UNA GUERRA PERDIDA
Casi todos los mexicanos tenemos una imagen muy clara del presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Para bien o para mal es imposible quedarse sin reaccionar ante los más de 50 mil muertos durante los cinco años de gobierno.
Cada muerto es un fracaso. Calderón es para muchos, sinónimo de la lucha contra el crimen organizado. Para otros, sin embargo, es sinónimo de violencia e inseguridad.
Los cables de Wikileaks que aparecieron a finales de 2010 crearon enormes tensiones entre México y Estados Unidos. Se reveló que funcionarios de Estados Unidos, dentro y fuera de su embajada en la ciudad de México, expresaron lo que muchos mexicanos ya decían en reuniones familiares y de amigos: que había partes del país semicontroladas por los narcotraficantes, que los militares no podían con el paquete y no estaban preparados ---tenían “aversión al riesgo”, según los cables---, que había una especie de insurgencia contra las autoridades, y que no se veía una solución a corto o mediano plazo.
Ya para 2011 se había instalado en el país un clarísimo sentimiento de desesperación e indignación. A pesar de los muy públicos arrestos de líderes del narco, los actos de violencia no parecían detenerse.
La desesperanza ha llegado a tal grado que una encuesta de Univisión y Parametría realizada en febrero de 2011 confirmó que 56 por ciento de los mexicanos creían que el país iba en el “camino equivocado”. Además, buscando alternativas no del todo realistas, 46 por ciento respondió que prefería algún tipo de negociación que no haya violencia aunque haya narcotráfico.
Como puente entre los que servían drogas del sur del continente a los consumidores del norte, la realidad es que México puede hacer muy poco solo. México está poniendo los narcos y los muertos mientras Estados Unidos pone los consumidores y las armas.
Hay narcotraficantes en México porque hay drogadictos y consumidores de drogas en Estados Unidos. Así de simple. Y eso no va a cambiar. Estados Unidos tiene muchas prioridades pero entre ellas no parece estar el reducir el consumo de drogas. En Estados Unidos no hay un solo anuncio público que prevenga a los más jóvenes de los peligros de los estupefacientes.
Esta guerra en la que se metió Calderón por las causas que usted quiera ponerle, fue una decisión valiente pero no necesariamente la más inteligente ni la mejor planeada. Calderón la ha tomado como una guerra personal cuando en realidad es un asunto colectivo. La quiso convertir en una guerra mexicana cuando es, de verdad, un conflicto mundial. Desafortunadamente, esta es una guerra que Calderón ---y todos los recursos de su gobierno--- no puede ganar solo.
Pero el control de daños en esta lucha ya está perdida. Aún cuando Vicente Fox Quezada no declaró la lucha contra el crimen organizado si tuvo la pérdida de Ramón Martín Huerta, primero subsecretario de Gobernación y después como responsable de la recién creada Secretaría de Seguridad Pública, tras la salida de su primer titular, Alejandro Gertz Manero. Una función ajena a sus capacidades, y que desempeñó en un breve lapso, entre 2004 y el 21 de septiembre de 2005, la jornada fatal, cuando no pudo cumplir su agenda prevista.
A las diez veinticinco, el helicóptero de la dependencia, un Bell 412, con matrícula XCPFI, partió del Campo Militar Número Uno, el antiguo Campo Marte, cuya puerta de acceso principal se abre hacia la avenida de los Constituyentes en la capital del país, llevando a bordo a Martín Huerta y a cinco subalternos y un visitador de la CNDH.
Apenas veinte minutos después de la partida esperaban aterrizar en Almoloya de Juárez. Sin embargo, una hora con trece minutos luego de la salida, se recibió de acuerdo con el parte de accidente, el último llamado de la aeronave. El helicóptero voló demasiados minutos para un trayecto tan corto, antes de perderse en un banco de niebla. Los restos de la aeronave fueron localizados en la parte alta del cerro. En ese momento comenzaron las especulaciones. Del helicóptero no quedó de él prácticamente nada.
Lo extraño es que piloto y copiloto optaron tácitamente por el suicidio. Y como no llevaban caja negra ---puesto que no es reglamentario para helicópteros de ese rango---, no hubo manera de corroborar las razones por las cuales cometieron, casi sin meditarla, la imprudencia que costó las vidas de tripulantes y funcionarios. ¿Error humano?
Martín Huerta fue objeto, en diversas ocasiones, de amenazas contra su vida, presumiblemente por parte de algunos capos. ¿Esa era la razón por la cual visitaría a Osiel Cárdenas Guillén en el penal de alta seguridad de Almoloya?
