AUTENTICA “CALENTURA”
A los panistas campechanos les cayó de pronto una auténtica “calentura” por participar en los comicios electorales del próximo año. Son tantas las ganas de inscribirse en los procesos electorales en sus diversas modalidades que se olvidó forma y fondo.
En principio no se percataron que los tiempos se alargaron para todos en busca de que queden solo dos aspirantes a la candidatura presidencial, que es la que le interesa a ese partido para seguir conservando el Poder Ejecutivo.
La Comisión Nacional de Elecciones panista solicitó al IFE y que le fue aprobada una prórroga hasta el 17 de diciembre para el registro de todos sus candidatos. Dentro del partido se asegura que esperan a que en el gobierno federal haya una desbandada de subsecretarios, directores y algunos otros funcionarios que saldrán de la administración pública para ir en búsqueda de cargos de elección, por lo que algunos necesitaban más tiempo para dejar sus responsabilidades. Sin embargo, la maniobra tiene también otro propósito, quizá el más importante.
Todos los aspirantes, incluyendo los presidenciales Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero Arroyo, tendrán para registrarse hasta el 17 de diciembre próximo y no 5 y 7 como estaba contemplado.
Con esta medida, aseguran que el PAN busca ganar algunos días para alcanzar un acuerdo entre el trío de aspirantes a la presidencia de la República y lograr que uno de ellos ---que podría ser Creel--- se baje de la contienda.
Pero mientras eso sucede a nivel nacional en Campeche se convirtió en una fiesta los registros de los más de 10 participantes hasta el momento. El más notorio, por el cargo que ocupa, fue el del alcalde Carlos Ernesto Rosado Ruelas, quien basó una de sus principales promesas de campaña en decir: “Yo estaré los tres años al frente del Ayuntamiento”. Se pesca primero a un cojo que a un mentiroso y con apenas dos años y dos meses se bajó del caballo y corrió el pasado jueves a inscribirse para una diputación federal por la vía plurinominal, que extraña porque es de acuerdo con una encuesta el mejor calificado panista en el Estado y bien podría haber optado por una senaduría como primero en fórmula.
Y a propósito del Ayuntamiento de Campeche la historia nos dice que Rosado Ruelas no es el primero ni será el último que utilizan ese trampolín para dar el siguiente salto en sus aspiraciones políticas.
Tenemos que José Antonio González Curi del PRI dejó antes de tiempo el cargo a su suplente Javier Gabriel Buenfil Osorio, mientras él asumía el 18 de enero de 1997 la candidatura para gobernador del Estado por el PRI. Por cierto que este hecho motivó la renuncia de Layda Elena Sansores San Román al tricolor y su ingreso ipso facto al Partido de la Revolución Democrática. Entonces si contamos nos encontramos con que González Curi estuvo poco más de dos años tres meses al frente de la comuna campechana.
Por su parte el actual presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Víctor Manuel Méndez Lanz, logró ganar la alcaldía de esta capital , pero también no llegó a estar los tres años, dando el salto hacia una senaduría en fórmula con Aracely Escalante Jasso dejando a su suplente Fernando Enrique Soto Angli.
De ahí siguió Jorge Carlos Hurtado Valdez, quien estuvo un dos años un mes y siete días al frente del Ayuntamiento ---es un decir--- porque fue manejado como robot desde el otro lado de la calle 8. Sin embargo, salió para contender y ganar un proceso que al igual que su antecesor llegó al TRIFE, por la incertidumbre de una elección clara. Su suplente fue Alejandrina Moreno Ortiz, que casi acaba con la comuna por el dispendio, el nepotismo, y una administración irregular. En casi un año dejó en ruinas y con enormes deudas ese ayuntamiento.
Fernando Ortega Bernés, fue otro alcalde priista que no cumplió con su tiempo legal, habiendo salido a los dos años y medio, para contender por una senaduría en fórmula con Alejandro Moreno Cárdenas. Su suplente, hay que decirlo, fue María Rafaela Santamaría Blum, quien realizó una increíble actividad al frente de la comuna y dejó con grato sabor de boca a los electores. Ciertamente, ya se venía arrastrando un déficit en las finanzas municipales que lastraron un cierre sin deudas.
