lunes, 25 de abril de 2016


No basta con saber ejercer el poder, es necesario saber reconocer las alianzas inesperadas que surgirán por todo el camino”.
                                                                              Realpolitik


UN LASTRE QUE ARRASTRAMOS

El Congreso del Estado de Campeche tiene una sobrerrepresentación. Una entidad que no llega al millón de habitantes tiene 35 diputados, 14 de ellos plurinominales, mientras que por ejemplo Yucatán con dos millones de habitantes tiene 25 diputados, incluidos los plurinominales.

Nadie ha querido corregir este entuerto que lo único que nos ha acarreado es el enorme gasto de una legislatura. Gasto que podría dirigirse a disminuir la presencia de una oposición que más que velar por los intereses del pueblo al que se debe, lo hace a favor de sus líderes y de otros grupos en el poder.

Los partidos políticos nos cuestan muy caros y si le sumamos lo que  a los contribuyentes cuesta el sostenimiento de cada legislador comprendemos porqué México se encuentra en terapia intensiva. Aquella jugada del tuxpeño Jesús Reyes Heroles, de pincelar de democracia al Congreso de la Unión y de evitar que los votos perdedores se fueran literalmente a la basura, hoy es motivo de preocupación ciudadana. Sin quererlo le dio a los partidos políticos el enorme poder que actualmente estos ostentan. Aunque la democracia esté lejos de aplicarse en México.

La idea original nacional es que tanto en el Congreso de la Unión como en los congresos locales estuvieran “el mosaico ideológico de la República”. Y en cierta forma se buscaba por parte del veracruzano hacer efectivo el pensamiento de Mariano Otero, de que el Congreso de la Unión fuera “el daguerrotipo de la Nación”.

Es un clamor ciudadano que no es función del Estado sostener a los partidos y que cada organización política “se rasque con sus propias uñas”, es decir debe sostenerse exclusivamente con los aportes de sus miembros y simpatizantes; sin embargo de aplicarse lo anterior, solo sobrevivirían los partidos cuyos gobernadores y Ejecutivo federal son su caja fuerte, quienes hacen los pagos en forma de contratos, cesiones y concertacesiones que acaban por costarle al país mucho más que los subsidios oficiales que ahora pagamos.

La mentada reforma de Estado  del panista Felipe Calderón Hinojosa, fue una “piña” de filos, fueron todas encaminadas a bajarle la guardia al PRI, aunque no deja de reconocerse que por ejemplo en el caso de Campeche tenemos una sobrerrepresentación en materia de diputados locales, pues mientras Yucatán con dos millones de habitantes tiene 25 diputados, incluidos los plurinominales, en nuestra entidad tenemos 35 (también incluidos 14 plurinominales), con poco más de 900 mil habitantes, lo que indica que el Congreso se convierte en una olla de grillos sin ton ni son y, lo que es peor, el enorme presupuesto que solo sirve para propósitos de un grupo en el poder.

Ante todo, conviene hacer algunas precisiones en torno a esa iniciativa presidencial. Tuvo pocas posibilidades de salir avante como se sintió en esos tiempos en San Lázaro. Aunque se cebó en los integrantes de la legislatura local y federal la mala fama de diputados y senadores, creada sobre todo durante los largos años de dominación priista y luego panista. Fueron tiempos en que acaso por despecho, las buenas conciencias decían que era mala inversión ser diputado, pues las dietas duraban solo tres años y el desprestigio toda la vida.

Hay que recordar que la oposición tuvo apenas una muy tenue presencia en las cámaras; en las seis legislaturas que hubo entre 1946 (año del nacimiento del actual PRI) y 1964, cuando se instituyeron lo diputados de partido, los partidos opositores, señaladamente Acción Nacional, apenas ganaron 32 bancas, solo cinco en promedio en cada elección, mientras que la mayoría priista crecía conforme lo hacía el total de los diputados, que aumentó de 147 en 1946 a 176 en 1981.

Una cámara con esa composición era fácilmente avasallada por el Ejecutivo federal. No era necesario seleccionar en ese partido oficial, a los mejores. Al contrario esa condición pesó adversamente. Se creía más bien, que los diputados debían tener, por regla general, flexibilidad en la cintura para inclinarse ante las decisiones presidenciales.

Hubo naturalmente excepciones, pero la mayoría de los legisladores de aquellos años no hubieran aprobado requerimientos de calidad. En gran número provenían de un mecanismo de reparto de posiciones, el sector obrero (que en Campeche se explotó desmesuradamente con Abelardo Carrillo Zavala, su hermano Alfonso, sin dejar de mencionar a Carlos Mauricio Sansores Pérez, Francisco Solís Patrón “Chanquilón”, Francisco Puga Ramayo, y un largo etcétera), el sector campesino (donde  llegaron “líderes” como Manuel Pacheco, Jorge Muñoz Icté, un sinnúmero de hombres verdes de paja, y solamente una vez un verdadero conocedor de las leyes como el doctor en Derecho Alberto Trueba Urbina), y el sector popular explotado hasta la saciedad (Carlos “El negro” Sansores Pérez, en cinco ocasiones; Carlos Víctor Pérez Cámara, en dos ocasiones. Si se observa en los últimos 12 gobernadores solamente Eugenio Echeverría Castellot, Jorge Salomón Azar García y Jorge Carlos Hurtado Valdez, nunca fueron ni diputados federales, locales ni senadores.

