UN ACUERDO SUSTANTIVO
El gobierno de Fernando Eutimio Ortega Bernés, que inició su sexenio con un problema de invasión de San Antonio Ebulá y que ciertamente fue enfrentado por el gobierno saliente, es el antecedente más remoto en el asunto de la violación a la propiedad privada y al Estado de Derecho. De ahí se han suscitado otras invasiones que incluso llevaron a uno de sus líderes Armando García Jiménez, a pasar unos días en el hotel de cinco estrellas de San Francisco Kobén.
Sin embargo esta materia pendiente del Ejecutivo estatal, ha quedado firmemente controlada al sentar en la misma mesa el secretario de Gobierno, William Roberto Sarmiento Urbina, a clásicos invasores o perpetradores de invasiones en diversos sitios de la entidad, para que en un marco de diálogo y negociación y con el compromiso de respetar la ideología de cada uno, lograran la creación de la Mesa Interinstitucional Agraria. El responsable de la política interna del gobierno del Estado busca con ello como afirmó que: “En Campeche se inicia una nueva etapa, en la que junto con instancias federales, estatales y organizaciones campesinas, se facilitarán los caminos de justicia social de las comunidades, que formarán la base de una plataforma legal para un desarrollo sustentable”.
La mañana del pasado viernes 3 de septiembre y con la presencia del Gobernador del Estado, del subsecretario de Ordenamiento de la Propiedad Rural, Jaime Tomás Ríos Bernal; del delegado federal de la Procuraduría Agraria, Onésimo Darío López Solís; de la delgada federal del Registro Agrario Nacional, Socorro Gamboa Vela; del delegado federal de la SEMARNAT, Jesús Tomás Ávila Argaez y del delegado federal de la SAGARPA, Benjamín Azar García y con testigos como el subsecretario de gobierno Antonio Piedra Castro y al delegado federal de la SRA, José Antonio Cardozo Rivero, autoridades involucradas en este añejo problema que son las invasiones, quedaron sentadas las bases para garantizar a la autoridades de los Once Campeches y a poseedores de tierras en toda la entidad de una garantía para que su inversión se encuentre garantizada ante la amenaza de una invasión, como ha sucedido a lo largo de muchos años.
Esa mañana se vieron las caras Manuel de Atocha Chablé Gutiérrez (Frente de Organizaciones de Izquierda “Jacinto Canek”), Sergio Romagnoli Velázquez (Unión Ganadera Regional del Estado), Armando García Jiménez ( Frente Campesino Democrático “19 de octubre”), Alejandro Ruiz Mosqueda (UNTA, Luis Antonio Che Cu (FRECIEZ), Guillermo Hernández Domínguez (CODUC), Omar Arjona Ceballos (Productores contra el Paracaidismo Agrario) y Sonia Jacqueline Cuevas Kantún (CNC). Seguramente se habrán preguntado si hacían bien o los habían atrapado con la puerta en los dedos. Pero la realidad es que se hacían sentir las advertencias de Ortega Bernés, cuando en las primeras semanas de su administración señaló que “en mi gobierno no se permitirá ninguna invasión más de tierras”.
Ha sido un acierto esta medida tomada para solucionar los líos de tierras y que los campechanos esperamos que todas las partes cumplan rigurosamente lo estipulado en acta y firmado como constancia de buena voluntad. Los políticos, a través de sus acciones, buscan trascender y esquivar el olvido. No siempre se consigue esto último, para bien o para mal, y aún cuando se diera lo primero, ni siquiera podrán escoger las características del recuerdo. No siempre se les ve como ellos se ven.
Crecer, superarse, con frecuencia son agravios que no se perdonan y el gobierno Justo y Solidario sabe que tiene muchos “amigos” en este aspecto que quisieran verlo cometer errores y caer en incongruencias. Estos actos lastiman a un gobernador, porque la única manera de que un pueblo sea grande es con ciudadanos grandes de miras.
Para subsistir en política es necesaria la mutua tolerancia y de esta caridad del espíritu a la solidaridad hay un paso muy pequeño, aunque de enorme importancia para todos. Ser solidario es apoyar a los otros y ser apoyados por los otros. Así no hay pueblo débil.
Los problemas que plantea este acuerdo contra invasiones van de la mano de la libertad, por ello no pueden ser resueltos por fórmulas anárquicas o totalitarias, sino que su solución está, como lo vimos el pasado viernes, concatenada al compromiso social que asume el gobierno, cada grupo y cada ciudadano al momento de ejercerla.