Y llegamos al que ha sido considerado el peor alcalde en la historia del municipio de Campeche, Carlos Oznerol Pacheco Castro, quien entre metida de pata y corrupción generalizada, “trabajó” dos años y días. Dejó una estela de desorden y corrupción que su secretario le medio tapó, dejando mal de su pesar a una persona de la tercera edad como Rosa Esther Ruiz Rodríguez, al frente del ayuntamiento. Al terminar ese sexenio falsearon en su informe final el monto de la deuda que luego de contabilizarse y sumar a los acreedores ascendía a más de 150 millones de pesos y una larga lista de aviadores que, inexplicablemente el alcalde panista Rosado Ruelas se encargó de tapar por un subterfugio de la Transparencia que aún espera ser aclarado.
Seis alcaldes a los que la célula municipal les importó muy poco, pese a las promesas de campaña y los enormes gastos de imagen y publicidad a todos los medio de comunicación.
Pero siguiendo en esa “calentura” en la que han caído los panistas se han registrado: Nelly del Carmen Márquez Zapata, que de pescar camarones ahora pesca dietas y presupuestos amén de acomodar a toda su parentela en dependencias federales; Jorge Luis Lavalle Maury, que ahora si siente la co-nec-ti-vi-dad y aspira a un escaño en el Senado, olvidando de que para llegar a la prepa se necesita antes pasar por la primaria y la secundaria, pero hay personas que se sienten tocados por Dios y creen que no necesitan los puestos menores.
También se han registrado Jorge Rosiñol Abreu, para una diputación federal; María Asunción Caballero May, para una diputación federal; Víctor Fiomara; Eliseo Fernández Montúfar y es probable que en las próximas horas hagan lo propio Mario Pacheco Ceballos, Jorge Nordhausen Carrizales y Evangelina del Carmen Zapata.
En menos de siete meses habrá elecciones. En Campeche se elegirán todos los cargos de la escala política, a excepción de gobernador. Por primera vez estamos ante un escenario inédito porque al parecer todos los gobernadores priistas ¡ahora sí! harán campaña a favor de Enrique Peña Nieto y no como le hicieron hace seis años a Roberto Madrazo Pintado.
Por la influencia de los medios y por conveniencia de las cúpulas partidistas, hasta ahora la atención ciudadana ha estado puesta en los aspirantes a la presidencia de la República y casi nada se ha reparado en los municipios, y las pugnas políticas que de tiempo atrás mantienen los interesados en las presidencias municipales que se votarán. De facto existe un golpeteo bajo el agua que se dan en especial el PRI y el PAN por llevar no a sus mejores hombres o mujeres, sino a los señalados por el dedo del cuarto piso y de la familia Mouriño.
En los once municipios se vive una gran efervescencia previa a las postulaciones. Los partidos políticos con mayor presencia en el Estado tienen varios meses ocupados en la “auscultación” –--se sabe de varias encuestas---, para tratar de reconocer a las personas que puedan garantizarles un triunfo en las urnas. Saben bien que un error de apreciación o una imposición que elimine a un posible ganador (a) es veneno puro que puede costarles el triunfo en municipios y diputaciones locales así como en diputaciones federales y el senado.
En tanto, los aspirantes a presidir los ayuntamientos 2012-2015 brotan casi hasta debajo de las piedras. Algunos realizan sus propios cálculos políticos: hay que intentar ser candidato a la presidencia municipal para alcanzar; al menos, una regiduría.
Otros más están convencidos de que si no son postulados por su partido podrán obtener registro de otra organización política, más pequeña o débil a nivel estatal. Atrás quedaron los tiempos en que un aspirante marginado se quedaba a rumiar su desgracia, en espera de que los tres años transcurrieran rápidamente para intentarlo de nuevo.
Es una incógnita lo que sucederá con la concurrencia de las elecciones locales y federales. Se dice que si la campaña presidencial es muy fuerte y su candidato como Peña Nieto muy atractivo arrastrará al triunfo a los candidatos locales de su mismo partido en algo que se podría llamar “el efecto Peña Nieto”, sin importar demasiado su propia influencia.
