RESPETO Y ORDEN
Los campechanos tenemos un gran problema, pues no conocemos el sentido de convivencia, que tiene dos palabras: respeto y orden. Creo que esto es fundamentalmente de lo que adolecemos en la entidad, por una razón de tipo atávico, no somos en general amantes de guardar el orden. Hoy por hoy la sociedad campechana está muy lejos de practicar el respeto, desde sus más sencillas formas hasta las más complicadas.
Quién no recuerda a aquel coronel que llegó en la década de los 60s como gobernador del Estado, José Ortiz Ávila, que en su tiempo hemos dicho que era duro y autoritario, hoy la ciudad y el Estado lo añoran porque el impuso el orden y el respeto. Vaya, hasta un rico empresario que ejerce poder de beto en muchas decisiones supo de esa mano dura. ¿Cuál es la diferencia con los tiempos de hoy?, bueno pues en aquellos tiempos nadie podía contradecir al señor gobernador y hoy dos o tres pelafustanes pueden decir una tanda de cosas, las más de las veces inventadas. Entonces, el gobierno asumía su papel de supraordinación frente a la sociedad, que le confiere la Constitución Política de Campeche y la General de la Republica. Hoy, la situación se manosea demasiado antes de exigir orden y respeto.
Es cierto que no es conveniente un sistema como el del pasado gobierno de Jorge Carlos Hurtado Valdez, quien en muchos casos cedía para negociar, la cesión no es la negociación si se cede: todo, en todo y por todo. Estoy de acuerdo de que Ortiz Ávila, se vio obligado por su condición de militar y por el sistema político que prevalecía de un partido casi único que era el PRI, pero aún así es muy discutible, el que un gobernante tenga que aflojar un poco y conceder todo el tiempo, para poder llevar adelante, ya no su gobierno legítimo, sino simplemente una administración que ciertamente no está con recursos suficientes que incluso se piensa que puede mencionarse como el cuento de “la cucarachita”.
Se alegó semanas atrás que las marchas en los edificios públicos principales de la ciudad no tenían razón de ser, puesto que las demandas más que políticas son de presiones de un grupo mediático que no quiere soltar las prebendas y busca asustar con el petate de Luis Antonio Che Cu, a las autoridades legítimamente constituidas.
Durante el pasado sexenio se admitieron y toleraron cuanta manifestación se les dio la gana. Se toleraron incluso los excesos de un grupo de invasores de un predio rural como San Antonio Ebulá, donde el propietario tuvo que ceder al chantaje y entregar extensos lotes “para los pobres campesinos”. Esto sin lugar a dudas violó la ley y dejó en la orfandad a los poseedores de predios, quienes ante ese ejemplo se vieron las caras como gallina que ve lombriz, y cruzaron los dedos para que el mal no siga progresando por ese camino.
A quienes son responsables de aplicar la ley no les ha quedado claro lo que dice el Artículo noveno constitucional, ni de cómo interpretarlo: …”No se considerará legal y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una propuesta, por algún acto a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver el sentido que se desea…”
Como se ve se habla de una asamblea o reunión, no se habla de una violenta manifestación provocativa, en las calles o frente a edificios públicos que tienen que optar por cerrarlos ante la agresividad de los “manifestantes”. Y eso, no puede ni debe ser tolerable.
El citado artículo habla de que no se profieran injurias, ni se hiciere uso de la violencia, además de que siempre debe haber petición o propuesta. Es la hora de que la autoridad demuestre que lo es, es la hora que queremos todos los campechanos vivir dentro del orden y respeto, no de que una serie de ganapanes vengan a mostrarnos que vivimos contrariamente a un Estado de derecho.
Los hechos violentos son producto de una secuela de falta de mano dura para poner orden y respeto a cada manifestación, en lo que los autores del desorden han ido ganándole terreno a la autoridad, y la autoridad cediéndolo.
La propia Constitución establece que nunca será el derecho de los menos por encima del derecho de los demás. Las autoridades no deben tener excusa en no actuar. Hasta la fecha no se ha dado a conocer la averiguación previa que supuestamente se le realizó a Che Cu, en relación al ataque a un monumento. ¿Sigue durmiendo el sueño del temor a imponer orden y respeto?
Creo que la meta fundamental de Fernando Eutimio, y su gobierno será establecer el orden y el respeto, aunque para ello tenga que hablar fuerte y sin ambages como lo hizo el día que instaló el Copladecam. El tiene la oportunidad porque llegó con legitimidad, para imponer autoridad a la que los ciudadanos podemos aspirar para vivir con tranquilidad y calma. Para nadie es un secreto que por ejemplo de Ciudad Juárez a Campeche, no sólo distan miles de kilómetros sino un mundo de diferencia en materia de orden y respeto que afortunadamente estamos lejos de ese parámetro de violencia que en esa ciudad ha tomado carta de naturalización. Pero que se recuerde que todo principio es bueno hasta que deja de serlo.
Que se organicen las marchas, que se organicen las reuniones, que haya el diálogo entre la ciudadanía y sus autoridades, para establecer las reglas del juego de la democracia, pero que estas sean con orden y respeto y sin molestar a todos los habitantes con las peticiones de unos cuantos, no se viola la Constitución con imponer el orden y el respeto, que Campeche y sus once municipios merecen.