Ortega Bernés señaló que: “Desde el primer día de este gobierno se ha mantenido como principio fundamental el respeto irrestricto para mantener el diálogo como la mejor fuente para solucionar los conflictos que se pueden resolver con la voluntad de todos los involucrados. Personas, organizaciones sociales y políticas, tienen el derecho y la libertad de manifestar que son responsables de sus actos”.
La procuración de justicia en materia agraria en México tiene muchos antecedentes, entre los que destaca la necesidad de establecer instituciones para proteger y defender los intereses de los hombres de campo, procurando la obtención de justicia y respeto a sus derechos; esto se remonta a tiempos en que comenzó la dualidad del conquistador y conquistado, español e indígena, amo y siervo, situación que es el punto de partida de un largo camino en la defensa de los indígenas frente a los conquistadores, iniciado con Mesoamérica y el proceso de mestizaje del nuevo mundo, de su estructura política y social, y por supuesto, de sus sistema de tenencia de la tierra.
En Campeche, en la misma forma que en todo México, el siglo pasado fue sintomática la hegemonía política de un pequeño grupo que ejerció por mucho tiempo el poder local, a la manera de Porfirio Díaz en la nacional. Quizás sin la presencia de la fuerza pública o guardias blancas, pero prevaleció el sistema de explotación. Esa forma de gobierno crearon descontento, pero no dieron pie a levantamientos populares de importancia, salvo algunos brotes de rebeldía en haciendas y fincas rurales de Tenabo, como “Chilib”, o en Champotón en las fincas de San Pablo y Haltunchén, en las que los protagonistas fueron jornaleros de otros lugares.
Pese a todo e continuó la aplicación de la Ley Agraria que legitimaba la esclavitud de los peones y sus familiares, no obstante esta medida para obligar al trabajador a permanecer en las fincas, fue considerado como un problema de baja colonización de tierras laborales, de ahí dimanan proyectos de inmigración de trabajadores, como sucedía en Yucatán, pero la medida no tuvo éxito.
El proceso de acumulación de tierras en pocas manos se aceleró en casi todo el pasado siglo. La historia registra que en la primera década, es decir, antes de la Revolución Mexicana había en poder de 14 hacendados 147 haciendas, que representaban la quinta parte del territorio del Estado de Campeche que comprende 57 mil 924 kilómetros cuadrados, lo que representa el 3.0 por ciento del territorio nacional. Ni muy grandes como Chihuahua, ni muy pequeños como Tlaxcala y Colima, y el más grande de la Península de Yucatán.
No hay datos, porque no convienen a los intereses políticos, pero grandes extensiones de tierra de Campeche aún se encuentran en manos de ex presidentes de la República, ex gobernadores de Campeche y hasta de otros estados de la Península. Para muestra un botón. En épocas del gobierno de Carlos Sansores Pérez “El negro”, y luego de estudios realizados por el extinto Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización (DAAC), se expropiaron violando la ley, haciendas como San Lorenzo de la familia Reyes, el principal beneficiario fue Luis Echeverría Álvarez. De ahí dimana el sentir popular que bautizó a ese gran reducto de tierra como “Sansorenzo”, que sin pagar un quinto quedó en manos del cacique y eso para que Layda su hija recuerde que el pueblo tiene memoria.
Pero retomando el tema hay que recordar que las invasiones son numerosas y algunas de ellas sin razón de ser. El gran territorio campechano fue obsequiado en algunas partes al gobierno federal como es el caso de las márgenes altas del Río Candelaria, cuando familias completas salieron de La Laguna y otras partes del norte de México para poblar en una inmigración inusual esa fértiles tierras. Muchos años después se repitió otro caso con los colonos guatemaltecos en tierras ejidales entre Champotón y Escárcega. Nadie movió un dedo por esa forma de regalar nuestra tierra, pero hoy ya casi con 800 mil campechanos la tenencia de la tierra es fundamental para los campechanos y de ahí se han valido los invasores para que tomen por la fuerza tierras en muchos sitios de la zona sur del Estado.
Los problemas agrarios no han sido desterrados y Campeche se une a lo que en varios estados han puesto en práctica para evitar la invasión de tierras y de volver a suceder de inmediato se recurrirá al uso de la fuerza pública para desalojar a los invasores. A pesar de que los problemas de tipo agrario aún existan en la entidad ya no son “focos rojos”.
