miércoles, 3 de junio de 2015


“La Revolución Mexicana fue la Revolución perfecta, pues al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo hizo rico”.

                                         Adolfo López Mateos


LOS INOPERANTES DIPUTADOS

Dos mil 941 candidatos a la greña. Algunos de ellos sin la mínima posibilidad de darle a su partido el recurso de los votos para conservar su registro y uno de ellos por primera vez en la historia de Campeche con una candidatura independiente pese a las violaciones a la ley en que ha incurrido en esta entidad. Quedan escasos cuatro días antes de que el veredicto de las urnas cierre este año electoral.

Sin embargo, nadie de ellos ha reparado que existió en el Congreso del Estado una propuesta ciudadana que enmendaría la plana a todo aquel que busque una candidatura. De esa forma no habría la necesidad de que como ocurrió durante las campañas haya hasta payasos que se ofrezcan para practicarle a los hombres un examen de próstata y a las dos mujeres un Papanicolau.

Existe un sentir general y en el fondo todos sabemos y reconocemos que la vida política actual continúa siendo insatisfactoria para la gran mayoría de los gobernados. La falta de respeto a nuestras tradiciones, costumbres e idiosincrasia, producto de la excesiva influencia centralista que se padece en el país, aunado a los intereses particulares, partidistas o de grupos, más la mentira, la traición, el capricho, la soberbia, la impunidad, el enriquecimiento indebido, la influencia, el caciquismo, la enfermedad del poder, entre tantos otros males, mantienen latente el sentir de la inutilidad del sacrificio del pueblo, llamado Revolución. Más inútil aún ha resultado el mal llamado Cambio.

El mexicano se pregunta ¿de qué ha servido tantos años a la causa que ocasionó tantos sacrificios? ¿porqué tanta pobreza pese a los innumerables y multimillonarios programas federales, estatales y municipales? ¿porqué tanta injusticia? ¿porqué es tan mala para las mayorías nuestra democracia? ¿porqué tanto poder detrás del poder? ¿porqué tantas necesidades en un pueblo lleno de riquezas naturales? ¿porqué tantas imposiciones centralistas? ¿Porqué?

En poco tiempo los campesinos, antes poseedores luego propietarios y ahora miserablemente subempleados, ya no tendrán tierra. Nuevas formas de latifundios proliferan, modernos hacendados sedientos de venganza las poseen. Poderosos exigen cuotas de poder. De nuevo la intervención extranjera. De nuevo la explotación y la falta de respeto a las conquistas de los trabajadores mexicanos. De nuevo autoridades con simpatías hacia el exterior. De nuevo voces aisladas, en lugares aislados, clamando y exigiendo justicia como los recientes casos de Tlatlaya y Ayotzinapa, ¿somos o queremos ser sordos y ciegos? Cometemos el error de no conocer o quizá olvidar la historia y la creencia maya de que todo pasa y vuelve a pasar.

Paralelamente también existimos quienes vemos con positivo sentido crítico lo que ocurre a nuestro alrededor y proponemos fórmulas que consideramos viables para que no ocurran males mayores. De esto último, nace hace ya dos décadas una reforma que se llamó “Alfaro”, que algunos creyeron ver en ella moros con tranchete pero que al paso de los años hemos comprobado que es una auténtica necesidad y que los diputados locales deben de ver por el pueblo y no por sus partidos y el gobierno.

Nunca fue presentada ni siquiera como punto de acuerdo en sesión alguna de los seis congresos que quizá nunca la conocieron porque así convenía ---y conviene---, a sus intereses. Porque para que esta reforma sea posible se requiere cambiar, primero la mentalidad y luego las formas.

Dejar de creer en falsas promesas, que de antemano se sabe que no podrán cumplirse, por la responsabilidad de ejercer el propio gobierno. Cambiar si, pero cambiar: publicidad por capacidad; estrechez de criterio por amplitud de miras; ideología partidista por trabajo comunitario; interés personal por interés colectivo y por consiguiente paz social.

Partido político por sociedad; acuerdos partidistas nacionales por acuerdo social entre los campechanos; pensar en Campeche antes que en el partido al que se pertenece, para no darle oportunidad a la Federación centralista de decidir por nosotros; pobreza por bienestar; atraso por cultura; cantidad por calidad. Campeche por Campeche. En resumen, la forma y el fondo de hacer las cosas.

En lo que se refiere a la forma, se puede comenzar  a cambiar con la actualización de las leyes de la materia: la Constitución Política del estado y el Código Electoral pensando en el pueblo.

