domingo, 17 de marzo de 2013


¿DESARROLLO RURAL O PERSONAL?

Cuando ya las fichas están ajustándose en el tablero del desarrollo al agro campechano, cuando acaba de ser nombrado un hombre del círculo verde de Fernando Eutimio Ortega Bernés, gobernador del Estado; cuando se ha anunciado que los próximos años y en especial las cosechas tendrán un incremento para considerar a Campeche como el granero de la Península de Yucatán, se comienza a sentir un tufo de corrupción que como cualquier órgano es imposible de ocultar, porque tiende a explotar por su propia naturaleza.

Hemos dejado de señalar las peripecias de un abuelo como Febo que ha navegado con la bandera de héroe de las cosechas del maíz, de inocente de la siembra de transgénicos y del daño a la apicultura. Hoy de nuevo nos aparece en el panorama que el secretario técnico de dicha SDR estatal, Arin Rodríguez de la Cruz, es el poder tras el trono y que tiene sus alfiles en los diferentes municipios en el caso de Hopelchén, al ingeniero Manuel Chi Lira, director de ventanilla, persona que fue acusado de pedir dinero por los proyectos del productor José del Carmen López Pantí, del ejido Xcanhá.

Aseguran que Rodríguez de la Cruz fue director de la SDR en Hopelchén donde hacía lo mismo y confiado extendió sus tentáculos a Escárcega, donde opera de la misma forma con Jesús López Sandoval “Chuy” y en Ciudad del Carmen con Manuel Ruz.

Sus deseos de imponer a más directores ---faltaba más---, es precisamente para aumentar los enormes recursos que han tenido como consecuencia de los proyectos graneleros y que para ello ha tenido roces frecuentes con quienes no han caído en sus propuestas de corrupción. Entonces el recurso por el que opta es de ponerlos mal con el abuelo Febo, que está ciego con Rodríguez de la Cruz, ya que éste fue su colaborador cercano en la SAGARPA.

Por su parte Julio Sansores, coordinador de directores de la SDR, se las ve negras para poder trabajar con los directores que le pone Rodríguez de la Cruz, porque éste quiere manejar todo, Se ha llegado a decir que José Luis Plasencia, ex secretario técnico, sigue operando desde su casa.

A otro que no lo deja operar es a Jorge Brown, quien tampoco puede operar el fondo de Fomento Agropecuario de Campeche (FOFAE), porque el multicitado Rodríguez de la Cruz tiene bien metidas las manos. La intención de éste es acomodar directores a modo y seguir haciendo el negocio de su vida en detrimento del campo campechano.

Conociendo al abuelo Febo no metería las manos por el en este asunto y casi puede asegurare que se encuentra en contubernio  con el negocio de los proyectos.

El mismo alcalde de Hopelchén, Alonso Pacheco, ha recibido quejas del director por parte de productores, porque tienen que desembolsar el diezmo clásico para beneficiar al director. Lo cierto es que Rodríguez de la Cruz se ha convertido en “El chicharito” del secretario, pero para apoyar solo a sus directores donde tiene su negocio con el erario estatal.

Por considerarlo de interés me permito transcribir un copia de una carta enviada a Jaque Mate por un ejidatario de Hopelchén y que puntualiza que este asunto ya está en Contraloría del Estado, pero está durmiendo el sueño de los justos. Veamos:

Xcanhá a 31 de octubre del 2011.-
C. Dr. Everardo Aceves Navarro, secretario de Desarrollo Rural en el Estado de Campeche.- Presente.-

“A través de la presente me permito dirigirme a su persona con la finalidad de hacer de su conocimiento una serie de irregularidades que se me han presentado por la gestión y obtención de recursos del Programa Activos Productivos, que a continuación describo:

En el año 2010 fui beneficiado por la cantidad de 36 mil pesos para la construcción de un corral de manejo, mismo que levanté en su totalidad para posteriormente ser supervisado por el Ing. Manuel Chi Lira, quien es personal de la SDR en el municipio de Hopelchén, persona que verificó que el corral cumplía con las medidas autorizadas tomando fotografías como pruebas y entregando la factura correspondiente para su pago; sin embargo el Ing. Manuel Chi Lira, me dijo que tenía que entregarle la cantidad de tres mil pesos como gratificación para el y le dije que no tenía tal cantidad de dinero.

