“Entre los hombres, como entre las naciones el respeto al
derecho ajeno es la paz”.
Benito Juárez García.
UNIDAD, VALOR Y RESPETO A MÉXICO
La marcha por la unidad
nacional convocada y realizada el pasado miércoles por todo el Recinto
Histórico de la ciudad de Campeche, ha sido la de mayor asistencia en toda la
historia de nuestra ciudad. Algunos recuerdan las marchas realizadas por el
director del Instituto Campechano en la década de los 60s, donde la prepotencia
de un milite de la XXXIII Zona Militar y que el entonces gobernador el coronel José Ortiz Avila,
logró que fuera removido ipso facto de su cargo de comandante, por amenazas vertidas contra el Lic. Ermilo Sandoval
Campos; así como la que se hizo cuando la federación pretendió
llevarse de Campeche a la Administración Fiscal Regional, dependiente de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (años después lo cumplió). Esta última
fue obra del gobernador Carlos Sansores Pérez. También logró su cometido.
Pero ninguna de estas dos últimas, individualmente, superó las tres mil personas.
La del pasado 1 de febrero se
calculó en unos 25 mil personas, ya que llenaron y rebosaron la plancha de la
Plaza de la República cuyo cupo es para 20 mil personas. En esta ocasión los
participantes rebosaron ese sitio y llenaron las calles 8 y avenida Circuito
Baluartes. Una demostración de la convocatoria que los llevó a ese acto que se
había dicho al principio que era para parar el “gasolinazo”, pero que luego se
aclaró “Por la unidad, el valor y el
respeto a la soberanía nacional”.
Y además supera y con mucho las realizadas en
otros estados del país, pese a que nuestra entidad es de las menos pobladas de
México. La convocatoria de las diversas corrientes económicas, políticas y
sociales cumplió ampliamente su cometido, dando un mentís a quienes nos han
tachado de conformistas y poco participativos. En esta ocasión los campechanos
alzaron la voz en defensa de la soberanía nacional y el respeto a la dignidad
de los mexicanos que desde el pasado 30 de enero ha sido objeto de menosprecio
por parte del presidente de los EE.UU. Donald Trump.
Las gráficas son elocuentes y
se pudo observar desde drones como brillaban en el sol invernal de las 5 de la
tarde la larga fila que comenzaba en la calle 12 de San Martín y llegaba hasta la 67, para
doblar e internarse en la calle 8, hacia la Plaza de la República, donde se dio
a conocer que los campechanos refrendan su amistad para con el pueblo de
Estados Unidos de Norteamérica, pero simultáneamente pide respeto para los
derechos humanos de nuestros connacionales en ese país. Además, que la relación
comercial sea equitativa para México.
Sin embargo, el Boston Globe uno de los grandes diarios regionales
en Estados Unidos, publicó un excepcional editorial que detallo en sus partes
medulares:
“El viernes pasado sobre el
conflicto entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump. Titulado “Mexico
enseña a Trump una importante lección sobre los limites del poder presidencial,
apunta: Los presidentes norteamericanos no siempre se salen con la suya. La
mayoría lo saben. Donald Trump, aparentemente necesitaba que se lo
enseñaran”.
“La dramática decisión de Peña Nieto
el jueves de cancelar la reunión programada con Trump, no era para el beneficio de
los norteamericanos. En México, donde Trump es ampliamente detestado, Peña Nieto
estaba muy presionado para que la cancelara. Trump continua demandando que México
pague por un muro en la frontera, como si tuviera la capacidad para mandar
sobre una nación democrática y soberana. Al decir que no, aun con el riesgo de
antagonizar con el famoso presidente de la piel delgada, México mostró su
soberanía. Aún si esa no hubiera sido su intención, Peña Nieto también le hizo un favor
a todo el mundo, incluidos muchos norteamericanos, al horadar la noción que Trump
puede salirse con la suya mediante la fuerza de sus bravuconadas”.
