martes, 24 de diciembre de 2013


SE FUE OTRO AÑO

Las hojas del calendario nos indican que 2013 languidece y se va en medio de las especulaciones, de los parabienes, de los buenos deseos personales y de la pasmosa memoria de los campechanos que olvidamos todo en un abrir y cerrar de ojos.

Los campechanos somos los campeones del aguante. Tenemos una increíble docilidad con la que soportamos las picardías, la cara dura y la verborrea de los gobernantes.

De la palabrería se dan cuenta enseguida los visitantes, hasta los “campehuaches” han perdido ese aguante que nos hace comunes. La cuestión moral en política como en los demás ámbitos de la vida pública y privada, es grave y urgente.

A juzgar por las trayectorias tortuosas y a veces hasta desquiciadas, en que persisten nuestras autoridades estatal y municipales del Estado, se ve un desastre moral de grandes dimensiones, pero más que un desastre es una desastrosa ausencia de moral.

Estamos los campechanos ---valga el término---, bajo las botas de autoridades amorales. Los inmorales son susceptibles de arrepentimiento, porque saben que no obran bien. Los amorales sobre todo las autoridades, representan el mayor peligro con la mano en la cintura precipitan al pueblo a los mayores abismos de ineficiencia y derroches escandalosos porque carecen de la moral que por medio de los principios les permita diferenciar lo bueno de lo malo. Son irredimibles.

Y me voy a permitir transcribir un comentario que me llamó mucho la atención por quién lo dijo, dónde lo dijo y cómo lo dijo. El gobernador de Campeche, textualmente dijo el jueves 1 de abril de 2011 lo siguiente: “Reprocho que algunos de mis funcionarios tienen mentes estrechas. Buscan hacer la vida más difícil a los ciudadanos campechanos en sus trámites a fin de poder hacer prevalecer sus corruptelas. Lo peor de esto es que muchas veces detrás de esas complicaciones, lo que prevalece es una cultura de la corrupción”.

“Hay una marcada falta de voluntad para verdaderamente acometer misiones y retos trascendentes. En algunas áreas de gobierno prevalecen visiones que parecen ser del Siglo XIX y en otras parecieran del Siglo XXIV porque son incumplibles para los que viven en este siglo”.

“En mi gobierno no quiero simuladores, gente que proyecte la imagen de que se están dando resultados a la ciudadanía sin que los estén generando en la realidad”.

Pero eso aconteció hace ya hace más de dos años y medio y sigue siendo una triste realidad. Es la experiencia diaria que se resiente y confirma en los deprimidos sectores de nuestra economía y el autoritarismo impune y burlón de quienes marcan el paso en la política y la justicia.

Pero lo que más preocupa es el mando en el sector social, en la clase civil existe la voluntad, la decisión y la unión que se necesita para escapar de ese camino al precipicio y la ruina a que somos llevados a marchas forzadas.

Los empresarios, los rectores de los estamentos diversos de la sociedad e incluso la mayoría de los dirigentes de los partidos políticos deben unirse en torno a la intención de salvar a Campeche de la inmoralidad y la corrupción que prevalece.

Esa presunta coalición tendría que combinarse con un partido político. Combinarse, preciso, sin necesidad de afiliarse. Tendría que ser un partido político de la oposición, porque no creo que en el oficial el PRI, pueda prosperar, ni siquiera iniciarse ese esfuerzo guiado no solo por las ideas sino también por el instinto de conservación. El PRI como lo vemos muchos, no tiene cura.

Un partido donde se antepongan todos los antagonismos, donde los adversarios de ayer y de hoy, donde los mentores y directores de las distintas facciones hagan a un lado sus diferencias para unirse con un solo objetivo generoso y patriótico: Campeche. Llevar a Campeche a un auténtico cambio.

Con un candidato que reúna detrás y a su alrededor a todas las figuras del partido que se escoja. Las que son amigas y las que no lo son, superadas sus animadversiones, antagonismos y ambiciones por ese propósito común que debe ser rescatar a nuestro estado del infortunio colectivo ineludible en que se ha caído por muchos años y, en el que se seguirá cayendo si en las elecciones de 2015, a las buenas o a las malas continúan en el gobierno estatal y los gobiernos municipales, así como en algunas delegaciones federales los cómplices del desastre moral, económico, político que nos han sido heredados secula seculorum.

Ahora bien entre los graves problemas del país, las crisis recurrentes “la falta de dinero en Campeche” y lo que podemos hacer, pero no lo concretamos por falta de unidad, el 2013 se nos acaba en unos días más. Las hojas del calendario nos señalan que ya todo está consumado y lo que se desea sigue en buenos propósitos.

Campeche, nuestra tierra sigue sin recibir justicia por parte del gobierno federal. Seguimos igual que siempre, esperando que nos cumplan pero olvidando que mientras las llaves de la alacena estén en poder de otros las posibilidades son mínimas y, que la justicia jamás nos llegará como las lluvias; que un pueblo solo puede ser invencible si está unido, si cobra conciencia de que de esa forma podremos aspirar a mejores estadios de bienestar. Solo con esa unidad llegaremos a nuestra meta. Si seguimos agarrados de las greñas y haciendo honor al cuento de los cangrejos en el “tenate” nada bueno nos llegará.