Pero también hay experiencia en sentido contrario. Cuando se encadenan las malas decisiones a nivel municipal con candidaturas débiles al gobierno del Estado pueden precipitar la derrota del mismo candidato que corre hacia arriba, es decir hacia otros cargos mayores. Y como cada voto cuenta como lo vimos en 2009, ya podemos imaginar la importancia de un proceso interno exitoso para postular a esos aspirantes a ganar al frente de las planillas de los once ayuntamientos.
En conclusión, no por mucho madrugar se amanece más temprano. Y es lo que puede sucederle al PAN, porque además no se puede menospreciar el valor político de ningún candidato así sea de los más pequeños. Tal vez en esas urnas esté la diferencia entre ganar o perder de nuevo los ayuntamientos de Campeche y El Carmen.
SE FUE EL “CHEL”
Ayer se desligó de la vida el ex gobernador de Campeche Rafael Rodríguez Barrera, hombre que brilló con luz propia en los difíciles sitios de la política de México. Un sorpresivo infarto al miocardio acabó con esa energía con la que impregnó su vida.
Había nacido el 1 de febrero de 1937 en esta ciudad de San Francisco de Campeche, por lo que frisaba al morir 74 años de edad. Fue hijo del maestro Ramiro Rodríguez Aguayo y de la dama Dolores Barrera Conde de Rodríguez y tuvo tres hermanos Ramiro, Dolores y Ramón.
Se graduó de abogado en la Escuela de Jurisprudencia del Instituto Campechano, ya desde entonces había demostrado el arte de Demóstenes y destacado como un magnífico orador que le fueron abriendo las puertas de la política en una época en que se apreciaba la capacidad de un político al plantear a sus interlocutores con sencillez.
Lo conocí en una ocasión en que me encontraba en el despacho de mi padre, que era abogado como él y con el que hizo muy buenas migas por su profesión y porque a ambos les gustaba el contacto con la naturaleza. Pescar, ir de cacería y convivir en el campo los hicieron ---junto con otros campechanos---, verse cuando podía “robarle” a su ocupado tiempo unos días.
Apenas hace unos meses tuve la oportunidad de platicar con el en un acto de la reinauguración del monumento a los héroes en San Román. En esa ocasión bromeó conmigo y llamó a Fernando Ortega Bernés y a Dn. Carlos Pérez Cámara, sobre algo de política que yo había escrito.
Pocos días después en la presentación del libro “Estudios”, de su padre el Maestro Ramiro Rodríguez Aguayo, le pedí que me dedicara un ejemplar y me dijo riéndose: “No se si mi padre estaría de acuerdo, pero yo te conozco y aprecié a mi amigo, tu padre, y me siento muy honrado en tu petición”. Lo saludé de lejos en otras ocasiones, pero ya no tuve una nueva oportunidad de escuchar sus sabios consejos políticos.
Y si me refiero a el como “El Chel”, es precisamente como le gustaba que los amigos y conocidos lo llamaran. No es falta de respeto, ni tampoco de igualdad porque había entre nosotros varios años de diferencia, al igual que los que mi padre le llevaba.
El pasado viernes viendo en la televisión nacional la renuncia de Humberto Moreira Valdez, lo observé en gran plática con otros miembros del Consejo Político Nacional del PRI, porque había sido secretario general y luego presidente de este partido en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, hasta la elección de Genaro Borrego Estrada como nuevo líder priista.
Su enorme currícula comienza en el sexenio de José Ortiz Avila, donde el milite lo separó del cargo público legítimo, ganado en las urnas, porque el joven de excepcional talento estaba brillando en esa galaxia de agachados, y había caído de la gracia de “Pepe”. “El Chel” pasó los últimos años de esa administración casi como un apestado. Se refugió en el departamento jurídico de un banco donde ejerció su profesión y solo lo frecuentaban sus amigos más cercanos. Así que cuando Carlos Sansores Pérez le confía la responsabilidad ---y el poder--- de conducir su campaña electoral, la estrella de Rafael Rodríguez Barrera, volvió a brillar en el firmamento de la política local, y brillaría intensamente hasta ayer que entró con luz propia a la historia de Campeche como uno de los mejores políticos de los últimos 50 años.