Un amigo personal de Martín Huerta dio a conocer que días antes de la tragedia que tenía un proyecto listo para combatir , “en serio” al narcotráfico. Consistía en provocar enfrentamientos entre los distintos cárteles, y al guerrear entre si, propiciar que se despedazaran unos con otros. ¿No suena como algo que comenzó a acontecer desde el año 2008 pero que no ha dado resultados?
El suceso fue un golpe mortal a Fox, porque era un amigo insustituible, alguien dijo que semejante al que sintió en su momento Carlos Salinas de Gortari tras el asesinato de Francisco Ruiz Massieu, y en la misma línea, años más tarde, Felipe Calderón Hinojosa cuando perdiera a quien contra viento y marea, pretendía fuera su “delfín”, esto es, el sucesor institucional sin arabescos democráticos: Juan Camilo Mouriño Terrazo.
Este accidente, acaecido el 4 de noviembre de 2008 tuvo visos sospechosos. Por principio de cuentas Luis Téllez Kuenzler, ex secretario de Comunicaciones y Transportes, asumió tareas de Ministerio Público en su condición de titular de la SCT, sobre el rastro del aeroplano siniestrado, un Learjet 45, matrícula XC-VMC, adquirido por el gobierno federal, aun cuando su mantenimiento distaba de ser el correcto. Y fue el primero también , cuando apenas iniciaban las averiguaciones, en asegurar que debía descartarse cualquier especulación sobre un posible atentado terrorista. Hasta hoy no se ha dejado de insistir en este punto, máxime que él fue quien “dio la cara” a los medios sin permitir filtraciones informativas como en el caso de Martín Huerta.
En una Nación bajo el fuego cruzado de las mafias y las instituciones militares y policíacas infiltradas, cualquier pesquisa lleva siempre a factores criminales.
Motivos para atentar contra la vida de Mouriño Terrazo habían de sobra. Y no puede soslayarse la importancia de uno de los que lo acompañaron en el vuelo fatal: José Luis Santiago Vasconcelos, quien pocas semanas antes del “accidente” se había separado de la compleja Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada, cansado de las reiteradas amenazas, previsiblemente de distintos cárteles en su contra. Con ellos perecieron también ocho personas en total.
Turbulencias o no, lo cierto es que fue el primer secretario de Gobernación muerto en condiciones muy difíciles de concebir por la guerra que desde el primer momento del actual régimen se lleva a cabo en todo el territorio nacional.
El segundo secretario de Gobernación y tercero de primer nivel del gabinete en siete años de gobiernos panistas, cayó el pasado viernes antes del mediodía en las inmediaciones de un terreno inhóspito en el Estado de México, cuando el helicóptero Super Puma con matrícula HC-UPH, perteneciente a esa dependencia volaba en tránsito hacia una reunión que tendría lugar en el Estado de Morelos. Todos los pasajeros ---ocho en total--- perecieron.
El presidente Calderón, adelantó ayer mismo que el accidente ocurrió debido a las condiciones climáticas, que la nave estaba siempre resguardado en el hangar del Estado Mayor Presidencial y que piloto y copiloto tenían 10 años de experiencia en el manejo de este tipo de aeronaves.
La “nubosidad” no es la que nos preocupa sino la falta de transparencia por parte de la Presidencia de la República, para tratar de darle atole con el dedo a los mexicanos.
Francisco Blake Mora, había sido amenazado de muerte por el crimen organizado y a sabiendas de ello hace unos días el funcionario externó “ya sueño con ver tras las rejas al Chapo Guzmán”. Y lo que son las cosas es este último y el más conocido de los capos que aparecen en Fortune como el más rico (en dólares), ha amenazado con atacar a la ciudad de México, específicamente a un consulado, un medio de comunicación, un canal televisivo y otros objetivos reveló un funcionario de la DEA (por su siglas en inglés), al diario Chicago Sun, en una entrevista publicada. Saque cada quién sus propias conclusiones de quién pudo haber ordenado la tercera muerte de altísimos funcionarios.
¿Quién será el próximo?
UNA BOFETADA DE PAYASO
A Mr. Jackson se le escaparon los virus de su laboratorio. Resulta que en materia de administración anda todavía por el silabario y es entonces que un vivillo llamado Juan Gabriel Avila Ordóñez, nombrado sin méritos para ser sub secretario en esa dependencia, porque en este mismo espacio les señalamos hace más de un año que se había colado al gobierno Justo y Solidario, luego de la fracasada campaña para la presidencia municipal de Campeche. Era –y sigue siendo--- gente de la confianza de Carlos Felipe Ortega Rubio.
