domingo, 18 de septiembre de 2016


EN EL ISSSTE SIGUE LO MISMO

Desde aquellos lejanos tiempos de José Luis Góngora Ramírez, de Jorge Avila Fuentes, de Los Aztecas, de Carlos Iván Pérez Ortiz de Raquel Wissiger Karpul, de Jesús Montejo Blanco, donde en el seno de una dependencia que nació para prestar servicio y seguridad social, los regímenes priistas y panistas lo convirtieron en una cueva de Alí Babá. Saquearon como les dio la gana y ni uno solo llegó a la carcel o a ser demandado ante tribunales federales.

Hoy, a pesar de llegar con el visto bueno de su amigo el presidente de la República, Rita Dolores del Río Avila, se acogió a los sinvergüenzas que dejó Víctor Manuel Méndez Lanz. El gatopardismo permea en la institución y las componendas estan a la orden del día.

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE),  Delegación Campeche, sexenio tras sexenio, está cada vez más inmerso en error tras error. La designación de delegados se ha dado por cuestiones políticas y no por conocer a la institución, o cuando menos tener el deseo de contribuir a mejorar los servicios en materia de salud y prestaciones, que por cierto son 28; no han contribuido en mejorar esos servicios, sino al contrario, cada vez es más ineficiente, en perjuicio de más de 11 mil burócratas afiliados a ésta dependencia.

Desde los lejanos tiempos de la década de los años 90, en que me desempeñaba como Director Editorial de un medio de comunicación en el Estado, detallé todas y cada una de las triquiñuelas que en esa institución se dieron.

Quien no recuerda por ejemplo lo que hicieron Góngora Ramírez, Avila Fuentes. Los Aztecas (grupo de fuereños del centro del país enviados por autoridades federales de ese entonces), Pérez Ortiz, la esposa de Carlos Sales Gutiérrez, que tuvo muchas intenciones de sanear la institución pero las amistades de que se rodeó se lo impidieron, Montejo Blanco, panista que llegó para arrasar con todas las partidas, acomodar a toda su parentela y amigos y permanecer en el cargo más de 12 años, que fue cesado al volver el PRI al gobierno federal, para ser sustituido por Méndez Lanz, un viejo merodeador de cargos de elección y burocráticos que está como las moscas volando de cargo en cargo desde los años en que fue gobernador Carrillo Zavala.

Desde el docenato de Montejo Blanco, el cual salió con recursos para vivir tranquilamente el resto de sus días, asegurando a su hijo con una plaza en la Clínica del ISSSTE y otra en Salubridad. Posteriormente entra Víctor Méndez Lanz, el cual siempre ha gozado de protección por padrinazgos del centro del país, personaje misógino, el cual solo le interesaba su imagen a costa de lo que sea; así perjudicó a muchos trabajadores de confianza y tejió una red de corruptelas y complicidades, conjuntamente con su rémora de nombre Edgar Berrón, que lo trajo pegado desde que fue presidente municipal de Campeche y Berrón su director de Egresos, (madre mía, la iglesia en manos de Eleuterio) figúrese nomás.

Tan pronto tomó posesión del cargo, nombró a su rémora como subdelegado de Administración y ahí empezó una  danza de millones, por las licitaciones, como limpieza, vigilancia y todos los servicios de apoyo a la infraestructura del ISSSTE, como mantenimiento de aires acondicionados, por ejemplo.  Sus prestanombres, el Ing. Yañez y Jorge Gómez Rincón, ambos jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde Méndez Lanz los conoció cuando fue delegado de esa Institución.

