domingo, 6 de mayo de 2012


DEJAR A UN LADO LA APATIA

“Entre los hombres, como entre las rosas, hay semejanzas maravillosas”.

El 4 de enero de 1887 se llevó al cabo la primera reunión de presidentes en la historia común de México y EE.UU. No era para menos. La visita no tenía un carácter del todo oficial y para el gobernante mexicano, don Antonio López de Santa Ana, la situación era algo embarazosa; llegaba a Washington en calidad de prisionero.

Una “breve” siesta durante la campaña de Texas significó su boleto hasta la capital norteamericana. En abril de 1836, luego de varias jornadas, el caudillo y su ejército habían arribado hasta la región de San Jacinto para enfrentar a los rebeldes texanos. Sin tomar las debidas precauciones, el general en jefe decidió establecer su campamento a…800 metros del enemigo.

Y “como el cansancio y las vigilias producen sueño” ---escribió tiempo después el mismo Santa Ana--- decidió dormir “un ratito” para reponerse. Al despertar, Texas se había perdido: “Júzguese mi sorpresa al abrir los ojos y verme rodeado de esa gente, amenazándome con sus rifles y apoderándose de mi persona”.

Con el aval de Washington, Samuel Houston y los texanos presentaron al infortunado presidente mexicano los Tratados de Velasco, donde establecieron que México reconocería la independencia de Texas. Santa Ana no lo pensó dos veces, y para poner a salvo su pellejo, firmó gustoso, aunque no fue suficiente para alcanzar su libertad. Prisionero durante varios meses, don Antonio consideró que una entrevista con el presidente norteamericano podía ser útil para sus fines.

La anhelada reunión se llevó al cabo los primeros días de 1837. Con toda la “dignidad” del derrotado, por dormilón, Santa Ana negoció maravillosamente, ofreció todo sin pedir nada; se comprometió a resolver definitivamente el conflicto con Texas, reconocer su independencia y nunca más tomar las armas en contra de la nueva República.

El presidente norteamericano fue menos espléndido y solo puso a disposición del mexicano una corbeta para llevarlo de vuelta a su patria. En la primera entrevista entre presidentes, México había perdido su dignidad y una generosa porción de su territorio.


“EL ESPANTA SUEGRAS”

Hace ocho días vino el “borrego” que baló y baló en la radioconsola, en su mezzanine y en otros sitios para finalmente echarse en las páginas de un medio local, donde soltó todo el veneno que tenía dentro: “en 45 días Campeche recibirá el comunicado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de que ha perdido el lío limítrofe”. Desde entonces todo ha sido como la canción “Beguin to beguin”.

Y valores entendidos, el presidente de la “Gran Comisión” del Congreso del Estado, se adelantó un día al “espectacular pitazo”, porque aprovechando la mañana del domingo pasado en ocasión del 149 aniversario de la promulgación del decreto del presidente Juárez, que ratificó la creación del Estado Libre y Soberano de Campeche y con la presencia del gobernador y de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado lanzó su petardo “urbi et orbi” donde de su ronco pecho salió entre otros conceptos que: “son los nuevos piratas constitucionales, quienes pretenden torcer la historia y la justicia para arrebatarle a Campeche lo que le corresponde”.

De ahí pa´l real, todo lo que sobre este asunto han manoseado los medios vuelve a confundir. Y lo único positivo es que tratándose del conflicto limítrofe y tomando como referencia la anécdota que nos antecede, nadie que se llame campechano debe colgar la hamaca y sestear. La unidad por sobre todas las cosas se hace necesaria y no debe bajarse la guardia.

Por nuestra parte no vamos a quitar el dedo en el renglón y de nuevo me vuelvo a referir a este problema territorial, pero que quede claro que hay una situación que nos preocupa y es precisamente que las partes en conflicto no son dos sino tres. Yucatán, Campeche y Quintana Roo.


ESTRAÑO SILENCIO DE YUCATAN

Dónde hemos visto las declaraciones de los “boshitos”, porque medios de comunicación con altos tirajes los tiene. Y digo que me llama la atención porque hay ahí algo que subyace. Porque la Controversia Constitucional lanzada por el gobernador Mario Villanueva Madrid, en febrero de 1997. Luego de la creación del municipio de Calakmul, fue contra el Estado de Campeche, reclamando la nulidad de la Constitución de Quintana Roo.

