ONCE PASOS
Luego del arranque espectacular que tuvieron las féminas campechanas para protestar en contra del Penal que presuntamente se edificará en Campeche, la semana que nos antecede terminó en tablas, porque las declaraciones, las inserciones pagadas, las mantitas en comercios y domicilios y otras formas de protesta como una mini marcha de estudiantes en la que por cierto regresa a la política (sabemos que nunca se ha ido) a defender su postura el ex gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez, quien acompañado de su respetable esposa se incluyó entre los marchistas universitarios y que no sumaban más de 100 personas, fueron la nota en medios locales y peninsulares.
Al día siguiente, una desangelada hilera de vehículos volvió a puntualizar que la cosa iba in crescendo. Todo la mesa estaba puesta para que el pasado jueves las firmantes de la plana en medios escritos calentaban motores y elaboraban carteles, mantas y otras chucherías para reafirmarse en su postura.
Pero hete aquí y ahora que el balido salió muy fuerte del edificio más visitado del Circuito Baluartes y corrió como reguero de pólvora: Alto, hasta nuevo aviso, porque el Gobierno Federal mandará a un propio para aclarar qué sucederá en la construcción del penal federal.
Incluso, la más activa de las damas que muchos ya habíamos comentado como “el extraño retorno de “Diana Salazar” (léase Rosa María Martínez Denegri), bastante afónica por cierto porque sus cuerdas vocales han perdido la elasticidad de antaño, se disciplinó y también está a la espera de resultados.
No extraña, porque el que tiene la última palabra en este asunto no es el Presidente de la República, ni el secretario de Gobernación, ni incluso el Congreso del Estado. El único que puede o no autorizar esa construcción es Fernando Eutimio Ortega Bernés, quien ha venido señalando que el aceptará o negará ese penal con la licitación social. Es decir, el pueblo y nada más que la voz ciudadana tienen la última palabra. En ese aspecto ha sido claro y preciso, pese a que los Torquemadas le sigan apostando a que a este gobierno le vaya mal.
¿Qué se espera? Por las premisas de este juicio los campechanos debemos esperar que la Federación aclare ante autoridades locales y la opinión pública que el penal no se hará en la entidad. Porque de otra manera no se paraba la movilización ciudadana ya en marcha.
Ahora bien, este reclusorio por supuesto que fue comunicado oportunamente al anterior gobierno del Estado. Hay que recordar que satisfacción no pedida, acusación manifiesta y es lo que Hurtado Valdez salió a hacer en la marchita que al parecer organizó su hijo “Pashá” con muy pocos jóvenes. El ex gobernador debe recordar los viejos sistemas priistas que señalaban que una vez terminado el cargo, no se debe opinar ni contradecir al que tiene el mando. Lo que Jorge Carlos hizo fue alborotar el cotarro político con muy mal tino. El piensa y recuerda que en su administración era costumbre que luego de cualquier asunto los hermanos González Curi le cambiaran la jugada. El sigue creyendo que esa costumbre prevalece, pero se equivoca y más le conviene hacerse a un lado, porque bien dice “mala suerte” en política “ni turno que no te toque, ni comisión que no te asignen”, además de que la memoria es el talento de los tontos y quien dijo lo anterior era un fenómeno de la retentiva.
LOS AÑOS DORADOS
Desde hace 115 años se ha venido contando a los habitantes de México. Esta labor tiene la tónica de hacerse en los años terminados en cero y la tarea de esta información corresponde al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
Este conteo y con motivo de los festejos por los aniversarios del Bicentenario y el Centenario se obtuvieron datos muy interesantes para la vida económica, política y social de Campeche. De esta forma nos enteramos que pese a la percepción de muchos, incluido este columnista, todavía no llegamos en esta ciudad capital a los 300 mil habitantes, porque tenemos 258 mil 839 personas y pese al boom petrolero en la isla del Carmen, así como a su considerable población flotante tienen 221 mil 696 habitantes, es decir que la capital tiene 37 mil 696 campechanos más que nuestros hermanos carmelitas.
