DEJAR A UN LADO LA
APATIA
“Entre los hombres, como entre las rosas, hay semejanzas maravillosas”.
El 4 de enero de 1887 se llevó al cabo la primera reunión de presidentes
en la historia común de México y EE.UU. No era para menos. La visita no tenía
un carácter del todo oficial y para el gobernante mexicano, don Antonio López
de Santa Ana, la situación era algo embarazosa; llegaba a Washington
en calidad de prisionero.
Una “breve” siesta durante la campaña de Texas significó su boleto hasta
la capital norteamericana. En abril de 1836, luego de varias jornadas, el
caudillo y su ejército habían arribado hasta la región de San Jacinto para
enfrentar a los rebeldes texanos. Sin tomar las debidas precauciones, el
general en jefe decidió establecer su campamento a…800 metros del enemigo.
Y “como el cansancio y las vigilias producen sueño” ---escribió tiempo después
el mismo Santa
Ana--- decidió dormir “un ratito” para reponerse. Al despertar,
Texas se había perdido: “Júzguese mi sorpresa al abrir los ojos y verme rodeado
de esa gente, amenazándome con sus rifles y apoderándose de mi persona”.
Con el aval de Washington, Samuel Houston y los texanos presentaron al
infortunado presidente mexicano los Tratados de Velasco, donde establecieron
que México reconocería la independencia de Texas. Santa Ana no lo pensó dos veces,
y para poner a salvo su pellejo, firmó gustoso, aunque no fue suficiente para
alcanzar su libertad. Prisionero durante varios meses, don Antonio consideró que una
entrevista con el presidente norteamericano podía ser útil para sus fines.
La anhelada reunión se llevó al cabo los primeros días de 1837. Con toda
la “dignidad” del derrotado, por dormilón, Santa Ana negoció maravillosamente, ofreció
todo sin pedir nada; se comprometió a resolver definitivamente el conflicto con
Texas, reconocer su independencia y nunca más tomar las armas en contra de la
nueva República.
El presidente norteamericano fue menos espléndido y solo puso a
disposición del mexicano una corbeta para llevarlo de vuelta a su patria. En la
primera entrevista entre presidentes, México había perdido su dignidad y una
generosa porción de su territorio.
“EL ESPANTA SUEGRAS”
Hace ocho días vino el “borrego” que baló y baló en la radioconsola, en
su mezzanine y en otros sitios para finalmente echarse en las páginas de un
medio local, donde soltó todo el veneno que tenía dentro: “en 45 días Campeche
recibirá el comunicado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de que ha
perdido el lío limítrofe”. Desde entonces todo ha sido como la canción “Beguin
to beguin”.
Y valores entendidos, el presidente de la “Gran Comisión” del Congreso
del Estado, se adelantó un día al “espectacular pitazo”, porque aprovechando la
mañana del domingo pasado en ocasión del 149 aniversario de la promulgación del
decreto del presidente Juárez, que ratificó la creación del Estado Libre y
Soberano de Campeche y con la presencia del gobernador y de la presidenta del
Tribunal Superior de Justicia del Estado lanzó su petardo “urbi et orbi” donde de su ronco pecho salió entre otros conceptos
que: “son los nuevos piratas constitucionales, quienes pretenden torcer la
historia y la justicia para arrebatarle a Campeche lo que le corresponde”.
De ahí pa´l real, todo lo que sobre este asunto han manoseado los medios
vuelve a confundir. Y lo único positivo es que tratándose del conflicto
limítrofe y tomando como referencia la anécdota que nos antecede, nadie que se
llame campechano debe colgar la hamaca y sestear. La unidad por sobre todas las
cosas se hace necesaria y no debe bajarse la guardia.
Por nuestra parte no vamos a quitar el dedo en el renglón y de nuevo me
vuelvo a referir a este problema territorial, pero que quede claro que hay una
situación que nos preocupa y es precisamente que las partes en conflicto no son
dos sino tres. Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
ESTRAÑO SILENCIO DE
YUCATAN
Dónde hemos visto las declaraciones de los “boshitos”, porque medios de
comunicación con altos tirajes los tiene. Y digo que me llama la atención porque
hay ahí algo que subyace. Porque la Controversia Constitucional lanzada por el
gobernador Mario
Villanueva Madrid, en febrero de 1997. Luego de la creación del
municipio de Calakmul, fue contra el Estado de Campeche, reclamando la nulidad
de la Constitución de Quintana Roo.