Se me hace extraño que debido a que Villanueva Madrid, quien pasó varios meses escondido en un rancho en Dzemul, propiedad de Víctor Manuel Cervera Pacheco, gobernador de Yucatán, haya soslayado que precisamente es de acuerdo con sus primeras demandas quien tiene que aportar mayor dimensión territorial es precisamente Yucatán.

El texto de la Constitución de Quintana Roo ya daba coordenadas y cifras astronómicas que venían a segregar, nada más en el texto de esa Constitución y en planos elaborados por Quintana Roo, cuatro mil 810 km. cuadrados al Estado de Campeche y…cinco mil 200 y pico al Estado de Yucatán; es decir, una superficie de más de diez mil km. cuadrados entre los dos estados.


OTRA FORMA DE DEMOSTRAR LA RAZON

Consultando con técnicos, peritos y topógrafos geodésicos llegan todos ellos a la conclusión de que este asunto es totalmente favorable a Campeche y lo único que ha hecho Quintana Roo es mucho ruido y alborotar periódicamente esa controversia constitucional. Coinciden los técnicos que a Campeche le asiste en todo momento la razón porque documentalmente no tiene que demostrar lo que ya se hizo en el pasado, sino también físicamente con posicionamientos satelitales y levantamientos topográficos geodésicos en campo.

La República Mexicana la integran 31 estados y un Distrito Federal y están cubiertos por 126 cartas topográficas con información predial en una escala 1:50 000 y 32 condensados estatales, con información de límites internacionales y estatales escala 1:700 000. En el Estado de Campeche se midió en el programa PROCEDE (Programa de Certificación de Derechos Ejidales) el 99.4 por ciento de su territorio.

Se tiene información de todos los ejidos que están dentro de la jurisdicción municipal y estatal. En Quintana Roo se ha medido un 98.7 por ciento, y en Yucatán se midió en 99.1 por ciento lo que indica claramente que los tres estados tienen la misma información con sus ejidos.

La Procuraduría Agraria (PA), el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el Registro Agrario Nacional (RAN), la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), y Tribunales Unitarios Agrarios (TUA) tanto el Departamento de Asuntos Agrarios del Gobierno del Estado de Campeche, cuentan también con información para darle certeza jurídica a los límites territoriales de Campeche.

Ya no nos dan atole con el dedo. Dejamos hace mucho tiempo de soñar con la audacia de un Robin Hood, sin nada de responsabilidad, ni con la vida natural de un Robinson Crusoe y mucho menos con las andanzas de Don Quijote de la Mancha. Tampoco con el delirio de llamar la atención de las instituciones y calentar de nuevo ---con o sin fundamento--- el centenario conflicto limítrofe entre Yucatán, Campeche y Quintana Roo.


LA BOMBA DE HUMO DEL “CHUECO”

La creación del municipio de Calakmul, zona estratégica de contrabando de maderas preciosas provenientes de Guatemala y de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, todas ellas iban hacia los aserraderos MIQROO (Maderas Industriales de Quintana Roo) propiedad del “chueco” gobernador, quien hoy purga una larga condena en una prisión federal de Estados Unidos, fue el autor intelectual de aquella controversia constitucional de hace 15 años que, la suprema Corte de Justicia de la Nación, manoseó y luego de un tiempo se la pasó al Senado de la República.

Porque según su recomendación era mejor resolverlo por la vía política; pero resulta que el Senado, donde no se arregla nada, lo devolvió a la SCJN y un “borrego” soltado al parecer del mismo Palacio de Gobierno de Campeche se lo filtró a un articulista de un medio local, quien dio como bomba de tiempo (45 días) para estallar y beneficiar a lo que llamó “El estado consentido” de Quintana Roo. Todo un vodevil o teleculebrón sacado de una alcoba.


AL LADRON, AL LADRON

El Congreso y su hiperquinético pastor con una bola de diputados faltistas, flojos y suplentes armó un clamor bautizando a los vecinos como “modernos piratas” que Quintana Roo contestó inmediatamente y se volvió una bola de chismes sin argumentos.

Y se armó la bulla que tanto gusta a los campechanos. Cada quien da su versión y todas convergen en lo mismo: falta de atención de nuestras autoridades para defender este legado de más de 150 años. Herencia que data desde el gobierno de Jorge Salomón Azar García, José Antonio González Curi que hizo lo increíble (ver más adelante), de Jorge Carlos Hurtado Valdez, quien por suerte no se le ocurrió ir hasta el Punto PUT (por aquello de las primeras piedras) y quedó en las manos de Fernando Eutimio Ortega Bernés.