La numerología es interesante y pronto habremos de conocer detalles más profundos cuando el INEGI suba a Internet los resultados finales, pero, este conteo nos sirvió para detectar que nuestro municipio más cercano (tal vez por la autopista) es Champotón, que ocupa el tercer lugar poblacional con 83 mil 004 habitantes en esa Bahía de la Pésima Pelea para los españoles.
Ahora bien, estos festejos fueron magníficamente aprovechados por el gobierno Justo y Solidario para sacarse un as de la manga que nadie, absolutamente nadie había hecho en la historia de más de 150 años de vida independiente. Resulta que la semana pasada se logró juntar a 15 campechanos que se encuentran en la maravillosa edad de más de 100 años. Los años dorados de un ser humano, en los que se espera recibir el cariño de sus familiares y el reconocimiento por una larga vida que, en todos los casos fue de utilidad.
Entre las festejadas se encuentra la señora María Torres Peralta, tenabeña con 115 años cumplidos ¡increíble y enhorabuena! Que pueden hacerla una de las mujeres más grandes de México y que Fernando Eutimio Ortega Bernés tuvo el tino de rendirle a ella y a 14 campechanos más un homenaje y reconocimiento por esa trayectoria de vida. Pero además, los ancianitos recibieron la promesa del gobernante de que a partir de este año y de manera permanente el Gobierno del Estado se hará cargo de sus necesidades económicas. Honor, a quien honor merece.
LOS GRAVES ERRORES DE SOLRAC LORENZO
Segunda de tres partes.
Abrir brecha entre los pantanos de la demagogia y las resistencias sectarias, con la validación de interlocutores empeñados en exaltar su proyecto, ambicioso siempre para volver al poder en el 2015, Solrac Lorenzo Pacheco Castro está ya en pleno inicio de una campaña que lo lleve dentro de año y medio a lo que el considera la antesala del cuarto piso al lograr la candidatura del primer distrito (en fórmula) para la Cámara alta. Luego de 14 meses de ostracismo, por así convenir a sus intereses y los del califato, ahora vuelve declarando una estupidez: pide a la sociedad civil, esa a la que no le cumplió como alcalde de la ciudad de Campeche, y menos aún como representante del pueblo en la Cámara de Diputados, que el gobierno federal respete la autonomía y la tranquilidad de los campechanos. Como si ello le importara un comino.
Desprovisto de vergüenza, libre mentalmente de perjuicios, busca abordar serenamente el análisis de su realidad y así comenzar a construir el juicio inapelable de su historia. De una historia de traiciones, de despropósitos, de corrupción, segmentado por la perversidad de sus padrinos que usufructuaron doce largos años el poder y que hoy sin más propósito que la conservación de su estatus, con los desenlaces que aprisionan y asfixian la vida institucional de Campeche lo mandan a esta nueva aventura política. Por principio de cuentas se ha olvidado que algunos escenarios han mutado en escenografías, no pocas veces criminales y que el panorama de lo que heredó al PAN sigue igual: calles destrozadas, cero infraestructura de servicios y una enorme deuda que como leño puntiagudo tiene clavado a la mitad del pecho su sucesor.
Con la memoria con prenda y una relación de hechos incontrovertibles como escudo he podido, además, acercarme a este panorama en que se movió el hoy diputado federal y que busca ser eje del mañana. Es una breve reseña para posibilitar la senda en la que transitó durante escasos 24 meses, de un compromiso ciudadano signado en las urnas por 36 meses. En fin es un retrato de si mismo que posibilita al lector brevemente descubrir la conciencia de Oz.
Revelación de los porqués de un trienio caracterizado por la estrechez de criterios y la soberbia. No dudo que los retratos logrados, algunos de ellos se incomoden, porque no disimulé arrugas, no maquillé personalidades, ni maticé nombres y menos aún surcos en el alma al dibujarlos. Desde luego no encontrarán especulaciones febriles ni interpretaciones tendenciosas; los hechos mismos confirman o habrán de confirmar asertos, sentencias y propósitos.
Las escenografías desnudan, los testimonios, confirman, y las conclusiones definen. Para ello es cuestión de apartarnos de fanatismos, simpatías desbordadas y rencores viscerales. Parece fácil, aunque desde luego, no lo es. Lo intentamos.