Me señaló que si no le entregaba esa cantidad el dinero de mi pago no iba a ser tramitado y que para otro proyectos no iba a ser beneficiado porque el era la persona que los autorizaba. Ante el temor de que no me pagaran le entregué dos mil pesos que fue o único que pude conseguir. En ese año 2011 me autorizaron la compra de un semental, oficio que fue entregado el día27 de octubre de este año (2011) por lo que el Ing. Manuel Chi Lira me dijo que no me olvidara que le debo entregar tres mil pesos para que salga mi pago de nuevo.

Mi esposa enfermó y no tengo el recurso para darle por lo que le pido su apoyo para que esta persona no me perjudique en la adquisición del semental de igual manera le entregue una copia de este documento al gobernador del Estado Fernando Ortega Bernés, para que esta persona ya no perjudique a los productores de la montaña. Anexo copia de mi credencial de elector.

Atentamente.- José del Carmen López Pantí, beneficiario (sic) del ejido Xcanhá.

CCP.- Rafael Infante Ye.- presidente Municipal de Hopelchén.

Pobre don José del Carmen, porque su queja llegó al sitio más corrupto de la SDR, a las manos del abuelo Febo.


PAGINAS DE LA HISTORIA

En su libro Nuestras Huellas Recientes de mi amigo Salvador López Espínola, que antes de ser editado vivió durante 30 semanas (de enero a agosto de 1996) en esta columna política Jaque Mate (en su primera época) de Novedades de Campeche, que en ese entonces era dirigido por el suscrito.

Debe considerarse que el libro de “Chavo” fue periodístico que trató a la historia como reportaje. Una historia que no había sido escrita, pero que era necesario comenzar a contarla. Como bien dice Héctor Aguilar Camín: “Hay una paradoja y hasta cierto punto despropósito, en el empeño de escribir la historia del pasado inmediato, pasado que casi podemos recordar como parte de nuestra vida. En todo caso, el periodista tiene más herramientas metodológicas para seguir nuestras huellas recientes. ¿Qué somos los periodistas si no historiadores de lo inmediato, francotiradores en la azotea de la historia”.

En esta ocasión me voy a referir a un suceso que se dio precisamente durante el final del gobierno de Alberto Trueba Urbina que Nuestras Huellas Recientes  asienta “testimonios” de testigos y protagonistas que escondieron los hechos que ya son historia y que hoy se confrontan con un hecho fortuito de un protagonista que se acerca más a la posible verdad, sobre todo porque los procesos sucesorios se manejaban en el misterio y la oscuridad de los sótanos de la nomenklatura política, bajo juramento del eterno silencio.

Dice el libro de referencia que Trueba Urbina decidió no entregar el gobierno y huir de Campeche, para evitar las auditorías con que había amenazado el gobernador entrante. Lo único que se le ocurrió fue cargar con toda la documentación de la tesorería del Estado. Instruyó al secretario de Gobierno, José Dzib Cardozo, para que a su nombre compareciera a la sesión solemne del Congreso. No le daría el gusto al “ignaro José.

Para todos los de esa época era obvio que el coronel estaba puntualmente informado de los movimientos de Trueba Urbina y de su proyecto de fuga. Los chismes iban y venían del Palacio de Gobierno a la casa del futuro gobernador que quedaba casi enfrente de su predecesor en la avenida Resurgimiento.

Los propios funcionarios, que aceleradamente empacaban documentos y enseres, informaban a Ortiz Avila con el afán de quedar bien, o por o menos de que no se les considerase cómplices. Pero si algo tenía Trueba era precisamente materia gris.

