lunes, 27 de febrero de 2017
“La ausencia de
pruebas, no es prueba de ausencia”.
William Shakerpeare.
UN PUENTE SIN UNIDAD
Hace 45 años cuando se descubrió
en el mar territorial de Campeche una hermosa gallina de los huevos de oro
(negro), todo era felicidad y a su descubridor el aguadeño Rudecindo Cantarell,
el gobierno federal a través de Pemex, le otorgó una medalla y un apoyo de dos
salarios mínimos, para que “viviera feliz el resto de su vida”. Paradojas de la
vida. Recursos multimillonarios fueron otorgados a los gobernadores Eugenio Echeverría
Castellot, Abelardo Carrillo Zavala, Jorge Salomón Azar García, José
Antonio González Curi, Jorge Carlos Hurtado
Valdez y Fernando Eutimio Ortega Bernés, quienes
nunca emplearon al cien por ciento esos recursos para paliar el hambre de los
campechanos.
Fué en los primeros tres años del
sexenio de Echeverría
Castellot, cuando investido de la amistad entre ese gobernador y el
presidente de la República José López Portillo, cuando se construyó el primer
puente que unió a la Isla del Carmen con el macizo continental. Un proyecto que
no tenía ni pies ni cabeza, pero nadie objetaba porque las llamadas desde la
radioconsola a Los Pinos eran frecuentes.
Así nació el Puente de la Unidad
I, que jubiló a los transbordadores y uno de ellos ocasionó la más grande
tragedia en el mar de la Laguna de Términos. Sin embargo para realizar esa obra
se violaron normas elementales de seguridad y la calidad de los materiales
empleados dejó mucho que desear. Dn. Eugenio, estaba decidido de llevar al cabo su
proyecto y con o sin el apoyo de Pemex –como al fin ocurrió--, culminó su
cometido construyendo un puente que de inicio tenía limitado su periodo de vida
útil.
A casi 35 años de ese suceso la
historia reclama todavía justicia. Echeverría Castellot, estaba eufórico y hasta le
levantó una estatua al Jolopo en la ciudad de Campeche, que Chablé un
político cantinero la tiró junto con un grupo de su parroquianos años después.
Pemex estaba tan preocupado por el
derramamiento del pozo Ixtoc, que dejó a un lado su vigilancia en la
construcción del puente. La obra marchaba muy lentamente por la falta de
maquinaria especializada para este tipo de construcción, sobre todo por las
fuertes corrientes marinas que son paso obligado de la Laguna de Términos.
Es entonces cuando la
desesperación del gobernador de Campeche, ante el tiempo que se iba sin avances
significativos, operó su influencia para
despojar a Caminos y Puentes Federales de Ingreso y Servicios Conexos
(CAPUFE), y les quitó el transbordador para usarlo en la construcción del
puente.
Las compañías encargadas de
construir el puente no lo concluyeron ante las violaciones a las normas de
calidad de los materiales empleados y a la negativa de Pemex de seguir
aportando los recursos. Ante ello el gobernador tomó cartas en el asunto y
terminó por designar a los nuevos constructores. Desafortunadamente sus hijos
fueron los responsables de vender todos los materiales de construcción,
alquiler de volquetes. Toda la grava y demás materiales la surtieron a través
de sus compadres Santiago Pinzón y Alfonso “El zurdo” González, quienes se
rumoró eran sus prestanombres. Las compañías constructoras del puente eran de
paja. La manera de sustraer recursos fue a través de la venta de materiales y alquiier
de maquinaria y equipo utilizados en esa monumental obra que pese a todo
milagrosamente ha durado más de 30 años (el período de vida útil debe rebasar
los 50 años con buen mantenimiento), pero
el Puente de la Unidad I, a escasos cinco años ya presentaba graves
problemas de agrietamiento de pilotes y trabes, problema que se ha acrecentado
año con año, pese al mantenimiento que desde entonces es erogado en cuantiosas
partidas y hasta préstamos bancarios.
