sábado, 17 de diciembre de 2016



“LA JUSTICIA ESTA SOBREVALUADA”


Esta semana se ajustó una década de aquella reunión en la hacienda Juriquilla de Querétaro, lo que fue considerado como la cuarta ocasión en que la República se reunió para afrontar lo que fue mal llamada Convención Nacional Hacendaria. En ese entonces los más optimistas no creyeron que los acuerdos sustanciales fueran a ser modificados ---como así ocurrió---, aunque todos se llevaron tarea a la casa. Fue una etapa de un proceso en que se suponía  habría un diagnóstico general de los problemas financieros y hacendarios de México.

Las tres anteriores “cumbres” se efectuaron en la primera mitad del siglo pasado, unos años después de concluida la Revolución Mexicana. En todos los tres casos las reuniones fueron convocadas por la Secretaría de Hacienda, es decir, el Poder Ejecutivo Federal.

Esa última reunión buscó afanosamente generar consensos para que en una reunión de medio año se dieran las conclusiones que serían base para que el Congreso de la Unión, elaborara iniciativas en la materia. Fue por lo tanto una oportunidad única para iniciar el diseño de un México más justo, aunque la gran mayoría no apostó que se lograra el éxito para un modelo económico más competitivo. Esa reunión aunque quiera sustraerse de ello, estuvo como siempre, mas permeada por intereses partidarios que buscar no ceder en sus pretensiones.

Hay una injusticia en la que Estados como Campeche han padecido a lo largo de muchas décadas. A los campechanos no se nos ha hecho justicia en función de que la entidad tiene un reducido número de habitantes (no llegamos todavía al millón), en comparación con monstruos como el Estado de México (20 mlls.). Por si fuera poco, nuestro mar territorial que produjo en su mejor momento más del 82 por ciento del petróleo de exportación y que fue la base de la economía hacendaria por más de 35 años; sin embargo Campeche recibió migajas en comparación con el Estado de México, que no producía ni produce un litro de hidrocarburo.

La aberrante política del 80-16-4 (esa misma distribución de cada peso en los gobiernos federal, estatal y municipal, respectivamente), originó el peligroso desgarramiento del tejido social que actualmente padecemos y que se ha querido paliar con inoperantes programas del combate a la pobreza. No hay ayuntamiento en todo el país que reciba una participación adecuada para enfrentar sus necesidades y si a eso se aúna la corrupción tendremos un panorama de nuestra actual situación.

La filosofía de la política fiscal de México, se origina desde el momento en que nacieron a la vida independiente y se adopta el federalismo como sistema de organización política y económica. Este sistema a su vez, se integra cuando los estados soberanos, en un acto de voluntad y en el ejercicio de su supuesta soberanía, ceden parte de su poder originario para formar un todo llamado federación. Tomando en consideración que para su coexistencia y desarrollo deben  establecerse relaciones en todas sus actividades, especialmente en las tributarias. Pero eso fue solo en el papel. En la práctica el centralismo y la falta de un federalismo ha sido causa y efecto de los males que los mexicanos padecemos en materia económica.

Nuestra Carta Magna consigna que la soberanía nacional se ejerce por los poderes de la Unión y por los estados en lo que compete a sus regímenes interiores. Al establecerse las competencias del poder central, ejercido por la Federación y el de los Estados, se procedió a aplicarla en todas las funciones de derecho público que realiza el Estado, de donde surgieron problemas particularmente en lo relativo a la soberanía tributaria.

El próximo año 2017 Campeche recibirá 364 millones 582 mil 695 pesos menos que en el 2016, reflejo de la recesión de la actividad económica, pero más que nada de la forma injusta en que la Federación hizo a un lado a nuestra entidad cuando esta producía la riqueza que sostenía al país. Millares de políticos y su corrupción se alimentaron de esas enormes cantidades de recursos.

Desde 2006 en Querétaro expertos en materia tributaria criticaron que los estados y municipios no vieron con buenos ojos la recaudación fiscal, por el costo político que encerraba, además de la falta de infraestructura administrativa y de transparencia en los mecanismos de rendición de cuentas, como principales elementos que limitaban el ejercicio de las facultades tributarias que tenían los estados y municipios.