Lo relatado hace unos días a Jaque Mate da un cariz diferente a la historia ya que efectivamente el gobernador saliente viajó a la ciudad de Mérida, Yuc., para tomar un avión con destino a Miami, EE.UU. Pero el primer ex policía de Campeche Mario Mena Hurtado nunca llevó con el un solo papel extraído de la tesorería del Estado, porque esos papeles habían sido cargados en cinco camiones de tres toneladas cada uno.

Con toda astucia se vendió la idea de que los papeles acompañarían al ex gobernador pero los chupetas del coronel casi acompañaron al denostado titular de Ejecutivo estatal y se olvidaron de que los cinco camiones habían salido de Campeche sí, pero rumbo al Distrito Federal, escoltados por patrullas bajo el mando de Mena Hurtado, y fueron guardados en una propiedad de Trueba Urbina en la capital del país.

Cuando el sexenio del coronel llegó a su fin esa enorme documentación que en manos del coronel podían haber servido para inventar un fraude descomunal, nunca aparecieron. No fue sino hasta la llegada de Carlos Sansores Pérez, que la documentación volvió a tierras campechanas y fue guardada en una casa ubicada en la calle 16 entre 59 y 61 del Recinto Histórico, donde el tiempo y la falta de conservación del inmueble destruyeron la mayor parte de esos papeles.

Los documentos quedaron materialmente destrozados. Es más una pasante de la licenciatura de historia de la UAC fincó su tesis sobre ATU y los documentos oficiales de la tesorería del Estado; la forma como estos quedaron; la restauración de que fue objeto (casi un 40 por ciento de ellos); y el destino final que tuvieron en el Archivo General del Estado.

La persona que me relata el suceso me dio pelos y señales del porqué de la actitud de Trueba. Resulta que el coronel que no tenía un ápice de misericordia y era capaz de todo como se había comprobado con una serie de sucesos como los siguientes:

El Instituto Campechano durante el sexenio de ATU no tuvo hemeroteca ya que la misma estaba guardada en el domicilio de Ermilo Sandoval Campos, gran amigo de ATU y con mucha fuerza como director de ese legendario colegio. Todo a sabiendas de que con la llegada de un nuevo gobernante podía “desaparecer” todos los actos y obras del gobernador. En esa hemeroteca se tenía todas las notas de Diario de Yucatán, Diario del Sureste, Avance de Campeche, etc. que consignaban diariamente la obra del “holandés del Sureste” como apodaron a Trueba por su obra del malecón que llamó “El Campeche nuevo”. A el se debe que hoy esta ciudad tenga uno de los más bonitos malecones del país y de que su obra haya sido agregada a los rellenos sanitarios y a todo un desarrollo urbano.

Otra bromita del coronel ejecutada por Miguel Medina Maldonado, fue la de desaparecer la placa donde se señalaba el sitio del nacimiento de ATU (“Al creador del Campeche Nuevo”), mandándola a colocar en la Zona de Tolerancia en un burdel llamado “La Palestina” propiedad de los hermanos libaneses Curi Charo, jocosamente JOA en sus tardes en el Café Oreza y con sus chupetas de costumbre relataba sus “hazañas”.

Finalmente, “Nuestras Huellas Recientes”, llega a la desmesura que en el régimen truebista hasta el Congreso del Estado perdió la H. Nada del otro mundo, porque en el hoy platillo volador han ocurrido sucesos increíbles en aras de ser un apéndice del Ejecutivo en turno.

Esta es una asignatura que tenemos pendiente, porque podríamos detallar sexenio tras sexenio las barbaridades que ocurren en ese sitio en aras de quedar bien con el cuarto piso.


¿MAQUILLAR EL PASADO?