Me apego, sí, a la autoridad moral que como columnista independiente, algunas veces perseguido y otras criticado, he ido atesorando a lo largo de mi azarosa vida como periodista en más de 25 años. Mis lectores habituales, para quienes escribo hebdomadariamente con placer y gratitud, habrán de descubrir que Jaque Mate, mi compañera desde todo ese tiempo, no somete sus criterios a la ligereza de la militancia incondicional, ni forma parte de los corporativos listos a proteger sus intereses por encima de los colectivos, ni soy punta de lanza de nadie, mucho menos de detractores soliviantados ante la perspectiva de entrar al grupo de los vencedores. Mucho me temo, que quienes tienen más posibilidades de ganar en el mañana serán los más incómodos ante lo que apenas comienzo en busca solo de un verdad: la verdad histórica. Por lo tanto no aspiro a benevolencia alguna. Me da igual el aval de muchos lectores, los fieles y los que apenas me comienzan a leer semanalmente, para dar nuevos pasos adelante. Como lo señalé a principios de este año que termina me estoy reinventando y eso para mi es positivo.
De las administraciones municipales que antecedieron al gobierno de Solrac Lorenzo Pacheco Castro solo la de Ortega Bernés pagó casi la totalidad de la deuda. Y aunque muchos dejaron correr la versión de que el endeudamiento mayor se dio en el antecesor de Pacheco los números no mienten.
Ortega dejó efectivamente un adeudo de 36 millones de pesos, entre los que se encontraba un problema de pago al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Campeche (ISSSTE), pero que sin embargo para amortizar ese pago se entregó un terreno donde se encontraba el ex basurero de Campeche cuyo valor era de 24 y medio millones de pesos, mismo por el que se solicitó la aprobación del Congreso del Estado para enajenarlo y ahí ocurrió una situación extraña.
Resulta que la legislatura aprobó esa venta y se le dio al Ayuntamiento de Campeche 120 días para realizar la operación, pero “alguien” de arriba bloqueó ese trato y se vencieron los días estipulados sin cumplirse el propósito, por lo que la aprobación quedó sin efecto. El ayuntamiento saliente además le dejó a Pacheco Castro ocho y medio millones para el pago de los aguinaldos de ese año de entrega. Si se considera que el terreno era una forma de desgravar la economía de la comuna se tiene que la verdadera deuda no superaba los seis millones de pesos.
Las administraciones de José Antonio González Curi y Jorge Carlos Hurtado Valdez habían dejado numerosas deudas que superaban los 70 millones de pesos, por lo que la cuantiosa deuda que esgrimen los tesoreros de los mencionados era fantasiosa y llevaban veneno político en la cola.
Pero más pronto se pesca a un mentiroso que a un cojo, porque el dispendio de Pacheco Castro superó todas las expectativas. Resulta que por ejemplo su tesorero, José Román de la Cruz Martínez, quien ganaba según la nómina 24 mil pesos mensuales al momento de tomar posesión en octubre de 2006, para el mes siguiente (septiembre) ya se había aprobado por el Cabildo subirle a 75 mil pesos mensuales, misma cantidad que se le otorgó en igual procedimiento a su subdirector de Egresos, Xavier Carrillo Olivares y que esa misma tesitura se hizo con la gente de confianza del alcalde en especial a Pedro Góngora Guerrero. El dispendio en sueldos superó y elevó las nóminas en más de 500 por ciento y con ello el gasto corriente y el capítulo de Salarios se fue a las nubes.
Pacheco Castro recibió un Municipio con tres mil 200 trabajadores, que incrementó en pocos meses hasta cuatro mil, misma cantidad que le endosó al ayuntamiento panista, por lo que Carlos Ernesto Rosado Ruelas comienza a depurar y aligerar esa carga y se encuentra con problemas, porque Pedro Góngora Guerrero había jubilado o pensionado hasta el perico y otorgado, en contubernio con el sindicato charro, bases a trabajadores con meses de servicio o con vínculos sentimentales afines a el, mientras que a otros los mantuvo a distancia injustificadamente.
Solrac Lorenzo dejó al ayuntamiento panista una deuda de más de 140 millones de pesos, una ciudad destrozada, una infraestructura de maquinaria y vehículos convertida en un auténtico cementerio de chatarra.
