LOS JUBILOSOS EX GOBERNADORES
Con
el ultimo escándalo de la declaración patrimonial del Presidente Enrique Peña Nieto,
sin querer el asunto adquiere inmoralidad porque precisamente esta misma semana
que ayer terminó, se dio a conocer los nombramientos de los ex gobernadores José Antonio
González Curi y Jorge Carlos Hurtado Valdez, como titular del
Instituto Nacional para el Federalismo y Municipios y Contralor Interno
respectivamente, ambos de la Secretaría de Gobernación.
La
inmoralidad se confirma que pese a los avances en la transparencia (el famoso
trabalenguas IFAI) gubernamental la hidra corruptora sigue habitando las
planicies presupuestales.
Y
decimos inmoralidad porque ambos ex gobernadores se encuentran cómodamente
pensionados, gravando la escuálida partida presupuestal de las pensiones
estatales. Y miren si no es una tomada de pelo que González Curi (GOCA520504) cobre
mensualmente en el ISSSTECAM la cantidad de 44 mil 980 pesos .20; por su parte Hurtado Valdez
(HUVJ490322) se embolsa cada mes 59 mil 973 pesos .60. esp sin contar los
incrementos al salario mínimo de los últimos dos años.
Por
si no obstara y de acuerdo con la Ley del ISSSTECAM y la Ley del Seguro Social,
ambos están en la actualidad pensionados por tener cumplidos más de 60 años una
cantidad similar. Agarren su calculadora y se percatarán de que los
desgobernadores alcanzan mensualmente el primero 89 mil 960 pesos .40 y el
segundo 119 mil 947 pesos .20 con todas sus prestaciones como son aguinaldos,
seguros médicos, etc.
Nada
mal para quienes se especula se llevaron la quinta y los mangos. El primero en
unión de su hermano en el espinoso asunto de las maquiladoras que pese al
tiempo no ha sido debidamente aclarado y el segundo en el caso del Grupo Mall
donde desvió millones de pesos del erario estatal para una obra particular.
Pero
el efecto más insidioso y nocivo es que el PRI y el gobierno han respaldado la
tesis de la legalidad de esas pensiones en el ISSSTECAM, donde ninguno de los
dos es merecedor de ella, por no ajustar los años mínimos requeridos.
Sin
embargo, también se ha preferido ignorar las críticas que se han hecho a sus
colaboradores y amigos acusados de irregularidades financieras.
El
mismo silencio e indiferencia muestra que estos respaldos implícitos, tienen
como consecuencia alentar esa actitud de tolerancia ante la corrupción.
Los
adláteres de González
Curi y Hurtado Valdez ya no buscan
como magnificar los citados nombramientos que por cierto son de tercer nivel
que la SEGOB dio a sus exprotectores. Por supuesto que a Campeche le seguirá
yendo como en feria, porque esos fulanos solo ayudan a colocar a sus amigos,
que por cierto ya están buscando la forma de saltar al barco de Miguel Angel Osorio
Chong, quien por otra parte esta llenando esa dependencia de ex
gobernadores que lo último que van a hacer es a trabajar, porque necesidad no
la tienen.
Ahora
bien los dos angelitos tendrán problemas para presentar su situación
patrimonial, ya que tienen contados los días para dar a conocer a la Secretaría
de la Función Pública a cuánto ascienden sus propiedades y sus emolumentos (en
este caso sus pensiones), que violan la Ley del ISSSTECAM y del IMSS, porque no
reunían los requisitos de antigüedad para ser pensionados.
Hay
que estar muy pendientes de esas declaraciones patrimoniales que estarán en la
página WEB de la presidencia de la República y de la SEGOB, ya que los montos
de sus nuevos sueldos los obligan a declarar sus propiedades que deben ser
totales ---claro, hay prestanombres---, y descifrar las ambigüedades
importantes en cuanto al año y a la forma en que fueron adquiridos.
Aquí
no cabe la palabreja de “donación” ni tampoco herencia, pues sus padres fueron
hombres trabajadores pero pobres en cuanto a poseer ricas heredades. En el Registro
Público de la Propiedad y el Comercio entre 1997 y 2009 estuvo el incondicional
Humberto Miguel
Valdez Hernández (a) “El beché”, que se cocía aparte para esos
menesteres. Además de ser primo en primer grado de Hurtado Valdez.
Las
cuentas bancarias hay que precisarlas muy bien y en el caso de González Curi,
no debe volver aquella cantaleta de 50 mil pesos y su Volcho.
No
debe permitirse prácticas de corrupción en sus niveles de gobierno. El buen
juez por su casa empieza y esas declaraciones patrimoniales nos mantendrán
ocupados en darles seguimiento.
Los
resultados de una encuesta de transparencia son inquietantes: a un 55 por
ciento de la población los tienen sin cuidado las leyes; lo único que les
interesa es evitar ser atrapados. Otro 30 por ciento está dispuesto a
respetarlas pero solo por el temor a ser rechazados socialmente, es decir el
que dirán los campechanos. Solo el 15 por ciento está convencido de la
legalidad.