Aquejado por los achaques de la edad, preparado para una próxima cirugía de rodilla, pero lúcido y con plena conciencia del tiempo que se vive en nuestra ciudad, don Héctor Becerra Gratacoz, envía a Jaque Mate un comentario que me permito reproducir a continuación:

“Con la ya habitual estridencia en actos públicos, la novel presidenta municipal Ana Martha Escalante Castillo, inició la “Modernización de la Nomenclatura Urbana”, programa que ciertamente hay que efectuar, pero podemos apostar que sólo será una acción popular más y no una real actualización y, menos aún, modernización de esta carencia en San Francisco de Campeche, que demanda con urgencia: La Sectorización o División en Delegaciones a toda la ciudad capital y en ella desde luego; corregir la pésima  numeración de calles para todos  los predios, que absurdamente han conservado la original desde el pasado siglo y que naciendo en el poniente termina en el oriente, cruzando desde luego las calles 8, 10, 12, 14, 16 y 18, sin someramente observar el axioma de que “Todo núcleo poblacional crece de su mismo centro y hacia los extremos” y en consecuencia así deberá de fijarse la numeración.

Para “modernizarnos” mi estimada alcaldesa, hay que erradicar los añejos hábitos  políticos y ciudadanos, ---algunos hasta perversos---, que mantienen a nuestro campechito como pueblote ignorante de elementales directrices como la Ley de Vialidad, Tránsito y Control Vehicular , que aprobada y editada en 2009, ninguna autoridad civil, se ha preocupado por hacer del conocimiento popular y sí --–irónicamente---, acepta imposición de forasteros que entre otros, “Diseñaron la estúpida circulación vehicular en la Avenida Central” (misma que nomino Avenida de Los Cangrejos), por aquello de que para atravesarla de poniente a oriente, hay que retroceder, para  continuar adelante. Esos “diseñadores” estarán carcajeándose de su mofa.

Retomando el caso de la “Moderna Nomenclatura Urbana”, recuerdo que quien inició este desbarajuste fue el hermano de Abelardo Carrillo Zavala  de nombre Alfonso y de oficio inicial como cartero del Servicio Postal Mexicano en la lejana década de los ochentas y que por influencia de su hermano llegó a tener la aprobación y los recursos que pronto desaparecieron en sus manos dejando trunca la nomenclatura de Campeche.

Sabemos que ésta se encuentra en un total caos, y lo urgente es corregir la numeración domiciliaria; con la División Delegacional –--únicamente nominal para facilitar ubicaciones---, se erradicarán duplicidad de nombres números, al mismo tiempo que se pueden conservar códigos postales, nombres de barrios, colonias, etc. Unicamente será una subdivisión de la “mancha urbana”, para facilitar el total de ubicaciones de todos y cada uno de los domicilios que integran el municipio.

Testigo involuntario de la puesta en marcha de tan cacareada nomenclatura, abordé a Ana Martha, haciéndole ver que las novísimas señalizaciones, carecen de indispensables flechas del sentido de tránsito vehicular y que fácilmente pudieron incluirse en su parte inferior, al mismo tiempo que reincidí en solicitud de audiencia para abundar sobre el tema, recibiendo promesa de concedérmela, misma que hasta hoy aguardo y veo que no interesa mi saber ciudadano.

La decisión unilateral ya fue aprobada y no la cambiará un añejo “Juan Pérez” . Guadalajara, Jal., es ejemplo de modernismo, desde el pasado siglo dividió en sectores a la Perla Tapatía y ello ha servido para inmejorable referencia para propios y visitantes que conocemos su envidiable limpio, alegre y bien surtido mercado; antítesis de nuestro Pedro Sáinz de Baranda.

La alcaldesa, la comprendemos, está inmersa en su futuro político, también ofrece solucionar el problema en el principal centro de abasto de la ciudad,  y entre otros, con gestión para atraer recursos federales y darle mantenimiento general e integral a ese inmueble. Promesa tal, me regresó al pasado, cuando el trienio de Antonio González Curi, se inició la total “modernización” de este fétido zoco, en tres etapas. La segunda correspondió a  Jorge Carlos Hurtado Valdez  y así  la tercera a nuestro actual gobernante FEOB, quien no la realizó y ahí permanece esta pústula vergonzosa que está contaminando a la Joya de la Corona, nuestro Patrimonial Centro Histórico. 

Que haya salud.    Héctor  Becerra Gratacoz.

Hasta ahí la misiva del amigo.

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