Hace unos días una gota rebosó el vaso de la prepotencia de Avila Ordóñez al gritar y amenazar al ex sub director de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Luis Alfonso Maldonado Pérez. El hecho aconteció en presencia de algunos elementos de esa corporación y este último contestó con fuerza los cuestionamientos de su jefe. La situación llegó al extremo de que Avila Ordóñez ante la falta de argumentos le soltó una bofetada de payaso al hoy cesado, pero éste contestó con dos opercouts de derecha e izquierda que hicieron diana en la anatomía de quien está considerado una vaca sagrada en la SSPPC, haciendo que su gritón jefe se fuera a la lona por más de 10 segundos. La pelotera se iba a armar porque ambos tienen seguidores y lo único que se le ocurrió a Mr. Jackson cuando se le enteró minutos después es que se guardara absoluto silencio y no solo a los medios de comunicación.
Avila Ordóñez tiene mucho que explicar sobre los recursos de más de 100 millones de pesos que “administra”, etiquetados para uniformes, armamento y patrullas. Hay un rumor no confirmado de que existen facturas alteradas y apócrifas y que son controladas por “Pepe el noqueado”. Por lo pronto el noqueado luce hace unas semanas un Jetta último modelo para su uso personal.
En calidad de mientras Maldonado Pérez quedó fuera de la corporación y se espera que con guitarra o sin guitarra “cante” todo lo que ahí sucede, mientras Mr. Jackson hace sus pininos en la política para ver si con el apoyo de su pariente se cuela como candidato del PRI a la alcaldía de Champotón.
EL PROXIMO PRESUPUESTO
La semana que terminó ayer, el gobernador del Estado, Fernando Eutimio Ortega Bernés, estuvo en la ciudad de México donde ocurrió acompañado de los seis diputados federales campechanos para cabildear, ---como ha sido la tónica por más de una década---, la aprobación de recursos tan necesarios para el desarrollo de la entidad.
Según se dio a conocer solicitó oficialmente a la Cámara de Diputados esos recursos adicionales cuyo monto son del orden de siete mil 756 millones 200 mil pesos para el presupuesto de 2012 y cuyo destino sería para los sectores transportes y recursos hidráulicos.
Esta semana según Alfonso Navarrete Prida, presidente de la Comisión de Presupuesto deberá quedar terminado la Ley de Egresos y el decreto del Presupuesto 2012. Por su parte la próxima semana el titular del Ejecutivo estatal deberá presentar su Presupuesto de Egresos y la correspondiente Ley de Ingresos que de acuerdo con el propio gobernante será austero, debido a los recortes que el gobierno federal ha marcado en los últimos trimestres de este año. La discusión en México, D.F. parece ser toral en lo concerniente a la disminución de hasta cinco mil millones de pesos a la educación básica con el aval del PRI y los rubros de agua, carreteras y el campo causan dificultades.
De acuerdo con proyecciones del gasto público se busca un presupuesto del orden de 21 mil 318 millones de pesos para el próximo ejercicio fiscal, sacando en conclusión que el presente año fueron autorizados 13 mil 562 millones.
Si se da cumplimiento al proyecto de austeridad anunciado por Ortega Bernés, el próximo año (que cumple la mitad del actual sexenio) se buscará un recorte de gastos en diversos rubros que aún no ha sido dados a conocer. Sin embargo, de los recursos solicitados a la Cámara de Diputados Federal se destaca una partida de dos mil 318 millones de pesos para obras de infraestructura carretera federal; 503 millones de pesos para obra pública y 492 millones de pesos para la modernización de caminos rurales y carreteras alimentadoras.
Además, se solicitan dos mil 598 millones de pesos para recursos hidráulicos; mil 55 millones de pesos para el sector salud; 793 millones para agricultura y ganadería y 316 millones para energía.
En su propuesta el gobernador del Estado busca atender rubros estratégicos que son indispensables para el desarrollo de Campeche. Este plan está encaminado a lograr un mejor desarrollo económico y social, mediante programas de obras públicas que serían un detonante en la generación de empleos.
Destaca sin embargo el esperado programa de saneamiento de la Bahía de Campeche, proyecto que no ha sido atendido por décadas y para el que se solicitan más de mil 800 millones de pesos según dio a conocer la Conagua.
Ha levantado muchas conjeturas y opiniones encontradas los presupuestos de egresos, no solo de la federación, sino también del gobierno estatal.
Desde luego que a todos nos interese, porque al final de cuentas a todos nos afecta, de manera directa o indirecta. A unos más que a otros. A pesar de ello, resulta positivo que a todos nos llame la atención de dónde viene y hacia dónde se destinan los recursos que los ciudadanos aportan a través del pago de impuestos, los productos y de los servicios que les vende el gobierno. Como bien ha señalado Ortega Bernés el dinero no es privativo de ninguno de los tres niveles de gobierno sino del pueblo.
En un presupuesto se expresa un plan de acción del gasto de gobierno, para un período de tiempo determinado a partir de los ingresos disponibles. Desde luego, es un plan que se expresa en términos monetarios y esa propuesta conlleva el proyecto de país o estado, que queremos para el futuro.