Se me hace extraño que debido a que Villanueva Madrid, quien pasó varios meses
escondido en un rancho en Dzemul, propiedad de Víctor Manuel Cervera Pacheco,
gobernador de Yucatán, haya soslayado que precisamente es de acuerdo con sus primeras
demandas quien tiene que aportar mayor dimensión territorial es precisamente
Yucatán.
El texto de la Constitución de Quintana Roo ya daba coordenadas y cifras
astronómicas que venían a segregar, nada más en el texto de esa Constitución y
en planos elaborados por Quintana Roo, cuatro mil 810 km. cuadrados al Estado
de Campeche y…cinco mil 200 y pico al Estado de Yucatán; es decir, una
superficie de más de diez mil km. cuadrados entre los dos estados.
OTRA FORMA DE
DEMOSTRAR LA RAZON
Consultando con técnicos, peritos y topógrafos geodésicos llegan todos
ellos a la conclusión de que este asunto es totalmente favorable a Campeche y
lo único que ha hecho Quintana Roo es mucho ruido y alborotar periódicamente
esa controversia constitucional. Coinciden los técnicos que a Campeche le
asiste en todo momento la razón porque documentalmente no tiene que demostrar
lo que ya se hizo en el pasado, sino también físicamente con posicionamientos
satelitales y levantamientos topográficos geodésicos en campo.
La República Mexicana la integran 31 estados y un Distrito Federal y
están cubiertos por 126 cartas topográficas con información predial en una
escala 1:50 000 y 32 condensados estatales, con información de límites
internacionales y estatales escala 1:700 000. En el Estado de Campeche se midió
en el programa PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Ejidales) el 99.4
por ciento de su territorio.
Se tiene información de todos los ejidos que están dentro de la
jurisdicción municipal y estatal. En Quintana Roo se ha medido un 98.7 por
ciento, y en Yucatán se midió en 99.1 por ciento lo que indica claramente que
los tres estados tienen la misma información con sus ejidos.
La Procuraduría Agraria (PA), el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI), el Registro Agrario Nacional (RAN), la
Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), y Tribunales Unitarios Agrarios (TUA)
tanto el Departamento de Asuntos Agrarios del Gobierno del Estado de Campeche,
cuentan también con información para darle certeza jurídica a los límites
territoriales de Campeche.
Ya no nos dan atole con el dedo. Dejamos hace mucho tiempo de soñar con
la audacia de un Robin Hood, sin nada de responsabilidad, ni con la vida
natural de un Robinson Crusoe y mucho menos con las andanzas de Don Quijote de
la Mancha. Tampoco con el delirio de llamar la atención de las instituciones y
calentar de nuevo ---con o sin fundamento--- el centenario conflicto limítrofe
entre Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
LA BOMBA DE HUMO DEL
“CHUECO”
La creación del municipio de Calakmul, zona estratégica de contrabando
de maderas preciosas provenientes de Guatemala y de la Reserva de la Biosfera
de Calakmul, todas ellas iban hacia los aserraderos MIQROO (Maderas
Industriales de Quintana Roo) propiedad del “chueco” gobernador, quien hoy
purga una larga condena en una prisión federal de Estados Unidos, fue el autor
intelectual de aquella controversia constitucional de hace 15 años que, la
suprema Corte de Justicia de la Nación, manoseó y luego de un tiempo se la pasó
al Senado de la República.
Porque según su recomendación era mejor resolverlo por la vía política;
pero resulta que el Senado, donde no se arregla nada, lo devolvió a la SCJN y
un “borrego” soltado al parecer del mismo Palacio de Gobierno de Campeche se lo
filtró a un articulista de un medio local, quien dio como bomba de tiempo (45
días) para estallar y beneficiar a lo que llamó “El estado consentido” de
Quintana Roo. Todo un vodevil o teleculebrón sacado de una alcoba.
AL LADRON, AL LADRON
El Congreso y su hiperquinético pastor con una bola de diputados
faltistas, flojos y suplentes armó un clamor bautizando a los vecinos como
“modernos piratas” que Quintana Roo contestó inmediatamente y se volvió una
bola de chismes sin argumentos.
Y se armó la bulla que tanto gusta a los campechanos. Cada quien da su
versión y todas convergen en lo mismo: falta de atención de nuestras
autoridades para defender este legado de más de 150 años. Herencia que data
desde el gobierno de Jorge Salomón Azar García, José Antonio González Curi que hizo lo increíble (ver más
adelante), de Jorge
Carlos Hurtado Valdez, quien por suerte no se le ocurrió ir hasta el
Punto PUT (por aquello de las primeras piedras) y quedó en las manos de Fernando
Eutimio Ortega Bernés.