El fondo se podría lograr simplemente con volver a nuestros orígenes, al principio esencial de que es el pueblo el que gobierna y que los gobernantes solo deben servir para interpretar la voluntad y el sentir de las mayorías y convertir en la forma de gobierno que se quiere, todo ello bajo la estricta vigilancia del Congreso que debe estar integrado por personas de reconocida capacidad y conocimientos, en el número mínimo indispensable para representar a todos y cada uno de los municipios del Estado, mediante diputados electos por mayoría y con una representación de las minorías, recordando que en los gobiernos democráticos se gobierna para las mayorías. Todo lo que no sea así, siempre resultará en una forma mal disimulada de monarquía o de dictadura, según las aspiraciones del gobernante en turno.

Para lograr un cambio real, no simulado como el que estamos viviendo, se requiere primeramente tener conciencia de que las cosas no están bien, sin que para ello sirva la excusa de que  “están mejor que antes”; en segundo lugar, que exista de gobernantes y gobernados una disposición real de cambio; y en tercer lugar, cambiar la ambición de poder de gobernantes y aspirantes a serlo, por la disposición de servir y obedecer los mandatos de los gobernados.

Estamos en el momento preciso de ponerle un freno a las actitudes partidistas que tanto daño le están causando al país en general y a Campeche en lo particular. Los partidos políticos son importantes pero solo en su concepción original y no en los cotos de poder en que se han convertido en México.

Más importante que los partidos son los individuos y sus libertades, entre ellas las de pensar y razonar, que hoy en día los partidos limitan a quienes los representan y éstos últimos a su vez olvidan que a quienes en el fondo representan y deben lealtad a los individuos en general y a los ciudadanos que los eligieron en particular, antes que al partido que los postuló o que los hizo llegar mediante la pésima interpretación que actualmente se da al principio de representación proporcional.

Es cierto que las minorías deben estar representadas en los Congresos, Ayuntamientos y Juntas, pero también es cierto que son más los representantes proporcionales que no representan a las minorías, que los que lo hacen y que los primeros significan una carga social y económica que lastima al pueblo y que más que ayudar, representa un freno al desarrollo del Estado. Para qué tantos representantes si solo representan los intereses de los partidos y no los del pueblo.
Ya basta de gastar el dinero del pueblo en mantener a tantos partidos (actualmente tenemos 10 en las próximas elecciones del 7 de junio), inútiles o  tantos plurinominales en todos los niveles de gobierno. De que solo se busque el provecho personal o de grupo. De poderes paralelos. De caciques. De pan y circo. De promesas que nunca podrán cumplirse. De derrochar nuestros recursos o de permitir que con ello se beneficie a otros.

De gastar el presupuesto en alabanzas escritas, visuales o auditivas. De prestanombres. De pelearnos entre campechanos para que quienes no conocen o les interesa Campeche, decidan los asuntos de los campechanos. De sueños de grandeza. De buscar perpetuarse en el poder. De soberbia, mentiras y malas características con las que el pueblo relaciona a los gobernantes.


UNA REFORMA QUE NO ERA CONVENIENTE A POLITICOS

“La Reforma Alfaro” buscaba mediante el cambio primero a la Constitución y a la Ley, satisfacer ese reclamo popular del “ya basta” en forma pacífica y para ello propuso una reforma política fundada en tres principios básicos que fueron olvidados.

1.- Quién gobierna es el Pueblo. 2.- Quienes vigilan los actos de gobierno son los representantes del Pueblo y 3.- Quién recibe los beneficios directos del gobierno es el Pueblo.

El gobernante solo debe ser la persona en la que el Pueblo confía la administración de los bienes y los recursos del propio Pueblo, en beneficio del mismo.

Para ello se requería: a) Actualizar el marco legal; b) Eliminar los privilegios a partidos políticos y grupos de poder y c) Establecer sanciones efectivas a quienes violen el marco legal.

En esto se basaba la citada propuesta de reforma que los congresistas locales dejaron morir en el olvido. Por conveniencia se sigue usando remiendos a las leyes y con las actitudes actuales, se continúa con lo mismo y sigue bajo la responsabilidad de quienes tienen en sus manos el poder de decidir.

El pueblo está cansado y su voz que reclama justicia, paz, bienestar y tranquilidad desea ser escuchada.

La reforma que por conveniencia quedó en el olvido señalaba situaciones que se están viviendo entre los candidatos como por ejemplo que exámenes de próstata, que Papanicolau, que declaración de bienes, que exámenes de psiquiatras y un largo etcétera.

No se ha mencionado porque estamos en un stand by jurídico luego de largos años de un pleito limítrofe, por ello se debió reformar el artículo 2º. de la Constitución Política del Estado de Campeche para especificar las medidas, colindancias y demás formas de medición indispensables para fijar con precisión los límites del Estado de Campeche. ¿Algún candidato sabe los problemas que hemos tenido en los últimos 50 años con nuestros vecinos de Quintana Roo?