Desafortunadamente en México, mas del 90 por ciento de la recaudación nacional proviene de impuestos federales, es decir IVA, Impuesto sobre la renta (ISR), Impuesto sobre activos, Impuesto sobre producción y servicios (IEPS) y el Impuesto sobre autos nuevos (ISAN). La pobreza de los municipios es una limitante para administrar una ley municipal, que suele ser muy caro y la potestad la asume el Estado.

En contraste, en el caso de municipios fuertes, como el de las ciudades de Guadalajara y Monterrey, tienen su propia ley municipal donde establecen su propio impuesto predial y sus derechos. Para nadie es un secreto que los estados y municipios optan por evitar los costos políticos de aumentar impuestos y cobrarlos, aunque la misma Secretaría de Hacienda “premia” a los municipios más recaudadores por su esfuerzo y crecimiento en sus participaciones.

Nada se logró de la reunión a la que me refiero al inicio de este comentario, porque nunca se lograron consensos y promesas que vieron pasar como “Pedro por su casa” , los  170 días posteriores a esa cita hacendaria. Ya no puede seguirse dependiendo de luchas internas en el seno del Congreso de la Unión, cada año, para lograr deformidades que a nadie han beneficiado. Un país como el nuestro con más de 120 millones de habitantes no debe de seguir siendo centralizado por Hacienda. Debe dotarse a cada entidad federativa con mayores recursos y evitar que la clase política en el poder ayer el PAN por 12 años y hoy el PRI, destinen multimillonarios recursos para sus altos funcionarios.

Campeche llevó a esa cumbre nacional ---que ni siquiera acusaron recibo---, la propuesta de incrementar al 24 por ciento el Fondo General de Participaciones, para integrarla a una recaudación federal participable de todos los derechos sobre la extracción de hidrocarburos y minería, incluyendo los aprovechamientos y productos que obtenga PEMEX y sus filiales; la obligación de la SHCP de informar mensualmente el comportamiento de las participaciones y los elementos que sirvieron de base para su determinación y, finalmente, el resarcimiento por parte de la SHCP a las entidades federativas por los ingresos que éstas dejaran de percibir por reformas, adiciones, derogaciones o abrogaciones a las leyes federales respectivas, en relación con las cuales se haya convenido en administración y como incentivo un porcentaje en su recaudación a las entidades federativas (como fueron la tenencia y el ISAN).

Nada se logró de ello y con seguridad nada se hará en lo futuro. Aunque los tiempos cambian. Sin berrinches, pero con energía debemos unirnos los campechanos para lograr esa justicia fiscal que nos ha lastrado desde que Pablo García Montilla erigió en 1857 a Campeche como estado de la República Mexicana.

Hace poco más de una semana fue aprobada la Ley de Ingresos 2017 y entre la propuesta de los diputados locales se encuentran: desarticular el círculo de la pobreza, destinar más recursos a la equidad de género, dotar de médicos especialistas a los hospitales, traer más maquiladoras, usar drones para vigilar las costas, detectar a depredadores y fomentar la vigilancia en Campeche y El Carmen. Son algunas de las recomendaciones del Congreso local al Ejecutivo estatal, tras glosar el Primer Informe de Gobierno de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas en septiembre pasado.

Ahora bien, esas y más son necesidades ingentes de nuestra entidad, pero “¿con qué ojos, divino tuerto?”.


SIMULTÁNEAS


A confesión de parte, relevo de pruebas”. La guerra contra el crimen organizado que declaró Felipe Calderón Hinojosa ya se perdió. El propio Secretario de la SEDENA así lo reconoció públicamente.

martes, 6 de diciembre de 2016



…LOS ESCRITURÓ EL DIABLO


Petróleos Mexicanos, es sin duda la encarnación de los cuatro jinetes del Apocalipsis para Campeche. Antes de la llegada de esta ex paraestatal a la entidad estábamos fregados. Hoy, estamos en el último lugar de los 32 Estados y con los recursos naturales totalmente colapsados. Pero lo más preocupante es que los campechanos están más divididos que nunca, y aunque la culpa también la tiene la gran idiosincrasia de los partidos políticos, la realidad se palpa mejor en el hombre de la calle, en la señora de la casa en su compra diaria en el mercado y en la multitud de colonias miserables que rodean las dos grandes ciudades  de San Francisco de Campeche y Ciudad del Carmen.