El corporativismo reñía así con la representatividad y con la aptitud, pues no era eso lo que se medía, sino su pertenencia a los elencos directivos de la CTM, CNC y la CNOP. No existiendo además reelección ni rendición de cuentas. La desconexión entre los legisladores y los electores cuya participación por otra parte no era eficaz y muchas veces ni necesaria, por lo tanto era ---y sigue siendo---, de total sumisión. Si hoy es muy difícil que por ejemplo un ciudadano de una colonia popular conozca el nombre del diputado de su distrito, en aquellos tiempos era materialmente imposible. Era tan común lo anterior que en los servicios médicos forenses a los muertos desconocidos se les llamaba diputados.

Hoy, con el banderazo de salida de nuevas distritaciones y de la discusión de nuevas propuestas se hace necesario, más bien por razones presupuestales, disminuir el número de diputados locales de 35 a 25. El actual gobernador Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, sabe lo que es el esfuerzo que se requiere a quien hace campaña y de sufrir día por día esos meses previos a cada elección, mientras que un diputado plurinominal no hace más esfuerzo que el levantarse todos los días y enterarse por los medios de comunicación de lo que sucede en los procesos y, que si está dentro de los tres primeros de la lista es casi seguro que llegará a una cámara sea federal o local. Así de fácil.


UN AYUNTAMIENTO FALLIDO

Hace apenas unas semanas señalábamos que este Ayuntamiento del Municipio de Campeche que preside Edgar “El Garo” Hernández está convertido en una “cueva” de amigos que se sirven del erario y no estábamos tan equivocados, puesto que un día si y otro también, salen al paso numerosas denuncias que denotan justamente eso, el nulo orden y capacidad de repuesta ante los problemas que diariamente se presentan en cada una de las áreas que integran esa administración municipal.

Hoy, vemos que salen nuevamente con una justificación absurda, por no decir otra cosa, sobre el evidente desabasto del vital líquido en esta Ciudad. Desabasto que afecta ya a numerosas colonias que incluso llevan un mes sin contar con agua potable, dentro del cual un 40 por ciento sufre el intermitente corte diario de agua para abastecer al resto de colonias que si están supuestamente al día y es que, según a juicio siempre de las autoridades, la razón principal alude a que el manto freático que nutre al Municipio ya no es suficiente para la demanda de agua en toda la Ciudad, ¿como ve usted?

Esta declaración por parte del titular de esa dependencia, dicho sea de paso, sería creíble de no ser porque hace justamente un año, el entonces Director de la Comisión Nacional del Agua en Campeche, Edilberto Jesús Buenfil Montalvo, afirmó que el manto acuífero se recupera de manera rápida por la lluvia y que en el Estado se registra en promedio unos mil 200 milímetros de agua al año, por ello Campeche bajo esos argumentos no tendría ningún problema de desabasto de agua si se considera que incluso esta Dependencia invirtió en la construcción de ocho pozos de 20 en el ejido de Hobomó.

Lo que es una realidad que de ser insuficiente el agua ya se hubieran presentado señales reales que alerten de esa probabilidad en meses anteriores, pero todo parece indicar que se trata del nulo conocimiento y del poco interés del primer edil en verificar que los equipos de bombeo funcionen correctamente. El agua es muy probable que haya disminuido en dos años, pero imposible que por ello se presente un desabasto como el que se observa diario.

Aquí la única solución viable, a juicio de este columnista, para demostrar quien tiene y quien no la razón, sería solicitar nuevamente un estudio técnico que denote las condiciones actuales de las aguas subterráneas en el Estado y Municipio, puesto que el último existente que data del año 2013-2014 señala por ejemplo que en Campeche “las lluvias van de abundantes a muy abundantes durante el verano y que en el caso de la precipitación total anual esta es de mil 200 a dos mil milímetros, pero que en la región norte donde el clima es semi seco, es de aproximadamente 800 milímetros anuales”.

La experiencia tiene un precio y ese es el que justamente esta pagando el alcalde por su soberbia, si tiene dinero para pagarle hasta a sus familiares en nómina, desviar recursos en compañías de sus allegados (señalado en la columna anterior) y hoy señalado nuevamente por disponer de ingresos para pagarle compensaciones extras a gente de confianza y eventuales que no deberían de cobrarlos, sólo por citarle algunos ejemplos, pues mínimo que tenga la vergüenza de salir a dar la cara y solucionar de una vez por todas el problema del agua que antes de que el llegara no existía “curiosamente”.

Sin embargo el mal ejemplo cunde. Ahora resulta que el guitarrista seguidor de Los Beatles, que volvió a la política de la mano de José Antonio González Curi, dijo una verdad de Perogrullo, un garbanzo de libra y un rebuzno jocoso: “El agua de Campeche no es para ser tomada porque contiene muchas sales por la calidad de su suelo”.

