EN EL ISSSTE SIGUE LO MISMO
Desde aquellos lejanos tiempos de José Luis Góngora Ramírez, de Jorge
Avila Fuentes, de Los Aztecas, de Carlos Iván Pérez Ortiz de Raquel Wissiger
Karpul, de Jesús Montejo Blanco, donde en el seno de una dependencia que nació para
prestar servicio y seguridad social, los regímenes priistas y panistas lo
convirtieron en una cueva de Alí Babá. Saquearon como les dio la gana y ni uno
solo llegó a la carcel o a ser demandado ante tribunales federales.
Hoy, a pesar de llegar con el visto bueno de su amigo el presidente
de la República, Rita Dolores del Río Avila, se acogió a los sinvergüenzas que
dejó Víctor Manuel Méndez Lanz. El gatopardismo permea en la institución y las
componendas estan a la orden del día.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Delegación Campeche, sexenio tras sexenio,
está cada vez más inmerso en error tras error. La designación de delegados se
ha dado por cuestiones políticas y no por conocer a la institución, o cuando
menos tener el deseo de contribuir a mejorar los servicios en materia de salud
y prestaciones, que por cierto son 28; no han contribuido en mejorar esos
servicios, sino al contrario, cada vez es más ineficiente, en perjuicio de más
de 11 mil burócratas afiliados a ésta dependencia.
Desde los lejanos tiempos de la década de los años
90, en que me desempeñaba como Director Editorial de un medio de comunicación
en el Estado, detallé todas y cada una de las triquiñuelas que en esa institución
se dieron.
Quien no recuerda por ejemplo lo que hicieron Góngora Ramírez,
Avila Fuentes. Los
Aztecas (grupo de fuereños del centro del país enviados por
autoridades federales de ese entonces), Pérez Ortiz, la esposa de Carlos Sales Gutiérrez, que tuvo
muchas intenciones de sanear la institución pero las amistades de que se rodeó
se lo impidieron, Montejo Blanco, panista que llegó para arrasar con
todas las partidas, acomodar a toda su parentela y amigos y permanecer en el
cargo más de 12 años, que fue cesado al volver el PRI al gobierno federal, para
ser sustituido por Méndez Lanz, un viejo merodeador de cargos de
elección y burocráticos que está como las moscas volando de cargo en cargo
desde los años en que fue gobernador Carrillo Zavala.
Desde el docenato de Montejo Blanco, el cual salió con
recursos para vivir tranquilamente el resto de sus días, asegurando a su hijo
con una plaza en la Clínica del ISSSTE y otra en Salubridad. Posteriormente
entra Víctor
Méndez Lanz, el cual siempre ha gozado de protección por padrinazgos
del centro del país, personaje misógino, el cual solo le interesaba su imagen a
costa de lo que sea; así perjudicó a muchos trabajadores de confianza y tejió
una red de corruptelas y complicidades, conjuntamente con su rémora de nombre Edgar Berrón,
que lo trajo pegado desde que fue presidente municipal de Campeche y Berrón
su director de Egresos, (madre mía, la iglesia en manos de Eleuterio) figúrese
nomás.
Tan pronto tomó posesión del cargo, nombró a su
rémora como subdelegado de Administración y ahí empezó una danza de millones, por las licitaciones, como
limpieza, vigilancia y todos los servicios de apoyo a la infraestructura del
ISSSTE, como mantenimiento de aires acondicionados, por ejemplo. Sus prestanombres, el Ing. Yañez y Jorge Gómez Rincón,
ambos jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde Méndez Lanz los
conoció cuando fue delegado de esa Institución.