Es entonces cuando hay que hacer un análisis en retrospectiva de lo que nos ha pasado. ¿Qué Pemex contaminó la Sonda? ¿Que  desaparecieron millares de empleos que dejaba la industria pesquera y ahora la petrolera? ¿Qué los estudios de la ex paraestatal siguieron con burla para el gobierno del Estado y con el amparo de la Armada de México? ¿Qué en vez de camarón los pescadores de altura sacan peces muertos, descompuestos y miles de toneladas de chatarra de la industria petrolera? ¿Qué nos siguen dando atole con el dedo prometiendo estudios del subsuelo marino  para otorgar permisos para pescar en 15 mil hectáreas marinas? Todo eso es innegable.

Se ha reiterado que “sin unidad no hay progreso, sobre todo si persisten los saldos deficitarios de la unidad social”. Sin embargo, la coraza del gobierno federal es lo bastante dura para rechazar la necesidad de un pueblo trabajador y respetuoso que merece un trato justo. Es entonces cuando el hombre de la calle comenta y vislumbra la posibilidad de una nueva actitud. En esta tesitura, recordamos las palabras de ese viejo cacique que por los poros respiró y en sus últimos años debe haberse arrepentido de no haber luchado contra la marginación de Campeche, porque tiempo, oportunidad y cercanía con el poder presidencial los tuvo. Me refiero a Carlos “El negro” Sansores Pérez, quien en su última aparición pública antes de fallecer señaló:

Basta ya de levantar la mano para recibir mendrugos. La justicia no llegará como la lluvia, hay que salir a buscarla. En la Federación no conocen del sacrificio de los campechanos, de nuestra irritación ciudadana, del dolor que desgarra esta tierra al sentir el hambre y al ver la herencia perdida. Por ello, hay que luchar con firmeza, no solo por dignidad y orgullo”.

Es cuestión también de responsabilidad y destino, pues corremos el riesgo de poblar Campeche el día de mañana con niños de luto. Si el gobierno de Campeche se mantiene en la línea de exigir justicia, no estará solo. Por encima de siglas y colores lo acompañará un pueblo unido”.

Cuando un pueblo lucha con pasión por lo que cree y por lo que merece, solo fuerzas divinas podrían vencer a las humanas. En política nada se puede construir sobre el agravio y la discordia. Es lamentable que las luchas electorales se hayan convertido en verdaderos duelos, pues las heridas que dejan son difíciles de cicatrizar. Pero no debe regatearse a Campeche el espíritu de fraternidad y de unidad, y ésta puede darse pese a las diferencias ideológicas si se acepta la diversidad en el pensamiento y se respeta la pluralidad”.

No debe deshumanizarse la política ni gobernar al estilo del buen tecnócrata, con frialdad, mirando a los pobres desde el escritorio como cifras estadísticas. Gobernar requiere de buenos administradores, pero dirigidos por auténticos líderes. No debemos confundirnos. El país perdió la brújula. La soberanía se pierde cuando se cae en la dependencia alimentaria, cuando se entrega la llave de la alacena”.

Eso se está haciendo cuando a campesinos, pescadores y empresarios del mar solo se les facilita lo que alcanza para la sobrevivencia, sin planeación, ni organización, sin visión del futuro. Estos son tiempos en que los pescadores no se dedican a pescar, sino a protestar, porque no llegaron los centavos del programa de Empleo. Es una vergüenza para Campeche, una verdadera tragedia en el mar. En esta tierra no caben los bastardos. Son precisamente éstos, lo que están llevando a muchos enfrentamientos, eso es una causa toral de la falta de unidad”.

Reuniones van y reuniones vienen. Estudios y más estudios reconocen que falta compensar a Campeche que no genera gran facturación, pero si aportan riquezas al país. De nada sirven las migajas de dependencias federales en municipios, si además se da con una ensalada que lo mismo pinta de tres colores,  azul o amarillo condicionada”.