El grave problema fue que más de 100 millones de pesos correspondían a deuda con proveedores campechanos, mismos que cuando supieron la virtual quiebra corrieron a entrevistar a la nueva administración y sacarle la promesa de cubrir lo atrasado tantos meses. La deuda según manifiesta Rosado Ruelas será motivo próximamente de un nuevo adeudo por 100 millones de pesos, con lo que las finanzas de la comuna quedarán gravadas más allá de su trienio.
Lo curioso del caso es que el subdirector de Egresos y el director de Administración, Rogelio Blanco Tamay, a pocos meses de entrar en funciones abrieron comercializadoras para venderle al propio Municipio desde un alfiler hasta un vehículo. En ese lugar se dieron las famosas facturas clonadas que eran de programas federales y programas municipales. Curiosamente a ninguno de esos vivales se les quedó pendiente un quinto de deuda. ¿Saben esto los del Consejo Coordinador Empresarial, en especial Yolanda Apolinar Quijano y Luz María Loría Esquivel? Por fortuna al que obra mal algo le sucede y este par de angelitos están a punto de cerrar sus “comercializadoras”.
Un caso que despertó las sospechas y en el cual se le cargó el muerto a quienes no eran, se dio en el trienio municipal de Ortega Bernés. Fue el famoso robo de un millón 600 mil pesos que fueron sacados de la caja fuerte de la pagaduría. ¿Saben quien estaba a cargo de esa oficina y de esa caja fuerte? No me gusta acusar a damas, sobre todo que fue una víctima del autor intelectual ¿y saben porqué?
Resulta que los cacos entraron por el portón eléctrico de la calle 63, o cuando menos por allí salieron, de ese lugar se introdujeron hasta la pagaduría y abrieron la caja fuerte con acetileno. Lo curioso del caso es que los tanques de acetileno y oxígeno quedaron en la puerta de la pagaduría. ¿por qué nunca se dio a conocer quienes eran los dueños de esos tanques. Infra del Sur o Gases Industriales tienen clasificados por número de serie a los poseedores de esos cilindros que precisamente tienen números de control por usuario.
El trienio de Solrac fue de antología porque hasta el mismo Secretario del Ayuntamiento de Campeche poseía varios camiones volteo que prestaban servicio de recolección de basura. Cuando por falta de recursos se les deja de pagar unas semanas los volqueteros se le van a la yugular a Góngora Guerrero que lo primero que hace es regularizar esa deuda. ¿Por qué nunca se contrató un préstamo con Banobras para comprar recolectores como hace poco se hizo?
Ya para terminar el segundo año de latrocinio municipal el Sistema de Administración Tributaria (SAT) embarga diversos bienes al Municipio de Campeche con motivo de una multa impuesta por CONAGUA, que ascendió a más de 266 mil pesos, situación que ocasionó que llegaran incluso a congelar en un momento dado las cuentas bancarias del Municipio (Banorte, Santander, HSBC, etc), creando un caos financiero porque no se podía sacar ni un peso para el pago de la nómina quincenal.
Para no quedarse atrás el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también impuso multa al Municipio con motivo de la falta de autodeterminación de las cuotas obrero–patronales, deuda que se tradujo en la cantidad de 48 millones y medio de pesos, situación que ocasionó también el embargo de 84 lotes de terreno de propiedad municipal que se encontraban, en ese entonces, en proceso de regularización en varias colonias de la ciudad y que hasta la fecha persiste, impidiendo que numerosas familias tengan certeza jurídica con un documento que ampare la propiedad de los lotes de terreno que por mucho tiempo han habitado. En ambos casos vale la pena preguntar ¿Dónde estaban los asesores y los encargados de los asuntos jurídicos? ¿Qué acaso no sabían que desde el año 2008 la Ley de Bienes del Estado de Campeche y sus Municipios, en ese momento vigente, señalaba como inembargables los bienes que integran el patrimonio de los mismos?