Al Artículo 21 se debe añadir la fracción “VII.- Por incurrir en violaciones graves a la Ley Electoral”.

El Artículo 24 debe modificarse en su fracción I para estipular con claridad que solo podrán postular como candidatos a sus afiliados, para ello se sugiere mantener los primeros seis renglones y el séptimo debería quedar de la siguiente manera “I.- …el acceso  de alguno de sus afiliados al ejercicio del poder público…”
También se debería modificar la fracción II y en busca de la equidad entre los partidos, en el inciso a) se debería cambiar la fórmula y en vez del  30-70 que contiene debería especificarse el 50-50 en busca de equidad.

En el inciso b) se debería dejar a criterio del Instituto Electoral del Estado el poder aumentar el presupuesto a los partidos de acuerdo al número de candidatos que registren, siempre en busca de equidad.

El Artículo 31 también debería modificarse por resultar verdaderamente exagerado el número de diputados que integran el Congreso Local en proporción a la media nacional que es de aproximadamente un diputado por cada 200 mil habitantes, mientras que en Campeche contamos con un diputado por cada 20 mil habitantes. Por lo anterior se sugiere reducir el número de diputados a quince de mayoría y seis de representación.

Los partidos que obtengan diputados de mayoría, tendrían derecho a tener diputados de representación, siempre y cuando logren un porcentaje no menor del dos por ciento y que participaron con candidatos en cuando menos ocho distritos electorales uninominales.

Las diputaciones plurinominales se asignarían a todos los partidos que reuniendo los requisitos no hayan alcanzado diputado electo por el principio de mayoría y las seis plurinominales se otorgarían primeramente, una a cada partido que obtenga el dos por ciento y que participe con candidatos en ocho distritos y las restantes se asignarían por excedentes del dos por ciento entre los partidos que alcanzaran un porcentaje mayor a ese dos por ciento, de no existir, se declararían vacantes las asignaciones.

Este Artículo proponía quedar de la siguiente manera “Artículo 31.- el Congreso estará integrado por quince diputados electos según el principio de mayoría relativa, mediante el sistema de distritos electorales uninominales, y por seis diputados que serían asignados según el principio de representación proporcional, mediante el sistema de listas propuestas en una circunscripción plurinominal.

La demarcación territorial de los 15 distritos electorales uninominales será la que resulte de asignar un diputado por cada municipio y los restantes lo que resulte de dividir la población total de los municipios de Campeche y El Carmen, entre los distritos restantes. A) Ocho de los distritos electorales uninominales: b) … c) Al partido político que cumpla con lo dispuesto con las dos bases anteriores y que sus candidatos no obtuvieran constancia alguna de mayoría relativa, le serían asignados por el principio de representación proporcional, de acuerdo con su votación estatal emitida, el número de diputados de su lista; d) derogado; e) derogado; f) (eliminando los incisos d y e)”.

El Artículo 33 debería modificarse para quedar de la siguiente manera: “I.- Ser mexicano por nacimiento, ciudadano campechano en ejercicio de sus derechos, domiciliado en el Estado y que no tenga otra nacionalidad (recuérdese aquel espinoso asunto de Juan Camilo Mouriño Terrazo); III.- … d) Estar registrado ante el INE como afiliado al partido político que lo postule. … o de otra nación. E) Contar con un grado de preparación no menor al mínimo que se considere de educación obligatoria”.

Al Artículo 24 debería añadírsele lo siguiente: Fracciones “VIII.- Los que tengan otra nacionalidad aparte de la mexicana; IX.- Los que tengan su residencia fuera del Estado, aunque mantengan su domicilio en la ciudad”.

Conveniente también resultaría establecer un nuevo artículo que podría ser el 24 bis, en el que se le imponga a los partidos políticos la obligación de dar preferencia a los nativos radicados en el Estado para que sean postulados como sus candidatos a cargos de elección popular, pues resulta verdaderamente lamentable que personas recién radicadas en el Estado sean postulados a cargos que nos corresponden a los campechanos que conocemos la idiosincrasia y la problemática del Estado y que merecen los cargos públicos.

Se debería añadir al párrafo segundo del Artículo 43 lo siguiente: “Sin perjuicio de que se puedan establecer cuadros comparativos o señalar avances que abarquen un mayor período de tiempo”.

Muy importante tiene que ser el modificar el Artículo 61 relativo a los requerimientos para ser gobernador del Estado. La Constitución actual contempla únicamente cuatro requisitos y tres limitantes en el Artículo 62.