Hace demasiadas décadas que gobernadores llegan y gobernadores se van y Campeche, ciudad colonial, patrimonio de la humanidad no ha logrado que el agua de la llave pueda ser consumida, mientras que las grandes empresas hacen el negocio con el agua embotellada que diario se consume. Yucatán resolvió ese mismo problema en tiempos de Gustavo Díaz Ordaz, a quien llegaron a acosar tanto que el “héroe de Tlatelolco”, ordenó la introducción del sistema de agua potable para la ciudad de Mérida. Campeche, ni siquiera ha hecho el intento de esa obra, porque no luce y serían años de excavaciones y contratiempos. ¿Hasta cuándo los campechanos seguiremos rezagados en ese aspecto?

Cuántos miles de campechanos no le mentaron la madre a Eugenio Echeverría Castellot, con la excavación de las calles del Centro Histórico, que dio a esta ciudad el aspecto que tiene en la actualidad al
desaparecer los postes de luz y cables del tendido eléctrico.


“LAS VACACIONES DE UNA CHIFLADA FAMILIA”

Como su nombre lo indica y al más puro estilo de una  típica película de la saga de Harold Ramis (qepd) protagonizada por Chevy Chase en donde el padre de la familia Griswold fomentaba la reunión familiar, la unión con sus hijos y se esforzaba siempre por realizar todo perfectamente, pero el destino y su torpeza se ponían siempre en su contra. En Campeche y durante el verano ocurrió algo similar.

Resulta que días antes de que ocurriera el viaje del recién propuesto Embajador de México en Paraguay a las playas de la Laguna de Bacalar como narré en la columna anterior, éste finalmente decidió visitar su bunker en tiempos de playa, sí, “El Sombrerón” donde se vivieron verdaderas bacanales y corrían las copas de la cava construida y abastecida semanalmente de una oficina de la secretaría particular con cargo al erario.

Cuentan que la pasada semana mayor llegó el embajador, se encontró con la ausencia de su hijo putativo Edgar “El Garo” Hernández, quien tuvo la brillante idea, fíjese usted, de vacacionar en pleno verano en las montañas de Aspen, Colorado y es que precisamente cuando el dinero es lo de menos, imagino que uno se debe romper la cabeza pensando en que gastarlo sin importar que el mismo corresponda a la hacienda pública municipal (caso similar al ocurrido en Indesalud); pero el hecho de que éste no estuviera no impidió que hiciera una llamada a su secretario particular para que su amigo y confidente pudiera hacer uso de su casa en este centro vacacional (El sombrerón) con todas las comodidades que ello implicaba, al final de cuentas el cargo se lo debe a él y a nadie más según confía a sus íntimos.

Esta historia, chusca si se quiere, tuvo un desenlace preocupante porque a sabiendas de la forma en que se mueven las aguas políticas, “El Garo” fue llamado a capítulo para indicarle que los tiempos de su amigo y algo más, quedaron en el pasado 15 de septiembre y que hoy solo truenan los cacahuates de otro.

Esta novela de verano solamente demuestra que el alcalde campechano decide por él y por nadie más, que le importa poco o nada lo que piense el hoy Gobernador, su único jefe y el verdadero, que el dinero lo tiene a manos llenas y que lamentablemente y a pesar del apoyo continuo que recibe por parte del Gobierno del Estado, éste sigue respondiendo a unos intereses que no miran precisamente por el crecimiento de Campeche y si en cambio por los propios y de su grupo. Ya veremos que cara pone el primer edil cuando vaya en diciembre a pedir apoyo para el pago de aguinaldos como anualmente padece la comuna de Campeche.


PARQUES Y JARDINES DE LA CIUDAD, EN TOTAL ABANDONO

El recreo y esparcimiento son necesidades inherentes e indispensables a la familia con cada uno de sus integrantes. “No escatimaremos, tiempo, esfuerzos y recursos económicos para que las familias cuenten con el esparcimiento en los parques de su comunidad”.

El anterior “compromiso y promesa recurrente de las actuales autoridades del Ayuntamiento de Campeche, con el alcalde a la cabeza, Edgar Román Hernández Hernández, se quedó en anécdota de campaña política”

Ahora, persiste la gran duda de: “¿qué fue lo que pasó?”.

¿Encontró demasiadas saqueadas las arcas de la comuna, acaso? y si es así ¿por qué no lo denunció y al mismo tiempo limpió el camino para el correcto funcionamiento del ayuntamiento que recibió, y la operación de los servicios públicos?

¿Por qué hoy, ayer y hoy, desde el 15 de octubre en que tomó posesión “Garo” como presidente municipal, la ciudadanía no ha visto ningún cambio en el modo de dar o no dar los servicios públicos municipales?

Uno de tales servicios a los que tiene derecho la ciudadanía y el municipio de otorgárselo, consiste en el mantenimiento permanente y constante de los parques públicos.

Pero hoy, se puede decir que  no hay parques. Hablamos de las más de cien colonias populares de la ciudad, aparte de los fraccionamientos y unidades habitacionales.