Estas
cifras confirman esa impresión de que la sociedad en general tolera la
corrupción, y respeta y admira al que tiene la capacidad de fregarse a los
demás, independientemente de los métodos empleados para ello.
Hurtado Valdez es un paradigma del fregonazo que acumuló
fortuna, fue atrapado en situación incómoda en el asunto de Mall y de las
primeras piedras regadas por toda la entidad sin hacer obras, pero salió bien
librado por el respaldo de su sucesor. Debió ser espejo de impecabilidad
republicana y transparencia democrática.
Pero
los valores están trastocados. Quienes entran al gobierno debían hacerlo por
una vocación de servicio a la sociedad (por eso se llaman servidores públicos).
En la práctica, pareciera que ingresan al gobierno como una forma rápida de
acumular fortuna.
Por
eso es importante que el nombramiento otorgados a estos dos angelitos no quede
en el vacío. EPN
tiene una excelente oportunidad para ordenar que se muestre toda la
información relacionada con los pensionados de lujo del ISSSTECAM. Los partidos
opositores pueden imponer la fuerza que tienen en las dos Cámaras y exigir que
se aclare el tema como parte de las modificaciones a la transparencia.
Si
ninguno de los dos poderes actúa, no se sorprendan de que las próximas
encuestas nos digan que en Campeche y en México continúa arraigándose el
escepticismo ante la legalidad. No es precisamente agradable pagar impuestos
sabiendo que pueden dedicarse a mantener el dispendio de un selectísimo grupo
de “pensionados”.
Y
miren estimados lectores si no hay plan con maña en el ISSSTECAM, la
multicitada Ley ha sufrido “modificaciones” que sería prolijo detallar en esta
espacio.
Entró
en vigor en el sexenio de Abelardo Carrillo Zavala, el 3 de junio de 1987 y
ha sufrido las modificaciones siguientes:
Reforma
del 23 de diciembre de 1988 (Abelardo Carrillo Zavala). Reforma del 22 de junio
de 1991 (Abelardo
Carrillo Zavala). Reforma y adición del 3 de junio de 1993 (Jorge Azar García).
Reforma del 30 de junio de 2005 (Jorge Azar García). Reforma del 26 de diciembre de
2007 (Jorge
Carlos Hurtado Valdez). Reforma del 19 de diciembre de 2008 (Jorge Carlos
Hurtado Valdez). Estas reformas fueron para “acomodar” mejor a los
jubilados y pensionados de élite.
De
este asunto el que sabe perfectamente lo que sucedió con los jubilosos ex
gobernadores es el ex director del ISSSTECAM, Manuel Sansores Díaz, quién adecuó
la ley para darle cabida a nuestras estrellas de los dos sexenio anteriores al
actual. Para que no abriera la boca se le dio un jugosa jubilación y empleo a
su conyugue, así como otras facilidades. Suerte te de Dios pero el saber mucho te ayuda.
TERCIA DE PILLOS
El
sindicalismo corporativo que había amenazado con sentar sus bases en el pasado
trienio en el Ayuntamiento de Campeche de filiación panista, ha llegado con
toda su fuerza para someter a una alcaldesa que ya no le tiene miedo a lo duro
sino a lo tupido. Una ciudad convertida en un solo bache, repleta de basura
pero con un contrato leonino heredado por su antecesora, deudas a proveedores y
a bancos dejan a la otrora orgullosa “joya de la corona” de Campeche en calidad
de una comuna quebrada.
Una
operación tecnológica fallida en el sistema de pagos, la falta de acercamiento
con los “líderes” sindicales fue causa y efecto de un nuevo movimiento que
muchos piensan se debe a manos extrañas. Pero no hay que buscarle cuatro pies
al gato, el asunto es solamente la falta de asesoría adecuada para Ana Martha
Escalante Castillo, que a los campechanos nos consta se multiplica
para estar en todos los sitios y atender el exceso de demandas de la
ciudadanía.
No
es difícil de entender que por ejemplo Ciudad del Carmen que tiene una mayor
deuda que Campeche, heredada por Aracelly Escalante Jasso, no haya tenido ni un
problema con sus dos sindicatos y es que en esa ciudad no hubo un solo peso de
aumento en su revisión salarial. Enrique Iván es buen político o los líderes
sindicales son conscientes de la grave situación que priva también en ese
ayuntamiento.
Manuel Alfredo Bonilla Carrillo, Juan Carlos González y Luis Chab
Ruíz, han
medrado con las cuotas de sus agremiados con el pretexto de que las emplean
para beneficiarlos, pero los chantajes y fraudes son cometidos sin que nadie
meta las manos. Lo que llama la atención es la sumisión de los sindicalizados
que son llevados como borregos al matadero.
Y
peor aún la autoridad moral y legal del gobierno del Estado observan y callan
en aras de la autonomía sindical, pero hay que recordar que los líderes son de
filiación priista y por parte del CDE del PRI nadie ha movido un dedo para
llevar orden a ese problema, a sabiendas de que la primera edil es de
extracción tricolor y uno de los cuadros de lujo de ese partido.