Esperamos en Campeche que no vaya a surgir un Diego Fernández de Ceballos (de vacaciones pagadas en algún Resort de secuestradores), que le ganó en su tiempo litigios a la SRA en materia de invasiones.
Las invasiones son cuestiones de tierra y lo que debe resolverse luego es el tema agrario, que es el principal. La parte de conservación es la consecuencia adecuada si se logra resolver a fondo el problema agrario, hecho que le compete totalmente a la Secretaría de la Reforma Agraria y a su Registro Agrario Nacional.
El Compromiso Agrario firmado en forma interinstitucional en Campeche refleja el ánimo de buscar solución sin violencia a problemas reconocidos de rezago social, basada en una política de concertación y diálogo, buscando un correcto equilibrio entre el derecho a la propiedad privada y la justicia social.
Jugada de espera.
PEMEX NO ESCARMIENTA
Una nueva cochinada pretende Petróleos Mexicanos (PEMEX) en contra de Campeche y Tabasco, beneficiando en cierta forma a Veracruz, cuando la mayor parte del petróleo ligero marino fase 3 se extraerá en el litoral de los dos primeros estados.
Sin aviso a nadie, porque así está acostumbrada esta paraestatal, ahora se han embarcado en un nuevo proyecto de extracción que por cierto dio a conocer el Presidente de México en su pasado cuarto informe de gobierno el dos de septiembre pasado.
En este proyecto se perforarán 127 pozos y se instalarán 26 plataformas y 224 kilómetros de ductos frente a las costas de Campeche, Tabasco y Veracruz. Lo cuestionable es que como lo ha hecho en otras ocasiones el proyecto para obtener su aprobación fue presentado en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sólo en el estado de Veracruz, específicamente en el municipio de Alvarado, aunque su mayor extracción estará frente a las costas de nuestra entidad y de Tabasco. Mañosamente, la Semarnat ubica el proyecto en aguas del Golfo de México frente a las costas de Tabasco y Veracruz en su gaceta ecológica.
Este tipo de petróleo es Ligero Marino fase 3 (CLM-F3), que se realizará entre finales de noviembre de este año y hasta el 2014, está localizado a escasos tres kilómetros de la zona marina del Área de Protección de Flora y Fauna “Laguna de Términos”, ubicada en la costa oeste de Campeche y a cuatro kilómetros de la Reserva de la Biosfera “Pantanos de Centla”, en la parte norte de Tabasco.
El proyecto cuenta con la clave 30VE2010X0008, ingresado el pasado 18 de agosto por Pemex exploración y Producción y conociendo como se las gastan en el gobierno federal determinará su aprobación dentro de pocos días, porque incluso Felipe Calderón Hinojosa ya lo dio a conocer como un hecho.
Treinta y ocho nuevos campos, 127 nuevos pozos, 26 plataformas y 26 ductos. Y aunque Pemex como es su costumbre no proporciona el monto de la inversión, pretende extraer 25 mil barriles de petróleo crudo ligero tipo istmo y 900 millones de pies cúbicos de gas natural, entre los años 2014 y 2029.
Así como utilizan los recursos naturales de Campeche, en esa misma forma debieran recompensar a la entidad sin tener que mendigar año con año el recurso y cuyo esquema debe cambiar ipso facto. Si Ortega Bernés ha sido educado e institucional, no obsta para que la paraestatal nos trate con soberbia y en muchos casos abandono. Hasta estos momentos ningún gobierno estatal de Campeche ha logrado una forma de ordenar mejor la aportación que no caridad de Pemex para con Campeche.
Cada año es la misma historia. Nadie cree en que las finanzas de la paraestatal estén quebradas. Lo que si está dañado es el trato y ese debe mejorar y si no exigirlo. No hay proporción entre los miserables recursos otorgados y los que Pemex se lleva de la Sonda de Campeche.
Hay otras formas de expresión que no han sido puestas en práctica, pero están a la espera de lo que el gobernador indique si los tiempos y los recursos siguen llegando a cuentagotas.
En lo personal hay que dejar que las fuerzas vivas como la de los pescadores se manifiesten y expresen hasta encontrar una respuesta que convenga a sus intereses. Para nadie es un secreto que los trabajos de la perforación de los 127 pozos permitirá a Pemex seguir en la entidad hasta el año 2029, pero que ello afectará gravemente al sector camaronero, ya que serán aumentadas las áreas restringidas para la captura del camarón en la sonda de Campeche.