Jaque al Descubierto
“JILIPOLLAS”
Es en el año 2005, dos años después de la llegada al poder de Jorge Carlos Hurtado Valdez, cuando un español que se ostentaba como desarrollador turístico le fue presentado al gobernador. Este fulano, de nombre Julio Noval García, acompañado de su hijo Julio Noval Arias, le pintaron al mandatario todo un paraíso con el proyecto turístico que posteriormente se llamó Campeche Playa, Golf, Marina & Spa Resort que, tentativamente se podría realizar en los municipios de Champotón o El Carmen. Hurtado Valdez, al principio se mostró reticente y cauteloso porque su instinto le decía que esos gachupines no eran de confiar, pero su “pepe grillo” le insistió tanto que al fin cayó en la jugada y llamó a este desarrollo “el detonante para el lanzamiento internacional de la entidad, en materia turística”.
¿Quién trajo a esta pareja a la entidad? Se asegura que fue el Secretario de Turismo de esa administración (“pepe grillo”), quien los conoció en una de sus múltiples visitas a España, dentro de la promoción turística de Campeche. Además, estaba contemplado que sería el “cabo cañaveral” (plataforma de lanzamiento) del hermano cómodo y recontra rico.
El proyecto comenzó a tomar forma cuando se pusieron todos ellos a escudriñar sitios idóneos para tal propósito. Con todo el poder que les daba el estar en la cúpula del gobierno vieron la posibilidad en unos terrenos que no eran áreas ejidales en la zona costera del municipio de Champotón. Es cierto que no eran los mejores, ya que éstos se encuentran en las inmediaciones de Sabancuy, pero con ciertas adecuaciones se subsanaría el problema.
El dueño de tales terrenos fue un fulano de nombre Carlos Díez, hombre honrado y trabajador dedicado a inversiones en el agro, por lo que no fue difícil convencerlo y para no pagarle el monto de los terrenos le prometieron hacerlo uno de los socios. El terreno por lo tanto fue aportado a la sociedad.
Sin embargo, el señor Díez, nunca leyó seguramente un libro de Rudyard Kipling, sobre lo importante de nunca comprar sueños ajenos, ni habitar castillos en el aire.
Lo que siguió fue toda una aventura. Los Noval ya conseguido patrocinadores en la figura del Gobierno del Estado se dieron a la tarea de fusilarse un proyecto adecuado, que no les debe haber costado mucho ya que el Internet es la mejor manera de conocer hasta los desarrollos de Dubai en ese aspecto. Es así como se elabora la famosa maqueta que ha paseado medio mundo y que les sirvió junto con todas las revistas, trípticos, promocionales y marketing a los españoles para conseguir incautos en Europa, donde se dieron a la tarea de buscar efectivo, vendiendo la idea del primer paraíso en la tierra.
Se dice que a la fecha tres edificios semi construídos de 90 departamentos cada uno y dos en las mismas condiciones en la parte de lo que sería la Marina de 30 departamentos cada uno, se encuentran en un 85 o 90 por ciento vendidos, dentro de un mercado que tiene el 70 por ciento de europeos, 30 por ciento de mexicanos, especialmente de Chihuahua, Jalisco, Nuevo León y el Distrito Federal. Si Pitágoras no miente de una oferta de 330 cuartos de los departamentos hay vendidos 270. Sin embargo nadie, absolutamente nadie ha mencionado los montos de los recursos públicos del erario estatal y federal que han sido aportados a esa sociedad privada.
Pero es el caso de que esta obra ya cumplió cuatro años desde el inicio de su construcción sin que hasta la fecha se hayan cumplido las metas, es decir, terminar su primera etapa y si consideramos que el inicio se dio en septiembre de 2005 en pocos meses habremos llegado a los cinco años sin concluirse.
Lo que estaba programado (que por cierto se ha cambiado no sólo dimensiones menores de los cuartos, sino calidad en los materiales), consistía en un hotel de grandes dimensiones, 500 viviendas, un campo de golf tipo Jack Nicklaus, una marina para 140 amarres con todos los servicios, un desovadero de tortugas totalmente ecológico y puentes peatonales para el tránsito de los habitantes del complejo turístico.
Dicen quienes saben de desarrollos turísticos que la obra se ha “chupado” más de mil millones de pesos que no se ven por ningún lado. Es de considerar que en septiembre de 2005 se signó un convenio marco entre el Gobierno del Estado de Campeche y el Grupo Mall Empresarial, en el que el primero se comprometió a apoyar con la construcción de una subestación eléctrica, perforar pozos para captación de aguas pluviales y construcción de una planta potabilizadora y otra de tratamiento de aguas negras. En pocas palabras (sic) los servicios urbanos básicos y necesarios para una empresa de ese tipo.
El gobierno Federal no se quedó atrás y también aportó las gestiones necesarias para que fueran trasladadas las líneas de alta tensión y construcción del libramiento carretero, obras que se dice costarían 665 millones de pesos, según un estudio ambiental presentado ante la Semarnat.