En primera instancia se dedicaron a recabar
información de las triquiñuelas de Montejo Blanco, ya que obtuvieron la información
de los que dejó el panista, los corrieron, para formar las empresas que
proporcionan servicios al ISSSTE; su pago fue el nombramiento de sus hijas, Ana Yáñez,
como subjefa del departamento de estancias y servicios educativos, y la otra, Mariana Gómez,
como secretaria de la jefatura delegacional y actualmente comisionada, nada más
y nada menos que en la subdelegación de Administración con, por supuesto Edgar Berrón,
el cual se erigió en el hombre de la hoz y el martillo, corriendo a los que
consideraba que no los podía someter y poniendo incondicionales como la jefa
del departamento de Recursos Humanos que sin tener título profesional, Méndez Lanz
le dio el cargo que actualmente ostenta, y que por supuesto, hace y deshace a
su complacencia, tanto Berrón como Méndez en su momento, no respetando los
escalafones, ni perfiles, en fin; sacando mayor provecho de ello el delegado sindical,
que por cierto es compadre de Rita Dolores, actual delegada.
De Rita Dolores se esperaba como ella dijo en su toma
de posesión, trabajo y no a la corrupción; sin embargo, la realidad es otra ,
como buena política, ya se ha coludido con la hermana del defenestrado ex gobernador,
Fernando Eutimio
Ortega Bernés, quien funje desde hace dos años como subdelegada de
Prestaciones Económicas, nombrada en el período de Méndez Lanz, así como con otras
rábulas, que irónicamente, el que más se mofaba en contra de Rita Dolores
y lo hacía a los cuatro vientos, lo tiene hoy como jefe del departamento de
Sociales y Culturales, un tipo que no conoce la O por lo redondo, un autentico,
paria, que ha sobrevivido gracias a que es chismoso y sumamente rastrero, pero
carente de capacidad laboral.
Pero Rita Dolores lo conserva porque “algo le sabe” o
qué, no es posible, un tipo que debería correrlo y poner en su lugar a alguien
que tenga ganas de trabajar en favor sobre todo de los pensionados y jubilados
y por lo más valioso que tienen los trabajadores burócratas, sus hijos que
están en el estancia, que está bajo las órdenes de este tipejo, me reservo más
epítetos y adjetivos al respecto, ahí la nueva delegada y su mala cabeza.
Pero eso sí, Rita conserva a Edgar Berrón, como la joya de su
corona junto con la hermana de Fernando Eutimio, porque tal vez, Margarita Rosa
Alfaro Waring ha suplicado que no lo corran o el mismo Méndez Lanz
con sus allegados del centro del país. De todas maneras, si Rita,
realmente quiere hacer un buen trabajo, para que los campechanos, no duden de
su capacidad, no de su sobrevivencia, porque esta la tendrá hasta el 2018, sino
para sacar adelante al ISSSTE, que cada día empeora más en sus servicios.
Debe comenzar por una limpia de los funcionarios que
han detenido el avance del esa noble institución, que son las personas
mencionadas anteriormente y algunas otras que se encuentran silenciosas e
incrustadas en la nómina y que por supuesto cobran jugosos sueldos. También
acataría las órdenes del presidente Peña Nieto, de combatir la corrupción. En otra
entrega comentaremos más al respecto, porque los propios trabajadores de la
institución, ya están cansados de las malas decisiones que afectan al servicio
y por ende a ellos, que son la primera cara del ISSSTE cuando solicitan un
servicio.
Lo que la institución no ha dicho es cuando se van a
pagar las despensas de los ramos 02 y 03 que implican varios miles de pesos por
jubilado y pensionado. Tampoco se ha dicho que en una marcha del pasado 1 de
mayo les quitaron sus pancartas y con violencia arrastraron a varios maestros
que protestaron por ese pago. El ISSSTE no ha hecho absolutamente nada para
devolver lo que se rumora fue desviado durante el gobierno del panista Felipe Calderón
Hinojosa, a través de Yunez Linares, hoy gobernador electo de Veracruz.
PARA REFLEXIONAR
“No se puede estar nunca tan bien,
que no se pueda estar mejor, ni se puede estar tan mal, que no se pueda estar
peor”. Porfirio Díaz
Nunca se nos ocurre pensar que los problemas de los
mexicanos pueden ser culpa de los mexicanos, principalmente porque somos
enemigos unos de otros. En casi todos los países del mundo, el ataque de un
extranjero provoca la unión del pueblo por más dividido que esté. Aquí nos
divide más.