Mañosamente Pemex hizo la solicitud para los trabajos del mega proyecto en el estado de Veracruz, porque saben que gran parte de las costas de esa entidad y en las de Tabasco no hay industria pesquera, es decir, no hay arrastres de camarón, por eso los permisos no tendrán objeción por parte de la Semarnat para ser otorgados.
El mega proyecto debe de tener normas internacionales en las cuales las tuberías que transportan el petróleo deben de estar enterradas en el subsuelo marino aproximadamente a seis metros. Esta es otra puñalada a la industria pesquera que poco a poco están siendo desaparecidas por la extracción petrolera.
Si se apegan a las normas los barcos pueden pescar a una milla de las plataformas. En Texas, USA, por ejemplo los barcos camaroneros pueden realizar arrastres de camarón junto a las plataformas. En la Sonda de Campeche los 40 mil kilómetros cuadrados que comprenden las áreas de pesca, Pemex tiene ocupados unos 38 mil kilómetros cuadrados. ¡como lo está leyendo!
Los empresarios camaroneros con justa razón están indignados y no pueden hacer nada contra Pemex que cuenta con todo el apoyo incluso violando la Ley del gobierno Federal.
Pemex no ha pagado los daños históricos que le ha ocasionado a Campeche como son:
· El Ixtoc (en este mismo medio escribí hace cuatro años las bases para exigir esta indemnización).
· La plataforma descontrolada en 2007 que ocasionó la muerte de 23 trabajadores a los que no se sabe si se indemnizó a sus familiares, pero nunca reparó monetariamente el daño a la ecología y a los pescadores de El Carmen, Champotón y Campeche.
· La plataforma Uech-32 que tiró miles de barriles durante varios días este año, con afectaciones que apenas se están valorando.
Y además, los perjuicios que en más de 25 años ha ocasionado a los pescadores ribereños y de altura. Las inversiones en gasto de combustibles para alejarse a pescar lejos de las plataformas son enormes, esas jamás serán cuantificadas pero existen.
Un empresario camaronero cita datos sobre el tema y dice que el camarón siete barbas, camaroncito o camarón en crecimiento es sobreexplotado en Champotón, precisamente por un industrial emparentado con el Secretario de Pesca. Y al igual que este producto se encuentra el pulpo.
Dice que las 400 toneladas de camarón chiquito que se permite pescar en “Lagartos”, 200 toneladas en Champotón suman 600 toneladas de camarón adulto, por nueve se estaría hablando de nueve mil toneladas de camarón y con eso, se tendría una clara recuperación de la pesca. Además hay veda, pero no la voluntad determinante de hacerla respetar. Estas son algunas de las causas que derivan del problema de la explotación petrolera, porque a río revuelto…
Pemex persistirá en su contumacia. La alcaldesa de El Carmen, Aracely Escalante Jasso, está que trina contra Pemex y es aceptable porque mientras que en el Ayuntamiento de El Carmen estuvieron ediles panistas todo fue sobre ruedas y había exceso de recursos y de corrupción. Hoy con el nuevo ayuntamiento priista todo ha cambiado para empeorar. Pero le recomendamos a “La chely” mantener su postura vertical, enérgica y de exigencia con el ¡ya basta! en el que se mantiene a fin de que Pemex cumpla.
Jaque al descubierto.
LOS CAMBIOS YA VIENEN
¿Replantear y profundizar? Eso se espera de Ortega Bernés, luego de su primer informe de gobierno y de la evaluación que seguramente a estas alturas ya tiene sobre su escritorio. En ella se señala el desempeño de su gabinete, y no se está hablando solamente de los titulares sino también de subsecretarios, y otros servidores públicos estatales de alto nivel.
Está clara cuál es la política social de este gobierno estatal. Obra pública importante multimillonaria no la hay, pero los estratos de un tejido social abandonado durante varios sexenios están siendo atendidos, y eso le está dando al robusto gobernante la aceptación del pueblo, de ese pueblo que lo llevó a estar en el cuarto piso de un edificio que pocos días de la semana es ocupado por su titular, porque los Once Campeches reciben las visitas frecuentes del Ejecutivo estatal. De ello se colige que se encuentre como segundo mejor gobernante de México.
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