Y finalmente no hay que buscarle mucho con respecto a nuestra añeja demanda. Lo que es cien por ciento cierto: la extinta paraestatal Pemex acabó con la pesca, principal fuente de ingresos, en especial de El Carmen. De ahí hay que agarrarse y exigir ya no la participación sino la compensación de gravísimos daños a la Sonda de Campeche, que ya está siendo un cementerio.

Por otra parte hay que olvidarse de que Pemex explotó inmisericordemente en el mar frente a esta entidad el 82 por ciento de los hidrocarburos líquidos, de una producción de tres millones 839 mil barriles diarios –con un Cantarell repleto de hidrocarburo--, además del 36 por ciento de cuatro mil 568 pies cúbicos diarios de gas natural. De este volumen promedio de exportación de crudo, un millón 838 mil barriles diarios  se vendían en cantidades que durante un tiempo se llegó a cotizar a 110 dólares por barril. Esas enormes cantidades de dinero sirvieron para petrolizar la política y colgarse durante muchos años a depender del petróleo, mientras que Campeche nunca recibió un trato digno. El Estado de México, poblado por millones de mexicanos recibió gran cantidad de aportaciones que le permitieron crecer y atenuar los estallidos sociales.

Ciertamente, las palabras del “Negro” Sansores no tienen desperdicio: “Basta ya de levantar la mano para recibir mendrugos”. Desafortunadamente su hija Layda Elena Sansores San Román, le pasó de noche este último legado de su padre. Ella está metida en su propio laberinto. Campeche no existe en sus gestiones.


SIMULTÁNEAS


El siguiente fue un breve diálogo de un gobernador --que tiró piedras por toda la geografía estatal, pero que no construyó nada-- , tuvo con el champotonero señalado líneas arriba.

--En Campeche hemos habido buenos gobernadores (se golpea el pecho) y pésimos gobernantes. Pero también títeres”.

Se lo dijo en su cara y el hombre de Res non verba se limitó decir: --“Gracias licenciado”.

sábado, 5 de noviembre de 2016



“De la convicción a la terquedad, y de ésta a la torpeza hay solo un paso”.

EL ENEMIGO INVISIBLE


Mucho se ha hablado y especulado en cuanto a los autores intelectuales (que los hay) del desfalco al Instituto de Servicios Descentralizados de Salud Pública del Estado (INDESALUD), incluso hace unos meses nos atrevíamos a asegurar que los responsables, al menos los materiales, ya se encontraban purgando una condena y sujetos aún a varios procedimientos penales, lo cierto es que la realidad es otra y muchos desconocíamos --incluido el que esto escribe--, al responsable que motivó que la Administración Local de Recaudación del Servicio de Administración Tributaria en Campeche, hiciera caso omiso a los requerimientos que desde oficinas centrales se les hacía llegar año con año, informando el pago incompleto de los impuestos que se le descontaban a todos los trabajadores de dicha dependencia.

Como una costumbre no escrita también pero acordada entre los gobernadores con el Presidente de la República que se encuentre en turno, cabe recordar que durante la administración de Fernando Eutimio Ortega Bernés también se llevó a cabo paulatinamente la renovación de cada titular en las dependencias federales que se encuentran establecidas en Campeche, mucho se habló que se trataba de gente afín a ese círculo político y, en muchos casos, de colaboradores cercanos que abandonaron prematuramente la administración estatal para controlar todos los recursos federales que le correspondían a Campeche a través de esas dependencias.

Decía también en artículo pasado, que los recursos provenientes del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), que fueron los que se sustrajeron de su destino final, eran fiscalizados escrupulosamente por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), todo ello conforme al Acuerdo Marco del Sistema Nacional de Fiscalización (SNF), en donde oportunamente se le informaba y requería a la Auditoría Superior del Estado de Campeche (ASECAM) a cargo del auditor Jorge Martín Pacheco Pérez, las omisiones que año con año eran observadas a nivel central.