Solrac Lorenzo, para comenzar su trienio comete una serie de violaciones a la Ley Orgánica, en ese entonces vigente, al realizar unos enroques en los cuales se vieron envueltos una regiduría y dos direcciones. Resulta que por recomendación del gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez, se lleva a ocupar una regiduría a Carlos Bustamante Macías, que fungía como vocero oficial de Secud, quitando a Alejandrina Moreno Barona y dándole a ésta la titularidad de Relaciones Públicas, remitiendo a José Manrique Mendoza (hoy titular de Icadep) a la secretaría de Turismo, pasándose la ley por el arco del triunfo, cuando la misma señalaba que los cargos de elección no eran renunciables sino por causa grave debidamente justificada, situación que a todas luces careció de lógica alguna.
Este pésimo alcalde tendrá para estigma de su vida política el haber acabado de un plumazo con las ferias tradicionales más importantes de la ciudad de Campeche. Acatando las ordenes del gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez, que violó así la autonomía municipal consagrada en el Artículo 115 de la Carta Magna, aduciendo razones que solo convencían a él y a sus amos los Hurtado desbarató más de 200 años de tradición de las ferias de San Román (septiembre) y San Francisco (octubre) trasladando todos los juegos mecánicos y entretenimientos distintos al Foro Ah Kim Pech donde se ubicaron y desde ahí con supuestos colores sacados de la mente de “una paloma” y sin razonamiento de un psicólogo que era su jefe dejaron a los barrios tradicionales solo con los actos religiosos. El tiempo le dio la razón al pueblo porque estos festejos buscan volver a su antiguo sitio con el beneplácito popular.
Pero si de algo sacó provecho personal Solrac Lorenzo fue precisamente en esas fiestas donde la contratación de artistas nacionales fue el negocio del edil. Resulta que para celebrar los contratos con los artistas se le encomendó a “El cachetes” Peón y el dinero fluyó a manos llenas siendo la mejor parte del pastel para el alcalde. Así funcionaron durante el trienio y por esta capital pasaron múltilples artistas, hasta que todo comenzó a descubrirse cuando la irresponsabilidad de “Quique gavilán” le impidió volar en un avioncito de Aeroméxico para presentarse en una velada de coronación. Se dice que a Pacheco Castro por poco le da un infarto cuando llegado el momento de la actuación en el Teatro Toro el roquero no llegó. Mentó madres y amenazó con demandarlo, pero no contó con que el papá de la “reina de corazones” abriría la boca y diría comenzando que había devuelto el dinero de su contratación y que no era la cantidad que decían que había cobrado por adelantado, que nadie sabe, nadie supo donde acabó, aunque no basta romperse el cerebro para saber que “El cachetes” ya lo tenía en su contabilidad y obvio, “micha y micha”. ¿cuántos artistas llegaron para ambas ferias durante tres años? ¿cuánto se les pagó en realidad? ¿cuánto fue para los vencedores?
Dentro del caudal de mañas como prestidigitador para sustraer los recursos había una que se configuraba en trifecta: poco esfuerzo, mucho dinero en poco tiempo. La contratación de artistas para el Carnaval, negocio que le metió en la cabeza uno de los muchos amigos de conveniencia que lógicamente le brotaron al momento de arribar como primer edil. Este fue “El cachetes” Peón, un yucateco como él, avecindado en nuestra ciudad y acostumbrado a no trabajar y por ende entrarle al dinero fácil, a las comodidades fiadas, a la laxitud la mayor parte del día, quien abrió por esta oportunidad una empresa asentada como “RJ”, con representación de artistas y gente de la farándula, y quien incluso le come el paquete pero utiliza los contactos de otro de sus amigos, al que convence ante la falta de capital propio, relaciones e infraestructura. Donde hay vivos, siempre habrán p…
Convencido el “socio capitalista”, el popular “Cachetes” comienza a traer su cabalgata artística durante los tres años de Solrac Lorenzo, pero él y solo él decidían quien venía a Campeche o no. Claro que todo ello estaba basado más que en el gusto y la calidad artística en los márgenes de utilidad. El negociazo funcionó de maravillas y el edil se relamía los escasos bigotes e inflaba la billetera. Para entonces “El cachetes” inventaba viajes al extranjero patrocinados por su empresa pero con recursos del erario municipal. El pretexto era que visitaba a no pocos artistas mexicanos que radican en EE.UU., y para ello el los visitaba. Se olvida que eso no funciona así sino al revés, son los representantes de artistas los que ocurren con posibles clientes, pero para el de “RJ” le servía para una vida regalada, paseos en avión, hoteles de lujo y descanso en playas en Miami.