En cuanto a los parques públicos conocidos como los “tradicionales”, estos están peor. En esos sitios, los parques tradicionales, como son los principales: San Román, San Francisco, Santa Ana, Santa Lucía y Guadalupe, uno puede convencerse del grado de abandono que hoy los “distingue” y aflige a sus habitantes.

Todos los ciudadanos o la mayoría prestos a cubrir los importes de cada impuesto municipal, establecido en ley, como vemos en las largas “colas” que suelen formarse frente a los contribu-móviles u oficinas recaudadoras cuando se trata de pagar las contribuciones mensuales o anuales.


PARQUE DE SAN ROMÁN: “EN ABANDONO” POR ANTONOMASIA

A pesar de que es irremediable encontrar en el parque de San  Román todas esas condiciones de abandono y pueda verse el fiel reflejo y las consecuencias o el producto de la desidia de la Comuna, de sus autoridades y de sus trabajadores.

No podemos dejar de comentar que, el de San Román es hoy, el parque en abandono por antonomasia, no solo porque otrora era el más prestamente atendido, sino porque antes, era el que más se atendía.

Porque precisamente por ser el parque del barrio más representativo –puesto que se disputa con el también barrio tradicional de San Francisco-, y viéndolo hoy como el parque quizá el más desatendido, esa es una situación que nos puede dar la firme idea de cómo estarán también de abandonados los demás parques de la ciudad.

En el norte y en el sur de la ciudad las colonias padecen del mismo problema: no han espacios aptos para hacer deporte, áreas verdes para el juego indispensable de la niñez, bancas y parques para que las familias en su conjunto acudan por su obligado esparcimiento y recreación.

Con la pena pudimos constatar que en el parque de San Román, han desaparecido las áreas verdes; en su lugar, observamos tierra descuidada, unos cuantos sembraditos; ya no hay césped, solo restos de tierra mal cuidada y residuos de lo que en un tiempo se pareció a ese tipo de zacate; hay apenas algunos arbustos, pero mal cuidados, muertos por falta de agua.

Del sistema de riego, no queda nada; se han llevado todo; también se han robado las rejas del kiosco, y que volvieron a colocarse por pasada administración, los barandales oxidados; vecinos comentan que los trabajadores sindicalizados son los mismos que desmantelan la obra pública y se roban la infraestructura, aditamentos y equipos del servicio público de parques y  jardines; pero el caso es que la autoridad municipal no procura la especial atención policíaca.

En los barrios de Guadalupe y Santa Ana recién se les dio una “manita de gato” de pintura a sus parques; en el señorial Guadalupe no duró mucho la remodelación de su parque, que por cierto fue dos veces remodelado durante los dos trienios anteriores; hoy, tiene el mismo problema de abandono que el de San Román. Su ausencia de luminarias, lo ha vuelto a convertir en centro de citas juveniles.

Tenemos que citar el parque de Santa Lucía porque allá, tienen el eterno problema de la falta de alumbrado público, al igual que lo ha tenido por siempre el parque de la unidad habitacional Ciudad Concordia, donde hace unos días entre sus penumbras fue asesinado un joven estudiante del CECYTEC de esa unidad habitacional al salir de su instituto y pasar por el oscuro por siempre parque de Concordia.

Cualquier ciudadano puede constatar que en las colonias altas, “los parques” no han recibido la mínima atención; si acaso, se ha prestado el servicio de barridos de las calles que circundan el parque, por ejemplo, el parque de la colonia Colosio, pero los tableros de la cancha de básquet, siguen rotos como desde el trienio anterior.

En el mismo abandono está la única cancha que tienen en las dos colonias al lado: la Colosio y la Diana Laura, y en las más antiguas, la Morelos, la Revolución, la Josefa Ortiz de Domínguez y la de Bellavista.

Hacia el norte, en el gran fraccionamiento Kalá, hay una cancha, que da servicio a los jóvenes también del fraccionamiento contiguo y también extenso: Colonial, luce ese parque lejos de la mano de las autoridades municipales.

Lloran, claman, los jóvenes, por una cancha nueva: “pero no han regresado, ni el Alcalde, ni la diputada –en referencia a Alejandrina Moreno Barona, diputada del III distrito electoral- desde que pasaron a prometernos que nos harían un parque nuevo y una reparar la cancha”.


POSIBLE INTERVENCIÓN DEL ESTADO AL MUNICIPIO

Aunque el 115 Constitucional otorga autonomía a los municipios también existen mecanismos legales para que el Gobierno del Estado, pueda intervenir a un municipio.

En comentarios extraídos de integrantes de esta LXII Legislatura, se pudo percibir el interés que tiene el Gobierno del Estado de Campeche que encabeza Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, de buscar esa posible intervención en el municipio de Campeche.

Ante el grado de abandono en que están las áreas públicas y parques y jardines de la ciudad y aún más de las comunidades del medio rural, se comentó de la exasperación que ocasionó al titular del Ejecutivo estatal, tantas que le han ido llegando, por la falta de atención, nulo mantenimiento y deficientes servicios públicos en la Comuna de Campeche.

