viernes, 28 de octubre de 2016



“En toda democracia el pueblo tiene el gobierno que se merece”.

Alexis de Tocqueville.

RARA AVIS


Campeche siempre ha sido un estado noble, respetuoso para con el gobierno federal, con la República en general y siempre apegado a los principios que rigen el pacto federal. La filosofía de este comportamiento se origina desde el momento en que nace a la vida política independiente y adopta el federalismo como sistema de organización política y económica. Como estado soberano, en un acto de voluntad y en el ejercicio de su soberanía cede en 1962 grandes extensiones de tierras en lo que actualmente es el municipio número once, Candelaria.

En ese entonces la federación bajo el poder presidencial de Adolfo el joven, emite un decreto en el que se otorga a 600 campesinos de los estados de Coahuila y Zacatecas, enormes extensiones de tierras en todas las márgenes del río Candelaria. Si bien es cierto que eran de zona federal, sin duda el gobierno estatal de ese entonces encabezado por el coronel José Ortiz Ávila, dio su anuencia para tal migración que en los anales de la República es un hito, toda vez que las áridas tierras del norte provocaban que los hijos de esas entidades salieran en un incierto futuro hacia los Estados Unidos de Norteamérica y cuyas consecuencias son hoy la amenaza latente de un orate candidato del partido Republicano Donald Trump, quien no solo amenaza con devolverlos a los que queden vivos y a sus descendientes a México, sino pasarnos la factura de un muro de ignominia como pretende levantar.

En 1962 fueron efectivamente 660 colonos jóvenes y de edad media, todos ellos campesinos que habían agotado la explotación de la candelilla, quienes viajaron en el extinto Ferrocarril del Sureste desde México, D.F. y desembarcaron un mes de marzo de ese año. Seiscientos se quedaron en Candelaria y 60 siguieron en tránsito para la Laguna de Silvituc. Sus familias arribaron en octubre de 1964 y fueron cerca de tres mil personas.

Esa migración es la base de los que hoy son más de  60 poblaciones que han crecido, producido y fallecido muchos de ellos en esa noble tierra campechana que los acogió sin condiciones de ninguna especie. Se decía que este programa fue un proyecto piloto del oaxaqueño Norberto Aguirre Palancares, jefe del entonces Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización y de su mano dura llamado Francisco López Serrano, director general de Colonización, quien por cierto vivió en ese paraíso por temporadas en un sitio que el mismo bautizó como “Aguas Verdes”.

El monto de los recursos erogados jamás se conocerá, puesto que el presidente Adolfo López Mateos destinó cuantiosos presupuestos que por su naturaleza misma no tuvieron la fiscalización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. La corrupción por supuesto existió (está en el ADN de los mexicanos), y de ello se lo llevaron a la tumba varios “funcionarios de segundo nivel” que incluso algunos se casaron con campechanas de esta capital.

Hoy los campechanos de esa tierra, porque tienen el derecho de llamarse así, se han convertido en seres útiles y productivos. “Estado de México”, “Monclova”, “Miguel Hidalgo y Costilla”, “Pedro Baranda” y “Venustiano Carranza” en el municipio de Candelaria y “Presidente López Mateos” en el municipio de Escárcega son a 54 años de ese suceso motivo de un análisis retrospectivo.

Y es que Campeche ha aportado al país,  su trabajo, su respeto a las leyes, su orden, incluso espacios para que no solo connacionales como los mencionados, sino hasta guatemaltecos como los asentados en Maya Tekún y Quetzal Edzná. ¿Cuántos estados han tenido esta nobleza como la de los campechanos? Los yucas, nuestros vecinos, nos tildarían con una palabra impublicable que comienza con P.

Por esta circunstancia, no es justo que habiendo dado tanto a la República como fue la sobreexplotación petrolera durante más de 25 años, tengamos que soportar los menosprecios de un gobierno federal que nos recorta un raquítico presupuesto y nos lastra todavía más nuestro desarrollo económico. Año con año por estas fechas el cabildeo de gobernantes y diputados federales se torna intenso y sin futuro. El presupuesto de 2017 pasará como siempre de noche para Campeche, mientras que la deuda externa de México es ya de tres millones de millones y trescientos ochenta y cinco mil cuatrocientos noventa y tres millones de pesos ($3, 385, 493, 000, 000.00).

Persiste la idea de promover ante el Congreso de la Unión, reformas y adiciones a la Ley de Coordinación Fiscal en los términos que se ha manejado insistentemente en los últimos años, en uso del derecho de iniciativa que consagran las fracciones II y III del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Y es que a estas alturas ya no valen ni filias ni fobias. Lo que debe perseguirse es la coadyuvancia de los legisladores no solo de nuestro estado, sino la adhesión y respaldo de las demás entidades federativas por ser un asunto de interés común.

No fue, no es y no será el presidente Enrique Peña Nieto, quien nos otorgue la justicia largamente esperada, efectivamente esta “no llegará como las lluvias”. Aquellas promesas de campaña y de sus visitas posteriores ya como Presidente se quedó en un sueño incumplido para los campechanos.