En primera instancia se dedicaron a recabar información de las triquiñuelas de Montejo Blanco, ya que obtuvieron la información de los que dejó el panista, los corrieron, para formar las empresas que proporcionan servicios al ISSSTE; su pago fue el nombramiento de sus hijas, Ana Yáñez, como subjefa del departamento de estancias y servicios educativos, y la otra, Mariana Gómez, como secretaria de la jefatura delegacional y actualmente comisionada, nada más y nada menos que en la subdelegación de Administración con, por supuesto Edgar Berrón, el cual se erigió en el hombre de la hoz y el martillo, corriendo a los que consideraba que no los podía someter y poniendo incondicionales como la jefa del departamento de Recursos Humanos que sin tener título profesional, Méndez Lanz le dio el cargo que actualmente ostenta, y que por supuesto, hace y deshace a su complacencia, tanto Berrón como Méndez en su momento, no respetando los escalafones, ni perfiles, en fin; sacando mayor provecho de ello el delegado sindical, que por cierto es compadre de Rita Dolores, actual delegada.

De Rita Dolores se esperaba como ella dijo en su toma de posesión, trabajo y no a la corrupción; sin embargo, la realidad es otra , como buena política, ya se ha coludido con la hermana del defenestrado ex gobernador, Fernando Eutimio Ortega Bernés, quien funje desde hace dos años como subdelegada de Prestaciones Económicas, nombrada en el período de Méndez Lanz, así como con otras rábulas, que irónicamente, el que más se mofaba en contra de Rita Dolores y lo hacía a los cuatro vientos, lo tiene hoy como jefe del departamento de Sociales y Culturales, un tipo que no conoce la O por lo redondo, un autentico, paria, que ha sobrevivido gracias a que es chismoso y sumamente rastrero, pero carente de capacidad laboral.

Pero Rita Dolores lo conserva porque “algo le sabe” o qué, no es posible, un tipo que debería correrlo y poner en su lugar a alguien que tenga ganas de trabajar en favor sobre todo de los pensionados y jubilados y por lo más valioso que tienen los trabajadores burócratas, sus hijos que están en el estancia, que está bajo las órdenes de este tipejo, me reservo más epítetos y adjetivos al respecto, ahí la nueva delegada y su mala cabeza.

Pero eso sí, Rita conserva a Edgar Berrón, como la joya de su corona junto con la hermana de Fernando Eutimio, porque tal vez, Margarita Rosa Alfaro Waring ha suplicado que no lo corran o el mismo Méndez Lanz con sus allegados del centro del país. De todas maneras, si Rita, realmente quiere hacer un buen trabajo, para que los campechanos, no duden de su capacidad, no de su sobrevivencia, porque esta la tendrá hasta el 2018, sino para sacar adelante al ISSSTE, que cada día empeora más en sus servicios.

Debe comenzar por una limpia de los funcionarios que han detenido el avance del esa noble institución, que son las personas mencionadas anteriormente y algunas otras que se encuentran silenciosas e incrustadas en la nómina y que por supuesto cobran jugosos sueldos. También acataría las órdenes del presidente Peña Nieto, de combatir la corrupción. En otra entrega comentaremos más al respecto, porque los propios trabajadores de la institución, ya están cansados de las malas decisiones que afectan al servicio y por ende a ellos, que son la primera cara del ISSSTE cuando solicitan un servicio.

Lo que la institución no ha dicho es cuando se van a pagar las despensas de los ramos 02 y 03 que implican varios miles de pesos por jubilado y pensionado. Tampoco se ha dicho que en una marcha del pasado 1 de mayo les quitaron sus pancartas y con violencia arrastraron a varios maestros que protestaron por ese pago. El ISSSTE no ha hecho absolutamente nada para devolver lo que se rumora fue desviado durante el gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, a través de Yunez Linares, hoy gobernador electo de Veracruz.


PARA REFLEXIONAR

“No se puede estar nunca tan bien, que no se pueda estar mejor, ni se puede estar tan mal, que no se pueda estar peor”. Porfirio Díaz

Nunca se nos ocurre pensar que los problemas de los mexicanos pueden ser culpa de los mexicanos, principalmente porque somos enemigos unos de otros. En casi todos los países del mundo, el ataque de un extranjero provoca la unión del pueblo por más dividido que esté. Aquí nos divide más.