Conforme a lo anterior se sugiere añadir a las fracciones con las que actualmente cuenta el Artículo 61, lo siguiente: “V.- Reunir los siguientes requisitos mínimos indispensables: a) Un certificado médico oficial de buena salud física y mental, avalado por estudios y pruebas de laboratorio que lo acrediten; b).- Un certificado médico oficial antidrogas; c) Un estudio de perfil psicológico; d).- Un certificado de buena conducta expedido por la autoridad municipal y c).- Un certificado oficial de no antecedentes penales.”.

En consecuencia de lo anterior al Artículo 62 se le debería añadir la fracción siguiente: “IV.- Los que no cumplan con los requisitos que señala esta Constitución y la ley que de ella emane”-

En el Artículo 68 es importante precisar que quien tenga el cargo de gobernador sustituto o provisional no podrá ser electo gobernador en lo sucesivo.

A los artículos 72, 79. 84, 85 y relativos relacionados por los servidores públicos en general, se le deberían exigir los requisitos establecidos en lo que se propone como fracción V del Artículo 61, en esta propuesta de reforma.

Bajo los mismos razonamientos vertidos anteriormente, resulta necesario reducir el número de integrantes de los ayuntamientos, tanto de elección popular como los plurinominales, para ello se sugiere pasar de lo que es hoy actualmente, por ejemplo en el Municipio de Campeche con un Presidente, siete regidores y dos Síndicos de mayoría, sumados a los cuatro Regidores y un Síndico de representación proporcional a lo que sería adecuado con un Presidente, tres Regidores, un Síndico de mayoría y un Regidor y un Síndico de representación proporcional. En tal sentido debería modificarse el Artículo 102 Constitucional.

A los artículos 101 y 104 se le deberían añadir los requisitos ya comentados en los artículos 61 y 62 de esta propuesta.

 La forma actual en que se manejan las Coaliciones de partidos, no solo resulta inapropiada, sino que además contraria a la ley, dado que los votos a favor de un candidato común benefician a todos los partidos que lo postulan, cuando que únicamente deberían abonarse a cada partido los votos que el candidato obtuvo a través de ese partido, sin que pueda beneficiarse de los votos de los demás partidos, como en efecto ocurre, con la consecuencia indebida de que en esa forma logran mantener el porcentaje mínimo requerido por la ley, para no perder el registro y seguir siendo instituciones con subsidio del Estado, a pesar de que en muchos casos no gozan de la aceptación de la sociedad y nada aportan al fortalecimiento de la democracia, sino por el contrario reducen las participaciones de los demás partidos.

La enmienda finalmente señalaba que debía adicionarse el artículo 6, señalando que los partidos con que se integre una coalición, no podrán beneficiarse de los votos otorgados a los candidatos comunes, que estos obtengan de los demás partidos coalicionados, dado que, para fines estadísticos y legales solamente contarán los votos emitidos a su favor.

Pero no nos hagamos pendejos. Esto anteriormente mencionado queda para el anecdotario político y para que si hay algunos diputados pensantes en la próxima legislatura, pueda volver a tenerse en cuenta. Mientras tanto a dormir el sueño de los justos.


UNA FRASE PARA LA HISTORIA

El candidato independiente que busca la gubernatura del estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, disparó un misil al decir que “Soy jugo de limón en las hemorroides de mis adversarios”. Este candidato se encuentra faltando pocos días para la elección en primer lugar, según algunas encuestas, sobre  Ivonne Liliana Alvarez García, la candidata del PRI. Si “El Bronco” le mete el acelerador al resto de su campaña Nuevo León ya no será de ningún partido y es posible que el casi ex gobernador Medina visite la cárcel por los latrocinios que hay documentados en su contra.

Por casi 70 años de estar prohibidas, la ley electoral al fin determinó que la facultad de postular candidatos a ocupar un puesto de elección popular no era exclusiva de los partidos políticos. Fue así que en mayo de 2014, cinco meses después de que la Reforma Política Electoral fuera publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) quedaron reglamentados las candidaturas independientes a nivel federal.

El domingo 7 de junio próximo de las cuatro mil 496 candidaturas registradas ante el INE, solo 22 son de candidatos independientes. Esto significa solamente que el 0.5 por ciento del total de los participantes son ciudadanos sin afiliación política y dispuestos a arriesgarse en una cruzada que, desde el origen, ha sido una verdadera carrera de obstáculos.

El Bronco” puede hacer historia en Nuevo León. En lo personal no creo en milagros políticos. Ya hay toda una organización para que a doña Ivonne Liliana le alcen la mano para que gobierne el poderoso estado de Nuevo León.

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