Sobre todo, el lado más sensible y que tiene molesto al Ejecutivo con el alcalde de Campeche, es precisamente la situación de los parques que hoy no están en condiciones de servir para el solaz y esparcimiento de las familias campechanas, como debe ser su propósito.

De ahí que hemos podido darle crédito a la molestia del gobernador porque las familias se quejan de que: ya no hay parques en Campeche. El hecho quedó confirmado por los miles de visitantes que tuvimos en las pasadas vacaciones de Semana Santa donde los turistas quedaban contentos por la qiuietud y paz de esta capital y de los atractivos que tiene  esta capital. No así del descuido de sus áreas verdes y de los parques y jardines, así como de la basura asentada en lugares públicos.

Y la sentencia, según se ha comentado, del titular del Ejecutivo ha sido clara “y directa al oído del alcalde campechano: o te pones las pilas y atiendes los parques, porque la gente ya está cansada de tu abandono, o el Gobierno del Estado va a tener que intervenir para prestar esos servicios y dotar a los parques de lo  necesario para que sean considerados como tales”. Palabras más, palabras menos.
En la Constitución Federal se establece que toda persona y toda familia tiene derecho a vivir, a contar en su comunidad y a disfrutar de un medio ambiente sano.

También en el mismo artículo se plasma en la Ley General del país que también tiene derecho la persona y la familia al recreo y al esparcimiento. Inclusive en la misma Carta Magna o Ley Suprema se señala la necesidad de que el salario que perciba el trabajador deba ser suficiente para que el jefe de la familia pueda además de pagar la educación, el vestido y la alimentación, pueda solventar las necesidades de esparcimiento y recreo de los miembros de toda su familia.


EL TUFO DE LA CORRUPCION

No se ustedes amables lectores, pero no es agradable corroborar que a cambio de un puñado de ricos, multimillonarios y con garantías de solvencia para varias generaciones, tengamos en Campeche una miseria creciente, asfixiante, que toca con frecuencia las puertas de la clase media cada que llegan las prolongadas sequías críticas por la insolvencia de un gobierno atrapado y la ausencia de  medidas para salir de tan grande bache.

La avaricia está por encima de las viejas banderas sociales; la corrupción del régimen que terminó el sexenio pasado domina y permea en todos los estratos de los tres niveles de gobierno. Las consignas delinean quiénes deben ir a la cárcel y quienes se salvarán, aunque tengan una cauda inmensa; el combate entre los grupos del poder acrecienta las presiones sobre el nuevo gobierno.

Nada es casual. Es lo que se ha construido por tantos años de malos gobiernos, de negligencia y conformismo colectivos. La convalidación resignada de los fraudes electorales, de las traiciones por los mismos de un grupo como ya lo expusimos en esta columna en su oportunidad, desangran a la sociedad campechana. Esta es un perspectiva actual y duele.

Y duele más porque acabamos de asistir a una nueva puesta en escena de Macbeth, Al escenificar Manlio Fabio Beltrones Rivera, el salvamento de su protegido, amigo y tal vez cómplice Fernando Eutimio Ortega Bernés, a quién recomendó para que fuera nombrado embajador de México en Paraguay, donde no lo alcance el brazo de la justicia, porque para eso están los peces menores que hasta la fecha siguen sin ser molestados. No cabe duda que como decía William Shakespeare, “La vida es una sombra”.

martes, 12 de abril de 2016


“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan”.

Arnold Toynbee (1889-1975)
Historiador ingles

En vez de pensar como extraer más petróleo y encontrar nuevos yacimientos como el Cantarell; en vez de seguir de zánganos dilapidando esos recursos que ya no hay, ordeñando la vaca sin alimentarla, debemos recapacitar que hay en puerta un boquete de 21 mil 700 millones de pesos que los estados dejarán de percibir este año.

Estados como el de México dejarán de llevar a sus arcas 15 mil 300 mdp, mientras que Campeche percibirá solamente mil 200 mdp. La caída en participaciones para estados y municipios es el resultado de una producción petrolera ---especialmente de Campeche---, menor a la esperada, con bajos precios del hidrocarburo y una actividad económica con menor dinamismo, aunado a ingresos no recurrentes derivados de la reforma fiscal de 2013 que no se van a materializar en el 2016.

Campeche, con un gobernante que está golpeando puertas en todas las secretarías de estado y organismos descentralizados, busca desligarse de un cáncer que lastró nuestra economía por más de 30 años y que hoy al desaparecer Pemex, nos deja no solo en la orfandad sino con un panorama nada fácil para enfrentar la crisis que ya está presente por los recortes sucedáneos del gobierno federal.

Va a hacer falta pensar de diferente manera, actuar de otro modo, pero por sobre todo sacar a Ciudad del Carmen del cuarto de terapia intensiva en que se encuentra luego de lo acontecido no solo con la desaparición de Pemex, sino de la caída de la producción de petróleo y del desplome de los precios del mismo.

Ciudad del Carmen está inmerso en un torbellino de crisis económica luego de la desaparición de la paraestatal Pemex, como consecuencia de la Reforma Energética.

