115 mil 069 votos, de los cuales 112 mil 349 votos fueron válidos y dos mil 720 nulos, que le permitió al PAN ganar también las Juntas municipales de Alfredo V. Bonfil, Hampolol y Tixmucuy.

La Alianza ganó la Junta de Pich y los siete distritos locales. Hubo desleales, o simplemente priistas y ciudadanos que no aceptaron la imposición del gobernador. Con la derrota solo llegaron del PRI al Cabildo tres Regidores y un Síndico de representación proporcional. No deben olvidarse estos números, aunque en esta ocasión el PRI presenta a su mejor carta.

No hay duda de que la candidata tiene talento y carisma, cae bien, logra simpatías y despierta esperanzas de que ahora si tendremos un alcalde que reparará la destrucción de esta capital acaecida durante los dos últimos trienios. Hoy cada campechano de esta capital es dueño de cuando menos un bache en su calle.

Se dice que Escalante Castillo puede derrotar con un brazo amarrado a Brown Cámara. Pero no al sistema, que es a final de cuentas contra lo que lucha, por el apoyo que bajo el agua recibe de las dependencias federales y del mismo ayuntamiento. Lo cierto es que no habrán triunfos arrolladores pero la joven marcha a la cabeza “por una nariz” como dicen en los hipódromos.

Parece claro que el PAN no va a dejar escapar así nomás lo que ya es su última oportunidad en esta ciudad, porque la presidencia de la República está perdida luego de casi 12 años de desatinos. Claro que a Brown Cámara le queda la opción de decir que luchó contra todos, incluidos los de su propio partido.

Esta victoria ---de darse--- vendría a fortalecer la imagen del gobernador, ya que recuperaría para el PRI la llamada “joya de la corona”, que no es otra cosa que la mejor agencia de empleos del cuarto piso.


ALBAZO EN EL CONGRESO

La disputa entre lo legal y lo moral es que son cosas que deben coincidir, pero que en ocasiones (como la presente) difieren.

La ley es limitada y detallada, define. La moralidad tiene mucho que ver con el interior de la persona, con sus intenciones o finalidades, con el secreto de sus propósitos.

En torno a este problema es como surge aquella famosa tesis de Maquiavelo que decía: “El fin justifica los medios”. Es una verdadera lástima que haya personas que así piensen todavía, como es el caso del presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado de Campeche.

Para Jorge Luis González Curi la ética es una estética de su manera de ver la política. La curandera, a diferencia del médico, manda una medicina, pero no sabe dar la razón del poder medicinal de esa substancia. Un mecánico y un ingeniero pueden reparar una maquinaria; pero solo éste puede dar la razón del funcionamiento de ese mecanismo.

La curandera y el mecánico tienen normalmente conocimientos empíricos y simples opiniones; solo el profesional, médico o ingeniero, tienen conocimientos científicos.

Esa es la diferencia del presidente del Congreso. Sabe mucho de acaparamiento de tierras, legalización en el RPP y C con su primo que lo tienen ahí desde el principio del docenato, pero en asuntos legales no es abogado y mucho menos se norma por principios éticos. Para él todo tiene un precio.

Y es el caso de la selección de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Campeche (COTAIPEC),  en que según su criterio será legal, pero es inmoral y también debe castigarse legalmente. Aunque en este caso de opacidad en el procedimiento quien violó la norma moral fue precisamente quién debió vigilarla, cuidarla y respetarla, como es el presidente en turno del Legislativo local.

La polémica por la desaseada elección de los consejeros de la COTAIPEC, tuvo visos de incredulidad y otros de franca estupidez, sobre todo que quién como Juan Palomo (yo me lo guiso, y yo me lo como) que el diputado presidente no tenía porqué ser vocero ni mediador entre los diputados y el consejero electo, pero como siempre “yo te acomodo y tu me guardas fidelidad”.

González Curi repitió hasta la saciedad que esta ley está muy clara, que no existió conflicto de intereses y que el cargo que Jorge Gasca tenía horas antes de ser electo, no era óbice para no participar en el proceso electoral. Dijo que “eso se analizó perfectamente bien” (sic).

Pero la duda siempre quedará porque el procedimiento tuvo visos de ilegalidad. Veamos:
1.- ¿Porqué Jorge Gasca renunció al IFE el mismo día que fue electo?
2.- ¿Porqué González Curi llamó por teléfono a Gasca la noche anterior a la elección para informarle que ya estaba acordada su elección?
3.- ¿Porqué le sugiere a esa misma persona que a primera hora del día siguiente presentara su renuncia en el IFE? El sospechosismo es elocuente.
4.- Si ya estaba acordado todo con las bancadas del Congreso la elección era de puro trámite y ¡sorpresa! Fue una elección unánime no se cuidaron ni las formas, porque la propuesta fue hecha por la bancada del PRI. Aún cuando González Curi acepte que el asunto se había votado en comisiones desde la noche anterior por cinco miembros de dicha comisión.

La Asamblea aparentemente lo ratificó y la votación como se vio no tuvo objeción alguna, sobre todo que la bancada del PAN al frente de la diputada Chonita, se sabe que ésta no da paso sin huarache; que la presente Legislatura ya va de salida y que ya todos conocen como se las gasta esta diputada para los pe$o$.

Todavía se recuerda que en la Navidad de 2010 sin tapujos ni requiebros pidió al gobernador su apoyo de 100 mil pesos para que tuviera unas felices fiestas. Y al parecer Santa Claus le cumplió su cartita de petición.

Así que no cabe duda. Dime con quién andas y te diré quién eres. Chonita le hizo el favor a González Curi (previo maiceo general) y éste, que es generoso con los recursos del erario, le llenó su morralito que por supuesto no le dijo al resto cuánto le dieron a ella.

La conclusión es que este asunto ya es cosa juzgada. La ignominia a los legisladores del Congreso del Estado, quienes para elegir a los miembros de la transparencia en Campeche utilizaron toda la opacidad habida y violaron normas morales en instituciones que como COTAIPEC deben adaptarse a las nuevas exigencias ciudadanas. La opacidad cubrió de corrupción a la transparencia. En Campeche vamos para atrás.

Como colofón, el anterior consejero presidente Gonzalo Bojórquez Risueño, es primo político de González Curi y anteriormente estuvo en el IEEC. Saquen ustedes sus conclusiones del porque andamos tan mal. Los extremos se tocan.

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