Hace 100 años decía Porfirio Díaz: “La razón por la que
le va mejor a los Estados Unidos es que una vez que alguien gana la presidencia,
el pueblo y los políticos se le unen para trabajar por la nación. En México, en
cuanto alguien toma el poder; todos, enemigos y antiguos amigos, se ponen en su
contra”. Eso fue hace 100 años y pudo haberlo dicho ayer.
Mexicanos al grito de guerra… pero entre nosotros. Y
este es el meollo del asunto, nos atacamos entre todos cuando deberíamos
unirnos porque es una costumbre histórica heredada de generación en generación.
Cuando México firmó su acta de independencia, el 27
de septiembre de 1821, nuestro primer día como nación libre, comenzaron los
golpes. Unos querían un imperio, otros, monarquía.
De ellos, cada quien con un rey distinto. Otros más
se decantaban por la república, pero unos la querían federal y otro
centralista. Eso nos hizo pelearnos todo el siglo XIX.
Cuando por fin los más importantes paladines de la
independencia se pusieron de acuerdo, formaron un congreso que nombró emperador
a Iturbide
como Agustín I;
al día siguiente, aquellos que pelearon a su lado ya peleaban en su contra.
Nuestro primer presidente, Guadalupe Victoria, encontró a su
peor enemigo en su vicepresidente, Vicente Guerrero, quien al llegar a la presidencia
encontro a su peor enemigo en su vicepresidente Anastasio Bustamante.
Otros grandes antagonistas fueron Benito Juárez
y Valentín
Gómez Farías, siempre que fueron fórmula de gobierno.
Y esa tan lamentada invasión gringa en la que
perdimos medio territorio, todo mexicano la recuerda, pero casi ninguno conoce
los pormenores. Mientras los ejércitos invasores avanzaban por el territorio
nacional nuestros líderes se peleaban entre si por el poder. Dos Marianos
eran los protagonistas políticos de la época; el presidente Mariano Paredes,
al mando del mejor ejército del que México había dispuesto en su historia, en vez
de defender a la nación de la invasión lo usó para conservar el poder.
El otro Mariano, Salas, estaba en la capital proclamando
la monarquía. Los yanquis desfilaban sin mucho disturbio a Palacio Nacional.
Y en la
famosa Revolución Mexicana todos
nuestros “héroes” se mataron entre sí.
Todos han pasado a la historia como buenos y tienen sus nombres en oro en el
Congreso: pero observa esto: el héroe Carranza mató al héroe Zapata; el héroe Obregón mató a los héroes Villa y Carranza, y por cierto el héroe Plutarco Elías
Calles, mató al héroe Obregón. Por
otra parte el héroe Elías Calles fue expulsado del país por el héroe Lázaro Cárdenas.
El proyecto de Vicente Guerrero era quitar a Guadalupe Victoria; el proyecto de Bustamante era
quitar a Guerrero;
el proyecto de Antonio López de Santa Ana era quitar al que
estuviera; el de Porfirio Díaz, quitar a Benito Juárez García.
Francisco I. Madero tuvo un proyecto: quitar a Díaz; Obragón quitar
a Carranza
y Calles
quitar a Obregón.
El proyecto de Vicente Fox era quitar al PRI… y en torno a esto
último deberíamos reflexionar, sobre aquellas palabras citadas de Porfirio Díaz: “Ya es hora de que dejemos de unirnos para
atacar al presidente, ya es hora de que el proyecto de nación deje de ser
quitar al que tiene el poder”.
Aunque el gringo promedio es mediocre, son potencia
mundial porque trabajan en equipo y porque a pesar de todo respetan a sus
instituciones y a su presidente, mientras aquí Fernández Noroña trata de salir en la tele golpeándose contra el Estado Mayor.
En este momento decisivo de nuestra historia vemos
una vez más a Masiosare (un extraño ¿enemigo?)
enfrentando a todos contra todos. Andrés Manuel López Obrador está dispuesto a
destruir y reventar este país antes de dejar que lo gobierne alguien que no sea
él. Dicen que el pueblo unido jamás será vencido.
¿Cuando será el día en que México este unido? Tal
vez ese día si lograremos derrotar a ese extraño enemigo. Debemos cambiar como
perosnas y luego como país.
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