Pero no solo fueron Peña Nieto, sino Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox Quezada, Ernesto Zedillo Ponce de León, Carlos Salinas de Gortari. Miguel de la Madrid Hurtado, José López Portillo, Luis Echeverría Álvarez y un largo etcétera.

Quedaron en el papel  entre otras aquella de incrementar del 29 al 45 por ciento el monto de las participaciones federales a los estados y municipios, obligar a todas las dependencias federales y paraestatales a que pagaran un impuesto predial a los ayuntamientos y como punto toral otorgar participaciones más justas a Campeche por la extracción de hidrocarburos.

A más de 15 años de esos sucesos no queda más palabra que decirle al gobierno federal: mentiroso, incumplido y falaz y al PRI y al PAN que nunca le interesó Campeche.

Hoy, luego de que el petróleo se extingue paulatinamente, que los precios están por los suelos, que Pemex ya no existe como paraestatal, paradójicamente tenemos un gobernador joven que no ha decaído en el ánimo ni en el interés, puesto que la lucha lo ha descubierto y fortalecido con capacidad de interlocución y exigencia frente al poder federal. El federalismo fiscal difícilmente se logre con una deuda tan grotesca como señalo líneas arriba, pero puede dársele vuelta a la hoja de la historia  de más de 54 años de la colonización de Candelaria.

Estamos también en la larga lucha de gestiones y de no decaer en la voluntad, si nos siguen tratando igual. La unidad de los campechanos debe prevalecer sobre todo.

lunes, 17 de octubre de 2016



“La verdad es la primera víctima de una guerra.”
Esquilo


UN PERRO CON SARNA


Bien lo señala el periodista Jorge Zepeda Patterson, que existen anticuerpos instalados en el ADN de los priístas que impiden proceder en contra de los suyos, porque debilita la estructura y favorece el crecimiento de la oposición, pero lo que sucedió en Campeche tiene que ver más con el miedo.

El primer aviso lo dio “el vocero” del tricolor Ernesto Castillo Rosado, dando a conocer lo que sucede en el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Campeche (ICATCAM). El fin de una etapa se inicia y tiene fecha de caducidad.

Un año de “luna de miel” terminó para “El perro López”, quién un día del sexenio pasado se agarró a putazos con el vice gobernador William Roberto Sarmiento Urbina, en presencia del jefe de ambos y entonces gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés, se dice que fue por asunto de pesos. De los gritos pasaron a las manos.

El Ejecutivo que para esas cosas era muy temeroso, gritaba como un poseso: ¡qué los separen, qué los separen! El escándalo trascendió y “El perro Lópezrecibió la ley del hielo por parte de todo el gabinete. Durante un tiempo estuvo apestado y con la sequía de recursos que lo motivaron a buscar nuevos horizontes. Pero el que no lo olvidó fue el sihochaqueño que por quítame estas pajas lo mandó a detener y lo tuvo incomunicado.

De esa forma alguien lo conectó y lo motivó a visitar en su casa al entonces precandidato. Ahí se confesó, prometió portarse bien y hacer campaña para llevar a su interlocutor al cuarto piso. Pero gallina que come pico, ni que le quemen los huevos. “El perro” tiene demasiado mal carácter y enemigos, quienes terminaron por romper la delgada línea de la cercanía con el preciso. Sobre todo que el mejor amigo del hombre siguió ladrando como siempre.

La filtración de sus desmanes llegaron a los oídos de quien tiene la sartén por el mango y Contraloría filtró copia de las auditorías que pintaban de un solo color al “perro”: corrupción.

El deterioro de las relaciones es el final de una fallida intención de aglutinar a los detractores del pasado régimen que arrasó con los recursos del erario de Campeche.

Pero esto a tan escasos 12 meses de un nuevo gobierno es un llamado de atención para muchas áreas que tienen en su filas a “puruxistas”, “pocistas” y “salistas”.

La experiencia dicta que se espera un golpe de timón que no puede ser equivocado. El despido y la exhibición de los amigos de “El perro” son la prueba de que ICATCAM volverá a iniciar otra etapa.

Lo que sea se tiene que definir rápidamente porque  el gobierno estatal apenas calienta motores y busca consenso en el ámbito nacional y este tipo de asuntos pueden ser blanco de detractores nacionales . Existe un liderazgo que puede darle prisa al máximo al marasmo en que se encuentra el ICATCAM. Con cinco años por delante este bache pronto será historia.

Apenas esta semana el Ejecutivo estatal firmó el decreto de la extinción del fuero. A nadie le quepa duda que su espíritu responde a lealtades pero también a resultados y el cariño de sus amigos es fuerte y determinante pero no si se viola la ley.

Sin embargo, el golpe de timón no tendría ningún efecto si no involucrara una definición de este problema. Cualquier decisión que tome le ayudará a oxigenar su gobierno y restaurar la fuerza a su poder en el Ejecutivo.

Sería doloroso como dijo un día José López Portillo, cuando recordó la renuncia simultánea de sus secretarios de Hacienda y de Programación y Presupuesto, pero a diferencia de ellos, en este caso solo a “El perro” le cortará la cabeza…y las manos largas.

AL MARGEN.- Si es cierto que una mariscada cuesta en el Perico Marinero cerca de un millón de pesos, ¿cuánto costará en La Pigua?