Y no descubrimos el agua hervida ni el hijo negro al decir que nuestro problema principal sigue siendo la economía. La falta de inversión, el desempleo que aumenta pese a las estadísticas alegres, sobre todo entre los jóvenes que cada día son más dueños de esta tierra, pero que lamentablemente no tenemos con que emplear esa mano de obra calificada o no, pero con suficiente energía para cambiar destinos.

Y en este grupo de desempleados existen también miles de campechanos que han rebasado los 40 años pero su fuerza de trabajo y cierta experiencia los hacen adecuados para el trabajo. Desafortunadamente, el gobierno ha rebasado con mucho su gasto corriente y con ello aumentando a límites insostenibles la falta de inversión sobre todo en obra pública estatal.

Y es en esta obra pública, en especial el turismo donde hay mucha planeación pero se repiten los mismos errores de sexenios pasados que nunca aterrizaron esos proyectos. Hemos escuchado y leído sobre proyectos oníricos. Son castillos de naipes buscando pendejos que los habiten y autoridades que los solapen.

La realidad es que 2013 ya se fue en materia presupuestal. La ilusión de la llegada de Enrique Peña Nieto fue un brusco despertar y apenas en el último cuatrimestre se iniciaron algunas obras federales en las dos principales ciudades de la entidad, pero que no durarán más allá del primer semestre del 2014.

Hay que pensar que el próximo año será de acciones preelectorales de sumo cuidado, porque Campeche se juega mucho en la contienda por venir. Al actual gobernador le queda propiamente un año de ejercicio real y seis meses más de ejercicio constitucional. Lo que no se inició antes es seguro  que ya no se hará, sobre todo por la lastrante sucesión que cada vez está más adelantada.

El Consejo Coordinador Empresarial de Campeche habla poco cuando le va bien y alza la voz cuando le va mal. Hay que recordar las sabias palabras del prócer de la democracia Francisco Indalecio Madero: “el éxito no es obra del azar, sino del esfuerzo”.

Desde el punto de vista de los partidos, el PRI es arcón de mafias, el PAN numen de la incapacidad gubernativa y el PRD fuente de radicalismos exaltados. Tales son los elementos que integran el “debe” de los próximos aspirantes. Todo esto habremos de ver en el año que se inicia.

A nivel nacional 2013 será recordado como otro año más de la violencia en la historia reciente de México. Muertes, secuestros, lucha (que no guerra) entre narcos y fuerzas armadas constitucionales, miedo, terror e impotencia son palabras que resonaron en este año que termina y, no parece haber una luz al final del túnel. El tejido social está deshecho. ¿tiene sentido esta violencia? ¿cuánto aguantará el país? ¿feliz 2014 en estas mismas condiciones?

A los lectores de Jaque Mate en forma total como es mi blog y la revista CIRCULO ROJO mi gratitud permanente y los mejores deseos de que en estos días que son de parabienes y se recuerda el nacimiento de El Salvador y los albores de un año que se inicia, son mis mejores deseos que los pasen felices en unión de sus seres queridos con el deseo de que terminen este año satisfechos. Que los errores cometidos (humanunm, errare est) sirvan de aprendizaje para que el 2014 sea pleno de paz, bienestar y progreso para todas las familias campechanas.

Jaque Mate sale unos días de vacaciones, quizás no merecidas, pero si necesarias. Nos volveremos a encontrar, Dios mediante, el próximo domingo 12 de enero. ¡Felices fiestas!

Cola de alacrán.- Líneas arriba señalo la abrumadora corrupción que prevalece en la entidad. Apenas ayer por la noche me enteré de que en la Delegación del IMSS en esta ciudad, fue cesado fulminantemente el jefe del área jurídica Fernando Enrique Avila Parrao al encontrarlo con pruebas en la mano como responsable de delitos como el fraude, delitos contra el erario, peculado y enriquecimiento ilícito, por citar algunos ejemplos en el ámbito local y sujeto también a las responsabilidades administrativas que determina la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos y el Código Penal del Estado, ambos vigentes.

Quién ordenó el cese inmediato fue precisamente quien salió en malos términos de la secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, ya que durante 12 años ocupó el mismo encargo por ser incondicional de los caciques Jorge Luis y José Antonio González Curi.  Algo va a surgir de ese cese, porque el hoy sin chamba va a hablar tan pronto resuelva su situación jurídica.

Pero no es el único acto de corrupción. También el pasado fin de semana me enteré de que la Procuraduría General de Justicia del Estado, a falta del apoyo del Gobierno estatal, motu proprio elaboró cientos de oficios hasta con el sello de la procuraduría dirigidos a restaurantes y sitios de venta de bebidas donde se les pide una “colaboración” para su posada navideña”, misma que debió de tener lugar este domingo que acaba de pasar.

Sabrá la Secretaría de Gobierno lo que a sus espaldas está haciendo Arturo Ambrosio Herrera, ya que si uno de sus subalternos firmó el citado oficio (buscarlo en el link de esta columna) es porque tenía el visto bueno de su superior. Finalmente si ya tenían los recursos oficiales ¿para quién o quiénes fueron lo “recaudado”? No hagan cosas buenas que parezcan malas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario