domingo, 9 de febrero de 2014


A propósito de los recortes, la austeridad y la disciplina en los gastos de FOB, la siguiente “Epigracia” como llamó mi amigo Jesús Eleazar Ayuso Barrera: Lo digo de Sur a Norte: / Por causas de honestidad / ¡hágase por caridad! / de uñas un buen recorte.


¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

A las autoridades y a los precandidatos a la grande del año próximo que tienen la lengua larga, porque ofrecen más de lo que pueden o quieren cumplir, para satisfacer así sus ambiciones desorbitadas y reclamar honores inmerecidos les recomiendo la terapia de la humildad.

Hoy domingo (Dominus, día del Señor), habría que darle una repasadita a la Biblia. Jesús, en el evangelio de San Mateo y Cervantes en “El coloquio de los perros”, coinciden con lo que estoy diciendo: que la humildad es el fundamento de todas las demás virtudes. Veamos porque…

Porque la ambición que suele transitar caminos opuestos a la humildad, es con frecuencia el disfraz de la soberbia, dice en su homilía San Juan Crisóstomo, predicador célebre llamado “Pico de oro” por su elocuencia. No estamos contra el deseo de honor; gloria y prosperidad es legítimo. Deseo que se convierte en ambición en el momento en que se desordena. Deseo que, revestido de soberbia, se aparta del servicio a los demás y degenera en afán de lucimiento exhibicionista.

Porque no debemos olvidar quién somos y dónde estamos. Se atribuye a San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, un consejo pensado para retratar a los que aspiran a estar por encima de todos, a ponerse en el primer puesto a como de lugar. Palabras más o menos señala: ¿Acaso los mulos dejan de ser torpes y hediondas bestias porque su amo los cargue de olores, muebles preciosos y tesoros de gran valor? El amo, claro, es Dios.

Porque la humildad induce a los servidores públicos a pedir perdón por sus errores. Así como el deseo de honores y gloria puede derivar en soberbia, así la solicitud de perdón cristaliza en rectificación cuando la autoridad, más consciente de sus obligaciones que de su persona, aprende a rectificar. En realidad, tanto como la humildad, la rectificación es un acto de honradez que honra a quien la practica.

Porque el hombre soberbio no da su brazo a torcer y se cree el dueño eterno de la verdad. Incluso en temas polémicos y opinables. Por eso nunca participará en foros y diálogos abiertos y enriquecedores sobre los asuntos públicos. Por eso los precandidatos y las autoridades campechanas emanadas del PRI perciben y se regocijan en su contumacia, porque sobre todo un reciente galardonado con una presea estatal creen que rectificar es un síntoma de debilidad. La falta de humildad, erigida en soberbia, lo lleva a que su egocentrismo sea el centro de atención en todo. Escribá de Balaguer, fundador del Opus Dei, decía: Solo los tontos son testarudos; los muy tontos, muy testarudos.

Porque, sobre todo, el gobernante humilde respeta a los demás y a  sus opiniones, enriqueciendo su oficio de gobernar con las ideas de sus conciudadanos, con las aportaciones de la oposición, y multiplica con el oído atento a la crítica, las ocasiones de prevenir un desliz o repararlo ayuda de la critica en vez de encerrarse en su oficina-hotel lleno de soberbia.

Porque ¿dónde colocaremos al galardonado reciente? ¿entre los soberbios que son testarudos de remate? ¿entre los humildes que ejercen con  encomendado?

O entre aquellos que saludan con sombrero ajeno. Porque en ese asunto del Lío Limítrofe entre los tres estados de la Península de Yucatán, el mérito no se lo puede adjudicar nadie en forma personal, porque en ese asunto ---que por cierto Quintana Roo algo estará tramando su loco Ejecutivo---, nadie puede aseverar que está concluido.

Porque por humildad el galardonado en esta ocasión en el sitio donde una mañana el Mártir de la Democracia  Francisco I. Madero, constató lo que le dijera Palavicini, que Campeche era un cementerio de ideas. Efectivamente, el Circo Teatro Renacimiento fue el escenario de lo que “El Cisne de Avon”, William Shakespeare, escribió en su “Comedia de Equivocaciones”.

Porque pedirle humildad a quien externó que está a las puertas de su terreno cielo personal, es pedirle peras al olmo. Ni siquiera por equivocación esa mañana mencionó los nombres de quienes siendo campechanos estuvieron aportando ideas, soluciones y proyectos que por supuesto fueron “tomados” para su provecho personal. En lo que si estoy de acuerdo con este “humilde” es que le falta pecho para portar la medalla “Justo Sierra Méndez”.

Y que además, con esa humildad que lo caracteriza va ahora por la presea “Lic. Guillermo González Galera”. Faltaba más.

Y es que hace exactamente 25 años un gobernante surgido del pueblo, le otorgó a Rafael Baledón Cárdenas, la “Justo Sierra Méndez”, por el solo hecho de ser actor y de origen campechano. Pobre medalla que manejan según las conveniencias.

No cabe duda que para ser grande primero se tiene que aprender ser pequeño, porque la humildad es la base de toda verdadera grandeza.


LA GORRA DE LA IGNOMINIA

Obra en poder de Jaque Mate una gorra que habla claramente de la mentira, del fraude, de la falta de palabra, pero peor aún de la impunidad para que pasados más de 16 años siga sin poder cobrar quien en su momento otorgó miles de gorras, banderolas, camisetas y toda una parafernalia de objetos que, a manera de promoción el entonces candidato del PRI a la gubernatura de Campeche por el sexenio de “La Grandeza”, encargó a un proveedor cuyo nombre por el momento me reservo.

Resulta que José Antonio González Curi, candidato del PRI que perdió en las urnas el proceso electoral 1997-2003 ante la candidata del PRD Layda Elena Sansores San Román, emprendió su campaña con el sistema de “todo fiado” que su hermano Jorge Luis le administraba. Así fue como ese par de sinvergüenzas pidió a crédito (obran en mi poder copia de las facturas) sus artículos promocionales que ascendieron a seis millones de pesos, pese a saber que el tope de campaña en ese entonces era de cuatro millones de pesos.

Pero el par de hermanitos le juró y perjuró al proveedor que una vez que llegara a la silla mayor del Cuarto Piso, le cubriría todo el importe y quedaría registrado en el padrón de proveedores de su gobierno.

Dieciséis años después la citada deuda sigue sin ser pagada, pese a los constantes reclamos que fueron como predicar en el desierto, porque el sexenio de La Grandeza se olvidó de pagar y lo más probable es que en algún momento los empresarios de la construcción que siempre aportan, hayan cooperado para cubrir esa deuda, pero que fueron a los bolsillos sin fondo del hermano mayor.

Ahora bien, se rumora que el ex gobernador se ha venido reuniendo con un precandidato a la gubernatura llevándole mil promesas, que si son como las que hizo en Tabasco auguran un mal fin. Considerará ese precandidato una alianza con semejante fichita. Alianzas de este tipo son como vender su alma al diablo, porque gane o pierda siempre quedará mal porque una vez de nuevo cerca del poder, los hermanitos pese a sus escandalosas fortunas mal habidas en maquiladoras y un gran número de desvíos siguen queriendo exprimir el erario estatal.


EL 2% DE LA CORRUPCION

La transparencia y la rendición de cuentas son el punto toral para que en México exista la democracia. La ciudadanía tiene derecho a saber cómo y en qué se gastan el dinero que es del pueblo.

Con la Reforma Constitucional en materia de transparencia, promulgada el pasado viernes por el presidente Enrique Peña Nieto, entre otras cosas los partidos políticos y sindicatos que reciban recursos públicos, al igual que los órganos autónomos, FIDEICOMISOS (como el 2% Sobre Nóminas) y fondos públicos, serán sujetos obligados en materia de transparencia.

En esta tesitura tenemos toda la historia de lo que ha sido el Fideicomiso del 2% sobre Nominas que desde la época de Jorge Salomón Azar García y los sexenios de José Antonio González Curi, Jorge Carlos Hurtado Valdez y el actual Fernando Eutimio Ortega Bernés, han sido saqueados por un vival como Arturo May Maas, quien ha gravitado en ese fideicomiso durante más de 22 años con el contubernio de los responsables de la Secretaría que por ley recibe y “administra” estos cuantiosos recursos no solo en Campeche sino también en El Carmen.

La falta de espacio nos impide en esta ocasión detallar ese asunto y ahora con la Reforma Constitucional en Materia de Transparencia puede develarse un gran fraude donde se encuentran coludidos organismos como los Centros de Coordinación Empresarial.

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