La Controversia Constitucional al retornar a la SCJN corre varios riesgos. Los estudiosos del Derecho saben lo que son los Principios Generales.

Entre estos Principios se encuentra una máxima que señala: “Primero en tiempo, primero en derecho” y,  desde el acuerdo en el Palacio de Cantón de Mérida, Yuc., han pasado más de 70 años. Quintana Roo no existía como entidad federativa (lo fue desde 1974) y de ese acuerdo luego de la creación de esa entidad como Estado de la Federación han pasado más de 30 años, lo que se interpreta en Derecho como Prescripción Positiva. Lo que hoy esgrime Quintana Roo es un dicho de propiedad y un derecho de posesión.

Porque en la vía estrictamente jurídica tenía que haber demandado el Acuerdo celebrado en el Palacio Cantón y luego promover un juicio reivindicatorio que hasta la fecha no se ha dado. No se puede dejar a un lado el derecho en general, porque las entidades son personas que tienen derechos y obligaciones.

Una situación que no puede darse en este conflicto es que se resuelva por la vía política (recuérdese que el cozumeleño Pedro Joaquín Coldwell, es presidente del CEN del PRI y está vinculado en el asunto, aunque aparentemente es neutral).
Por otra parte solo puede sr legal o por un conflicto armado que debe descartarse por supuesto.

Hay un error cometido por la SCJN porque el hecho de haber manoseado la controversia y luego enviarla al Senado fue negativo, porque la Cámara alta es un órgano político legislativo, y no un órgano jurisdiccional. Los senadores son políticos y no jueces, y el problema dimana de un decreto constitucional y solo puede darle solución el máximo tribunal de justicia de la Nación.


UNA HERENCIA AL GOBIERNO JUSTO Y SOLIDARIO

Sin que el gobierno Justo y Solidario lo perciba en su exacta dimensión, este problema limítrofe es el más delicado de los asuntos que Ortega Bernés, se esté enfrentando en todo su sexenio, porque a ningún campechano le gustaría perder un territorio que, en apego a la justicia y a la verdad histórica es de Campeche. En el Palacio Cantón está la verdadera litis del problema.

El tratadista Felipe Tena Ramírez, señala que para fijar los límites de los Estados hay que determinar la ocupación primitiva y la posesión constante como medios de prueba. Como la posesión se revela en estos casos por actos de autoridad, la prueba consiste en demostrar la pertenencia de estos actos de autoridad, por lo que el presidente Lázaro Cárdenas del Río, no trazó fronteras, sino reconoció la jurisdicción del Estado de Campeche, lo que prueba que quién ha estado poseyendo la franja en disputa desde ese entonces, y aún antes, es Campeche.

Si acaso hubo error en los trazos, éstos no dan jurisdicción, sino solo son motivo de clarificación. La topografía nunca puede estar por encima de la constitución, ni de las leyes que de ella emanan, mismas que señalan que quién posee, tiene la presunción de propietario. Por todo ello y de nuevo, a Campeche le asiste la razón.
Concluimos este breve análisis con una ANÉCDOTA.

José Antonio González Curi, gobernador del Estado de 1977 a 2003, estuvo a punto de cometer un error fatal. Resulta que queriendo borrar de un plumazo el litigio y convertirse en héroe de esta entidad, ocurrió ante un abogado campechano para plantearle “una brillante idea”: negociar ante Quintana Roo la franja en disputa y quedar en posesión de Campeche un 60 por ciento a nuestro favor y el 40 por ciento restante, con las tierras más áridas y menos productivas, para Quintana Roo.

Al escuchar esto el abogado por poco le da un infarto y antes de que siguiera en su perorata “el gober de la grandeza”, le espetó: “¡estás loco! no comprendes que en principio estarás reconociendo que esa franja si pertenece a Quintana Roo y en segundo lugar te convertirías en el Antonio López de Santa Ana del sureste, al perder dos mil 405 km cuadrados de tu territorio. Además, el problema está también ligado a Yucatán”.

El bilioso gobernante arrebató los papeles con más “ideas brillantes” y salió del despacho dando un portazo, no volviendo nunca más. No cabe duda que el poder marea a los inteligentes, pero a los pendejos los vuelve locos.

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