La Controversia Constitucional al retornar a la SCJN corre varios
riesgos. Los estudiosos del Derecho saben lo que son los Principios Generales.
Entre estos Principios se encuentra una máxima que señala: “Primero en
tiempo, primero en derecho” y, desde el
acuerdo en el Palacio de Cantón de Mérida, Yuc., han pasado más de 70 años.
Quintana Roo no existía como entidad federativa (lo fue desde 1974) y de ese
acuerdo luego de la creación de esa entidad como Estado de la Federación han
pasado más de 30 años, lo que se interpreta en Derecho como Prescripción
Positiva. Lo que hoy esgrime Quintana Roo es un dicho de propiedad y un derecho
de posesión.
Porque en la vía estrictamente jurídica tenía que haber demandado el
Acuerdo celebrado en el Palacio Cantón y luego promover un juicio
reivindicatorio que hasta la fecha no se ha dado. No se puede dejar a un lado el
derecho en general, porque las entidades son personas que tienen derechos y
obligaciones.
Una situación que no puede darse en este conflicto es que se resuelva
por la vía política (recuérdese que el cozumeleño Pedro Joaquín Coldwell, es
presidente del CEN del PRI y está vinculado en el asunto, aunque aparentemente
es neutral).
Por otra parte solo puede sr legal o por un conflicto armado que debe descartarse
por supuesto.
Hay un error cometido por la SCJN porque el hecho de haber manoseado la
controversia y luego enviarla al Senado fue negativo, porque la Cámara alta es
un órgano político legislativo, y no un órgano jurisdiccional. Los senadores son
políticos y no jueces, y el problema dimana de un decreto constitucional y solo
puede darle solución el máximo tribunal de justicia de la Nación.
UNA HERENCIA AL
GOBIERNO JUSTO Y SOLIDARIO
Sin que el gobierno Justo y Solidario lo perciba en su exacta dimensión,
este problema limítrofe es el más delicado de los asuntos que Ortega Bernés,
se esté enfrentando en todo su sexenio, porque a ningún campechano le gustaría
perder un territorio que, en apego a la justicia y a la verdad histórica es de
Campeche. En el Palacio Cantón está la verdadera litis del problema.
El tratadista Felipe Tena Ramírez, señala que para fijar los
límites de los Estados hay que determinar la ocupación primitiva y la posesión
constante como medios de prueba. Como la posesión se revela en estos casos por
actos de autoridad, la prueba consiste en demostrar la pertenencia de estos
actos de autoridad, por lo que el presidente Lázaro Cárdenas del Río, no
trazó fronteras, sino reconoció la jurisdicción del Estado de Campeche, lo que
prueba que quién ha estado poseyendo la franja en disputa desde ese entonces, y
aún antes, es Campeche.
Si acaso hubo error en los trazos, éstos no dan jurisdicción, sino solo
son motivo de clarificación. La topografía nunca puede estar por encima de la
constitución, ni de las leyes que de ella emanan, mismas que señalan que quién
posee, tiene la presunción de propietario. Por todo ello y de nuevo, a Campeche
le asiste la razón.
Concluimos este breve análisis con una ANÉCDOTA.
José Antonio González
Curi, gobernador
del Estado de 1977 a 2003, estuvo a punto de cometer un error fatal. Resulta
que queriendo borrar de un plumazo el litigio y convertirse en héroe de esta
entidad, ocurrió ante un abogado campechano para plantearle “una brillante
idea”: negociar ante Quintana Roo la franja en disputa y quedar en posesión de
Campeche un 60 por ciento a nuestro favor y el 40 por ciento restante, con las
tierras más áridas y menos productivas, para Quintana Roo.
Al escuchar esto el abogado por poco le da un infarto y antes de que
siguiera en su perorata “el gober de la grandeza”, le espetó: “¡estás loco! no
comprendes que en principio estarás reconociendo que esa franja si pertenece a
Quintana Roo y en segundo lugar te convertirías en el Antonio López de Santa Ana del
sureste, al perder dos mil 405 km cuadrados de tu territorio. Además, el
problema está también ligado a Yucatán”.
El bilioso gobernante arrebató los papeles con más “ideas brillantes” y
salió del despacho dando un portazo, no volviendo nunca más. No cabe duda que
el poder marea a los inteligentes, pero a los pendejos los vuelve locos.
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