Se
especula de que el movimiento contra el Ayuntamiento de Campeche tiene nombre y
apellido. Se dice que puede estar la mano de Roberto Sarmiento Urbina. Hay quien
afirma que se trata de Rafael Alejandro Moreno Cárdenas y otros más que
es a favor de Raúl
Aarón Pozos Lanz y que tiene por objeto mantener ocupada a la
alcaldesa para evitar que se adelante en la carrera. Hacia el 2015. ¡Patrañas!
Son los líderes que como los animales de presa se acostumbraron a comer carne
de alcaldes y lo demás es sinergia.
Bonilla Carrillo acusa cerrazón por parte de la concejal, pero
lo cierto es que las propuestas de aumento salarial estaban desde un principio
fuera de toda discusión. A quien se le ocurre solicitar un aumento inicial de
25 por ciento, mismo que fue bajando a 15, 12 y se frenó en 10 por ciento.
Aduciendo el alto costo de la vida en el último año.
El
ayuntamiento por su parte ofreció el cuatro por ciento y en las largas
negociaciones llegó a aumentar hasta el cinco por ciento, a todas luces
oneroso, porque de donde va a sacar esos recursos que pueden sumar una docena
de millones de pesos al año y afectarán a obras y servicios, además de lo que
ya se debe a la fraudulenta Red Ambiental. Sabiendo que las deudas han dejado
sin defensa a la comuna.
Finalmente,
el asunto llegó a una solución al aceptar las partes un cinco por ciento que
como señalo antes, será oneroso. Los tres pillos ya le tomaron la medida a la
alcaldesa y este no será el último plantón.
Sigo
extrañado de la pasividad mostrada por su vecino de enfrente.
PAGINAS DE LA HISTORIA
Cuando
en octubre de 1920, iba don Lorenzo de Zavala a España a desempeñar su cargo
de diputado, publicó en La Habana un folleto titulado: Idea del estado actual de la capital de Yucatán en el que atacó
duramente al capitán general de la provincia de Yucatán, Mariano Carrillo y Albornoz y expuso
en qué forma tan ilegal, se apoderó éste del gobierno de Yucatán.
El
folleto que no lograron ver nunca a pesar de los esfuerzos que desplegaron para
conocerlo y utilizar sus datos los historiadores don Eligio Ancona y don Juan Francisco
Molina Solís, permanecía olvidado en un anaquel de la Biblioteca
Nacional de México, donde lo descubrió en 1923, o sea, 103 años después en
deplorable estado de conservación, el director de la biblioteca, Manuel Mestre
Ghihliazza, poeta, literato, periodista e historiador, mejor
conocido como “Leopoldo
Archivero” y que luego de muchos meses logró restaurar el folleto y
sacar una copia impecable de él, para hacer una nueva edición, a la distancia
de más de un siglo de haber sido publicado por primera vez.
Pero
la fatalidad continuó persiguiendo a este folleto de importancia trascendental
para la historia vernácula. Solo circularon unos cuantos ejemplares de los 350
de que constaba la edición, pues los demás desaparecieron en un asalto, saqueo
y destrucción.
La
historia ha juzgado responsable de este atentado al gobierno del presidente Alvaro Obregón,
que lo dejó impune, pues fue materialmente cometido en mayo de 1924 por
soldados vestidos de civil.
El
citado folleto también lo conoció y tuvo en su poder don Gustavo Martínez Alomía, y así lo
expresa la familia de este investigador campechano que vendió la biblioteca del
mismo gobierno federal en 1916; pero inexplicablemente el presidente Manuel Avila
Camacho, el año de 1941 la dio en guarda, (no en propiedad) al
gobernador de Campeche don Héctor Pérez Martínez, que era sobrino del
primitivo dueño y nieto de don Santiago Martínez Zorraquín, secretario de don Pablo García
Montilla, inmediatamente le cayeron a esa biblioteca tres clases de
ratas humanas:
1ª.-
Las cultas, que sienten devoción y cariño por los buenos libros.
2ª.- Las pasionales, que quisieron borrar todas
las huellas de los malos pasos de don Pablo García Montilla; y
3ª.- Las famélicas vulgares entre las que se cuentan los archiveros oficiales. El descendiente de uno de éstos (qué desfalcó por cierto como secretario del Ayuntamiento de Campeche, para disfrutar mejor su luna de miel) seguía vendiendo hasta hace unas décadas, libros y documentos del gobierno sustraídos por su padre veinte años antes. Ahora no queda en los archivos públicos de Campeche, ni la colección completa del Periódico Oficial del Estado, y unos hermosos libros que se veían en el ex templo de San José, pero que solo estaban pintados en las paredes.
3ª.- Las famélicas vulgares entre las que se cuentan los archiveros oficiales. El descendiente de uno de éstos (qué desfalcó por cierto como secretario del Ayuntamiento de Campeche, para disfrutar mejor su luna de miel) seguía vendiendo hasta hace unas décadas, libros y documentos del gobierno sustraídos por su padre veinte años antes. Ahora no queda en los archivos públicos de Campeche, ni la colección completa del Periódico Oficial del Estado, y unos hermosos libros que se veían en el ex templo de San José, pero que solo estaban pintados en las paredes.
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