La fabricación de los pilotes fue
un fiasco, pues personal técnico de la extinta SAHOP (hoy SCT), detectó que muchos de ellos estaban
fracturados antes de sembrarlos y otros,
no soportaron el hundimiento en el subsuelo marino que se ejecutaba con
martinetes de gran potencia para este tipo de obra. La calidad había quedado a
un lado ante la premura de inaugurar la obra cumbre de ese sexenio estatal antes
de que López
Portillo dejara el poder.
Los estudios de laboratorio de la
SAHOP, a través de la Dirección General de Puentes, arrojó que los materiales y
sus proporciones no cumplían con las normas mínimas de calidad. Se indicó
entonces al director del Centro SAHOP en el Estado, Ing. Mario Barahona Berrón (campechano
de extracción caminera) que venía desde la División de Conservación de
Carreteras Federales No. 17 con sede en Campeche, la rigurosa observación de
los trabajos, señalándose que este puente no debía seguir siendo construido por
los resultados que a priori tendrían, lo que causaría (como así sucedió), que
en principio su período de vida útil quedaría cuando mucho en la mitad de lo
proyectado, es decir en 25 años, por lo que el riesgo de un colapso súbito del
concreto estaría latente.
El principio ético de Barahona Berrón,
que casi acababa de recibir el Centro SAHOP, y que había retornado a su tierra
llamado expresamente por Echeverría Castellot, emitió un oficio de varias
cuartillas anexándole los resultados de los estudios practicados a los pilotes,
trabes, cabezales y demás materiales, documento que él personalmente llevó y
entregó al gobernador del estado, cuyos familiares eran los proveedores de todo
lo usado en el puente. Echeverría leyó el documento y pegó un manotazo en
el escritorio, denostando el trabajo profesional de los técnicos de la SAHOP y
Pemex, señalando que a Barahona Berrón le quedaban dos cosas: aceptar
como buenos y necesarios por las circunstancias de los tiempos de construcción
del puente o, renunciar a su cargo. Esto último hizo el delegado federal. Salió
por la puerta de honor y hoy a más de un cuarto de siglo y con la cauda de
problemas que ha enfrentado este puente se confirma que el vaticinio se
cumplió.
Los trabajos con todas sus
deficiencias continuaron y el Jolopo llegó a Campeche, con la pedantería que lo
caracterizaba, poco antes de entregar el poder e inauguró el Puente de la
Unidad I, que hoy ha cumplido más de lo esperado su mala construcción y será
sustituido por el Puente de la Unidad III, porque el II la corrupción de
Tradeco y Pemex impidieron su construcción, no así los recursos millonarios que
se repartieron autoridades y constructora.
Dos mil 222 metros de longitud que
van de Puerto Real a Isla Aguada serán de nuevo objeto de intensos trabajos. Es
esta una historia sin fin, puesto que ni el gobierno federal ni Pemex aportarán
para levantar la monumental estructura con más de dos mil millones de pesos de
costo, ademán e inseguridad ciudadana.
puesto que Pemex trajo a Ciudad del Carmen
progreso, empleos y grandes industrias relacionadas con es de 250 millones más por concepto de la demolición del viejo puente
porque no puede quedarse y caer en pedazos al subsuelo marino, por daño
ecológico. Una historia sin fin, puesto que Pemex trajo a Ciudad del Carmen
progreso, empleos y grandes industrias relacionadas con el petróleo, ese que
descubrió Rudecindo
Cantarell. Pero también, trajo daño ecológico, casi destrucción de
la pesca del camarón, narcotráfico, prostitución e inseguridad ciudadana.
La
próxima semana los líos de Tradeco en un
gobierno panista y la enorme corrupción en esos seis años. Finalmente la
llegada al gobierno de Campeche de un gobernador que pasó el sombrero al
gobierno federal y al no obtener el apoyo total tomó al toro por los cuernos y contrató
un préstamo por dos mil millones de pesos para que ahora si, sea construido el
Puente de la Unidad III.
martes, 7 de febrero de 2017
“Entre los hombres, como entre las naciones el respeto al
derecho ajeno es la paz”.
Benito Juárez García.
UNIDAD, VALOR Y RESPETO A MÉXICO
La marcha por la unidad
nacional convocada y realizada el pasado miércoles por todo el Recinto
Histórico de la ciudad de Campeche, ha sido la de mayor asistencia en toda la
historia de nuestra ciudad. Algunos recuerdan las marchas realizadas por el
director del Instituto Campechano en la década de los 60s, donde la prepotencia
de un milite de la XXXIII Zona Militar y que el entonces gobernador el coronel José Ortiz Avila,
logró que fuera removido ipso facto de su cargo de comandante, por amenazas vertidas contra el Lic. Ermilo Sandoval
Campos; así como la que se hizo cuando la federación pretendió
llevarse de Campeche a la Administración Fiscal Regional, dependiente de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (años después lo cumplió). Esta última
fue obra del gobernador Carlos Sansores Pérez. También logró su cometido.
Pero ninguna de estas dos últimas, individualmente, superó las tres mil personas.
La del pasado 1 de febrero se
calculó en unos 25 mil personas, ya que llenaron y rebosaron la plancha de la
Plaza de la República cuyo cupo es para 20 mil personas. En esta ocasión los
participantes rebosaron ese sitio y llenaron las calles 8 y avenida Circuito
Baluartes. Una demostración de la convocatoria que los llevó a ese acto que se
había dicho al principio que era para parar el “gasolinazo”, pero que luego se
aclaró “Por la unidad, el valor y el
respeto a la soberanía nacional”.
Y además supera y con mucho las realizadas en
otros estados del país, pese a que nuestra entidad es de las menos pobladas de
México. La convocatoria de las diversas corrientes económicas, políticas y
sociales cumplió ampliamente su cometido, dando un mentís a quienes nos han
tachado de conformistas y poco participativos. En esta ocasión los campechanos
alzaron la voz en defensa de la soberanía nacional y el respeto a la dignidad
de los mexicanos que desde el pasado 30 de enero ha sido objeto de menosprecio
por parte del presidente de los EE.UU. Donald Trump.
Las gráficas son elocuentes y
se pudo observar desde drones como brillaban en el sol invernal de las 5 de la
tarde la larga fila que comenzaba en la calle 12 de San Martín y llegaba hasta la 67, para
doblar e internarse en la calle 8, hacia la Plaza de la República, donde se dio
a conocer que los campechanos refrendan su amistad para con el pueblo de
Estados Unidos de Norteamérica, pero simultáneamente pide respeto para los
derechos humanos de nuestros connacionales en ese país. Además, que la relación
comercial sea equitativa para México.
Sin embargo, el Boston Globe uno de los grandes diarios regionales
en Estados Unidos, publicó un excepcional editorial que detallo en sus partes
medulares:
“El viernes pasado sobre el
conflicto entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump. Titulado “Mexico
enseña a Trump una importante lección sobre los limites del poder presidencial,
apunta: Los presidentes norteamericanos no siempre se salen con la suya. La
mayoría lo saben. Donald Trump, aparentemente necesitaba que se lo
enseñaran”.
“La dramática decisión de Peña Nieto
el jueves de cancelar la reunión programada con Trump, no era para el beneficio de
los norteamericanos. En México, donde Trump es ampliamente detestado, Peña Nieto
estaba muy presionado para que la cancelara. Trump continua demandando que México
pague por un muro en la frontera, como si tuviera la capacidad para mandar
sobre una nación democrática y soberana. Al decir que no, aun con el riesgo de
antagonizar con el famoso presidente de la piel delgada, México mostró su
soberanía. Aún si esa no hubiera sido su intención, Peña Nieto también le hizo un favor
a todo el mundo, incluidos muchos norteamericanos, al horadar la noción que Trump
puede salirse con la suya mediante la fuerza de sus bravuconadas”.