Hace 100 años decía Porfirio Díaz: “La razón por la que le va mejor a los Estados Unidos es que una vez que alguien gana la presidencia, el pueblo y los políticos se le unen para trabajar por la nación. En México, en cuanto alguien toma el poder; todos, enemigos y antiguos amigos, se ponen en su contra”. Eso fue hace 100 años y pudo haberlo dicho ayer.

Mexicanos al grito de guerra… pero entre nosotros. Y este es el meollo del asunto, nos atacamos entre todos cuando deberíamos unirnos porque es una costumbre histórica heredada de generación en generación.

Cuando México firmó su acta de independencia, el 27 de septiembre de 1821, nuestro primer día como nación libre, comenzaron los golpes. Unos querían un imperio, otros, monarquía.

De ellos, cada quien con un rey distinto. Otros más se decantaban por la república, pero unos la querían federal y otro centralista. Eso nos hizo pelearnos todo el siglo XIX.

Cuando por fin los más importantes paladines de la independencia se pusieron de acuerdo, formaron un congreso que nombró emperador a Iturbide como Agustín I; al día siguiente, aquellos que pelearon a su lado ya peleaban en su contra.

Nuestro primer presidente, Guadalupe Victoria, encontró a su peor enemigo en su vicepresidente, Vicente Guerrero, quien al llegar a la presidencia encontro a su peor enemigo en su vicepresidente Anastasio Bustamante.

Otros grandes antagonistas fueron Benito Juárez y Valentín Gómez Farías, siempre que fueron fórmula de gobierno.

Y esa tan lamentada invasión gringa en la que perdimos medio territorio, todo mexicano la recuerda, pero casi ninguno conoce los pormenores. Mientras los ejércitos invasores avanzaban por el territorio nacional nuestros líderes se peleaban entre si por el poder. Dos Marianos eran los protagonistas políticos de la época; el presidente Mariano Paredes, al mando del mejor ejército del que México había dispuesto en su historia, en vez de defender a la nación de la invasión lo usó para conservar el poder.

El otro Mariano, Salas, estaba en la capital proclamando la monarquía. Los yanquis desfilaban sin mucho disturbio a Palacio Nacional.

Y en la famosa Revolución Mexicana todos  nuestros héroes” se mataron entre sí. Todos han pasado a la historia como buenos y tienen sus nombres en oro en el Congreso: pero observa esto: el héroe Carranza mató al héroe Zapata; el héroe Obregón mató  a los héroes Villa y Carranza, y por cierto el héroe Plutarco Elías Calles, mató  al héroe Obregón. Por otra parte el héroe Elías Calles fue expulsado del país por el héroe Lázaro Cárdenas.

El proyecto de Vicente Guerrero era quitar a Guadalupe Victoria; el proyecto de Bustamante era quitar a Guerrero; el proyecto de Antonio López de Santa Ana era quitar al que estuviera; el de Porfirio Díaz, quitar a Benito Juárez García.

Francisco I. Madero tuvo un proyecto: quitar a Díaz; Obragón quitar a Carranza y Calles quitar a Obregón.

El proyecto de Vicente Fox era quitar al PRI… y en torno a esto último deberíamos reflexionar, sobre aquellas palabras citadas de Porfirio Díaz: “Ya es hora de que dejemos de unirnos para atacar al presidente, ya es hora de que el proyecto de nación deje de ser quitar al que tiene el poder”.

Aunque el gringo promedio es mediocre, son potencia mundial porque trabajan en equipo y porque a pesar de todo respetan a sus instituciones y a su presidente, mientras aquí Fernández Noroña trata de salir en la tele golpeándose contra el Estado Mayor.

En este momento decisivo de nuestra historia vemos una vez más a Masiosare (un extraño ¿enemigo?) enfrentando a todos contra todos. Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a destruir y reventar este país antes de dejar que lo gobierne alguien que no sea él. Dicen que el pueblo unido jamás será vencido.

¿Cuando será el día en que México este unido? Tal vez ese día si lograremos derrotar a ese extraño enemigo. Debemos cambiar como perosnas y luego como país.

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