Gobernar a este país, gobernar a Campeche se torna cada vez más difícil. A los problemas tradicionales de manejar un país bronco, en el que grupos de poder asumen posiciones violentas para exigir recursos y prebendas, se suma el desplome de la dictadura perfecta, aquella que Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura tanto nos criticó y que hoy se le devuelven con los “Panama Paper´s”.                                                                                            
El presidente de la República y por ende los gobernadores de las 32 entidades federativas no tienen ya los poderes metaconstitucionales, que les permitían tomar decisiones y aplicarlas a rajatabla, en aquellos románticos tiempos del viejo partido tricolor. Hoy todos los gobernantes enfrentan criticas constantes tanto en los medios como en las redes sociales, que eran impensables en el pasado.

Y esto es así, por el bajo nivel de aceptación en procesos electorales. De facto son las mayorías en las Cámaras de Diputados tanto federal como estatales, que en alianza con el Verde Ecologista y Nueva Alianza, han podido negociar y lograr acuerdos.

Aquel Pacto por México del 2 de diciembre del 2012 que le permitió a Enrique Peña Nieto,  y con el aval de los presidentes del PRI, PAN, PRD y PVEM, realizar 13 reformas estructurales en los primeros años de su sexenio, entre ellas la laboral, la financiera, la de competencia económica, la de telecomunicaciones, la hacendaria y la energética, esta última que desmoronó la economía de la Perla del Golfo. Pero todas ellas han quedado atrás.

El principal problema de los próximos años será el económico.  El desplome de los precios del petróleo ha puesto al gobierno contra la pared, pero a Campeche lo ha sumido en un mar de incertidumbre. Su “capital económica” está desarticulada. Las exportaciones manufactureras también han sido afectadas. El tipo de cambio ha llegado a niveles alarmantes –rebasó los 18 pesos el dólar--, y en el caso de Campeche lo único que exportamos con esa ventaja es la miel.

El petróleo puede idiotizar a un país. Lo torna flojo, complaciente, clientelar, parasitario. Nos interesaba más vender barriles que educar a nuestra población. Esperar las participaciones de la venta de hidrocarburos que en la inversión de talentos humanos, Los gobernadores y, sobre todo aquellos que tienen las mas altas poblaciones humanas como el Estado de México, sin generar un litro de petróleo o gas, recibían verdaderas fortunas y todo iba directo a la corrupción.

Como México ayer. Como México hoy. Víctima de la “Primera Ley de la petro-política” descrita por el  escritor Tom Friedman en un artículo de Foreign Policy: mientras mayor sea el precio del petróleo, menor será el ímpetu reformista y el compromiso modernizador.

México y Campeche en especial con el 80 por ciento de la producción, se equivocaron una y otra vez. Pospusieron decisiones difíciles, comprando tiempo, flotando de muertito en un mar viscoso, cada vez menos profundo. Campeche, preso desde hace 38 años en que el gobernador Rafael Rodríguez Barrera, dio a conocer que estaríamos en la mira mundial porque se habían descubierto grandes reservas petroleras en la Sonda de Campeche. Preso, desde entonces de la maldición que entraña obtener ingresos con tan solo perforar un pozo. Construir nuestra incipiente economía alrededor del oro negro y quien lo controla; donde todo dependía del precio del barril y quien se beneficiaba con su venta era y siguió siendo el gobierno federal, dejándonos migajas porque la Constitución no nos permitía recibir los recursos que estados como Veracruz y Tabasco si tenían.

Pero no nos importaba porque los gobernadores le metían mano a esos dineros que caían como el maná. No importaba que el campo y la pesca se fueran al demonio; no importaba crear emprendedores sino proteger depredadores. El persistente saqueo trajo nuevos actores en la política para administrar esa riqueza sin pensar en el mañana.

Porque cuando un gobierno obtiene los recursos que necesita para sobrevivir vendiendo petróleo, no tiene que recaudar impuestos y todos sabemos que sucede cuando no se recaudan impuestos. Las tensiones sociales se atenúan pero no se solucionan, porque se posponen las soluciones de problemas usando dinero discrecional que fueron de fondos petroleros.

Es más, hasta se evitó la rendición de cuentas porque hubieron demasiados  consumidores contentos con sus compras en SAM´S, Wallmart, Mega Comercial, Aurrera, etc. Demasiados campechanos y carmelitas conformes con la federación “dadivosa” como para exigir su transformación.

La riqueza petrolera llevó a la política a un ejercicio donde el  gobierno daba y el ciudadano recibía. La mano extendida llegaba a todos, Los pescadores porque vendieron sus barcos camaroneros, dinero; los agricultores porque la planta de Nitrógeno les dañó sus tierras; dinero;  los comerciantes porque no les permitían llevar sus ventas a todos lados de la vía pública, dinero; las dependencias estatales y municipales porque necesitaban trasladarse en sus domicilios a las familias, dinero en forma de vales de gasolina…y así hasta el hartazgo. La mano extendida y la boca cerrada. La democracia como un sistema de extracción sin representación. El petróleo nos hizo zánganos, parasitarios y nos mantuvo en el mismo lugar.