De ahí deriva la importancia que reviste para una empresa o para un gobierno un documento presupuestal, pero también para cualquiera en el ámbito personal o profesional, ya que sus efectos pueden afectar el nivel de empleo, el crecimiento, los costos de los servicios públicos, así como la calidad y cantidad de ellos, los servicios médicos, la inversión que de no realizarse evitaría la creación de fuentes de trabajo necesarias para todos y, por supuesto la enemiga de cualquier presupuesto: la inflación que quiérase o no se ha disparado en los últimos meses.
Hay que recordar que los presupuestos son anuales, que en cada ejercicio fiscal, quedan adeudos pendientes de cubrir y obras por concluir, razón por la que hay quienes han sugerido presupuestos multianuales.
En la elaboración de este importante documento administrativo-contable se toman en consideración diversos atenuantes económico sociales, que afectan su funcionamiento, ya que todos sabemos que las necesidades son siempre mayores y los recursos cada vez menores, por lo tanto difícil de distribuir en las múltiples acciones que se quieren resolver.
Se ha dicho, que los presupuestos son diferentes, que cada uno expresa tópicos diferentes y diversos, pero que es importante conocer su estructura y sus componentes. En el caso del presupuesto para 2012 del Gobierno del Estado mucho se ha expresado acerca de que se reducirán partidas, de que hay engaños en lo de la deuda pública, de que no son suficientes los recursos que se destinan a los poderes del Estado y a los once municipios.
La realidad es que no puede crecer el presupuesto, porque desde hace 10 años la economía nacional está contraída y golpeada por crisis periódicas, por lo que se encuentra en un proceso de estancamiento, que afecta a todos, por lo tanto se trata de presupuestos austeros. En Campeche se han redistribuido racionalmente los recursos para tratar de cumplir los compromisos con la sociedad: austeridad significa gastar menos en lo necesario, más no dejar de hacer como piensan algunos.
Redistribuir es asignar de mejor manera el gasto. Entre el programable y no programable. En el primero se traduce el financiamiento de las funciones del Estado, incluyendo los tres poderes. Las prioridades se traducen en el gasto programable y se revelan al considerar la cantidad de dinero para cada una de las funciones y responsabilidades del Ejecutivo estatal. Para comprenderlo mejor hay que analizar los elementos que conforman los Capítulos, los conceptos y las Partidas Presupuestales, ya que estos elementos permiten visualizar el objeto del gasto, instrumento básico para la operación del sistema presupuestario y contable del gobierno.
Este gobierno Justo y Solidario ha orientado desde el principio su mayor monto al sector de desarrollo social, por ser a lo que el gobernador desea se ponga el mayor énfasis de acuerdo a los recursos posibles. De ahí, que permanece porcentualmente con cambios mínimos a lo registrado en el año 2011. Se esperan modificaciones por consistencia presupuestal que de manera general hace que se modifiquen los porcentajes, más no los recursos nominales que se destinan al gasto.
Si la Federación o sutilmente la Cámara de Diputados aprueba lo solicitado para el año próximo el presupuesto crecería moderadamente, hasta donde lo permite la incertidumbre económica y electoral del país, lo importante es su distribución cualitativa, ya que de ahí se desprende lo que desea hacer el gobierno, en que quiere cumplir más con el pueblo. Por eso, no son iguales los presupuestos, cuando sus fines esenciales son diferentes y sus propuestas también.
La ciudadanía quiere empleos y deben destinarse mayores recursos para la búsqueda del fomento a las actividades capaces de generarlo en los sectores productivos del Estado. Pero el mismo Ejecutivo reconoce “que nadie está obligado a lo imposible”. Ciertamente el combate a la pobreza inicia con programas de desarrollo social, pero llega un momento en que el pueblo puede convertirlo en populista y eso está aceptado en años de procesos electorales pero no debe prolongarse demasiado.
Un presupuesto ideal equilibra ingresos y egreso, y en su elaboración deben coincidir todas las áreas que conforman los poderes del Estado y cada una presentó sus necesidades y responsabilidades a cumplir durante el ejercicio fiscal.
Para concluir este comentario me quiero referir a los criterios vertidos sobre los engaños que existen sobre la deuda pública del Estado. Vale la pena mencionar para aclarar lo que se ha dicho insistentemente en Comisiones en el Congreso del estado, que existe un registro que se puede consultar en la página de Internet de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el apartado de Deuda Pública de Estados y Municipios, actualizada al 30 de septiembre de 2011, en el que se muestra la deuda de todas las entidades federativas del país. El Estado de Campeche, aparecía con una deuda mínima. En ese control cayó estrepitosamente Humberto Moreira Valdez y dio pie al escándalo que sigue creciendo como bola de nieve.
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