Este desarrollo ha violado sistemáticamente normas ambientales ante la indiferencia de la Semarnat, donde esa área protegida de manglares fue talada en parte para facilitar los trabajos del desarrollo turístico. Por si fuera poco el Gobierno del Estado violó la Ley de Inversión al autorizar recursos para el Grupo Mall.
Layda Sansores San Román, que mete su cuchara en cuanto “tzanchac” se cocina en esta entidad, dijo hace unos días que el desarrollo turístico “comenzó bajo sospecha y sigue bajo sospecha”. De los presuntos socios se especula que pueden estar involucrados el mismo ex presidente Vicente Fox Quesada, a quien por cierto han visto llegar en varias ocasiones de incógnito a la construcción. También se afirma que la familia Mouriño tiene acciones en el citado Grupo Mall, otro de los presuntos involucrados es el ex secretario de Turismo Jorge Luis González Curi, los Noval, han mantenido cerrada la boca en cuanto a los nombres de los socios sean campechanos o no.
Lo cierto es que los autores intelectuales campechanos urdieron una trama y se sacaron un as bajo la manga. Resulta que el agua potable es primordial –por si algún día se concluye esta obra- para su funcionamiento. Entonces apoyándose en la necesidad urgente de Ciudad del Carmen para un nuevo acueducto, se “gestionó” con el gobierno estatal, federal y municipal la construcción del mismo con monto millonario que tuvo que ser por etapas (¿en qué te has metido “mala suerte”?). La obra se licitó y la ganaron empresas campechanas, pero es el caso de que no contaban con la maquinaria y los elementos necesarios. La jugada de tres bandas vino al llamar a ICA, de Alfonso Quintana, quien aportó maquinaria y entró al quite en la construcción de Campeche, Playa, etc. mediante una inyección de dinero que supuestamente iría al acueducto. Del préstamo de 400 millones de pesos que solicitó el gobierno de Campeche se presume que se usaron millonarios recursos para el acueducto y éstos los recibió ICA para responsabilizarse de que el desarrollo turístico dejara de estar paralizado. Pero ICA no es una hermanita de la caridad y tiene “embargado” el desarrollo turístico, por si algo pasara más adelante. Algunos recursos jamás se encontrarán porque la legislatura pasada con su bancada priista al frente de Carlos Felipe Ortega Rubio, aprobó la cuenta pública de tres años, por lo que fincar responsabilidades es una utopía.
Esto deja una enseñanza: es el primer préstamo luego de casi once años del gobierno de Campeche, luego de la jactancia de no deuda pública.
Cotaipec se ha hecho la occisa cuando se solicitó reiteradamente la información solicitada sobre estos recursos. Hay un silencio mortal que huele a corrupción y que deja a los campechanos pasmados de la clarísima omisión de hechos ilícitos constituidos en esta obra.
El asunto de la obra ha estallado por donde menos se esperaba. El diario español (12 de febrero de 2010) Cinco Días dio a conocer que 168 compradores de departamentos de Campeche, Playa, etc. la mayoría británicos, demandaron ante autoridades mexicanas la devolución del dinero entregado, unos 16.6 millones de dólares, y que 97 de ellos ya habían presentado formalmente su queja.
Los demandantes señalaron que la primera entrega estaba prevista para 2007-2008 y que este mismo año (2010) debería estar todo construido, pero han reclamado en vista de que sólo hay tres inmuebles semi construídos.
Los Noval, ni tardos ni perezosos desmintieron las dificultades y afirmaron que de los 81 compradores convocados en agosto de 2009 para escriturar un primer edificio, sólo 18 se han negado a hacerlo, aduciendo retrasos y exigiendo compensaciones. El abogado del despacho Legalex Group, José Medeo, dijo que el problema es que se exige el pago del piso, pero también las cuotas correspondientes a un complejo que no existe y del que hay serias dudas de que se vaya a terminar, porque el financiamiento, su importe, sus plazos y con quién, son una incógnita que el Grupo Mall no aclara.
Pero el problema de Mall no sólo es en Campeche, sino también en España, en Tineo, donde se reclama a su filial Urbasturias, de que inicie las obras en Las Campas, un proyecto donde pretenden levantar viviendas, bajos comerciales y locales para servicios administrativos públicos que lleva dos años de retraso.
Por si no obstara, en Panamá, Centroamérica, hay una bronca similar a Campeche por la construcción a medias de dos torres de un desarrollo que no avanza y que los inversionistas exigen su dinero.
¿Hasta dónde llegarán los Noval, antes de que las policías de España, México y Panamá les echen mano? Ahora si que se les hizo agua el engrudo. Lo peor de todo es que son seres malagradecidos ya que ahora culpan de todos sus males al ex gobernador Jorge Carlos Hurtado Valdez, por no haberlos apoyado con más recursos. ¿Maaas?
Qué triste noticia para los campechanos que esperábamos que este desarrollo fuera en verdad un detonante de la economía en la entidad y que propiciara otras vertientes de negocios. Caramba, hay gentes que donde meten la mano echan sal. Cuidado Fernando Eutimio que no te engañen estos españoles que ni en su casa los quieren.
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