Campeche gastó mal su poca riqueza y en cierta forma descuidada, irresponsable, sin pensar en el mañana. Pero ya sabemos que los políticos no piensan para el futuro, sino solo respiran por trienios o sexenios. Datos fidedignos nos dicen que en su mejor momento recibía el gobierno federal más de 100 mil millones de dólares anuales gracias a las ventas del petróleo. Si hacemos números 80 mil de ellos aportados por la extracción en la Sonda de Campeche.

La burocracia política creció en forma desmesurada, pero no sirvió para educar a los ciudadanos. No usó las rentas que generó para asegurar clientelas sino para entrenar ingenieros.  Hoy que el petróleo está en los suelos en materia de precio y secos los pozos como el Cantarell el impacto ha sido brutal y estamos descubriendo que hay poco para ofrecerle al mercado global más allá de los emigrantes que detesta el candidato republicano Donald Trump.

Nuestros paradigmas campechanos sobre el petróleo necesitan ser repensados ya no tenemos ni a quien recurrir para que se construya el nuevo Puente de la Unidad, porque del actual ahora si está cerca “un colapso súbito del concreto” y no como dijo un reportero campechano hace 20 años en una entrevista para El Universal, que movieron a risa a los gobiernos de ese entonces.

Más allá de lo verdaderamente anecdótico que ha representado las decenas de promesas que los candidatos a la presidencia de la República nos han hecho desde los lejanos tiempos de José López Portillo, lo fundamental han sido los compromisos en algunos casos hasta firmados para beneficio del Estado.

Discursos huecos y monotemáticos. Quiérase o no a Campeche únicamente le queda su joven gobernante, porque sea quien sea el próximo Presidente de la República el sobrevivirá a lo que venga y volverá a apelar para mejorar la calidad de vida de los campechanos.
Porque como loro en jaula hemos de recordar los compromisos y que por cierto no tienen efectos vinculatorios. Ya se vio, que igual pueden cumplirse o no.  Por creatividad o descaro, las mejores promesas son las de quienes ejercen el oficio más antiguo del mundo (no el que se ha dicho siempre), la política quiero decir. Un político necesita prometer para lucir auténtico especialmente en América Latina donde la promesa es deporte.

Y aquella suscripción pública ante los fedatarios no tuvo efectos éticos, sociales ni mucho menos políticos. Enrique Peña Nieto no cumplió con Campeche. Porque nos preguntamos ¿dónde esta la modernización y ampliación del Puerto de Seybaplaya? Los malpensados nos dirían se diluyó en las manos de Fernando Sadek Abad y David Uribe Haydar.


¿Y la construcción del nuevo Puente de la Unidad? Pues esa se la comió Tradeco y todos sus benefactores y en estos momentos no hay quien diga esta boca es mía. Hay que recordar que con motivo de la celebración del Día de la Marina, hace cinco años, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, anunció la construcción del nuevo Puente de la Unidad, obra que le colgó de los hombros a Petróleos Mexicanos y si mal no recordamos hasta fijaron el monto en 900 millones de pesos que, supuestamente se depositaron en la paraestatal, pero luego de pasado un tiempo hasta los recursos se perdieron. Mucho de eso sabe Mario Ávila Lizarraga. Han pasado todos estos años y nada se hizo.

Pero Peña Nieto también nos prometió y firmó la modernización de los sistemas de agua potable y el drenaje y alcantarillado de la Ciudad de San Francisco de Campeche, obras en las que tenemos en comparación con otras capitales de Estados 100 años de atraso. El gobierno de Fernando Ortega Bernés a través de la Conagua realizó el drenaje pluvial de una parte de la ciudad, que por cierto antes de ser entregado se derrumbó en un tramo del malecón de la ciudad. Mala calidad producto de los “moches”.

Pero “el tiempo de tener respeto a Campeche” aún no llega y esta fue promesa de Peña Nieto durante su campaña. Desde que el diablo escrituró los veneros de petróleo a Campeche, todos los gobernantes andan mendigando año tras año los recursos y las obras indispensables para su desarrollo.

Y sin caer en decálogos porque pareciera el Decamerón, también se nos prometió mejorar la economía y la calidad de vida de todas las familias; que los campechanos tengan un mejor salario; que se detenga el alza en los precios de la canasta básica; que se baje el precio de las tarifas eléctricas en serio y no en demagogia, a través de la reforma energética y hacendaria; otorgar los útiles escolares para estudiantes de primaria y secundaria, no como los que hizo el hoy diputado federal Miguel Angel Sulub Caamal, quien contrató en Ticul, aquellos zapatitos y con la papelería Tony los grandes diezmos, dejando a productores campechanos silbando en la loma; la creación de becas de transporte para los jóvenes que recorren grandes distancias para llegar a la escuela; vales de medicina para la población cuando las instituciones del sector salud no tengan abasto; seguro de vida para jefas de familia, a fin de que sus hijos queden protegidos en caso de que ellas falten; crear programas para la construcción de vivienda y una pensión universal para adultos mayores de 65 años.

Y luego de casi cuatro años yo les diría ¿y su nieve de que sabor la quieren?


¿ADONDE VA VICTOR MENDEZ?