Rodríguez Barrera fue un campechano excepcional, ejemplo del quehacer político que gobernó Campeche de 1973 a 1979, secretario de la Reforma Agraria durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, embajador de México en Israel, diputado federal y senador. Su lema de gobierno fue “Unidos en el esfuerzo”. Fue creador de la Casa de la Cultura, la Casa del Libro, la modernización del sistema educativo en Campeche, levantó escuelas a lo largo y ancho de la entidad, actualizó el programa de estudios, comunicó a Pich con la capital y otorgó apoyos y subsidios al campo para aumentar la producción.
Desde esta columna Jaque Mate externo mis condolencias más sentidas a su viuda Dña. Socorrito Cabrera de Rodríguez, a sus hijos Rafael, Oscar, Cristina y Carlos, haciendo votos para que el bálsamo de la resignación llegue a sus atribulados corazones. Descanse en paz Don Rafael.
“LA OMBUDSVIEJA”
Más que interesantes, decepcionantes, fueron las acciones que se implementaron en la LX Legislatura, por los distintos diputados de las bancadas, con presencia en la misma; después de un manoseo de posibles candidatos a obtener el cargo de ombudsman en este caso ombudswoman-, que concluyera el pasado noviembre Ana Patricia Lara Guerrero y así, después de varias sesiones de especulaciones, al fin el pasado jueves 1 del actual, casi por unanimidad, se concretó lo que ya se presentía: La continuidad en el cargo de la señora Lara Guerrero, por su segundo período al frente de la Comisión de Derechos Humanos Estatales (CDHE), en el lapso ya iniciado ese mismo día y hasta el 30 de noviembre del 2016 y fue tan obvia la elección que la terna integrada para realizar la votación se conformó por la periodista Argentina Casanova M. (que obtuvo 2 votos), la ilustre desconocida Amada Ferrer G. (cero votos) y la refirmada Ana P. Lara G. con 29 votos.
Hubo un voto nulo. Ciertamente entristece que Campeche continúe en retroceso en estas nominaciones a cargos de verdadera importancia, al parecer carecemos de otras personas con óptima preparación para renovar hábitos que ya debieran de ser caducos y así me cuestiono: ¿Qué sucedería en caso de una no deseada defunción de estos personajes inamovibles? Como confidencia me llegó el comentario y así lo transcribo: “Desde el inicio de docenato y Nueva Grandeza, la Licda. Fue nominada para el cargo de Procuradora General de Justicia del Estado, por el parentesco con el entonces gobernador, así al concluir ese tiempo, de inmediato obtuvo en actual y ya “reelecto” en CDHE.
Porque hubo la decisión de que ¡Detente de por vida, cargos importantes estatales! También curiosamente mueve a especulación, el actuar de la bancada panista, que disciplinada votó por la continuidad y esto mueve a interrogar: ¿habrán sido maiceados o con la mirada puesta en los “aguinaldos”, pensarán escribir cartitas similares a las que el año pasado se dijo envió al gobernador, la ínclita Marychona? Eso es partidarismo y no cuentos.
Habiendo escrito en una revista, mis observaciones respecto a la aventura que enfrentaría el PRI si insiste en la nominación de Edgar Román Hernández Hernández, para contender por la alcaldía, en los próximos comicios, al término de esa misma sesión abordé a la diputada Landy Berzunza Novelo, para conocer su opinión y ésta en forma por demás recalcitrante, me afirmó: (palabras más o menos) “El ingeniero posee una vasta preparación al respecto, está visitando a todo el municipio y sus diversos apoyos, están siendo recibidos con entusiasmo”, a lo que respondí, “Desde luego que no lo voy a dudar, hasta yo que soy lego, si me abren las arcas oficiales con esa discrecionalidad, regalaré lo que no es mío” y además los tiempos de campaña aún no inician, por lo que esos desorbitados gastos para “hacerse imagen”, están fuera de contexto, toda vez que como asiento en mi artículo ¿Se repetirá error en alcaldía?
Actualmente el PRI cuenta con candidatos consolidados como Ana Martha Escalante Castillo, su hermano ingeniero Gabriel (que ya fue alcalde), Raúl Aarón Pozos Lanz, Fernando Sadek Abad y hasta el “cachorro” Ramón Cuauhtémoc Santini Cobos, son mucho más conocidos, que él ya predestinado por el “sacro dedo” para su paladín. En fin, la increíble terquedad llevarán a rememorar la advertencia de “se los dije” y hasta MASCa, lo lamentará (de lamentar).
Que haya salud.
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