Lo que el Boston Globe no sabía era que esa
decisión no se alcanzó por medio de un proceso en el cual se fueron analizando
las opciones que se tenían para alcanzar el mejor objetivo posible, sino como
producto de la acción de un perro rabioso, como se podía describir la de Trump,
que mordió como quiso a sus interlocutores, los sacudió, los aplastó y luego,
cuando finalmente se cansó de patearlos, los tiró a la basura. Un iracundo
presidente enfrentando a un presidente educado en la escuela de los buenos
modales mexiquenses, de suaves palabras y finas formas, que nunca se pelea en
público y que no pierde la paciencia. Los mismos síntomas de su encuentro del
31 de agosto del año pasado, con la misma receta. En aquel entonces no
funcionó; ahora menos. La cancelación del viaje se dio cuando Trump ya
lo había desinvitado públicamente, colofón de su majadería. Peña Nieto
y sus enviados a Washington esperaban otro resultado del primer encuentro
institucional entre los dos gobiernos, pero una vez más se equivocaron en como
lidiar con Trump.
Peña Nieto admitió que las relaciones
bilaterales se encontraban en un punto “muy delicado”. Por ello la necesidad de
las marchas y estar consciente que Campeche le respondió a México y a su
presidente. La unidad nacional no era un cheque en blanco que estaban dando los
mexicanos. De ello dependerá el contenido de futuras negociaciones. Hay impasse en la relación bilateral. Debido
a que no hay claridad, es como enfrentar el futuro inmediato.
No es la unidad, que por eso
se marchó, lo que plantea el momento, lo que demanda es justamente conciencia
de todos los actores públicos y privados, incluidos los medios de comunicación,
El reto es enorme, pero hay que afrontarlo. Peña Nieto ha obrado con mucha
prudencia debido al difícil entorno que vive todo el mundo con un orate como Trump.
No hay de otra, situarse con inteligencia así sigan los ataques verbales y que
el “explicable” deseo de una buena relación que no se vuelva en contra de una
buena negociación.
Trump, no se apega a normas
convencionales diplomáticas y de decencia política. Ha abierto muchos frentes y
no pocos desearían que fuera México quien sirviera a la causa de ellos,
provocando un desgaste a Donald. Pero este sentir es tan sospechoso como
las filtraciones de la llamada. Los duros del nuevo gabinete de Trump querrán que México sea la cobaya para darle
imagen a su presidente y genere una avalancha para los más radicales del
partido republicano.
Por eso la marcha, por eso la
protesta, por eso la inquietud del gobierno en todos los niveles, sociedad,
organizada, ciudadanía, redes sociales y medios de comunicación convencidos de
que este momento no es para jugar al gato y al ratón; debemos de tener una
visión clara de mediano y largo plazo con la ayuda de verdaderos diplomáticos
de carrera. Prudencia, visión de conjunto y la unidad, respeto que fue el lema
de la marcha del pasado miércoles es la premisa de este incierto juicio que la
historia nos somete como actores.
La dinámica de una sucesión el
año próximo se convierte en inédita. Pero debe de prevalecer el patriotismo por
sobre cualquier otra cosa, para encarar este desafío. Son tiempos de conductas
diferentes. Mirar al pasado en nuestra relación con los Estados Unidos de
Norteamérica.
Y señalando
las palabras del gobernador de Campeche Alejandro Moreno Cárdenas, al término de la
marcha: “Esta ha sido una manifestación pacífica, comprometida, para dejar
claro nuestro sentimiento, nuestro rechazo total a la construcción de ese
absurdo muro que, lo quiero dejar con mucha claridad. Nosotros no vamos a pagar
ni un ladrillo de ese absurdo muro”. “Debemos tener claro que la relación más
importante que tiene el gobierno de México es con Estados Unidos, hablando
comercialmente que vamos a ir comprometidos a trabajar con nuestra gente y
trabajar juntos”.
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