Todo iba viento en popa, las velas desplegadas al máximo. La empresa para entonces rompía record de ventas y precios para artistas en Campeche; ganancias superiores al 200 por ciento que es demasiado cuando hablamos de millones de pesos, dinero que proporcionaba la maquinita del erario municipal con la venia del alcalde. Para entonces la empresa había crecido con camiones, camionetas, toldos, baños portátiles y cuanto se pudiera rentar por cada evento contratado. Se vendía hasta el agua purificada que por supuesto no era Evian para que tomaran los artistas y tenían convenios hasta con los hoteles en que se hospedaban. Negocio redondo por el lado que se mire.
Hasta que llegó ese día, que el horizonte anunciaba el anochecer de un trienio y en el que por el cambio de guardia en el Palacio Municipal le asestaron una patada en salva sea la parte a Solrac Lorenzo y como las meretrices se fueron con el nuevo candidato, que para la desgracia del “empresario cachetón” fue Carlos Felipe Ortega Rubio, quien recibió una felpa como la de Margarito a manos de Pacquiao. El empresario de este hecho que parece fábula, quedó como el sacristán de acámbaro: de perico entre los músicos.
La situación era de escándalo, ya para que el Secretario de Finanzas haya optado por congelar las participaciones al Municipio de Campeche y a otros municipios fueran o no priistas se debió a que los que habitaban en el ex cuartel Pedro de Baranda se gastaron en los primeros dos años hasta los recursos de aguinaldos de cuatro mil empleados. De no haber hecho este autoritarismo justificado era probable que hubiera estallado una inconformidad de los trabajadores y menos probable aún que “la abuelita” que lo suplió pudiera hacerle frente a este problema incluido el cambio de administración, donde dejaron morralla en las arcas municipales.
Nadie sabe como no se mordió la lengua el edil cuando en la lectura de su Segundo Informe Municipal (2007-2008) mencionó que su administración estaba trabajando con honestidad y transparencia. Pero la primera no la conoce y la segunda nunca se dio, porque a pesar de que las sesiones del H. Cabildo a finales de su trienio ya eran de carácter públicas, Góngora Guerrero las mantenía privadas violando flagrantemente la Ley Orgánica en su Artículo 58, párrafo segundo, ya que la misma entró en vigor desde el mes de abril del año 2008. Góngora, capulinamente evitó que lo que sucedía en esa reuniones trascendiera, porque ya a esas alturas se configuraban múltiples desvíos y aprobaciones favorables para el Cártel de Solrac Lorenzo.
Hasta aquí los grandes errores administrativos. La próxima semana los asuntos de verdadera gravedad y que pueden motivar hasta la pérdida del fuero al “flamante diputado”.
AUTENTICO VALOR CAMPECHANO
La semana pasada recibí un correo electrónico de mi amigo José Landa, a quien conocí hace más de una década cuando dirigía un periódico de esta ciudad. Entonces me pareció que estaba lleno de una energía especial para las letras. Colaboró entusiastamente en la sección cultural de los domingos y platicábamos de los avances de la cultura en nuestro medio.
Entonces le dije que lo suyo era la literatura, la poesía y prepararse más cada día. La noticia de que había ganado un nuevo premio internacional me dio mucho gusto y así se lo hice saber de inmediato, porque un joven de escasos 33 años tiene una currícula impresionante. Ha escrito 12 libros, ganado 30 premios y al parecer va por más.
En esta ocasión recibirá mañana 7 de diciembre en la sede diplomática del gobierno de México en Guatemala, el premio Mesoamericano de Poesía “Luis Cardoza y Aragón”, que conceden anualmente el Ministerio de Cultura del gobierno chapín, la Secretaría de Relaciones Exteriores Mexicana y el Fondo de Cultura Económica, la más prestigiosa institución editorial en América Latina.
Campechanos como Pepe son motivo de orgullo para todos lo que vivimos en esta tierra. Sirvan estas líneas para reiterarle a José Landa nuestra felicitación y exhortarlo a continuar por este camino ya andado.
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