Fuentes fidedignas nos aseguran que está a punto de dejar la delegación Estatal del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del  Estado (ISSSTE), el suertudo Víctor Manuel Méndez Lanz, quien luego de dejar el Estado como alcalde de Campeche, tuvo la fortuna de que el empresario yucateco Omar Díaz Castellanos, le presentara al famoso “Chupón” Emilio Gamboa Patrón, quien ha navegado en las cámaras federales por más de 20 años, llevándose a Méndez Lanz a ese largo periplo.

También se menciona que quien le recibirá la estafeta del ISSSTE será la delegada federal del Trabajo y Previsión Social, Rita del Rio Avila, quien todos saben que es una de las consentidas de Enrique Peña Nieto. La dábamos como inamovible hasta el 2018, pero tal vez se sienta más cómoda en este nuevo encargo.


CONTAMINADA LA LAGUNA DE BACALAR

asaamprobante provisional de lap como alcalde de campeche del Estado (ISSSTE)lomalcio mora con el comprobante provisional de lap
Aquellos que tuvieron la fortuna de pasear por las playas del Caribe Mexicano nos dicen que un día del fin de semana de la Semana Mayor les causó sorpresa ver remojado en la Laguna de Bacalar al ex gobernador de Campeche, Fernando Eutimio Ortega Bernés, acompañado de su familia.

Nada extrañó para quien puede darse ese lujo, pero como cambian los tiempos, porque nos aseguran que algunos de sus protegidos lo esperaban en “El Sombrerón”, donde tenía su bunker en tiempos de playa. Hoy se añoran las bacanales de esos días por parte de su círculo de amigos, que por cierto, solo dos de ellos vacacionaron en ese lugar que un día fue sitio de descanso del ex gobernador Manuel José López Hérnandez, ahí por los lejanos años de 1950. Carpe diem.


UN AYUNTAMIENTO CON TUFO DE CORRUPCIÓN

Desde el mes de Julio del año pasado, al concluir finalmente las campañas electorales que dieron rumbo al mapa electoral actual, sabíamos de antemano que en el caso del Ayuntamiento de Campeche las cosas, al menos no iban a cambiar y por el contrario si podían empeorar.

Al paso de los días, --meses ya--, no hacen más que confirmar lo que muchos nos temíamos, que el Ayuntamiento de Campeche está convertido en una cueva de amigos y familiares que se sirven del poder.

Hace semanas se hizo pública una denuncia que señalaba que el Ayuntamiento había pagado 222 millones, 404 mil pesos a la empresa “Cal-Kim Enterprise, S.A. de C.V.”, presuntamente propiedad del actual Secretario del Ayuntamiento y por muchos años brazo derecho de Miguel Angel Sulub Caamal, puruxista de hueso colorado pues, Jesús Antonio Quiñones Loeza. Se señaló que el pago había correspondido por concepto de servicios de iluminación, instalación de luminarias, postes de concreto, obras de construcción y suministro de papelería, de ahí a que usted viera que cambiaran luminarias como si de bachear se tratara.

No es de extrañarse esta situación, basta recordar que a finales del año 2014 y estando en el poder su amigo y mentor, Fernando Eutimio, el ex diputado fue exhibido con una serie de irregularidades en el Municipio que precisamente representaba (Hopelchén), basándose justamente en su calidad de diputado. “El barullo de Carmela”, cantina ubicada a las afueras de Bolonchén, propiedad de Guillermo Barrera Loeza, primo de Jesús Antonio, al igual que el sueldo que recibía su hermana Gladys Georgina Quiñones Loeza, quien cobraba por parte de SEDUC de intendente de secundaria, secretaria en kínder, enlace y como empleada administrativa, fueron sólo algunas de las pequeñeces comparadas con lo que ahora sale a la luz pública.

Ayer también se ratificó una denuncia en la Contraloría de ese Ayuntamiento al hoy director de Atención y Participación Ciudadana, Luis Hernández Zapata por presunto nepotismo al nombrar como jefe de departamento de la dependencia bajo su cargo a su sobrino Jorge Tejero Zapata, otro ejemplo más de lo que hoy en día nos podemos encontrar en el “renovado” Municipio de Campeche.

Precisamente por actos como los anteriores, nos queda la certeza que lo que ocurre en el Ayuntamiento de Campeche no son hechos aislados sino consecuencia de una política instaurada por el primer edil de total impunidad, puesto que lo mismo el Jefe de su Oficina, Erick Kernz Ruiz, se apunta a la “fiesta” apropiándose de toda una banqueta en Santa Ana para construir una barda en la casa de su mamá, como también el propio alcalde Edgar “El Garo” Hernández tiene el descaro de nombrar a su sobrino Ignacio Muñoz Hernández como asesor en la controvertida dirección de Atención y Participación Ciudadana.

Y esos amables lectores, como le dije anteriormente, son sólo detalles de lo mucho que seguramente en los próximos días irá saliendo a flote.

¿Qué habrá venido a hacer Sulub Caamal este lunes donde se entrevistó en el Ayuntamiento con el primer edil? ¿Tendrá relación con lo que comento líneas arriba?