Sobra decir que en esta columna he narrado las innumerables omisiones del citado auditor, muchas de ellas con Edgar Román Hernández Hernández al frente como Presidente de la Junta de Gobierno y Administración del Congreso del Estado, por ello la premura del “Gobierno Justo y Solidario” en ratificarlo al frente de dicha dependencia.

Basta de sobra dar un repaso al reporte que obra en poder de Jaque Mate en donde textualmente se aprecia: “14-A-04000-02-1493-06-001. Se presume probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública… Con la revisión del rubro del destino de los recursos en servicios personales financiados con recursos del FASSA se determinaron inconsistencias…”, para entender la magnitud de lo aquí narrado y las evidentes irresponsabilidades del Auditor del Congreso del Estado.

Abogado por la Universidad Veracruzana, Maier Alberto Mis Linares, se desempeñó durante el sexenio de Ortega Bernés como Administrador Local de Recaudación del Servicio de Administración Tributaria, teniendo entre otras atribuciones la de Informar a la autoridad competente de los hechos de que tengan conocimiento que puedan constituir infracciones administrativas o delitos fiscales, vigilar la debida garantía del interés fiscal en los asuntos de su competencia y llevar a cabo en términos de la legislación fiscal, el procedimiento administrativo de ejecución para hacer efectivos los créditos fiscales a cargo de los contribuyentes, responsables solidarios y demás obligados, entre muchas otras, es decir, tenía a su cargo el manejo completo del panorama del delito que desde el año 2012 y hasta el 2015, se llevó a cabo impunemente en contra del INDESALUD.

Mis Linares precedió justamente a Jesús Duarte Bórquez, en la administración local, siendo este último quién finalmente reportó al INDESALUD, mediante oficio núm 400-19-00-00-00-2015-4873 de fecha 17 de Agosto del año 2015, las omisiones que finalmente derivaron en los  597 millones 616 mil 239 pesos y 66 centavos, de acuerdo a los reportes particulares que atinadamente llevó a cabo el despacho de  Luis Alfredo Argüelles Maa.

Pero Mis Linares, nunca estuvo desamparado, bastó con que acudiera con aquellos a quienes había estado protegiendo año con año, para pactar una salida amistosa del Servicio de Administración Tributaria y refugiarse, al menos en lo que terminaba la anterior administración y entraba la reciente, como asesor de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de Campeche, apadrinado por el anterior Secretario de la administración pasada, Tirso Agustín R. de la Gala Gómez.

Hoy, justamente después que los implicados materiales, al menos por parte de las autoridades estatales, se encuentran purgando una condena y sujetos al procedimiento de muchas otras investigaciones, Maier Alberto capulinamente despacha, ya con un nombramiento formal, como Director Jurídico de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, percibiendo por ello un sueldo neto mensual de $37,515.34 pesos, ganados gracias a su complicidad con el Gobierno a quien ayudó y con el apoyo ineludible de Tirso Agustín, quien dicho sea de paso, goza de una sana amistad con el defenestrado Luis Videgaray Caso, ex Secretario de Hacienda de Peña Nieto.

No debemos echar en saco roto lo que el gobernador del Estado ha repetido y venido cumpliendo caso por caso. Nadie podrá violar la ley cualquiera que sea el cargo que desempeñe. Ni tampoco gozar de un fuero que ya no existe en Campeche. Ante la ley, todos somos iguales, por lo tanto se espera que la Contraloría del Estado –cuidado con el conflicto de intereses--, abra una investigación y compruebe lo que en breves líneas les he narrado.

Simultáneas.- ¿Cuántos funcionarios de Gobierno tienen la posibilidad real, antes de entrar en el ejercicio de su cargo, de comprar una casa valuada en mas de tres millones de pesos y además de hacer el pago en efectivo? No dejaría de cobrar trascendencia de no ser porque al que nos referimos ya venía ejerciendo un cargo de primer nivel, lo curioso es que la casa no es para uso y disfrute suyo, ni de su familia, sino para su pareja sentimental y es la misma persona que también prestó su casa de playa para que su jefe y mentor pudiera pasar la semana santa pasada en Campeche, como siempre Jaque Mate cuenta con la documentación de ello.