Lo que el Boston Globe no sabía era que esa
decisión no se alcanzó por medio de un proceso en el cual se fueron analizando
las opciones que se tenían para alcanzar el mejor objetivo posible, sino como
producto de la acción de un perro rabioso, como se podía describir la de Trump,
que mordió como quiso a sus interlocutores, los sacudió, los aplastó y luego,
cuando finalmente se cansó de patearlos, los tiró a la basura. Un iracundo
presidente enfrentando a un presidente educado en la escuela de los buenos
modales mexiquenses, de suaves palabras y finas formas, que nunca se pelea en
público y que no pierde la paciencia. Los mismos síntomas de su encuentro del
31 de agosto del año pasado, con la misma receta. En aquel entonces no
funcionó; ahora menos. La cancelación del viaje se dio cuando Trump ya
lo había desinvitado públicamente, colofón de su majadería. Peña Nieto
y sus enviados a Washington esperaban otro resultado del primer encuentro
institucional entre los dos gobiernos, pero una vez más se equivocaron en como
lidiar con Trump.
Peña Nieto admitió que las relaciones
bilaterales se encontraban en un punto “muy delicado”. Por ello la necesidad de
las marchas y estar consciente que Campeche le respondió a México y a su
presidente. La unidad nacional no era un cheque en blanco que estaban dando los
mexicanos. De ello dependerá el contenido de futuras negociaciones. Hay impasse en la relación bilateral. Debido
a que no hay claridad, es como enfrentar el futuro inmediato.
No es la unidad, que por eso
se marchó, lo que plantea el momento, lo que demanda es justamente conciencia
de todos los actores públicos y privados, incluidos los medios de comunicación,
El reto es enorme, pero hay que afrontarlo. Peña Nieto ha obrado con mucha
prudencia debido al difícil entorno que vive todo el mundo con un orate como Trump.
No hay de otra, situarse con inteligencia así sigan los ataques verbales y que
el “explicable” deseo de una buena relación que no se vuelva en contra de una
buena negociación.
Trump, no se apega a normas
convencionales diplomáticas y de decencia política. Ha abierto muchos frentes y
no pocos desearían que fuera México quien sirviera a la causa de ellos,
provocando un desgaste a Donald. Pero este sentir es tan sospechoso como
las filtraciones de la llamada. Los duros del nuevo gabinete de Trump querrán que México sea la cobaya para darle
imagen a su presidente y genere una avalancha para los más radicales del
partido republicano.
Por eso la marcha, por eso la
protesta, por eso la inquietud del gobierno en todos los niveles, sociedad,
organizada, ciudadanía, redes sociales y medios de comunicación convencidos de
que este momento no es para jugar al gato y al ratón; debemos de tener una
visión clara de mediano y largo plazo con la ayuda de verdaderos diplomáticos
de carrera. Prudencia, visión de conjunto y la unidad, respeto que fue el lema
de la marcha del pasado miércoles es la premisa de este incierto juicio que la
historia nos somete como actores.
La dinámica de una sucesión el
año próximo se convierte en inédita. Pero debe de prevalecer el patriotismo por
sobre cualquier otra cosa, para encarar este desafío. Son tiempos de conductas
diferentes. Mirar al pasado en nuestra relación con los Estados Unidos de
Norteamérica.
Y señalando
las palabras del gobernador de Campeche Alejandro Moreno Cárdenas, al término de la
marcha: “Esta ha sido una manifestación pacífica, comprometida, para dejar
claro nuestro sentimiento, nuestro rechazo total a la construcción de ese
absurdo muro que, lo quiero dejar con mucha claridad. Nosotros no vamos a pagar
ni un ladrillo de ese absurdo muro”. “Debemos tener claro que la relación más
importante que tiene el gobierno de México es con Estados Unidos, hablando
comercialmente que vamos a ir comprometidos a trabajar con nuestra gente y
trabajar juntos”.
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